Descubre a tu aire lo mejor de Martinica e Isla San Martin

Empezaremos nuestro viaje en Martinica, una isla que pertenece a las pequeñas Antillas Francesas del este del Caribe. Aprovecha tu viaje para bañarte en playas paradisiacas con arena dorada o negra, practicar tu deporte náutico preferido, conocer los manantiales de aguas termales, recorrer terrenos montañosos, entrar en lugares selváticos o apreciar sus bellísimas flores. ¡Y no te olvides degustar sus deliciosas frutas tropicales como cocos, piñas o papayas!

Nuestra siguiente parada será la isla de San Martín, una isla caribeña de 87 kilómetros divididos entre Francia y Holanda. Durante tu estancia podrás disfrutar en algunas de sus 37 playas, donde podrás practicar submarinismo, vela, windsurf, pesca, esquí acuático o parasailing. Además, te recomendamos visitar el fuerte de Saint Louis, construido en el siglo XVIII para proteger la bahía de Marigot con planos traídos directamente desde Versalles; y el mercado que se organiza junto al puerto de Marigot, donde podrás adquirir frutas tropicales, verduras inauditas y especias de perfumes. ¿A qué esperas para reservar tu plaza?

Descubre el programa de viaje

Día 1: España - Martinica

Salida en vuelo con destino a Martinica. Llegada, traslado y alojamiento.

Día 2: Martinica

Día libre. Alojamiento.

Día 3: Martinica

Día libre. Alojamiento.

Día 4: Martinica - San Martin

Traslado al aeropuerto y vuelo con destino a San Martin. Llegada, traslado y resto del día libre. Alojamiento.

Día 5: San Martin

Día libre. Alojamiento.

Día 6: San Martin

Día libre. Alojamiento.

Día 7: San Martin

Día libre. Alojamiento.

Día 8: San Martin - España

A la hora acordada, traslado al aeropuerto para tomar vuelo de regreso a España.

Día 9: España

Llegada a España.

EL PARAÍSO SIN FIN

Les Salines es una de las mejores playas de Martinica

Hablar de Caribe es, en sí, hablar de un Edén de playas de arena blanca y aguas turquesa habitadas por corales y peces tropicales multicolores. Martinica tiene la particularidad de que es de origen volcánico. Esta diversidad de playas es muy interesante: en el norte, la arena tiene unos reflejos plateados, oscuros, mientras que en el sur adquiere tonos sorprendentes con variantes de blancos y se extiende a lo largo de kilómetros con hileras de cocoteros. Por todas partes, las aguas son transparentes. Las aguas de las ensenadas Couleuvre, Le Diamant, Trabaud, Fonds Blancs, Noire (Negra) y Blanche (Blanca) o de Salines figuran entre las más hermosas de la isla. Algunas bahías y ensenadas menos conocidas también merecen una visita. Además, existen cientos de calas minúsculas, escenarios maravilloso para el snorkel, el buceo, la natación y la pesca deportiva. Dentro de las mejores playas de Martinica, anteriormente mencionadas, encontramos Les Salines, en la pequeña villa de Ste-Anne. Su arena dorada y su mar turquesa son el escenario perfecto para un día de playa en familia. Es una playa accesible y con buena infraestructura. Es la típica playa caribeña que nos dejará con la boca abierta. El sitio se reparte entre Grande Anse y Petite Anse, dos playas separadas por la pequeña punta Pie. La parte trasera de la playa se compone de las famosas Salinas, el medioambiente sigue siendo salvaje. Al final de la playa se ve el estanque de las Salinas. Una ocasión para descubrir una multitud de cangrejos a la vez que unos carteles aportan explicaciones sobre este ecosistema protegido tan particular. Más bien tranquilas durante la semana, les anses se metamorfosean el fin de semana. En general, todas las playas en los alrededores de Ste-Anne son absolutamente preciosas.

Información útil

En la parte sudoeste de Martinica, encontrarás la playa Diamond Beach. Preciosa, sin duda. Pero lo característico de esta playa es el monumento conmemorativo a las víctimas de un naufragio que, en 1.839, acabó con la vida de la mayor parte de sus tripulantes y pasajeros, en su mayoría esclavos. El Anse Cafard Slave Memorial consiste en 20 efigies de piedra, silenciosas y mirando al mar. Definitivamente, impresionan y recuerdan los cientos de vidas que se perdieron en el Caribe en tiempos de comercio esclavista.

LA NATURALEZA COMO ESCULTORA DE BELLEZA

Los caminos son escarpados y el nivel de dificultad es intermedio, tirando a alto

La isla Martinica es conocida en el mundo por su biodiversidad. Por ello, este lugar fue nombrado la Mejor ecoisla por la Caribbean World Magazine. Aunque es pequeña en tamaño (1.128 km²), Martinica cuenta con todo un mundo de maravillas naturales, por lo que es uno de los mejores destinos ecológicos del Caribe. Dos tercios de Martinica están protegidos, y toda la isla ofrece grandes oportunidades a los visitantes para ir de excursión o de paseo a través de una increíble variedad de paisajes naturales.

