Dublín es un destino que a todos nos gusta. Lo hemos dicho en muchas ocasiones, sí, pero es que tiene rincones y lugares muy singulares. Uno de ellos es el museo de la famosa cerveza Guinness, una de las experiencias más divertidas que hay que vivir en Dublín.
Guinness es sinónimo de Irlanda. Es marca Irlanda. Junto con el trébol es probablemente el gran emblema de Irlanda en el mundo entero. La Guinness es la cerveza más famosa del mundo, de ahí que su museo sea la atracción turística más visitada del país. El Guinness Storehouse es un "must" en todos los viajes a Dublín.
El enfoque del Guinness Storehouse ha ido cambiando con los años (se trata de un edificio de inicios del siglo XX) hasta transformarse en un espacio de historia, cultura y entretenimiento. Es patrimonio cultural irlandés abierto a todos los públicos.
La forma en que están tratados los orígenes de la producción, la fabricación, las implicaciones sociales y económicas, las cuestiones relacionadas con la mercantilización de la Guinness, su internacionalización, la evolución de la marca, etc. Toda la historia de la Guinness desde sus inicios hasta la actualidad, se cuenta de una forma y con unos medios audiovisuales y técnicos que hacen partícipe al visitante en todo momento.
Los siete pisos que conforman el museo dan lugar a la pinta más grande del mundo, que si se llenara de Guinness equivaldría a cerca de 14 millones de pintas. El fin de la visita se cierra en la última planta con una degustación de Guinnes en el Gravity Bar, que ofrece unas vistas espectaculares de Dublín.
Con amigos o en familia, la visita vale la pena si estáis por Dublín. Y si queréis beneficiaros de un precio algo reducido y evitar algo de colas, os recomendamos que compréis las entradas con antelación a través de la web del museo.
0 Comentarios