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Guías de Viajes de Gambia

Gambia

Sabor étnico y colonial cerca del Atlántico

Gambia

Introducción

Introducción
Naturaleza en estado puro, exotismo, tradición, magníficas playas, un clima excepcional... A pesar de que existen numerosos enclaves del continente africano en el que es posible disfrutar de algunos de estos reclamos, pocos son los destinos que brindan todo esto al viajero en sus inmediaciones. Sin ir más lejos, uno de ellos es Banjul, la pequeña y sorprendente capital de la República de Gambia. Situada a la entrada del estuario de Gambia, este lugar ofrece un amplio abanico de opciones al recién llegado.

Las primeras noticias que se tienen de este lugar se remontan a 1651, momento en el que la zona fue cedida al duque de Courland por parte del rey de Kombo. Sin embargo, la fundación de la ciudad data de 1816. Por aquel entonces, los colonizadores británicos decidieron bautizar esta población con el nombre de Bathurst en honor a Henry Bathurst, secretario de la Oficina Colonial Británica. En un primer momento, sus ocupantes deseaban que la ciudad desempeñara una función comercial.

Tras la declaración de independencia de Gambia, proclamada el 18 de febrero de 1965, la ciudad pasó a ser la capital del país. No obstante, habría que esperar hasta 1973 para que Banjul adoptara su denominación actual. Más de dos décadas después, el 22 de julio de 1994, la capital se convertiría en el escenario de un brutal golpe de Estado a manos de militares. Este episodio se saldó con el derrocamiento del presidente Dawda Jawara y con la llegada al poder de Yahya Jammeh, actual jefe del estado de Gambia.

Este episodio crucial coincide con el inicio, a principios de los noventa, del boom turístico, una nueva y floreciente actividad económica que ha contribuido a reducir el desempleo en la capital.

Para descubrir los motivos que han convertido Banjul en una magnífica elección para las vacaciones, sólo hace falta contar con un pasaporte con una vigencia superior a seis meses. Si la estancia es inferior a 28 días y se realiza por motivos turísticos, no se requerirá visado. En cuanto a las vacunas, sólo es obligatoria la de la fiebre amarilla en el caso de aquellos visitantes que proceden de zonas de riesgo. A la hora de desplazarse hasta allí, y dado que la ciudad está aislada —se comunica con el otro lado de Gambia (el norte) mediante ferries—, la opción más práctica es reservar vuelos a Banjul, que aterrizan en el aeropuerto internacional sito a 24 km de la capital. En cambio, la comunicación con el sur, hacia la localidad de Serekunda, se realiza por carretera.

En cuanto a la moneda oficial del país, el dalasi (1 euro equivale a unos 38 dalasi), ésta puede obtenerse sin problemas en diversas casas de cambio de Banjul. Pese a todo, cabe destacar que en el número 78 de Hagan Street se aplica el mejor tipo de cambio de la ciudad. Del mismo modo, los euros, los dólares americanos y las libras esterlinas suelen aceptarse sin problemas (no así las tarjetas de crédito). Tampoco el idioma es un impedimento. Pese a la multiplicidad de etnias presentes en Banjul, como los wolofs (el grupo mayoritario), los malinkés, los mauritanos y los libaneses, gran parte de la población domina el inglés, que es la lengua oficial de Gambia. Sin duda, la enésima ventaja para zambullirse en esta interesante ciudad, singular y auténtica como pocas.

Qué hacer en Banjul

Qué hacer en Banjul
Una de las impresiones que experimentan quienes visitan Banjul por primera vez es la sensación de no hallarse en la capital de un país, sino en un pueblo. De hecho, el centro de esta localidad de menos de 35.000 habitantes es muy reducido, del mismo modo que también lo son los horarios de los establecimientos comerciales. Sin ir más lejos, la mayoría de restaurantes cierra sobre las 18:00 h, y a partir de las 20:00 h apenas hay gente por las calles.

