De pueblo pesquero a referente del turismo internacional
¿Quién no identifica el nombre de Torremolinos con la playa, el sol, las vacaciones, el verano y la diversión? Esta localidad, que hace ya muchos años no era más que un pequeño pueblo de pescadores bañado por las cálidas aguas del Mediterráneo, es desde la década de los cincuenta del siglo XX uno de los destinos más famosos y mejor equipados para el turismo de la Costa del Sol.
Playas, golf, comercio y excursiones
Si nuestra estancia en Torremolinos se prolonga lo suficiente (y desde aquí recomendamos encarecidamente que así sea), tendremos la oportunidad de realizar excursiones a localidades y enclaves próximos de gran interés y belleza. Sin ir más lejos, a sólo 15 kilómetros se encuentra Málaga, la capital de la provincia, con su bella Catedral o el Museo Picasso para los fanáticos de las artes, y sus preciosas calles históricas donde “tapear”.
Pescaíto frito, marisco y deliciosas tortas de aceite
Torremolinos tiene el honor de ser el origen del castizo término pescaíto frito para denominar una especialidad ampliamente consumida y celebrada en toda Andalucía. Concretamente, el plato recibió este nombre por primera vez en el barrio pesquero de la Carihuela, a principios de la década de los sesenta. Por esta razón, podemos decir que tal vez el pescaíto más auténtico de la Costa del Sol se pueda consumir en este barrio, en cualquiera de los estupendos chiringuitos y restaurantes que jalonan su playa y sus calles.
Fiestas tradicionales, eventos temáticos y multiculturalidad
Paralelamente a las tradiciones populares, hay otras actividades que se han ido consolidando en el calendario festivo de Torremolinos. El febrero encontramos la llamada fiesta del Baile Retro, donde se celebran competiciones de bailes de salón para participantes mayores de cincuenta años; más tarde, en el mes de abril tienen lugar eventos populares como el Día de la Bicicleta y el Patín. En septiembre se festeja el Día del Turista, como en muchas otras localidades de la Costa del Sol.