Descubre los irrepetibles atractivos de estas dos islas

Conocida en todo el mundo por la belleza de sus playas, la isla de Mallorca alberga también una riqueza de paisajes y un conjunto monumental que no debemos perdernos. Todo ello junto a una oferta de actividades culturales y de ocio que harán las delicias de los viajeros, sin olvidar la exquisita y variada gastronomía que ahonda sus raíces en pleno corazón del Mediterráneo.

Ibiza, por su parte, además de presentarnos también un interminable listado de playas de gran belleza y una afamada oferta de ocio nocturno, nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en la Historia a través del viaje hacia el pasado al que nos invita la zona de Dalt Vila, el casco antiguo de la capital ibicenca que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

¡No lo pienses más y acompáñanos a conocer estos tesoros del Mediterráneo!

Descubre el programa del viaje

Día 1: España - Mallorca

Salida del vuelo con dirección a Palma. Llegada y traslado al hotel. Alojamiento.

Día 2: Mallorca

Día libre para disfrutar del destino. Alojamiento.

Día 3: Mallorca

Día libre para disfrutar del destino. Alojamiento.

Día 4: Mallorca

Día libre para disfrutar del destino. Alojamiento.

Día 5: Mallorca - Ibiza

A la hora programada, traslado al aeropuerto para tomar un vuelo hacia Ibiza. Llegada, traslado hasta el hotel y alojamiento.

Día 6: Ibiza

Día libre para disfrutar del destino. Alojamiento.

Día 7: Ibiza

Día libre para disfrutar del destino. Alojamiento.

Día 8: Ibiza - España

A la hora programada, traslado al aeropuerto de Ibiza para regresar a la ciudad de origen.

PALMA

Situada frente a una amplia y hermosa bahía, la ciudad de Palma –capital de Mallorca– resume en buena medida los encantos de toda la isla, pues combina sus encantadoras playas con diversas propuestas culturales, artísticas y monumentales de gran interés. A caballo entre un fantástico legado histórico y su modernizada apertura al mundo, la ciudad ha sabido mantener intacta su esencia. Además de ser una base ideal desde donde conocer el resto de la isla y de disponer de una gran oferta de bares y restaurantes donde disfrutar de lo mejor de la gastronomía mallorquina, sus dimensiones reducidas y su clima bondadoso nos invitan a recorrerla a pie, por lo que no hay motivo alguno para no acercarse a visitar Palma y andar sin rumbo entre sus callejones.

Uno de los monumentos más icónicos de la ciudad es, sin duda, su impresionante catedral gótica, conocida entre los locales como “la Seu”. Dominando toda la bahía desde lo alto de la antigua muralla, esta colosal edificación –erigida entre los siglos XIII y XIV sobre la antigua mezquita– destaca por la altura de su nave principal y por su inmenso rosetón, considerado el más grande de Europa dentro del periodo gótico. De entre los artistas más importantes que han contribuido a aumentar la belleza del monumento destacan Antoni Gaudí y Miquel Barceló.

 

Junto a la catedral se encuentra el Palacio de la Almudaina, que con su forma y su nombre nos remite al pasado islámico de la isla, pues fue erigido entonces para servir como alcázar defensivo. Con la conquista cristiana de Mallorca el edificio sufrió una importante modificación y pasó a convertirse en la residencia real, por lo que actualmente durante la visita podemos disfrutar todavía de su rica decoración. No muy lejos de aquí podemos encontrar Sa Llotja, otro de los monumentos insignes del gótico mallorquín, que sirvió antiguamente como lonja de contratación y que actualmente alberga diversas exposiciones artísticas.

Uno de los puntos neurálgicos de Palma es la Plaza Mayor, de clara inspiración modernista, donde se concentran un buen número de terrazas donde sentarse a tomar algo y desde donde parten algunas de las calles comerciales más importantes de la ciudad. Desde allí, tomando la calle Colom en dirección sur se llega hasta la Plaza de Cort, que recibe el nombre del edificio que acoge el Ayuntamiento de la ciudad. Allí, además del edificio municipal, se levanta el célebre y majestuoso olivo centenario.

Te interesa saber...

…que en las afueras de la ciudad de Palma, a apenas unos pocos kilómetros del centro, se sitúa el majestuoso Castillo de Bellver, el único castillo de planta circular que se encuentra en España. Su nombre –que en catalán significa “buena vista”– refiera a su ubicación privilegiada, pues el castillo se asienta sobre una pequeña colina a orillas del Mediterráneo.

