Descubre a tu aire lo mejor de Varsovia y Breslavia

Comenzaremos nuestro viaje en Varsovia, la capital polaca y uno de los destinos favoritos de veraneo en Europa del Este. Y es que, a pesar de haber sido casi totalmente destruida en la Segunda Guerra Mundial, Varsovia es una ciudad que ha sabido resurgir de sus cenizas y, actualmente, conservar su esencia y encanto, sobre todo en su centro histórico, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aprovecha tu viaje para descubrir sus lugares más icónicos como el elegante Castillo Real, antigua residencia del rey de Polonia; el Rynek, la bulliciosa plaza del Mercado, repleta de restaurantes y tiendas; o el Palacio de la Cultura, el edificio más alto de Polonia.

Y para seguir descubriendo el encanto de sus ciudades, viajaremos a Breslavia, una de las ciudades más desconocidas de Polonia. Fundada allá por el siglo X a orillas del río Oder, entre las colinas de Trzebnica y los Sudetes, te sorprenderá por su rico patrimonio artístico y cultural; y por su infinidad de canales y puentes que recorren sus calles en las que encontrarás una fascinante arquitectura típica de otro tiempo, a pesar de los bombardeos sufridos durante la Segunda Guerra Mundial. Te recomendamos visitar la Plaza del Mercado, la Plaza de la Sal, el Ayuntamiento o el Salón del Centenario que, probablemente, te dejarán sin aliento. ¿A qué esperas para reservar tu plaza?

Descubre el programa de viaje

Día 1: España - Varsovia

Presentación en el aeropuerto a la hora indicada para coger un vuelo con destino a Varsovia. Llegada y traslado al hotel. Alojamiento.

Día 2: Varsovia

Día libre. Alojamiento.

Día 3: Varsovia

Día libre. Alojamiento.

Día 4: Varsovia - Breslavia

A la hora programada, traslado al aeropuerto para coger un vuelo con destino a Breslavia. Llegada y traslado al hotel. Alojamiento.

Día 5: Breslavia

Día libre. Alojamiento.

Día 6: Breslavia

Día libre. Alojamiento.

Día 7: Breslavia - España

A la hora programada, traslado al aeropuerto para coger un vuelo de regreso a España.

DESCUBRE POLONIA Y VIVE EXPERIENCIAS ÚNICAS

Sube a la planta 30 del Palacio de la Cultura y disfruta de las mejores vistas de la ciudad

La capital de Varsovia es uno de los lugares más bonitos de Polonia. Una estilosa ciudad de pasado imperial con un importante legado histórico y cultural. La Ciudad Vieja (Stare Miasto), declarada Patrimonio de la Humanidad, es una de las zonas impresionantes de la urbe y, a pesar de haber sido destruida en un 90% durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida fielmente, volviendo a presentar su hermosa apariencia inicial. Es uno de los sitios más agradables y pintorescos del país, donde te recomendamos perderte por sus calles repletas de preciosas casas de colores y disfrutar del ambiente, de sus excelentes restaurantes, asistir a los conciertos que se celebran durante el verano…

EL PALACIO DE LA CULTURA, UN INMEJORABLE MIRADOR

Construido entre 1952 y 1955, el Palacio de Cultura sobresale en la fisionomía de la ciudad con sus 231 metros de altura y su imponente perfil. Regalado por el pueblo soviético a Polonia, el edificio fue considerado durante muchos años por los propios polacos como un símbolo de la dominación de la antigua URSS. Sin embargo, hoy es uno de los principales emblemas del país.

Te recomendamos subir al mirador que encontrarás en la planta 30 –que cuesta aproximadamente 10 zlotys-. Desde allí, las vistas panorámicas de Varsovia son únicas. Junto con las oficinas, el importante edificio alberga un auditorio, un cine, un teatro, una pista de patinaje sobre hielo y una discoteca-cafetería.