Los bosques y selvas de Martinica son una verdadera joya vegetal: albergan cataratas (el salto del Gendarme, Fond Saint Denis, el cañón en los pitones de Le Carbet, en los contrafuertes y el propio "Montagne Pelée").

Existe una red de 31 caminos de senderismo establecidas que se encuentran en buen estado y que os llevarán a través de campos, playas, bahías y terreno de selva montañosa. Pitons du Carbet o las Montañas Carbet es el nombre que recibe un macizo de origen volcánico. Ocupan una larga trayectoria de 80 kilómetros a través del centro de la isla y son el escenario perfecto para el senderismo y la escalada. Si prefieres no ir a pie, hay otras maneras de disfrutar de la belleza natural de Martinica. La isla ofrece amplias instalaciones para montar a caballo y hacer ciclismo de montaña y visitas guiadas por playas, campos de caña de azúcar y selva.

Las vistas y los paisajes son espectaculares, y la fauna y flora que habita estos montes son, en muchos casos, endémicos. A Martinica le sienta bien su apodo de "Isla de Las Flores" ("Madinina" para los indios Caribe) de las heliconias a los anturios, pasando por el jengibre rojo, las buganvillas, las alpinias, los picos de loro o las rosas de porcelana. Una multitud de variedades de flores, de cultivo o silvestres, crecen en Martinica y dan a la isla una elegancia y un esplendor incontestable, que no hay que dejar de admirar todo el tiempo que se merece. Si quieres conocer más sobre la flora local, no te pierdas los parques, jardines y plantaciones de los que hace gala la isla, entre ellos: el Jardín Botánico de Balata, a las afueras de Fort-de-France es hogar de 300 tipos de palmeras, bambú y flores tropicales; Jardín de la Pelée, Plantación Macintosh, la Habitation Céron y el Dominio Esmeralda.

Información útil

Si te interesa saber cómo el pasado esclavo ha condicionado la evolución de Martinica, no deberías perderte La Savane des Esclaves, situado en Les Trois-Ilets. La paulatina tendencia de hábitos y costumbres tradicionales de Martinica generó la creación de este espacio, donde los visitantes pueden descubrir cómo vivían los antepasados de la isla. Una interesante visita guiada te mostrará las casas tradicionales con piso de tierra y techo de hoja de cana, un museo, estatuas hechas con madera de caoba, así como reproducción de la vida de los esclavos. Además de las plantaciones de ñame, batata, yuca, pina, guayaba y plátano, se descubrirá el uso de las plantas medicinales. En suma, nos sumergiremos en el pasado martinico, a través de un bellísimo e instructivo paseo.

MONTE PELÉE, EL VOLCÁN QUE ESCULPIÓ MARTINICA

Prepárate para unas vistas que quitan la respiración

Los viajeros más intrépidos encontrarán en el volcán activo de Monte Pelée, en el Parque Nacional de Martinica, una opción estupenda para disfrutar de una aventura al aire libre en el corazón de la isla. La alternativa más sencilla es llegar en transporte hasta el aparcamiento, en la falda del volcán y hacer el resto de la ruta caminando. Culminando a 1.397 m². "Montagne Pelée", como se dice en francés, está atravesado por decenas de ríos que descienden por sus pendientes donde se ocultan cangrejos y otros productos de la gastronomía. Prepárate para unas vistas que quitan la respiración.

En la base del Mont Pelee, existen opciones para disfrutar de sus bosques, riachuelos y cascadas.

Si eres aficionado a la escalada, existe una cara del volcán perfecta para ello pero que solo se debe escalar con un guía autorizado, ya que es complicado y, dado que es un volcán activo, existen precauciones necesarias en caso de erupción.

En la actualidad el volcán puede ser visitado y es posible ascender hasta su cráter. Se programan excursiones en grupos de unas 4 a 5 personas, acompañados con guías experimentados. Las excursiones pueden ser de medio o un día, y se llega hasta la caldera o hasta el cráter. A pesar que se trata de una excursión difícil por la distancia, vale la pena por el magnífico paisaje del que puede disfrutarse.

No te lo pierdas

El volcán Pelée forma

parte de la cadena de volcanes del Caribe que se extiende aproximadamente 850 kilómetros,

corriendo entre Puerto Rico y Venezuela, lugar donde se unen la placa del Caribe con la placa del Atlántico. Este panorama es el que crea terremotos y erupciones aisladas. Su última erupción tuvo lugar en el año 1.902, devastando el pueblo de Saint Pierre (conocido antiguamente como “el Paris de las Antillas”) y matando 30.000 personas. El “cataclismo de Martinica” es considerado como el peor desastre volcánico del siglo XX. Dicha erupción solo dejo dos supervivientes, uno quedo muy malherido por las quemaduras y otro fue enterrado pero con vida. El mismo fenómeno de "explosión piroplástica" es el que se relata en la película Dante´s Peak, protagonizada por Pierce Brosnan y Linda Hamilton.

