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Guías de Viajes de País Vasco

País Vasco

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Mil tesoros naturales, culturales y gastronómicos

Mil tesoros naturales, culturales y gastronómicos

Ubicada en el nordeste de la Península Ibérica, el País Vasco (Euskadi en euskera, lengua autóctona de la Comunidad) es una región histórica formada por tres provincias: Vizcaya (Bizkaia), Guipúzcoa (Gipuzkoa) y Álava (Araba). A pesar de no ser una comunidad muy grande, con algo más de 7.000 km2 y unos 2.200.000 habitantes en total, su importancia industrial y comercial es mucha. El intenso desarrollo de la industria naviera y siderúrgica en la costa durante la primera mitad del siglo XX provocó una fuerte inmigración del resto del país a las tierras que lindaban con el mar Cantábrico, e impulsó el desarrollo del comercio, la riqueza y las instituciones.

Pero hoy día, el País Vasco es también un referente en cuanto a turismo. Si bien el clima húmedo de sus veranos no ha contribuido tradicionalmente a fomentar esta actividad a pesar de los magníficos arenales presentes en las costas de Vizcaya y Gipuzkoa, la belleza de su entorno natural, las mil posibilidades para ejercer el turismo activo y de aventura, y sobre todo, sus preciosos pueblos y cuidadas capitales se ven hoy día visitadas por miles de turistas que acuden al País Vasco para disfrutar de su patrimonio, sus museos, sus costas, sus montes y su excelente gastronomía, famosa en todo el mundo.

Las tres provincias o territorios históricos de esta comunidad tienen mucho en común; sin ir más lejos, su propio idioma, el euskera. Esta lengua tiene la peculiaridad de ser la única de todo el planeta cuyo origen se desconoce, y hoy día se habla en casi todos los rincones, especialmente en Guipúzcoa. Pero cada región tiene su propia personalidad. Guipúzcoa es la zona turística por excelencia, sobre todo su capital, San Sebastián o Donostia. Esta ciudad es una de las más célebres de toda España, y también de las más hermosas, con su playa de La Concha y su pintoresco casco antiguo. Vizcaya ha sido tradicionalmente el motor comercial e industrial del País Vasco, aunque sus costas también son de una belleza increíble. Hoy día, Bilbao, la capital, es una ciudad renovada y que constituye un referente de vanguardia en todo el mundo. Para terminar, Álava es tierra de hermosos parajes de interior y de magníficos vinos; su capital, Vitoria (Gazteiz), es sede de las instituciones políticas vascas, y es también una de las ciudades más cómodas y con mayor calidad de vida de toda España.

Las fiestas y la gastronomía del País Vasco son otros motivos que atraen año tras año a los visitantes. La Semana Grande de cada capital y otros eventos en las distintas localidades concentran a miles de amantes de la diversión durante los meses de verano. Y por supuesto, la cocina vasca, una de las más famosas de nuestro país, hará las delicias de cualquier fanático de la buena mesa. En el País Vasco se come muy bien; puede ser en alguno de los célebres restaurantes de alta cocina que se pueden encontrar en las distintas regiones, pero también en cualquier tasca o pequeño establecimiento, donde el respeto a la excelencia de la materia prima y a las elaboraciones tradicionales se da por supuesto.
 

Capitales culturales, historia y naturaleza en estado puro

Capitales culturales, historia y naturaleza en estado puro

Comenzando por el extremo oriental de la comunidad, la provincia de Guipúzcoa asalta los sentidos del viajero con sus espectaculares costas y playas. Poblaciones tan hermosas como Hondarribia y sus casonas de piedra, o las populares playas de enclaves como Zarauz, son todo un referente en la costa guipuzcoana. Los pueblos del litoral conservan su tradición pesquera, siendo ésta una de las actividades más importantes de la economía de la provincia. Orio, Getaria, Pasajes, Zumaia y muchos otros forman parte de una preciosa ruta que descubre rincones plagados de encanto y belleza.
En la misma costa, la capital San Sebastián es todo un referente turístico, cultural y gastronómico. La playa de La Concha, considerada como una de las mejores de Europa, ofrece su gran extensión de arena blanca y fina a los visitantes, así como las aguas a veces bravías y a veces mansas del Cantábrico. Y justo a su lado, el célebre Casco Antiguo de la localidad permite caminar por sus bellas e intrincadas callejuelas, disfrutando de esas joyas de la alta cocina en miniatura que son los pinchos (o pintxos, como les llaman los donostiarras). El Acuario de San Sebastián, situado sobre el puerto, es otro de los atractivos de la ciudad, así como el Monte Igueldo; ya en las afueras, merece la pena acercarse a conocer el Museo Chillida, así como los parques naturales de la Provincia y sus montañas: Aiako Harria, Pagoeta y Aralar.