Fue erigido durante el siglo XIV como residencia real –en él habitaron Jaime II y Jaime III, pero a lo largo de su historia ha servido también como cárcel y como fábrica de monedas. De su construcción exterior destacan el foso y los torreones, presididos por la Torre del Homenaje, mientras que en el interior se encuentra el Museo de Historia de la ciudad.

SERRA DE TRAMUNTANA

El conjunto montañoso de la Serra de Tramuntana, que ocupa una extensión aproximada de unos noventa kilómetros de largo, fue declarado hace algunos años como Patrimonio Mundial por la UNESCO en reconocimiento a la armoniosa convivencia que los humanos han tenido con la naturaleza a lo largo de los siglos. Algo que ya descubrieron en el siglo pasado los primeros viajeros extranjeros –de entre los que destaca la figura del archiduque austríaco Lluís Salvador–, que quedaron prendados para siempre de este maravilloso rincón de la isla.

Salpicando este territorio encontramos una veintena de encantadoras localidades que, rodeadas del espléndido pero abrupto paisaje que las envuelve –con algunos picos que superan incluso los mil metros de altitud–, han sabido adaptarse inteligentemente a su entorno y nos invitan hoy a conocer su belleza, sus tradiciones y su cultura centenaria. De entre estas poblaciones pueden destacarse la de Valldemossa y Deià, que se encuentran situadas no muy lejos una de la otra y a escasos kilómetros de la capital.

La localidad de Valldemossa es posiblemente uno de los más visitados de la zona, siendo también uno de los que ofrece mejores servicios a los visitantes, pues disfruta de numerosos lugares y monumentos de gran interés, como la Real Cartuja o Cartoixa” –donde pasó un invierno el célebre pianista Chopin y la escritora francesa George Sand–, el Palacio del Rey Sanho –residencia real de origen medieval que acogió al poeta Rubén Darío–, el Centro Cultural Costa Nord o la casa natal de Santa Catalina Thomàs, una religiosa muy venerada en la isla. Además de todo ello, cabe destacar también el Puerto de Valldemossa, un antiguo pueblo de pescadores que recibe el nombre de Sa Marina y al que se accede por carretera salvando un importante desnivel.

Sin embargo, no hay visita completa a Valldemossa sin probar dos de sus delicias gastronómicas más apreciadas, que son la coca de patata y la horchata de almendras. La primera de ellas, que puede tomarse sola o acompañada de una taza de chocolate caliente, es especialmente apropiada en invierno, mientras que la segunda de ellas, que suele servirse bien fría, es ideal durante los meses de más calor.

El pueblo de Deià, por su parte, encandila también a sus visitantes con su belleza natural y sus casas de piedra encaramándose en la ladera de la montaña. De marcado carácter bohemio, esta pequeña localidad ha sabido mantener su calma y su esencia, permaneciendo casi inmutable en el tiempo. No es de extrañar pues que durante décadas haya atraído a ilustres artistas y escritores de la talla de Robert Graves, del cual podemos visitar hoy la Casa-Museo en la que vivió durante varios años. Otros de los lugares que merece la pena conocer durante la visita son la iglesia parroquial –donde encontramos además el Museo Parroquial y el cementerio municipal–, el Museo Arqueológico y Cala Deià, un idílico puerto natural flanqueado por la Serra de Tramuntana.

 

¿Sabías que...

…muchas de las excursiones más emblemáticas de Mallorca se encuentran en la zona de la Serra de Tramuntana? Una de ellas es la que lleva hasta Sa Foradada, una icónica roca en mitad del mar característica por tener un enorme agujero en el centro.

A pesar de su baja dificultad, por lo que puede realizarse en familia, los parajes que se recorren son espectaculares, por lo que aquellos que dispongan de tiempo no deberían desaprovechar la oportunidad.

SÓLLER

Una de las localidades más emblemáticas y conocidas de la Serra de Tramuntana es la de Sóller, situada en un hermoso valle al noroeste de la isla de Mallorca. Su largo aislamiento geográfico le ha permitido configurar y conservar hasta nuestros días su carácter propio –reconocible incluso en el habla–, por lo que sin duda se ha convertido en uno de los pueblos con más identidad.

Rodeado de naranjos y olivares, Sóller nos presenta un fantástico conjunto de encantadoras calles empedradas y fachadas adornadas con plantas, así como un bello legado de palacetes, edificios religiosos, monumentos y casas señoriales que dejan constancia de aquellos que hicieron fortuna en sus negocios en el extranjero durante los siglos anteriores. No es casualidad que fuera precisamente en esta localidad donde floreciera inicialmente el modernismo en la isla.