CON SABOR A RON Y CAÑA DE AZÚCAR

La historia del ron está estrechamente unida a la de Martinica

“Habitation Clément”, antigua "Habitation Acajou" o Hacienda Clemente, a unos 20 Km de Fort-de-France, es una destilería de ron, plantación de caña de azúcar, museo y patrimonio nacional, todo en uno. Los visitantes pueden disfrutar de sus impresionantes jardines, de su precioso edificio principal, con sus exposiciones, y aprender sobre la producción del ron local, envejecido entre 6 y 10 años. La Vivienda Clemente incluye la antigua destilería restaurada en 2005 y arreglada centra de interpretación de los Rones Clemente, de las bodegas de envejecimiento, una casa criolla clasificada de conformidad con los Monumentos Históricos de Francia y un parque botánico en el centro de una propiedad agrícola donde se cultiva la caña de azucar. Situada en el municipio del François, esta vivienda es un elemento principal del patrimonio arquitectónico e industrial de la Martinica.

Y por si fuera poco, también se dedican a investigar e innovar sacando al mercado productos sorprendentes como Canne Bleue, único en el mundo por ser el primer ron blanco agrícola que es destilado a partir de una sola variedad de caña de azúcar, concretamente la caña azul, de ahí su nombre y la cual igualmente recibe éste nombre por los tonos grises violáceos de la cera del dermax.

Si alguna vez tenéis ocasión de ir a Martinica os recomendamos que no dejéis escapar la oportunidad de hacerles una visita, además como premio final tenemos una barra de degustación gratuita antes de pasar por la tienda. El jardín exterior, con sus esculturas y sus laberinticos caminos invitan al visitante a perderse y disfrutar de sus olores frutales y florales.

No te lo pierdas

El ron agrícola, producido exclusivamente en las Antillas Francesas, es obtenido de la destilación del zumo de la caña de azúcar. La caña es sin duda, uno de los elementos de mayor importancia en la calidad del ron. En los nudos de su tronco, que puede llegar a medir hasta cinco metros de altura, se almacena la sacarosa, su componente más preciado. La fermentación, en la cual el tipo de levaduras es fundamental; se pueden utilizar levaduras naturales u obtenidas en el laboratorio; evidentemente estas últimas proporcionan un mayor rendimiento.
Por último y no por ello menos importante, nos encontramos con la crianza, donde los distintos tipos de roble y el tiempo, acaban de redondear el trabajo. Los rones de la Martinica son los únicos que forman parte de una Denominación de Origen Controlada, y que por tanto poseen un sistema de control y obligaciones en este sentido.

UNA ORILLA BAÑADA POR DOS CULTURAS

Diviértete y relájate en sus hermosas playas

Dependiendo de los gustos del visitante, es importante tener en cuenta que la vertiente bañada por el mar Caribe ofrece aguas más tranquilas, mientras que las playas que dan al océano Atlántico, son más propicias para los amantes de deportes como el kitesurf, windsurf y el surf.

Los 90 km cuadrados de San Martín están repletos de paisajes tropicales, como sus playas de estilo caribeño en las que conseguirás tanto relax como diversión. En la zona francesa encontrarás playas paradisíacas como la de Anse Marcel, la de Grand Case, de aguas increíblemente transparentes, y la playa de Orient Bay. Pero no debemos olvidarnos tampoco de Petites Cayes (Pequeños Cayos), Baie Rouge (Bahía Roja) o la alejada y desolada playa Anse Marcel. En la zona holandesa, te recomendamos que acudas a Cupecoy Beach, Dawn, Little Bay o Guana Bay, perfectas para practicar bodyboard. Todas ellas conforman un grupo de costas que merecen su lugar entre las mejores playas del mundo.

La playa de Mullet Bay ofrece calmadas aguas cristalinas y azul turquesa y es uno de los balnearios más lindos de la isla. Especialmente codiciada por surfistas y nadadores, ofrece un ambiente familiar, pero también suele estar concurrido por parejas. Fuera del territorio de la arena, unos cuantos bares al puro estilo San Martín nos esperan para refrescarnos.

Uno de los lugares ideales para pasar un día de playa en paz es Pinel Island, una pequeña poción de tierra circundada por arenas blancas a la que se llega en una lancha después de atravesar la bahía Cul de Sac. Este trayecto cuesta 10 dólares (ida y vuelta).

Un poco de historia

La forma de repartirse la isla entre los dos países, Francia y Países Bajos, fue bastante original: se cuenta que un colono francés y otro holandés se juntaron en Oyster Pond, en la costa oriental, se dieron la espalda y cada uno empezó a caminar por su lado siguiendo la orilla, hasta que se volvieron a encontrar en algún punto del otro extremo de la isla. La frontera viene marcada por la línea que une el punto de partida con el del encuentro.