Un poco de historia

La Ciudad Vieja de Varsovia es uno de los lugares más pintorescos de la capital. Se constituyó a finales del siglo XIII alrededor del actual Castillo Real, antigua residencia de los duques de Mazovia. Destruida en su totalidad en la Segunda Guerra Mundial, como gran parte de la ciudad, fue posteriormente reconstruida hasta el más mínimo detalle. Una acción que demuestra el afán de superación del pueblo polaco

y por la que se ha declarado la zona Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

DE PASEO POR EL CAMINO REAL

Conoce una de las rutas más representativas de la ciudad

La zona más emblemática de Varsovia, considerada como la calle más hermosa del país, une el Castillo Real, antigua residencia de los reyes de Polonia y un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca, con el Palacio de Lazienki de estilo neoclásico ubicado en el Parque Real Łazienki. Fue la residencia de verano del último rey de Polonia, Stanisław August Poniatowski, y actualmente es el Centro Contemporáneo de Arte de Varsovia.

Si te animas a realizar este paseo de apenas una hora, además de realizar un viaje en el tiempo a través de siglos, podrás conocer hermosas iglesias, palacios y mansiones de todas las épocas.

Estas son nuestras recomendaciones:

  • Las iglesias de la Asunción de la Virgen María y San José, la de la Santa Cruz y la de Santa Ana.
  • Los palacios Potocki, Tyszkiewiczów, Uruskich, Kazimierzowski, y Czapski (hoy Academia de Bellas Artes).
  • La mansión Prażmowski.
  • Los monumentos a Adam Mickiewicz, el Príncipe Józef Poniatowski, el cardenal Stefan Wyszyński, a Bolesław Prusa y a Nicolás Copérnico.
  • El Palacio Presidencial.
  • El Hotel Bristol, uno de los más antiguos y lujosos de la ciudad.
  • La "Casa sin esquinas" (en Krakowskie Przedmieście 11).
  • La Universidad de Varsovia.
  • El Collegium Novum (la Antigua Biblioteca Universitaria).
PUNTO DE SALIDA

El Camino Real comienza en Plac Zamkowy, donde se localiza el Castillo Real y la Columna del rey Segismundo III Vasa. Esta columna de 22 metros es el monumento más alto de Varsovia y fue erigida en 1644 por el rey Wladislaw IV, en honor a su padre. La pilastra es, además, la base de una estatua de Segismundo III sosteniendo una espada. Según cuenta la leyenda, si la espada del rey cae, significa que algo malo sucederá a la ciudad. De hecho, la estatua cayó de su pedestal durante la Segunda Guerra Mundial.

Información útil

La iglesia barroca de la Santa Cruz, obra del arquitecto Józef Szymon Bellotti a finales del siglo XVII, constituye uno de los monumentos más importantes de Varsovia, además de visita obligada para los melómanos que hagan la Ruta Chopin por hallarse en su nave principal la urna con su corazón, que le fue extirpado antes de su entierro en la ciudad de París. Entre sus principales tesoros también sobresale el altar de su nave meridional, que fue realizado por Tylman de Gameren.

LLÉVATE A TU CASA LOS MEJORES RECUERDOS

DE POLONIA

Visita las calles más comerciales repletas de tiendas y buen ambiente

Reserva tiempo para pasear sin prisas por las principales calles comerciales del centro repletas de exclusivas tiendas, centros comerciales y encantadores comercios de antigüedades y artesanía.

En sus comercios más tradicionales podrás adquirir el famoso ámbar del Báltico, que además de ser uno de los souvenirs más típicos de Polonia, es uno de los más conocidos y valorados del mundo. Otros productos que podrás comprar son hermosas joyas, vasijas e infinidad de objetos decorados en plata, además de numerosos productos de madera como cajitas, pequeños recuerdos e incluso completos juegos de ajedrez.

Por otro lado, los mejores lugares para comprar artesanía tradicional polaca son los mercadillos que se instalan semanalmente en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en la Plaza del Mercado.