Vizcaya es la provincia tradicionalmente industrial y comercial del País Vasco. La actividad siderúrgica de las orillas del río Nervión y la profusión de astilleros de sus riberas dio origen a una intensa producción que fundamentó la riqueza de la región. Bilbao es la capital, y también una de las ciudades que con más éxito ha renacido de sus antiguas cenizas. Construcciones como el Museo Guggenheim Bilbao y la renovada Alhóndiga, actualmente un moderno centro de ocio y cultura, conviven con calles antiguas y señoriales como la Gran Vía y con edificios históricos del estilo del Teatro Arriaga. El casco viejo de Bilbao, también conocido como las Siete Calles, es el lugar perfecto para practicar la tradición del "poteo"; desde allí se puede acceder a la Basílica de la Virgen de Begoña subiendo la escalinata, y contemplar la hermosa imagen románica. El Museo de Bellas Artes, el Muelle de la Ribera y sus estructuras de vanguardia, el magnífico Museo Naval, la Catedral de Santiago y el Parque de Doña Casilda son otros lugares de interés. En el resto de la provincia, merece la pena hacer un recorrido por las bellas localidades costeras y sus playas: Lekeitio, Bermeo, Elantxobe, Sopelana... La ría del Nervión ofrece un hermoso panorama en su desembocadura con el célebre Puente Colgante, el puente trasbordador más antiguo del mundo, y los municipios de Getxo, Portugalete y Santurce en ambas márgenes. Hacia el interior, el espectacular Salto del Nervión, situado en Orduña, es una de las cascadas más altas y hermosas de Europa, con sus casi 300 metros de altura. También hay preciosos parques naturales de montaña, el de Urquiola, y lugares como Reserva de la Biosfera de Urdaibai, el Bosque de Oma decorado por Agustín Ibarrola o la zona de las Encartaciones.

La tercera de las provincias, Álava, pertenece al interior de la región y es la única que carece de acceso al mar. Sin embargo, su entorno ofrece al viajero verdaderos tesoros en forma de parajes naturales y de un patrimonio histórico excepcional.
La capital, Vitoria, es la más poblada de todas las localidades alavesas, hasta el extremo de acoger a alrededor del setenta por ciento de los habitantes de la provincia. Vitoria es una ciudad pensada y renovada de cara al ciudadano; tiene grandes extensiones peatonales y amplias avenidas, y está considerada una de las capitales más confortables de España. En la ciudad podremos visitar gran cantidad de museos, como el moderno Artium (Museo Vasco de Arte Contemporáneo), el BIBAT (Museo Fournier de Naipes y Museo de Arqueología), el de Bellas Artes o el de Arte Sacro, entre otros. La majestuosa Catedral de Santa María se encuentra actualmente en proceso de restauración y hay visitas guiadas que muestran los trabajos que se están realizando. El Casco Medieval, las Iglesias de San Miguel y San Pedro y la Torre de San Vicente son también parte del atractivo conjunto patrimonial de Álava. El resto de la provincia cuenta con bellos parques naturales como el de Gorbea, parajes muy atractivos como los humedales de Salburua y sus centros de interpretación, y la zona de la Rioja Alavesa, donde la calidad de sus vinos ha alcanzado un auténtico grado de excelencia.
 

Una de las cocinas más afamadas del mundo

Una de las cocinas más afamadas del mundo

Si hay algo que sea conocido en todo el mundo en lo que respecta al País Vasco, no cabe duda de que se trata de su gastronomía. Las tierras vascas han dado al mundo cocineros de fama internacional, que han alcanzado los máximos galardones en el sector. Los magníficos productos del mar y de la tierra, unidos a una tradición centenaria de cocinas hogareñas, restaurantes y txokos, han dado como resultado un compendio de recetas tan deliciosas como conocidas. Una de las materias primas más empleadas en los fogones del País Vasco es, lógicamente, el pescado. La actividad pesquera de los puertos, algunos de ellos de importancia internacional, hace que cada día lleguen a las lonjas gran cantidad de pescados y mariscos frescos, que las aguas tumultuosas del Cantábrico hacen especialmente sabrosos. Y qué decir de las preparaciones típicas:

Marmitako de bonito (un guiso de tradición marinera que se prepara con bonito, patatas, pimientos secos y cebolla) y bonito con tomate; merluza frita, o sus kokotxas en salsa verde; los chipirones en su tinta o encebollados; los magníficos platos de bacalao, como el bacalao al pil-pil, a la vizcaina, estilo Club Ranero; las exclusivas angulas de Aguinaga... Las anchoas (boquerones) del Cantábrico, las sardinas de Santurce, el pastel de cabracho y el besugo a la donostiarra son otras de las exquisitas recetas de pescado de estas tierras.