UN VIAJE GASTRONÓMICO POR SUS RESTAURANTES

La isla de Saint Martin ofrece 365 restaurantes, uno para cada día del año

Para los buenos comensales, la isla cuenta con una oferta de 365 restaurantes que hacen de la isla la Meca de la Gastronomía de las Antillas y Capital de la Gastronomía del Caribe. La isla de Saint Martin es popular entre los amantes de la cocina por su rica oferta gastronómica. Existen una gran variedad de platos y salsas para conocer la cultura culinaria del lugar:

• Sauce chien Una salsita picante fácil de preparar y muy usada pura para realzar el sabor de los alimentos asados.
• Féroce d'avocat Seria el guacamole antillano, una especialidad a base de bacalao seco, de palta "pays" y de mandioca.
• Acras de morue Totalmente inevitables, buñuelitos salados de bacalao típicamente antillanos.
• Colombo Receta típicamente antillana a base de cabra, pollo o cerdo, condimentada con especias colombo.
• Boudin Créole Absolutamente delicioso como aperitivo o entrada, el ‘boudin créole’ es una morcilla chiquita pero más especiada.

Pero también: el chayote relleno, la sopa de caracola, el chiquetaille de bacalao, el cangrejo relleno, el embutido de caracola, los ribs, el blaff de pescado, el quimbombo, el Johnny cake, el jamón de navidad, la salsa criolla, el estofado de chatroux, el curry de res o de cerdo, los dombrés, el guiso de langostas, de caracolas, los cangrejos asados… Para resumir, muchos platos tradicionales para descubrir…

Algunos producto antillanos que encontrarás en la isla:

• Plátano macho Contrariamente al plátano amarillo, el plátano macho sólo es comestible una vez cocido, hervido o asado. Para probar sin falta en alguno de los numerosos “lolos” de la isla.
• Chayote De la familia de las cucurbitáceas, el chayote se come crudo o cocido. Crudo, se consume rayado o en daditos. Cocido, es delicioso relleno, en puré, en graten... pero también en su versión dulce en tortas o mermeladas.
• Calabaza botonera La calabaza del Caribe. Se puede comer en ensalada, en puré, en guiso, en sopas…
• Cebollín Este condimento, de la familia de la cebolleta, es ineludible en la cocina criolla. Es la cebolla local, el ingrediente esencial por ejemplo para la famosa salsa criolla “sauce chien” o para el colombo.
• Batata Se usa de la misma forma que la papa pero es más dulce. Se puede servir como guarnición, en sopa, en croqueta, y también permite hacer muy ricos postres.
• Fruto del pan El fruto del pan se usa de muchas formas: se consume asado, hervido, cocido al horno o en mermelada.
• Ouassou Como un gran cangrejo de textura y sabor inimitable. ¡Para probar sin falta!
• Chatrou Así se llama el pulpo aquí.
• Caracola Ineludible en el arte culinario de los frutos de mar, la caracola es un marisco que se prepara embutido, en guiso y en sopa.

Sin olvidar la lima, el coco, la langosta, el quimbombo, el massicis, el mango “pays”, el cardamomo, el bacalao, la papaya, el pimiento pájaro, el pargo colorado… Para resumir, muchos sabores para descubrir…

Una de las zonas más visitadas para comer marisco local es Simpson Bay, donde es recomendable revisar el precio de la libra de langosta, que se hace público diariamente en las puertas de los restaurantes, y que oscila entre los 15 – 20 Euros.

La marina de Marigot, bellísima ciudad de corte francés, propone pequeños restaurantes de comida típica, a base de arroz de frijoles, plátano, ñame y pescado frito o camarones al ajillo.

No te lo pierdas

Desde el lujo de los más finos restaurantes hasta el exótico encanto de los "lolos", pasando por todo tipo de restaurantes “étnicos”, el visitante tendrá muchas opciones para elegir, siempre con la seguridad de una experiencia culinaria de primer nivel:

L'Astrolabe: En un lugar mágico en el medio de la Baie Oriental sirve una cocina francesa gastronómica deliciosa y platos antillanos sabrosos y especiados.

Le Café Alamanda: En el corazón de un jardín tropical en la Baie Orientale, te propone una cocina liviana e inventiva así como cócteles de todos colores servidos a orillas de la piscina.

Café la Plantation: En el corazón de la Baie Oriental, con los colores del Caribe, ofrece una cocina refinada con aromas exóticos, en un entorno acogedor y elegante, al borde de la piscina.

Captain Oliver's Restaurant: Ubicado en Oyster Pond, lo recibe todos los días con Una cocina refinada, delicada e innovadora, con sabores exóticos, especialidades del mar así como un gran buffet los sábados a la noche.

Le Beach: Un lugar mágico en Marigot donde el Chef sirve sus especialidades; lo mejor de la gastronomía internacional y de los sabores criollos más sutiles.

Le Papagayo: Restaurante bar ubicado en la extremidad de la playa. Gran variedad de platos internacionales y gastronomía europea, carnes de calidad, aves y pescados frescos.

La Playa: Ubicado en la playa paradisíaca de Orient Bay propone para el almuerzo degustar sus deliciosas especialidades locales e internacionales.