La mejor manera de acceder a esta localidad es, sin duda, a bordo del centenario tren de madera que conecta Sóller con la capital mallorquina, a través de un encantador recorrido por el mismo corazón de la sierra –un paraje declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO–. Una vez allí, de entre los monumentos más representativos que pueden visitarse cabe destacar la Iglesia de San Bartomeu, situada en la plaza principal, un edificio que combina el estilo modernista con el barroco y el neogótico, con algunos detalles románicos. Durante la visita no hay que perderse tampoco los edificios modernistas de Ca’n Prunera y del Banco Central Hispano, ni dejar pasar la oportunidad de deambular sin rumbo por las encantadoras calles del casco antiguo. Aquellos que quieran saber más sobre la flora y la fauna características de las Islas Baleares pueden acercarse al Museo Balear de Ciencias Naturales y Jardín Botánico, que incluye además ejemplares de plantas de otras regiones del Mediterráneo y de las Canarias.

Finalmente, otro de los mejores lugares para visitar es el Puerto de Sóller, situado a escasos kilómetros del centro, al que se puede acceder a bordo de un tranvía. Además de disponer de dos playas de gran belleza, donde uno puede bañarse o dar una caminata por el paseo marítimo, el puerto es también un sitio ideal para realizar algunas compras o para tomarse algo tranquilamente viendo la puesta de sol.

Te interesa saber...

...que el Tren de Sóller fue inaugurado en el año 1912, uniendo así las localidades de Palma y Sóller en un apasionante recorrido de casi treinta kilómetros a través de uno de los parajes más hermosos de Mallorca.

Propulsado originariamente a vapor, desde el año 1929 funciona a través de la electricidad y actualmente solamente transporta pasajeros. Sus vagones de madera, que mantienen la esencia romántica del transporte, nos remiten hoy a su pasado centenario.

 

PLAYAS DE MALLORCA

Uno de los mayores reclamos de la isla de Mallorca son sus playas de postal, marcadamente mediterráneas y generalmente de fácil acceso. Las hay de todo tipo, desde amplios arenales hasta pequeñas calas recónditas, con todos los servicios o apartadas de los circuitos más turísticos, por lo que puede decirse que existe una playa favorita para cada uno.

Una de las más bellas y espectaculares de toda la isla se encuentra en pleno corazón de la Serra de Tramuntana y se sitúa en la desembocadura de un torrente, flanqueada por un enorme desfiladero de rocas. La playa recibe el nombre de Sa Calobra y, aunque se puede acceder por carretera, hay una emblemática excursión a pie que lleva desde el pueblo de Escorca hasta la playa. También en la zona de la sierra se encuentra Cala Estellencs que, aunque es mucho menos transitada que la anterior, ofrece también una espectacularidad paisajística sobrecogedora.

En el norte de Mallorca se encuentran las playas que se encuentran alrededor de la Bahía de Alcúdia, que principalmente son extensos arenales que disponen de todos los servicios para los bañistas, por lo que se trata de un lugar ideal para visitar en familia. Entre ellas cabe destacar la playa de Alcúdia, Son Serra de Marina y la playa de Muro. En la cercana Bahía de Pollença se encuentra también la Playa de Formentor, que además de contar con un agradable paseo marítimo, permite combinar su visita con la subida al faro de Formentor, uno de los mejores miradores de la isla. Más hacia el este, cerca de las poblaciones de Artà y Capdepera cabe destacar Cala Mesquida, Cala Agulla, Cala Estreta, Cala Mitjana y Cala Torta.

En la costa Este, por su parte, destaca la hermosa playa de arena de Cala Millor, que además de ser un lugar estupendo para el baño permite pasear tranquilamente a su alrededor e incluso alquilar una bicicleta. En dirección sur nos encontramos con la tranquila Cala Varques, situada en el municipio de Manacor, a la que se accede tras una breve caminata. Siguiendo en la misma dirección accederemos a Cala Mondragó –situada dentro del Parque Natural del mismo nombre– y al Caló des Moro, ambas situadas en el municipio de Santanyí.

Ya en la punta sur de la isla no debemos perdernos una de las playas más bonitas y populares entre la población local. Se trata de la playa de Es Trenc –junto a la que se encuentra una prolongación conocida como Es Carbó–, un virgen y extenso arenal de aguas cristalinas que, aunque en ocasiones recibe la visita de multitud de bañistas, su extensión la convierte en un lugar imprescindible para disfrutar del auténtico paisaje mediterráneo.