Sin embargo, esto no significa que esta población no cuente con atracciones interesantes. Un buen ejemplo es el Albert Market. Este bullicioso mercado, creado a finales del siglo XIX, ocupa más de ocho calles y constituye un auténtico desafío para la vista y los sentidos. Y es que raro es el alimento que no pueda encontrarse allí. Asimismo, tampoco hay que dejarse en el tintero otros polos de atracción, como la mezquita del Rey Fahad (construida en 1988 en sustitución de otra de 1930), la principal oficina de Correos (en la que puede admirarse una magnífica colección de sellos), la Casa del Gobierno, la Casa de Justicia, y, por supuesto, el llamado Arco 22. Este monumento, situado a la entrada de la ciudad, se erigió para conmemorar la Segunda República, fundada el 22 de julio de 1994 a raíz del golpe de estado ya mencionado en la introducción. Su inauguración tuvo lugar en 1996, coincidiendo con el segundo aniversario de esta efeméride. El arco, que se alza en el centro de una gran plaza, posee una altura de 35 m y da cabida a un museo textil.

En cualquier caso, la oferta museística de la ciudad no acaba aquí. En efecto, los aficionados a la cultura tienen la oportunidad de disfrutar de las instalaciones del Museo Nacional. Emplazada en Gloucester Street, esta institución ofrece un sugerente recorrido cronológico que se inicia en la época colonial y que llega hasta nuestros días. La otra gran baza es el African Heritage Centre, que contiene notables muestras de arte gambiano procedentes de todo el país. Además, todas ellas están a la venta. Y por supuesto, éste es también es un lugar ideal para tomar un tentempié y reponer fuerzas.

Aunque los cristianos son minoría, lo cierto es que Banjul dispone de algunas iglesias, herencia de la dominación europea. A modo de ejemplo, baste señalar de catedral de Nuestra Señora de la Asunción, la iglesia del Espíritu Santo o la iglesia de la Estrella de Mar, todas ellas destinadas al culto católico. Por lo que respecta a las construcciones anglicanas, cabe referirse a la catedral de Santa María y a las iglesias del Cristo, de San Pablo, de los Mártires Africanos y la de Saint-Cuthbert.

A la hora de disfrutar de una tarde de compras, uno de los productos típicos que no deben faltar en nuestra maleta es la kora, considerada como el instrumento nacional de Gambia y un verdadero icono de la tribu mandinga. Las koras profesionales están elaboradas con una calabaza cortada por la mitad y recubierta de piel de vaca, y constan de 21 cuerdas. Aunque no suelen ser baratas, en los mercados de artesanía se pueden encontrar reproducciones a escala algo más asequibles.

Ahora bien, la kora no es el único souvenir con sabor étnico que se puede adquirir en Banjul. Buena muestra de ello son los timbales, los trajes africanos, las máscaras y figuras de madera y, sobre todo, los batiks, estampados y dibujos realizados en tela siguiendo una técnica propia. Además, los bolsillos más holgados no deben perder de vista que Gambia es uno de los países africanos donde pueden encontrarse vehículos de dos ruedas (bicicletas y motos) a menor precio, aunque dar con ellos no siempre es fácil.

Una vez recorridos los principales reclamos de Banjul, conviene tener presente la posibilidad de tomar un minibús (pasan cada 10 minutos) y descubrir la localidad de Bakau, una sugerente población costera con magníficos acantilados y un pequeño puerto pesquero. A su vez, también cuenta con el Kachikally Crocodile Pool, un santuario natural en el que pueden contemplarse impresionantes ejemplares de cocodrilo. Del mismo modo, desde la terminal de ferries se puede tomar un trasbordador que enlaza con la ciudad senegalesa de Kaolack. Eso sí: si lo que busca el viajero es disfrutar de algunas de las sugerentes playas de Gambia en un confortable resort, la cercana población de Leybato puede convertirse en una excelente opción.

No muy lejos de Banjul, también se puede disfrutar del Bijilo Forest Park (o Monkey Park) una magnífica superficie forestal. Asimismo, al sur de la cercana localidad de Abuko se localiza la Reserva Natural de Abuko, morada de espectaculares colonias de primates.