Y otros que merecen mención: Restaurant Le Reservé y Restaurant Grill (Terres Basses en el hotel La Samanna), Ti Case (Bahía Nettlé), La Table du Marché (Anse Marcel), Restaurant le Sunset Café (Grand Case) y Les Voiles (Bahía Nettlé), entre otros......

AVENTURA TROPICAL SOBRE LOS ÁRBOLES

Una hora de aventura, con preciosas vistas sobre un vergel natural infinito

Loterie Farm es un divertido complejo de atracciones al aire libre ubicado en la ladera del Pic Paradis sobre una Antigua plantación de azúcar que hoy es una reserva natural privada. Esta región gestionada por Loterie Farm propone bellísimas rutas de senderismo, con o sin guías. Con guía, cruzaremos algunos bosques tropicales, donde conoceremos la fauna y flora de esta paradisíaca isla caribeña. El tour guía cubre unos 3 Km y nos llevara a una colina, con impresionantes vistas. También es posible descubrir esta vasta reserva natural de forma independiente. Es prácticamente imposible perderse, ya que los caminos están bien indicados.

PUENTES TIBETANOS

Algunas de las actividades que podrás disfrutar son los puentes tibetanos (a través de la parte superior de los árboles de la selva), obstáculos con diferentes grados de dificultad, 11 deslizadores y tirolinas, etc. La aventura culmina con un refrescante baño en la piscina.

No puedes dejar de saber que...

El Pic Paradis o Pico Paraíso es el punto más alto de una cadena de colinas de la isla de San Martín, que posee una elevación de 424 metros, lo que lo convierte en el punto más alto de la isla. La cumbre ofrece amplias vistas panorámicas sobre toda la isla y las islas vecinas, también. Es también el punto de partida para muchas rutas, y se puede acceder a pié o en coche. A pie, a los amantes de la naturaleza les encantará la exuberante vegetación tropical aquí. Entre las rutas destacan: Northeast Ridges de 4.5 km, Central Ridges de 6.5 km, Careta Ravine de 3.5 km, Hope Ravine de 2.5 km y Eden Well de 3.5 km.

LA VIDA EN UN ETERNO MAR TURQUESA

El paraíso donde las actividades acuáticas no tienen fin

Aunque no sean las únicas, las actividades náuticas predominan entre todas las propuestas en la isla. Entre buceo, pesca, surf, windsurf, wakeboard, jet-ski, moto de agua, kitesurf, ski acuático, kayak, velero, Saint Martin hará felices a todos los que buscan descubrir el mar o sensaciones extremas. 
Las condiciones climáticas del aire y del agua son ideales todo el año (entre 25° y 29° en promedio), así como los vientos alisios regulares que permiten practicar todo tipos de deportes náuticos. Para los deportes de deslizamiento, como el surf, el windsurf y el kitesurf, las olas y el viento son condiciones sine qua non.

No hay manera de aburrirse en San Martin. Si no eres de los que se tumba todo el día al sol, estás de suerte. Existen muchísimas actividades acuáticas para disfrutar del mar Caribe en San Martín. Vamos a descubrir solo unas cuantas:

- Hacer submarinismo sin estar certificado es posible, gracias a la nueva tendencia SNUBA, que te permite sumergirte en barcos hundidos y maravillarte con el mundo submarino de lo los arrecifes y peces multicolores. Las aguas turquesas que rodean las costas de Saint Martin rebosan de tesoros: peces multicolores, conchas, corales, algas y plantas marinas. El buceo permite descubrir las maravillas que se esconden en las profundidades del océano, donde la visibilidad todavía es posible a 100 metros. Más de 45 sitios han sido inventariados y los clubes de buceo proponen a principiantes y expertos recrearse en este inmenso terreno de juegos. Se garantizan exitosos descubrimientos alrededor de los arrecifes de coral.

- Aprende a ser un marinero en Prickly Pear Cay. Aprende a manejar un barco a través de las aguas caribeñas, en un entorno relajado, a ritmo de merengue y salsa, y con sabor a ron. Por supuesto, no falta ocasión para hacer snorkel y disfrutar de la comida local.

- Existe multitud de playas donde podrás alquilar una moto de agua. Orient Bay es, tan solo una de ellas. Junto con las motos acuáticas, encontrar alternativas como windsurg, parasailing, hinchables tipo banana, kayak, entre otros. Más particularmente para los surfistas, Saint Martin dispone de varias zonas conocidas y reconocidas por ellos mismos. Cuando hay buen oleaje, los surfistas están ahí, al acecho, listos para desafiar la ola. Las mejores zonas de surf de Saint Martin: Playa de Petites Cayes: En la extremidad norte de la isla, es una de las playas más hermosas de la isla que ha permanecido salvaje y poco frecuentada. Se requiere una caminata de aproximadamente media hora, por un sendero fácil saliendo de Cul-de-Sac. Olas de « reef » regulares. Excelente zona cuando el oleaje viene del norte, poco frecuentada.