Te interesa saber...

…que el clima predominante en la isla de Mallorca es típicamente mediterráneo, con una fuerte influencia de la presencia del mar y con buena parte de las precipitaciones concentradas entre los meses de septiembre a noviembre.

Sin tener en cuenta las regiones montañosas, la temperatura media anual ronda los 17°C, por lo que las aguas presentan una temperatura idónea para el baño durante buena parte del año.

ANDRATX

A pocos kilómetros de la capital mallorquina se encuentra el municipio de Andratx, situado en un privilegiado entorno natural a caballo entre la Serra de Tramuntana y el mar Mediterráneo. Además de contar con diversas localidades de interés y algunas hermosas playas, pertenecen a este municipio el Parque Natural de Sa Dragonera y la Reserva Natural de La Trapa, por lo que son muchos los motivos para no perderse este maravilloso rincón de Mallorca.

Con una larga tradición marinera a sus espaldas, las localidades que conforman Andratx se han ido adaptando a lo largo de los años para ofrecer a sus visitantes todo tipo de servicios –restauración, ocio, alojamiento, etc.–, sin perder nunca su vinculación con el mar y la esencia que caracteriza este territorio. Entre el extenso patrimonio cultural que podemos encontrar aquí cabe destacar la Torre des Cap Andritxol –una arquetípica construcción defensiva contra los piratas–, el castillo de Son Mas y la iglesia de Santa María de Andratx, levantada originariamente en el siglo XIII y reformada por completo en el XVIII.

Junto a todo ello encontramos dos de los espacios naturales más bonitos de Mallorca y que se han convertido en una visita imprescindible. El primero de ellos lo conforma el Parque Natural de Sa Dragonera –compuesto por la isla de Sa Dragonera y los islotes de Es Pantaleu y Sa Mitjana–, al que se accede a través de una pequeña embarcación y que permite realizar un fantástico recorrido a pie para disfrutar de la fauna y la vegetación autóctonas. El segundo es la Reserva Natural de La Trapa, situada en plena Serra de Tramuntana en el territorio que antiguamente ocupó un monasterio trapense y actualmente administrada por un grupo ecologista local.

Por último, no podemos olvidarnos de mencionar las maravillosas playas que pueblan todo el municipio de Andratx, siendo la zona de Sant Elm uno de los mejores lugares donde dirigirse para disfrutar del baño. Allí, entre las playas más conocidas encontramos la de Es Geperut, Es Carregador o la de En Basset, situada frente a la majestuosa isla de Sa Dragonera.

Un poco de historia

Los primeros indicios de asentamientos humanos en la zona de Andratx datan del año 1.300 a.C. y corresponden principalmente a edificios funerarios. Ya en el siglo VI a.C. llegó la presencia de griegos y cartagineses, que fueron sustituidos posteriormente por los romanos, de quienes quedan algunos indicios en el castillo de Son Mas.

Con la llegada de los musulmanes, en el siglo X, se estableció allí una alquería para la explotación agrícola del territorio, de la que quedan algunos vestigios relacionados con el aprovechamiento del agua. A comienzos del siglo XIII llegaron las tropas de Jaime I y la isla pasó a formar parte de su Corona y de la diócesis católica. En los siglos posteriores Mallorca sería asaltada en diversas ocasiones por piratas y corsarios, por lo que fue necesario tejer una red de torres defensivas en todo el territorio para proteger a la población local.

POLLENÇA Y ALCÚDIA

En el norte de Mallorca, custodiadas por las montañas que conforman la Serra de Tramuntana, se encuentran las bahías de Alcúdia y de Pollença. Se trata de dos de los lugares preferidos por los visitantes de la isla, en los que además de numerosas playas de gran interés y belleza, se hallan algunas de las localidades más interesantes de la zona, por lo que se trata de un sitio idóneo para visitar durante todo el año.

En el casco antiguo de la localidad de Pollença, que se erige alrededor de la Plaza Major bajo la falda del monte del Calvari, encontramos diversos monumentos de gran interés arquitectónico y artístico, como son el puente romano, el claustro y convento de Santo Domingo, los jardines de Joan March y la Font del Gall, una pequeña fuente coronada por la figura metálica de un gallo que se ha convertido en todo un símbolo de esta población.

Para verlo todo en perspectiva, una buena opción es dirigirse hacia el Cabo de Formentor, donde se ubica el mirador del Colomer o la atalaya de Albercuix, una antigua torre de vigilancia desde la que se obtienen unas vistas impresionantes. Del mismo modo, aquellos interesados en ver una interesante colección artística pueden visitar el Museo de Pollença, que combina las obras contemporáneas con las más clásicas.