Información útil

Uno de los productos gastronómicos más demandados son los chocolates de Wedel, una famosa compañía chocolatera polaca con sede en Varsovia. Son especialmente famosas las chocolatinas Ptasie Mleczko, originalmente hechas de una crema de vainilla cubierta de chocolate. Hoy en día se pueden encontrar la crema sabor chocolate, fresa, limón o naranja.

DESCUBRE LA DELICIOSA GASTRONOMÍA POLACA

Elaborado con col agria y varios tipos de carne, embutidos, setas secas y ciruelas secas

La mejor manera de empaparse de la vibrante vida de las hermosas ciudades polacas es contemplarlas relajadamente desde las mesas de sus emblemáticos restaurantes y terrazas.

Los platos polacos comprenden una gran diversidad de ingredientes como la carne, la pasta y las especias. Las comidas típicas polacas se componen de diferentes platos entre los que se suelen incluir una sopa, un aperitivo, un plato principal generalmente compuesto por carne y un postre dulce.

PLATOS TÍPICOS

No puedes irte de Polonia sin probar sus platos más típicos como el Zurek, una sopa polaca preparada a base de harina de centeno y carne; la Zupa pomidorowa, una sopa de tomate con verduras y pasta o arroz, las Pierogi z mięsem, las famosas empanadillas de carne; y el exquisito Goulash, un estofado elaborado a base de carne de cerdo, cebolla y pimentón acompañado con ensalada de patata.

Y respecto a sus postres, los más conocidos son el Sernik krakowski, una sabrosa tarta de queso típica de Cracovia; el Torcik piszyngier, un postre preparado con barquillos de chocolate y poco de licor; y el Papieska kremowka, un pastel de hojaldre relleno de crema conocido como "pastel de crema papal" en honor a Juan Pablo II, quien dijo que durante la niñez le encantaba.

No te lo pierdas

Los bares de leche, conocidos en polaco como "bar mleczny", son una excelente opción para degustar los platos polacos a un precio más asequible. Estos establecimientos fueron fundados en 1960 por las autoridades comunistas para abastecer a todos los ciudadanos junto a su lugar de trabajo.

El nombre de estos bares procede del hecho de que tras su creación estos locales servían comidas basadas en los productos lácteos ya que en aquella época el consumo de carne estaba racionado.

DESCUBRE EL CENTRO DE LA CIUDAD

Repleta de monumentos, buenos restaurantes y cafeterías

Si quieres conocer la esencia de la ciudad de Breslavia, lo mejor es que te acerques a la Plaza Mayor de Breslavia (Rynek Gówny), una de las más grandes de Europa y el centro del casco antiguo medieval. Diseñada en el siglo XIII, se encuentra rodeada de hermosos y coloridos edificios renacentistas y barrocos en torno a una icónica fuente de cristal, cuyas curvas evocan las ondulaciones de los Montes Sudestes.

CONOCE SUS PRINCIPALES ATRACTIVOS

El majestuoso Ayuntamiento, una construcción medieval tardía de bello gótico silesiano, adornada por un magnífico reloj del siglo XVI. En la parte superior de su fachada te toparás con el reloj astronómico que marca la hora y las fases lunares desde hace 400 años.

Las entrañables casitas de Hansel y Gretel, unidas por un arco, simulan a los famosos niños cogidos de la mano. Las encontrarás en una de las esquinas de la plaza.

La cervecería más antigua de la ciudad, llamada Piwnica Swidnicka, que data del siglo XIV. Además, este lugar está repleto de buenos restaurantes, cafeterías y terrazas donde podrás sentarte para disfrutar de la vida de la plaza.

Posteriormente, puedes acercarte a su contigua Plaza de la Sal, que aunque recuerda que Breslavia formó parte de la Vía Regia (la más antigua conexión por tierra entre el este y el oeste europeo) hoy es un colorido mercado de flores donde podrás comprar las 24 horas del día y los 365 días del año. Aquí te recomendamos visitar la iglesia de Santa Isabel, con la torre más alta, a la que podrás subir para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

Un poco de historia

La Plaza Mayor o Rynek es el centro neurálgico de esta ciudad que ha formado parte de Bohemia, Austria, Prusia y Alemania, y que solo después de la Segunda Guerra Mundial (y de la dramática destrucción del 75% de su patrimonio monumental) quedó integrada en Polonia.