Pesca al brumeo Si está buscando peces de gran tamaño, Saint Martin, sede del Torneo “Big Fish”, puede satisfacer sus deseos. Muchos barcos están a su disposición para expediciones en el mar de medio día o día entero. No se pierda el famoso torneo de pesca al brumeo: “Big Fish Tournament” cada año en junio.

El rincón de los artistas

Las razones para que abunden los artistas en Saint Martin son muchas. Pintores, escultores, ceramistas, algunos incluso de renombre mundial, se dan cita en esta recóndita isla caribeña. Algunos son de aquí y otros venidos del extranjero, que eligieron establecer su caballete en Saint-Martin. Así, las influencias caribeñas entran en contacto con las de todos los continentes y nuevos géneros se crean. La isla entera rebosa de galerías de arte y hay exposiciones todo el año. Todos los meses, la Soualig’Art Magazine, una revista distribuida gratuitamente en toda la isla, anuncia el programa de exposiciones y eventos culturales del momento.

Guía de
Martinica

Martinica es una pequeña y paradisíaca isla situada en el mar Caribe que ostenta el estatus de departamento de ultramar de Francia, constituyendo por tanto una región ultraperiférica de la Unión Europea. Con una superficie total de 1.100 kilómetros cuadrados, es la tercera isla en tamaño de las Antillas Menores tras Trinidad y Guadalupe. De origen volcánico, está presidida por el imponente Monte Pelée y los no menos impresionantes picos de Carbet, ambos de más de 1.100 metros sobre el nivel del mar, y disfruta de un agreste y atractivo entorno natural sembrado de playas de arena negra o dorada y aguas turquesas. Bienvenido a Martinica, una auténtica postal tropical en pleno Caribe.

La isla de Martinica estuvo deshabitada hasta la llegada a sus costas en el año 130 de nuestra era del pueblo iñeri, un grupo étnico precolombino de origen arahuaco. Procedente del litoral septentrional de América del Sur, principalmente de las actuales Venezuela y Colombia, esta cultura indígena se asentó en la isla hasta que en el año 295 la erupción del Monte Pelée destruyó sus asentamientos, diezmando en el proceso a toda su población. Posteriormente, los iñeri regresaron y se establecieron de nuevo en Martinica alrededor del año 400. Otro pueblo indígena, los agresivos y aguerridos caribes (o "caríbales", de donde procede el término "caníbal") originarios de las costas orientales sudamericanas, llegó a la isla hacia el año 600 para exterminar a los iñeri y asentarse en sus tierras durante los siglos posteriores.

A pesar de avistar la isla ya en su segundo viaje a las Américas en el año 1493, el célebre marino y descubridor Cristóbal Colón, que estaba bajo la protección de la corona de Las Españas, no pondría pie por primera vez en tierras martiniquesas hasta el 15 de junio de 1502, precisamente en su cuarto viaje al Nuevo Mundo. El "Almirante" fue por tanto el primer europeo en dejar sus huellas en Martinica y el primero en entablar contacto con el pueblo caribe. Dueños y señores de la isla en aquel momento, los caribes vieron entonces y por vez primera especies animales como la cabra o el cerdo.

Sin embargo, las enormes riquezas de otros puntos del Nuevo Continente relegaron al olvido a Martinica por parte de las autoridades españolas, situación que aprovechó el no menos célebre Cardenal Richelieu francés para ordenar su colonización a la recién fundada Compagnie des Îles de l'Amérique (Compañía de las Islas de América). Así, el 1 de septiembre de 1635 desembarcaron en Martinica unos cien colonos franceses con Pierre Bélain d'Esnambuc a la cabeza. Tras hacer frente a algunos focos de resistencia por parte de los caribes, oposición que fue derrotada sin muchas dificultades gracias a la enorme superioridad tecnológica y militar de los europeos sobre los indígenas, los colonos galos se asentaron en la parte noroeste. Junto a la desembocadura del río Roxelane, región que bautizarían como Saint-Pierre, fundaron Fort-Saint-Pierre, la primera colonia europea en Martinica. Desde entonces, la isla ha pertenecido a Francia, posesión tan solo interrumpida brevemente por la conquista de Martinica por parte de los británicos en varias ocasiones durante las muchas guerras coloniales libradas en el Caribe.

La llamada "isla de las flores" es en la actualidad un exótico y cosmopolita destino turístico que combina tradición y modernidad a partes iguales. Su clima tropical, su vida relajada, sus especialidades culinarias criollas, su fabuloso entorno natural y sus hermosas playas de fina arena, dorada en el sur y negra en el norte, constituyen las principales credenciales de este paraíso caribeño con acento francés... pero que no olvida su pasado indígena. A estos atractivos naturales cabe añadir un interesante patrimonio cultural y artístico, como los vestigios de Saint-Pierre o el Fuerte Saint-Louis, y encantadores y pintorescos pueblos que harán las delicias de los viajeros que visiten esta auténtica joya del Caribe.
¿Sabías que...