En la localidad de Alcúdia, por su parte, encontramos uno de los conjuntos medievales mejor conservados de toda la isla, con un centro histórico que mantiene todavía sus murallas defensivas y algunas de sus puertas originales. En su interior destacan las iglesias de Sant Jaume y la de Santa Anna, así como el Museo Monográfico de Pol·lèntia, que expone diversas piezas extraídas durante las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad romana de Pol·lèntia, ubicada en las inmediaciones de la localidad.

En las afueras de Alcúdia puede visitarse también la Ermita de la Victòria, un antiguo templo religioso situado en un idílico entorno paisajístico. Los amantes de la ornitología, en cambio, no pueden perderse la Reserva Natural de la Albufereta, ubicada entre las localidades de Alcúdia y Pollença, dos lagunas interconectadas situadas junto al mar en las que habitan numerosas especies de aves.

Gastronomía mallorquina

La región norte de Mallorca presenta una geografía envidiable, a caballo entre el mar y las montañas, dos de los elementos más influyentes en la deliciosa gastronomía local. De tradición típicamente mediterránea, algunos de sus platos más célebres son el tumbet, las sopes, los arroces de pescado o el pa amb oli.

De entre los embutidos más representativos, algunos de los cuales cuentan con el certificado de Denominación de Origen, se encuentran la sobrasada, los quesos, los botifarrons y el camaiot. De postre no hay que perderse las famosas ensaimadas, que pueden acompañarse de helado o de alguno de los licores típicamente mallorquines, como las herbes o el palo.

CUEVAS DEL DRACH Y OTRAS CUEVAS

Aunque Mallorca es internacionalmente conocida por la belleza de sus playas y paisajes, esconde bajo la superficie algunos recónditos lugares de tal belleza que nada tienen que envidiar a aquéllos. Se trata de diversas cuevas de gran espectacularidad que se encuentran repartidas a lo largo de todo el territorio, algunas de las cuales, además de estar decoradas con estalactitas y estalagmitas, albergan lagos de agua dulce en su interior.

A lo largo de los últimos años, la isla ha ido afianzándose como uno de los referentes mundiales en lo que se ha venido llamando “geoturismo”, siendo pionera en muchos aspectos a la hora de ofrecer un conjunto de actividades para conocer la belleza y características de la geología regional.

El conjunto de cavidades más conocido de los que actualmente pueden visitarse es posiblemente el de las Cuevas del Drach, situadas en las cercanías de Porto Cristo, que conecta cuatro cuevas a lo largo de más de mil metros de recorrido. En su interior encontramos el impresionante Lago Martel –uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo–, que ha inspirado a artistas de la talla de Berlanga y que puede recorrerse a bordo de una pequeña embarcación.

Cerca de las anteriores podemos visitar las Cuevas dels Hams, que fueron las primeras del país en abrirse al público tras haber sido descubiertas en el año 1905. Además de contar también con un hermoso lago en su interior, conocido como el Mar de Venecia, otro de sus grandes atractivos lo encontramos en la cavidad que recibe el nombre el “Sueño de un ángel”, en la que las estalactitas adoptan peculiares formas que han dado origen al nombre de las cuevas –hams significa “anzuelos”–. En la misma zona de Porto Cristo se hallan también las Cuevas Blanques que, a pesar de sus dimensiones más reducidas, destacan por haber sido habitadas hasta finales del siglo XIX.

Del mismo modo, podemos destacar también las Cuevas de Campanet, que disfrutan de una extensión que alcanza los tres kilómetros cuadrados; las Cuevas de Artà, en las que puede verse una estalagmita que llega a superar los veinte metros de altura y que disfrutan de unas vistas magníficas sobre la bahía de Canyamel; y finalmente las Cuevas de Génova, que a pesar de ser las más pequeñas de la isla presentan también una interesante red de galerías subterráneas.

¿Sabías que...

…durante la Edad Media ya se conocían las Cuevas del Drach? Hay constancia también que durante finales del siglo XIX dos intrépidos exploradores se adentraron en estas cavidades, siendo entonces cuando se descubrió el lago que hoy lleva el nombre de uno de ellos. A pesar de ello, no fue hasta el año 1935 que, tras haber sido acondicionadas para facilitar el acceso, se permitió la visita de las cuevas.