RINCONES CON ENCANTO

Formado por bonitas iglesias y la Catedral

Si quieres realizar un agradable paseo por esta hermosa ciudad polaca, te recomendamos dirigirte a Ostrow Tumski o la Isla de la Catedral, rodeada por las aguas de los ríos Warta y Cybina. Aunque desde hace siglos el corazón de la ciudad se localiza en la Plaza Rynek -antigua plaza del mercado-, Breslavia se fundó inicialmente en una de las doce islas que salpican el curso del río Óder.

En esta isla se levanta el templo catedralicio de la ciudad, el edificio más importante es la iglesia gótica de la Santísima Virgen María y la basílica de San Pedro y San Pablo, conocida popularmente como la "Catedral'. En el interior de la Catedral se encuentra la Capilla Dorada, mausoleo de los primeros señores de Polonia, Mieszko I y Boleslao I el Valiente. En la cripta de la Catedral se pueden encontrar los fragmentos más antiguos de la construcción. También destacar la iglesia de la Santa Cruz y otros muchos templos religiosos como las bonitas iglesias de San Gil o Nuestra Señora de la Arena. Además, aquí también se emplaza la Colegiata de San Bartolomé, una iglesia gótica de dos plantas cuya construcción se inició en 1288. Es la segunda iglesia más grande de la Isla de la Catedral y frente a ella, destaca el Monumento a San Juan Nepomuceno.

UN POCO DE HISTORIA

En este lugar comenzó la historia de Breslavia. Posteriormente, tras su fundación, concretamente en el año 1.000 por el duque Vratislav de Bohemia, esta hermosa zona se convirtió en obispado y en el centro del poder ducal. Y, finalmente, cuando la ciudad se mudó al margen izquierdo del río Oder en 1292, la isla permaneció siendo la base de la autoridad eclesiástica. Se ha convertido en una especie de relicario de la memoria nacional polaca.

Información útil

Para llegar a este lugar tendrás que atravesar el puente de los Enamorados con los famosos candados del amor. Se trata de un puente de hierro modernista, que hoy es el lugar donde los enamorados encadenan candados con mensajes escritos, como se hace en París.

La isla es especialmente bonita de noche, ya que está iluminada con farolas de gas. Con algo de suerte, y si llegas al caer la tarde, podrás observar cómo el operario enciende las lámparas. ¡No te lo pierdas!

CONOCE UNO DE LOS SÍMBOLOS DE BRESLAVIA

Declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2006

Uno de los monumentos más importantes que podrás visitar en Breslavia es el Hala Stulecia o Pabellón del Centenario, un colosal edificio construido en 1913 por el arquitecto alemán Max Berg con motivo de la Exposición Mundial, que tuvo lugar en el centenario de otra batalla, la de Leipzig.

Hoy el Pabellón, además de acoger todo tipo de eventos culturales y deportivos, se visita como monumento. Y es que este enorme edificio constituyó todo un logro de la arquitectura moderna, pues marcó el inicio del modernismo y fue durante años la mayor construcción cubierta con cúpula de hormigón de su tiempo. Además, este particular edificio cuenta con una fuente en la que al caer la noche podrás disfrutar de un espectáculo musical de agua, luces y de colores.

EL PABELLÓN EN CIFRAS

  • El edificio cuenta con 42 metros de altura y una cúpula de 67 metros de diámetro.
  • La anchura máxima de la sala interior es de 95 metros y dispone de una superficie disponible de 14 mil m2.
  • El edificio está compuesto por 56 salas de exposición y amplios corredores, que se extienden alrededor del salón principal.
  • El Pabellón fue diseñado sobre una base de cruz griega. Sus tres lados forman pequeñas salas de entrada con dos pisos. Gracias al diseño de la cubierta en forma de un anillo de terrazas, fueron formadas las hileras de ventanas que iluminan el interior. 
No te lo pierdas

Puedes completar tu visita del Pabellón del Centenario acercándote a un esplendoroso jardín japonés con un hermoso estanque. Descubre este verdadero pedacito del país del sol naciente que permanece después de la exposición mundial de 1913. Aquí encontrarás más de 200 variedades diferentes de árboles y plantas procedentes de Japón y Corea. ¡No te lo pierdas!