Un paseo por la gastronomía de Gambia

 Un paseo por la gastronomía de Gambia
Como no podía ser de otro modo, los fogones gambianos aúnan en su recetario tres tradiciones culinarias netamente diferenciadas: la senegalesa, la árabe (ambas como consecuencia de la situación geográfica del país) y, finalmente, la europea, un preciado legado de la época colonial. Pese a no destacar excesivamente por su refinamiento, lo cierto es que la gastronomía nacional es rica y de gran calidad.

A pesar del gran protagonismo que adquiere el pescado, lo cierto es que el alimento más recurrente es el arroz. Este cereal no sólo sirve de base en infinidad de platos, sino que también se utiliza para elaborar algunas salsas picantes. Tampoco hay que pasar por alto productos como el mijo (por lo general, se consume cocido al vapor), la sémola obtenida con este último alimento (con la que se prepara el famosísimo cuscús) o la yuca.

En cuanto a las carnes, el predominio de la población musulmana explica por qué la de pollo es la más socorrida. Por otro lado, también conviene citar las especialidades en las que están presentes la domoda (salsa de mantequilla de cacahuete), las espinacas, el okra (quingombó) y el chew deu terr (aceite de palma).

Ya en el apartado de platos típicos, se encuentran exquisiteces como el jollof o benachin (con arroz, especias, verduras y carne), tiep-bou-diene (pescado con arroz y salsa de tomate, pimiento y zanahoria), el nyebe (pollo con judías verdes), el sissay yassa (pollo frito en zumo de limón, cebolla y pimienta), el chere (cuscús de mijo), el mafé (cuscús con cacahuetes y pasas), el supakanja (estofado de quingombó) y el mbahal (arroz mezclado con cacahuete rallado y pescado seco). Esta última fórmula es muy habitual en la mesa de las familias más humildes. En cuanto a las sopas, éstas suelen ser muy elaboradas y tiene un sabor y un aroma muy intensos. La cantidad de fórmulas de preparación que admiten es ingente, ya que pueden contener legumbres, carne y pescado. Además, son muy importantes dentro del recetario local, ya que constituyen una comida completa. Precisamente, uno de los platos nacionales es el pebé supi, una sopa elaborada con pescado de roca, pebé (parecido a la nuez moscada), ají, cebolla y albahaca, entre otras especias locales.

A la hora del postre, resulta más que recomendable disfrutar de alguna exquisita fruta tropical, como la papaya, la piña, el mango o el plátano, amén de los cítricos más habituales, como la naranja, el limón o el pomelo.

Finalmente, por lo que atañe al alcohol, el hecho de que la inmensa mayoría de los gambianos sean musulmanes no constituye un impedimento para que el país produzca una cerveza de gran prestigio internacional: la Julbrew. Del mismo modo, también es muy habitual el vino de palma, un zumo fermentado que se obtiene de las palmeras. A su vez, los amantes de lo auténtico deberán atreverse a paladear otra de las bebidas estrella de Gambia: el zumo de baobab.

Fiestas y eventos en Banjul

Fiestas y eventos en Banjul

En este último bloque se resumen algunas de las festividades más relevantes de cuantas tienen lugar en la capital de Gambia. No obstante, al tratarse de un país donde 5 de cada 6 habitantes son musulmanes, no hay que olvidar que las tradiciones religiosas se rigen por el calendario islámico, formado por 12 meses de 29 ó 30 días. De ahí que éste tenga un desfase de 11 días respecto al calendario gregoriano y que las fiestas religiosas caigan en una fecha diferente cada año.

 

En cualquier caso, y a pesar de que los gambianos adoran las fiestas, éstas suelen celebrarse en familia y prolongarse durante varios días.

 

  • Año Nuevo

 

El 1 de enero es festivo en todo el país. Durante esta jornada, se organizan multitudinarias procesiones.