DALT VILA

Rodeada de hermosas playas y habitada desde los albores de la Humanidad, la ciudad antigua de Eivissa ha reunido y conservado un impresionante legado artístico y monumental de aquellos pueblos que la dominaron. Fenicios, romanos, púnicos y musulmanes son algunos de los pueblos que levantaron el entramado urbano que hoy conocemos. Tal riqueza cultural, unida a su inigualable biodiversidad, han llevado a la ciudad a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El casco antiguo de Ibiza, conocido como Dalt Vila, conserva todavía su recinto amurallado del siglo XVI, siendo el Portal de Ses Taules uno de los principales accesos. Sus dimensiones reducidas invitan a recorrerla andando, sin duda la mejor manera de no perderse ninguno de sus atractivos. Una vez en su interior el camino nos lleva hasta la Plaça de la Vila, el centro neurálgico de la capital ibicenca. Desde allí puede subirse a los imponentes baluartes que antaño defendieron la ciudad, desde donde se obtiene una vista panorámica irrepetible. Allí se encuentra además el Museo Arqueológico, un lugar ideal para conocer la apasionante historia de la ciudad.

Una de las construcciones más impresionantes que podemos encontrar en Dalt Vila es el conjunto formado por la Almudaina y el Castillo, que datan del periodo islámico y que sirvieron como centro militar y administrativo de la época. Del mismo modo, cabe destacar también la sede actual del Ayuntamiento, que se ubica en el antiguo Convento de Santo Domingo, erigido entre los siglos XVI y XVII. En su interior se conserva todavía la iglesia de Santo Domingo, que fue levantada al mismo tiempo que el convento siguiendo los cánones del estilo barroco. Por último, no hay que olvidarse de la Catedral, un imponente edificio gótico –aunque con elementos posteriores– erigido sobre una antigua mezquita de la ciudad.

Finalmente, no hay que perderse la necrópolis de Es Puig des Molins y el poblado fenicio de Sa Caleta, que también fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su importancia histórica.

Un poco de historia

Ibosim fue el primer nombre que sabemos que tuvo la Ciudad de Ibiza, tres haber sido fundada por los cartagineses durante el siglo VII a.C. Desde entonces se convertiría en un valioso enclave mediterráneo, que fue codiciado también por los romanos y los musulmanes, quienes la denominaron Ebusus y Yabisah, respectivamente.

Tras la conquista catalana, en el siglo XIII, la isla sufrió –igual que sus vecinas baleares– frecuentes ataques de piratas y corsarios, lo que llevó a la Corona a fortalecer las murallas. Fue entonces cuando quedaron divididos los barrios de pescadores de La Marina y Sa Penya de lo que hoy se conoce como Dalt Vila, que corresponde al recinto amurallado.

ES VEDRÀ Y ES VEDRANELL

En el suroeste de la isla de Ibiza, frente a la costa del municipio de Sant Josep de sa Talaia, se encuentra una impresionante Reserva Natural, formada principalmente por los islotes de Es Vedrà y Es Vendranell. Aunque la más grande de ellas apenas alcanza un kilómetro y medio de longitud máxima, este rincón esconde una variedad de aves y plantas, además de la belleza de sus paisajes, que merecen una visita obligada.

Por tratarse de un espacio protegido su acceso es restringido, por lo que generalmente solo puede navegarse a su alrededor. A pesar de ello, el gobierno local organiza un conjunto de actividades variables de gran interés para conocer los islotes que conforman esta Reserva Natural, a las que uno puede apuntarse ya sea visitante o residente.

La inconfundible silueta que estos islotes ofrecen dentro del mar genera una de las imágenes más icónicas de Ibiza, por lo que no hay que perder tampoco la oportunidad de acercarse a la costa para disfrutar de la panorámica. Uno de los miradores por excelencia es el que se encuentra en la Torre de Savinar, una antigua torre defensiva situada frente al Mediterráneo.

Cuenta la leyenda...

…que, una vez el islote de Es Vedrà se hubo separado de la isla de Ibiza, fue adquiriendo una gran carga energética. Ello provocaría, para algunos, los extraños fenómenos que algunos aseguran que se producen en el triángulo que conforma aquél con el Peñón de Ilfach –en la costa alicantina– y el Puerto de Sóller –en Mallorca–.

Del mismo modo, en la época medieval algunos creían que en Es Vendradell habitaban las brujas, mientras que el beato Francisco Palau –que pasó largas temporadas de retiro en Es Vedrà–, aseguraba que tuvo allí diversas experiencias místicas. Sea como sea, de lo que no hay duda es de que se trata de un lugar muy especial y de una gran belleza.