UNA JOYA DEL BARROCO

En su interior encontrarás uno de los tesoros más preciados de la ciudad

¿Sabías que la Universidad de Breslavia es el centro universitario más antiguo de Polonia y uno de las más prestigiosas de Europa? Fundada en 1701 por la orden de los jesuitas, si quieres visitarla, deberás alejarte del centro hasta llegar a las orillas del omnipresente río Óder. Y muy cerca de allí, encontrarás los edificios de la Universidad de Breslavia, famosos por albergar el mayor complejo barroco de toda la ciudad.

DESCUBRE LOS TESOROS QUE COBIJA EN SU INTERIOR

Entre sus principales lugares, te recomendamos visitar:

El Oratorium Marianum, una bellísima sala de música donde siguen celebrándose conciertos.

La Biblioteca Ossolineum y, en especial, el Aula Leopoldina. Esta antigua sala ceremonial de estilo barroco es un auténtico tesoro en el que se exalta la sabiduría de Dios a través de un espectacular techo pintado con vistosos querubines barrocos y retratos de los padres fundadores de la Universidad. Además, la sala se encuentra presidida por una estatua del emperador Leopoldo I.

Posteriormente, tras visitar estos lugares, el recorrido finaliza con el ascenso a la “Torre Matemática”, un antiguo observatorio astronómico con panorámicas de la ciudad vieja y el río Óder. ¡No te lo pierdas!

Un poco de historia

Ubicada en Polonia, la Universidad de Breslavia fue erigida por Leopoldo I de Habsburgo en el año 1702. Por el siglo XIX, la Universidad contaba con cinco facultades especializadas en Teología y Filosofía y fue creciendo con el paso del tiempo hasta integrar laboratorios y un museo. En medio de una ciudad protestante surgió esta escuela de enseñanza superior de carácter católico. Hoy en día, la Universidad Wroclaw le ha regalado a Polonia 9 Premios Nobel y se encuentra dentro del top de las mejores universidades del país polaco.

Theodor Mommsen, Otto Stern, Max Born, Friedrich Bergius, Paul Ehrlich, Philipp Lenard Eduard Buchner, Fritz Haber y Erwin Schrodinger son los personajes ganadores de los Premios Nobel.

Guía de
Polonia

Situado en la región de Europa Central, el nombre oficial del país es el de República de Polonia. Éste cuenta con una superfície que supera los trescientos mil kilómetros cuadrados, limitando en su frontera con numerosos países, como Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Eslovaquia, Lituania, República Checa o Alemania. Por la zona norte el país se encuentra con el Mar Báltico, que representa la única salida marítima de Polonia.

Con una población cercana a los cuarenta millones de habitantes –siendo uno de los países más poblados de Europa–, el Estado se organiza como una república parlamentaria unitaria, capitalizada por la ciudad de Varsovia. Desde el año 1999 Polonia se divide primeramente en dieciséis voivodías –o regiones–, que a su vez se subdividen en distintos powiats –o provincias–. Éstos, al mismo tiempo, se dividen en gminas –o municipios–, mientras que existen también algunas ciudades que reciben el estatuto de provincia. Aparte de la mencionada capital, las otras ciudades más importantes y pobladas del país son Cracovia, Łódz, Wroclaw, Poznan, Gdansk –o Dánzig– y Szczecin. La gran mayoría de sus habitantes proceden de grupos eslavos, siendo el polaco la lengua más común entre ellos, aunque habitan también en el país algunas minorías de ucranianos, alemanes y bielorusos.