 

  • Banjul Challenge

 

Desde el 2002, la capital gambiana es el punto de llegada de un peculiar rally, en el que participan vehículos con un denominador común: su antigüedad y su falta absoluta de presentaciones. Esta singular prueba, que se inicia en la localidad inglesa de Plymouth, finaliza en Banjul hacia mediados de enero, culminando así tres semanas de travesía por África occidental. Aquellos coches que consiguen llegar a la meta son vendidos o donados con fines benéficos. Para más información, se recomienda consultar el siguiente enlace: http://www.dakarchallenge.co.uk/challenge/banjul+challenge/

 

  • Mawlid al-Nabi (Nacimiento de Mahoma)

 

A lo largo de esta jornada se conmemora el nacimiento del profeta Mahoma, acontecido en el año 570 ó 571 d.C. En el 2013, es el 24 de enero, y en el 2014, el 13 de enero.

 

  • Día de la Independencia

 

Cada 18 de febrero, Gambia celebra el aniversario de su intendencia del Reino Unido, que tuvo lugar en 1965.

 

  • Semana Santa

 

Tiene lugar entre la segunda quincena de marzo y las cuatro primeras semanas de abril, en función del calendario lunar. Tanto el Viernes Santo como el Lunes de Pascua son días festivos en todo el país, a pesar de que los cristianos son minoría en Gambia.

 

  • Día del Trabajo

 

El 1 de mayo es un festivo de ámbito estatal.

 

  • Internacional Roots Festival

 

Este importante evento, que podría traducirse como Festival Internacional de las Raíces, se celebra en toda Gambia durante el mes de junio (eso sí: sólo los años pares). Iniciado en 1996, la cita atrae a africanos residentes en todos los lugares del planeta, deseosos de revivir sus orígenes. El programa de festejos incluye conciertos, danza y otros espectáculos inspirados en el folklore local.

 

  • Lailat al Miraj (Ascensión de Mahoma al cielo)

 

Los fieles celebran la ascensión de Mahoma al Jannah (cielo) ayudado por dos arcángeles. El Lailat al Miraj coincide con el día 27 del rayab, séptimo mes del calendario lunar. En el año 2013, es el 5 de junio, y en el 2014, el 25 de mayo.

 

  • Ramadán

 

Se trata del mes sagrado de los musulmanes. Es el noveno del calendario y arranca con la aparición de la luna a finales del octavo mes o sha'ban. El Ramadán adquiere un hondo significado para los creyentes, puesto que la tradición afirma que fue en este momento del año cuando Mahoma recibió las primeras revelaciones de Alá. Durante este período, y hasta la caída del sol, está terminantemente prohibido comer, beber, fumar, mascar chicle, perfumarse o mantener relaciones. La fiesta del Eid al-Fitr, que cuenta de una duración de tres días, pone fin a estos días de ayuno, abstinencia y oración. Para celebrarlo, es habitual que las mujeres de Banjul luzcan vestidos recién comprados. A su vez, también son frecuentes los sacrificios de animales. La carne de los mismos se reparte entre la familia y los amigos. En el 2013, el Ramadán comienza el 9 de julio, y en el 2014, el 28 de junio.

 

  • Nuestra Señora de la Asunción

 

Otro vestigio de la dominación colonial británica. El 15 de agosto es un festivo estatal.

 

  • Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio)

 

Sin duda, éste es otro de los momentos clave del calendario musulmán, y sirve para recordar el sacrificio que Abraham estuvo a punto de ofrecer a Alá. La víctima no era otra que su hijo Ismael, pero Dios intercedió para evitar que el joven muriera, tras haber constatado hasta dónde llegaba la fe del patriarca. En su lugar, Abraham mató un cordero para ofrecérselo a Alá. De ahí que el sacrificio de un animal siga siendo el acto central de esta festividad. El Eid al-Adha coincide con el décimo día del mes de zil-hajj. Es decir: en el 2013, es el 15 de octubre, y en el 2014, el 4 de octubre.

 

  • Muharram (Año Nuevo musulmán)

 

Este día marca el inicio el inicio del calendario musulmán. Por lo general, acostumbra a celebrarse en familia, sin grandes fastos. En el 2013, coincide con el 4 de noviembre, y en el 2014, con el 25 de octubre.

 

  • Navidad

 

El 25 de diciembre es otro festivo nacional. Durante estas fechas, es habitual ver procesiones en las calles de la ciudad.