...la famosa primera esposa del célebre militar y estadista Napoleón Bonaparte era originaria de Martinica? Nacida en 1763 bajo el nombre de Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie, aunque conocida históricamente como Josephine (Josefina), fue hija de Joseph Gaspard Tascher de La Pagerie, noble francés que se mudó a las Antillas huyendo de las presiones sociales que por entonces atenazaban al país galo. Josefina pasaría los 17 primeros años de su vida en la hacienda familiar de Martinica, llamada "Pequeña Guinea" (debido a la gran cantidad de esclavos procedentes de dichas tierras), hasta su primer matrimonio en 1780 con Alejandro de Beauharnais, de quien se separaría tan solo tres años después para regresar a las Antillas y hacerse cargo de los negocios familiares, enfrentándose entre otros eventos a la sublevación de esclavos de 1791. Ese mismo año retornaría a París donde conocería al futuro Emperador francés, con quien se casaría en 1796. A pesar de la opulencia de la que vivía rodeada en la Francia continental, Josefina recordaba a menudo con cariño y añoranza las 500 hectáreas de tierra antillana en las que creció, el río que las cruzaba y las hermosas flores que rodeaban la propiedad, convertida en nuestros días en un museo.

Información Útil

Preparando el viaje
Documentación necesaria

Como Martinica forma parte de un país de la Unión Europea, Francia, los españoles que viajen allí solamente necesitan el DNI o el pasaporte –ambos en vigor– para entrar en su territorio.

Vacunas, Salud y Seguro médico

Para visitar la isla no se requiere ninguna vacuna, así como tampoco poseer ningún certificado de vacunación –exceptuando aquellas personas que procedan de alguna zona o país donde la fiebre amarilla sea endémica–.

Se recomienda la contratación de un seguro de viaje, ya que la Seguridad Social española no tiene cobertura en Martinica.

Ropa y material recomendados

Para evitar las inclemencias del sol, es importante llevar algo para cubrirse la cabeza y usar crema solar protectora (preferentemente de nivel elevado, ya que Martinica está entre el Trópico de Cancer y el Ecuador), mientras que para las posibles lluvias es necesario llevar también un paraguas o impermeable. Si van a realizarse algunas excursiones o caminatas, es necesario llevar además ropa y calzado cómodo.

Para las picaduras de los mosquitos, lo mejor es usar algún repelente de mosquitos, vestir con prendas claras de manga larga y, en la medida de lo posible, evitar las horas de más presencia de mosquitos y alejarse de las aguas estancadas. Se recomienda dormir bajo una mosquitera o con aire acondicionado.

En el destino
Diferencia horaria

El huso horario de Martinica es UTC-4, lo que significa que una vez allí habrá que atrasar el reloj cinco horas con respecto al horario de invierno de la España peninsular. Como en la isla no tienen horario de verano –debido a la cercanía con el ecuador terrestre–, si viajamos allí durante nuestro horario de verano deberemos atrasar el reloj seis horas.

Moneda

Martinica es una isla con estatus de departamento de ultramar de Francia, por lo que la moneda oficial en curso es el euro, tal y como sucede en la metrópoli. Como curiosidad, señalar que antes del euro circulaban a la par el franco de Martinica y el franco francés.

En cualquier parte de la isla es muy fácil cambiar de divisa y en la mayoría de los establecimientos turísticos aceptan el pago con las tarjetas de crédito más extendidas.

Idioma

El idioma oficial en Martinica es el francés, aunque gran parte de la población habla también el "créole martiniquais" (criollo martiniqués). Muy similar al francés, es una pintoresca lengua que presenta notables influencias africanas e inglesas. Por cierto, los locales aprecian muchísimo que los turistas hagan el esfuerzo de entender y hablar el criollo martiniqués, además de que hay habitantes, sobre todo los más mayores, que solo hablan dicho dialecto.

Electricidad

La corriente eléctrica en la isla es de 220V y 50Hz, mientras que los enchufes utilizados son los de tipo C, D y E, igual que los usados en España. Aun así, siempre es importante informarse de la potencia y frecuencia requeridas por nuestros aparatos electrónicos.

Guía de
San Martín

La pequeña isla de San Martín se encuentra situada en mitad del Caribe y, a pesar de sus modestas dimensiones, comparte su territorio entre la administración francesa y la holandesa. Así pues, mientras que en la parte norte recibe el nombre oficial de Saint-Martin, la mitad sur es llamada Sint Maarten por los holandeses. Desde que Colón llegara a sus costas a finales del siglo XV –durante su segundo viaje al continente americano–, esta isla fue muy codiciada por sus ricas salinas, causando una serie de rivalidades que se saldaron con el hecho de que todavía hoy se divida entre aquellos dos países.

Los primeros asentamientos humanos en la isla se remontan a principios de Nuestra Era, cuando a bordo de sus embarcaciones llegaron los arahuacos procedentes del sur del continente americano. Entonces la isla recibió el nombre de Soualiga, que en su lengua hace referencia a la abundancia de sal que caracteriza el lugar. Estos primeros habitantes fueron desplazados por los aguerridos caribes, que dominaron el territorio hasta la llegada de los colonos europeos, después de que Colón a finales del siglo XV diera a conocer esta isla en el Viejo Continente.