La carne también forma parte del recetario vasco; de hecho, las carnes de calidad Euskadi se certifican con el llamado Label de Calidad. Famosa entre todas las piezas es el chuletón de Bérriz, gran corte de carne roja de máxima calidad que se consume hecho vuelta y vuelta, con patatas fritas y pimientos. Un plato para amantes de la carne y la buena mesa. Además, la menestra de verduras con cordero, el zancarrón (morcillo) con tomate, las albóndigas en salsa o los pollos de caserío son también recetas contundentes y exquisitas. En el País Vasco existe una arraigada tradición de elaboración de embutidos; morcillas y chorizos como los de Artziniega son auténticas delicias que forman parte de los tradicionales potajes, como las exquisitas alubias rojas preparadas en cazuela de barro. Dentro de la repostería destacan preparaciones antiguas y tradicionales como la intxaur-saltsa (una especie de sopa preparada con nueces), el pastel vasco, el pastel de arroz, las torrijas de leche, la mamia o cuajada natural, el pastel ruso, las tejas o los dulces alaveses conocidos como "vasquitos" y "neskitas".

Los quesos vascos son otra de las razones por las que cualquier gourmet querrá darse una vuelta por las tierras vascas. Entre los más emblemáticos y conocidos se encuentra el queso de Idiazábal, con Denominación de Origen cualificada y que ha obtenido galardones mundiales en distintos eventos. Además, en el País Vasco también es posible degustar los exquisitos vinos de la Rioja Alavesa, así como el ácido y suave txakolí, un vino joven blanco o rosado que se elabora en Vizcaya y Guipúzcoa, o la sidra de Guipúzcoa, que se suele consumir en las populares sidrerías durante la época de la elaboración, tradicionalmente acompañada de las tortillas de bacalao.
 

Carnavales, Semanas Grandes y festivales internacionales

Carnavales, Semanas Grandes y festivales internacionales

Pasadas las Navidades, que se celebran en el País Vasco con pasión y alegría, la temporada festiva de la comunidad da comienzo con los Carnavales. Estas fiestas se han recuperado en las últimas décadas, levantada la prohibición de los años de dictadura, de forma que algunos de los antiguos carnavales han vuelto a renacer. Es el caso de los Carnavales (iñauteriak en euskera) de lugares como Tolosa, Amurrio, Llodio, Bilbao o Mundaka, donde tienen lugar los más antiguos del País Vasco, remontándose al año 1.700. Además de estas celebraciones paganas, y pasada la Semana Santa (cuya celebración más hermosa e intensa tiene lugar en Balmaseda), en Euskadi hay profusión de fiestas patronales, como por ejemplo las de San Prudencio, en Vitoria; las de San Roque, que se celebra a mediados de agosto en muchos lugares como Llodio o Portugalete; las de San Jorge, el día 23 de abril en Santurce; las de Santiago y San Ignacio en distintas localidades; la Kaxarranka en Lekeitio o los Alardes de Irún y Hondarribia.

Pero las fiestas más famosas son las que tienen lugar durante el verano en las tres capitales de las provincias. Bajo el nombre común de Semana Grande (Aste Nagusia en euskera), cada una de las ciudades disfruta de un amplio programa de festejos durante una semana, en el mes de agosto. Fuegos artificiales, representaciones teatrales, conciertos de figuras mundialmente reconocidas, cine al aire libre, competiciones deportivas, ferias taurinas, actividades infantiles y recintos festivos caracterizados por las típicas txoznas (casetas que instalan las agrupaciones o comparsas) son habituales durante estos días. Las primeras del calendario son las Fiestas de la Blanca, que se celebran en Vitoria entre el 4 y el 9 de agosto y que comienzan con la popular y multitudinaria Bajada del Celedón. La Semana Grande de San Sebastián tiene lugar entre el 14 y el 21 de agosto, y para terminar llega la Aste Nagusia de Bilbao, en la segunda quincena del mismo mes y que comienza con la romería que sube a la Basílica de Begoña, culminando con la quema del símbolo festivo, Marijaia.

Además de las miles de fiestas de las distintas localidades, para las cuales necesitaríamos todo un libro, en el País Vasco se realizan muchas actividades de tipo cultural. Entre ellas destaca por derecho propio el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, a finales del mes de septiembre y en el cual participan películas de todo el mundo. Son días de glamour y estrellas, alfombras rojas y cine junto al mar. En el apartado musical podemos señalar eventos como los Festivales de Jazz de Vitoria, San Sebastián o Getxo; el Azkena Rock y el Bilbao Live Festival en el apartado del rock and roll; la temporada de ópera de Bilbao... Estilos y artistas para todos los gustos, siempre dentro de la máxima calidad internacional.
 

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