LAS DALIAS

Todos los sábados del año, en las afueras de la localidad de Sant Carles, tiene lugar el afamado y concurrido mercadillo hippy de Las Dalias, que reúne a vendedores de todo tipo en un ambiente colorido, alegre y festivo. Su visita se convierte en un agradable viaje a los años ‘60, cuando los hippies llegaron a Ibiza y formaron una de las comunidades más importantes del mundo.

Hoy, cualquiera que se acerque allí puede encontrar elementos de todo tipo inspirados en el espíritu de la época, desde ropa y bisutería hasta elementos decorativos e instrumentos musicales. El lugar también dispone de numerosos restaurantes y puestos de comida, por lo que la experiencia puede alargarse sin problemas, teniendo en cuenta que el horario de apertura va desde las 10:00 hasta las 20:00h.

Creado a mediados de la década de los ’80, este mercado al aire libre se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la isla, llegando a recibir el Premio de Turismo 2016 otorgado por el Govern de les Illes Balears. Y es que, con los años, Las Dalias ha ido incrementando tanto su oferta de actividades y puestos de venta como el número de visitantes, que durante los sábados de agosto pueden llegar hasta los veinte mil.

Por si fuera poco, desde sus inicios este espacio ha acogido la celebración de conciertos musicales –algunos de los cuales son ya míticos–, así como también de exposiciones realizadas por artistas de todo tipo, por lo que Las Dalias ha llegado a convertirse también en un referente cultural y artístico dentro de Ibiza.

Un poco de historia

A finales de la década de los ’60 y comienzos de los ’70 la isla de Ibiza acogió la llegada de un importante grupo de jóvenes pertenecientes al movimiento “hippy”, que consideraba la posibilidad de vivir de una manera alternativa a la establecida y que apostaba por la libertad y la paz como camino para ello.

El movimiento llegó a consolidarse en la isla de tal manera que llegaron a abrirse diversas salas de conciertos de gran importancia, llegando a atraer la presencia de músicos y artistas de renombre internacional.

PLAYAS DE IBIZA

No es ningún secreto que uno de los grandes atractivos que nos ofrece Ibiza son sus hermosas playas. Las hay para todos los gustos y se encuentran repartidas a lo largo de toda la isla, por lo que uno no debe preocuparse en absoluto para encontrar un rincón perfecto donde extender la toalla y disfrutar de la esencia del Mediterráneo.

Para aquellos que quieran disfrutar al completo del mar y de la playa sin preocuparse por el transporte, quizás una de las mejores recomendaciones a la hora de hacerlo sea alquilar un coche o una moto para recorrer toda la costa de punta a punta. Ello permite tener mucha más libertad con los horarios y, debido a las dimensiones asequibles que tiene Ibiza, en pocos minutos uno puede plantarse frente a la playa de sus sueños.

Cualquier listado de las mejores calas y playas de la isla siempre se queda corta, inevitablemente, pues es francamente difícil hacer justicia con la innumerable cantidad de rincones bonitos con los que cuenta. Además, una de las mejores experiencias es pederse a través de la costa, siguiendo la línea del mar, y descubrir una recóndita entrada de mar que quizás esté incluso todavía por nombrar. Pero a pesar de ello, puede ser muy útil mencionar algunos de los lugares imprescindibles por donde empezar.

En la zona Sur y cerca de la capital encontramos playas tan populares como las de En Bossa, Figueretes, Cala Jondal y Ses Salines –que cuentan con todos los servicios, desde tumbonas hasta actividades y restaurantes–, así como también la de Es Cavallet y la de Talamanca, una de las más extensas de la ciudad y, por tanto, ideal para visitar en familia. Para los que quieran un lugar más tranquilo cerca de Ibiza ciudad pueden dirigirse a Sa Caleta –cerca de Cala Jondal–, a la que acuden principalmente los lugareños y cerca de la que se encuentran las ruinas de un antiguo poblado fenicio.

En la costa Oeste, por su parte, encontramos playas por lo general menos concurridas –especialmente las que se encuentran lejos de núcleos urbanos como el de Sant Antoni de Portmany– y de una belleza sobrecogedora, como es el caso de Cala Vadella, Cala Compte y Cala d’Hort, situadas en el municipio de Sant Josep de sa Talaia. Se trata además del mejor lugar desde donde disfrutar de los atardeceres, pues aquí el sol se esconde bajo el mar para regalarnos un cielo extraordinario.

