De pueblo pesquero a referente del turismo internacional
¿Quién no identifica el nombre de Torremolinos con la playa, el sol, las vacaciones, el verano y la diversión? Esta localidad, que hace ya muchos años no era más que un pequeño pueblo de pescadores bañado por las cálidas aguas del Mediterráneo, es desde la década de los cincuenta del siglo XX uno de los destinos más famosos y mejor equipados para el turismo de la Costa del Sol.
Playas, golf, comercio y excursiones
Si nuestra estancia en Torremolinos se prolonga lo suficiente (y desde aquí recomendamos encarecidamente que así sea), tendremos la oportunidad de realizar excursiones a localidades y enclaves próximos de gran interés y belleza. Sin ir más lejos, a sólo 15 kilómetros se encuentra Málaga, la capital de la provincia, con su bella Catedral o el Museo Picasso para los fanáticos de las artes, y sus preciosas calles históricas donde “tapear”.
Pescaíto frito, marisco y deliciosas tortas de aceite
Además de la fritura, muchos otros tesoros de la mar constituyen la gastronomía de Torremolinos. Las deliciosas coquinas, una especie de almeja característica de la costa malagueña, están presentes en todas las cartas, al igual que las paellas, los espetos de sardinas, las sopas de pescado y marisco y el típico pescado a la sal, con todo su sabor. Tampoco hemos de olvidarnos que Andalucía es tierra de gazpacho; esta refrescante receta rinde homenaje a los productos de la huerta y al magnífico aceite de oliva de la zona.
Fiestas tradicionales, eventos temáticos y multiculturalidad
Paralelamente a las tradiciones populares, hay otras actividades que se han ido consolidando en el calendario festivo de Torremolinos. El febrero encontramos la llamada fiesta del Baile Retro, donde se celebran competiciones de bailes de salón para participantes mayores de cincuenta años; más tarde, en el mes de abril tienen lugar eventos populares como el Día de la Bicicleta y el Patín. En septiembre se festeja el Día del Turista, como en muchas otras localidades de la Costa del Sol.