Después de años de largas disputas para hacerse con el control del territorio y sus valiosas salinas, en 1713 los holandeses y franceses firmaron el Tratado de Utrecht, que estableció la división de la isla como la conocemos hoy. El dato curioso, pues, es que se trata de la única frontera compartida entre dos países de la Unión Europea fuera del viejo continente. De esta manera, por extraño que resulte, debemos pensar en esta pequeña isla como parte de dos países distintos, por lo que encontramos una capital holandesa –la ciudad de Filisburgo – y una capital francesa –la ciudad de Marigot –.

Sus paisajes comparten muchas similitudes con el resto de las islas que conforman el archipiélago de las Antillas Menores, empezando por las maravillosas playas de aguas turquesas y los rocosos parajes costeros. También abundan las zonas pantanosas y los manglares, especialmente cerca del barrio de Orleans –en la zona Este de la isla– y en Simpson Bay, en el extremo Oeste de la parte holandesa, así como también los arrecifes de coral. De estos últimos, los más bellos se encuentran en la costa noreste, frente a las playas francesas de Oriental Bay y los alrededores del islote de Pinel, el Caye Verte o la isla de Tintamarre.

Actualmente, la isla de San Martin es un reflejo de sus múltiples influencias culturales, que nos ofrecen una rica combinación de elementos caribeños con los franceses y holandeses, así como de los antiguos esclavos africanos que fueron liberados a mediados del siglo XIX. No es de extrañar, pues, que la isla se haya convertido en todo un referente gastronómico del Caribe, pues ha sabido reflejar en sus platos todo el legado culinario recibido durante siglos.
¿Sabías que…

…una de las festividades más importantes de San Martín es el Carnaval? Al tratarse de una isla dividida entre dos países, esta celebración tiene lugar aquí dos veces al año. Mientras que en la parte francesa el carnaval se celebra justo antes del Miércoles de Ceniza –entre febrero y marzo, según el año–, en la parte holandesa tiene lugar durante el mes de abril o mayo, y se extiende durante tres semanas. Ambos se caracterizan por sus animados desfiles, la multitud de conciertos, los coloridos disfraces y por la elección de la reina o el rey del carnaval.

Información Útil

Preparando el viaje
Documentación necesaria

Como San Martin pertenece a dos países de la Unión Europea, los españoles que viajen allí solamente necesitan el DNI o el pasaporte –ambos en vigor– para entrar en su territorio. Como la frontera entre la parte holandesa y la francesa es puramente simbólica, tampoco vamos a tener que realizar ningún trámite para ir de una zona a la otra de la isla.

Vacunas, Salud y Seguro médico

Para visitar San Martin no es obligatoria ninguna vacuna, así como tampoco poseer ningún certificado de vacunación –exceptuando aquellas personas que procedan de alguna zona o país donde la fiebre amarilla sea endémica–.

Ropa y material recomendados

Para evitar las inclemencias del sol, es importante llevar algo para cubrirse la cabeza y usar crema solar protectora, mientras que para las posibles lluvias es necesario llevar también un paraguas o impermeable. Si van a realizarse algunas excursiones o caminatas, es necesario llevar además ropa y calzado cómodo.

Para las picaduras de los mosquitos, lo mejor es usar algún repelente de mosquitos, vestir con prendas claras de manga larga y, en la medida de lo posible, evitar las horas de más presencia de mosquitos y alejarse de las aguas estancadas.

En el destino
Diferencia horaria

El huso horario de San Martin es UTC-4, lo que significa que una vez allí habrá que atrasar el reloj cinco horas con respecto al horario de invierno de la España peninsular. Como en la isla no tienen horario de verano –debido a la cercanía con el ecuador terrestre–, si viajamos allí durante nuestro horario de verano deberemos atrasar el reloj seis horas.

Moneda

Mientras que en la parte francesa el euro es la moneda oficial, en la zona holandesa lo es el dólar estadounidense. En cualquier parte de la isla es muy fácil cambiar de divisa y en la mayoría de los establecimientos turísticos aceptan el pago con las tarjetas de crédito más extendidas.

Idioma

Los idiomas oficiales son el francés y el holandés, cada uno en sus respectivas zonas de la isla. La lengua inglesa es oficial también en la parte holandesa, mientras que el papiamento y el castellano son también muy usados por la población local. Así que, con este abanico de posibilidades, entenderse nunca suele ser un problema en San Martin.

Electricidad

La corriente eléctrica en la parte francesa es de 220V y 60Hz, mientras que los enchufes utilizados son los de tipo E y C, igual que los utilizados en España. Sin embargo, en la parte holandesa el voltaje es de 110V y se usan las clavijas de tipo A y B, muy utilizadas en el continente americano, por lo que deberemos llevar un adaptador en el equipaje. Es importante, además, informarse de las potencia y frecuencia requeridas por nuestros aparatos electrónicos.

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