Finalmente, en la zona cercana a la localidad de Santa Eulàlia y también en la zona Norte, hallamos lugares tan recomendables como Cala Llonga, la playa de Es Canar –cerca de la que se instala un importante mercadillo hippy–, la cala de Benirràs, la playa de la Xarraca y Cala Portinatx.

Gastronomía ibicenca

Las recetas tradicionales que se elaboran en la isla corresponden a una exquisita mezcla de influencias, traídas por los distintos pueblos que durante la historia la han habitado, y se centran en productos de proximidad como el pescado y el cerdo, con los que se elabora una variada oferta de platos que hará las delicias de todos los viajeros.

En los restaurantes de Ibiza es común que el aperitivo sea el alioli, que suele servirse acompañado de aceitunas maceradas y pan. Tras éste vienen los platos principales, de entre los que destacan el guisat de peix –guiso de pescado–, el sofregit pagès o el atún a la ibicenca. Finalmente encontramos los postres, siendo el flaó, la greixonera y las orelletes algunos de los más aclamados.

Guía de
España

Denominado oficialmente Reino de España, el país dispone de una superficie total de 504.645km2, que le convierte en el cuarto país más extenso del continente europeo. Fronterizo con Francia, Andorra, Portugal, Reino Unido –Gibraltar– y Marruecos, está organizado en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, encontrándose principalmente su territorio en la Península Ibérica y en los archipiélagos de las Islas Baleares y de las Islas Canarias.

Sus dimensiones y su situación geográfica, así como su orografía, le propician una gran diversidad de paisajes y climas, que van desde el clima oceánico del litoral cantábrico hasta el clima de alta montaña que encontramos en cordilleras como los Pirineos, pasando por el clima subtropical de las Canarias y el semiárido que encontramos en algunas zonas de Almería. Sin embargo, es el clima mediterráneo el predominante en buena parte de su geografía, dotado de temperaturas suaves y precipitaciones durante buena parte del año, a excepción del verano.

El castellano es el idioma oficial del Estado, existiendo otras lenguas que son cooficiales en determinadas comunidades autónomas, conforme a los distintos Estatutos de Autonomía con los que se organiza el territorio. En relación a su población, España supera los cuarenta y cinco millones de habitantes, con una distribución irregular a lo largo del territorio y una densidad mediana bastante menor a la media del resto de países de Europa Occidental.

Por lo que respecta a la cuestión religiosa, el Estado se autodefine en la Constitución como aconfesional, garantizando la libertad religiosa y de culto de los individuos. Tradicionalmente, sin embargo, el catolicismo es la religión predominante en el país –con cerca del 70% de la población, incluyendo a los no practicantes–, seguido en número de miembros por el protestantismo y el islam.

Dicho todo esto, sólo queda dejarse llevar por la curiosidad y acercarse a conocer la variedad de territorios y tradiciones que componen el país a través de cualquiera de nuestros circuitos.

Comunidades Autónomas
¿Sabías que...

…en España existen un total de diecisiete Comunidades Autónomas y dos Ciudades Autónomas? Cada una de ellas cuenta con sus propias características y competencias políticas, tal como se estableció en la Constitución de 1978 y en los sucesivos pactos, dividiéndose a su vez en diferentes provincias.

Actualmente se considera que el nombre del país procede de la palabra latinaHispania”, nombre con el que hacía alusión a la Península Ibérica tras la conquista romana. Éstos fueron precisamente uno de los numerosos pueblos que habitaron estas tierras, aprovechando su situación geográfica estratégica y considerando que más allá del océano se hallaba el fin del mundo.

Debido a la influencia que los diferentes pueblos dejaron en las distintas comunidades –cada una de ellas con su particular Historia–, y aunque formen parte del mismo Estado, la inmensa variedad de rasgos propios, de monumentos interesantes y de celebraciones tradicionales, así como de su gastronomía convierten a cada Comunidad en un mundo particular, por lo que merece la pena visitar el territorio en toda su extensión.

España cuenta con una enorme variedad de paisajes de gran belleza –con diversas regiones catalogadas por ejemplo como Reservas de la Biosfera–, y se encuentra entre los países del mundo con un mayor número de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Información Útil

Preparando el viaje
En el destino
Logitravel.com

Más de 2 millones de pasajeros nos confiaron sus vacaciones en 2023. ¿Los motivos?

  • Amplia gama de productos
  • Navegación rápida, sencilla y amena
  • Confirmación online de tu reserva
  • Importantes descuentos por Venta Anticipada
  • Los mejores Chollos de Última Hora
  • El mejor servicio de atención al cliente