Aunque buena parte del territorio polaco es mayoritariamente llano, Polonia acoge en su país un tramo del sistema montañoso de los Cárpatos, la segunda cordillera más larga del continente europeo. Y precisamente esta parte –que se sitúa en la frontera con Eslovaquia– alberga los Montes Tatras, la parte más alta de la citada cordillera, con numerosos picos que superan los dos mil metros de altitud. Otras regiones montañosas las podemos encontrar en Beskidy, en las Montañas de los Gigantes o en algunos de los Parques Nacionales del País, como el de Bieszczady, el de Pieniński o el de Gorczański. Tanto en estas regiones de gran altitud como en los frondosos bosques del país encontramos multitud de animales como los ciervos, los osos pardos o los bisontes europeos, así como numerosas aves migratorias que acuden en verano para anidar.

Por otra parte, cabe destacar que la aparición de la nación polaca ha estado tradicionalmente muy vinculada a la adopción de la religión cristiana en el siglo X, pero a pesar de ello, desde sus inicios se caracterizó por acoger a personas de otros credos, ratificándolo con distintas leyes que se fueron dictando a lo largo de los siglos. Hasta la mitad del siglo XX se mantuvo esta posición, con la convivencia en el país de distintas comunidades de judíos, católicos, cristianos ortodoxos y protestantes, pero el transcurso de la Historia y los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial –que marcó enormemente a Polonia– cambiaron esa dinámica. 

Mini guía de viaje...
¿Sabías que...

...existen cerca de doce millones de polacos que actualmente viven fuera del país. Se encuentran principalmente en las antiguas repúblicas soviéticas más cercanas, en Estados Unidos, Canadá, Alemania y Francia, así como en diversos países de América del Sur.

El lugar con más habitantes de origen polaco en la actualidad es Chicago, con casi dos millones de personas, superando por poco incluso a la población que reside en la propia capital de Polonia.

Información práctica

Consejos para preparar tu viaje
Documentación necesaria

Como Polonia forma parte del Espacio Schengen, los ciudadanos españoles únicamente necesitan su DNI para poder visitar el país. Para ello hay que asegurarse que éste no va a caducar durante toda la estancia en el país. Para más seguridad, lo más recomendable es traer consigo también el pasaporte, que puede guardarse en un lugar seguro y usarse únicamente en caso de perder el DNI.

Vacunas, Salud y Seguro médico

No hay ninguna vacuna obligatoria para entrar en Polonia y el país no presenta ninguna enfermedad o epidemia. En caso de que vayan a efectuarse numerosas salidas al campo o al bosque puede ser recomendable vacunarse contra la meningitis, que puede ser transmitida por las garrapatas de algunas regiones.

La atención médica que se encuentra en los centros y hospitales del país es, por lo general, bastante buena, especialmente en las grandes ciudades. Puede ser recomendable sacarse la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), que permite ser atendido médicamente en caso de emergencia, así como contratar algún seguro de viaje que cubra los días de estancia en Polonia.

Diferencia horaria

La hora local de Polonia coincide con la española, ya que se basa también en la UTC/GMT +1h, por lo que no será necesario adaptar nuestros relojes durante el viaje. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la diferencia de latitud hace que la salida y puesta del sol difiera considerablemente entre ambos países.

En el destino
Moneda

A pesar de que Polonia forma parte de la Unión Europea desde el año 2004, no ha adoptado todavía el Euro como moneda de uso, por lo que la divisa en vigor en todo el país es el zloty (PLN), que se divide en cien groszy (céntimos). Justo antes de viajar es recomendable asegurarse del valor de cambio entre ambas divisas.

Existen también numerosos cajeros en todo el país, especialmente en los lugares más visitados por los turistas, por lo que en principio no debería haber problemas para sacar dinero una vez allí. Muchos establecimientos aceptan además el pago con las tarjetas más habituales y en las ciudades se encuentran casas de cambio donde cambiar divisas.

Idioma

El idioma oficial de Polonia es el polaco, por lo que puede ser interesante aprender algunas palabras básicas para comunicarse con la gente local. Sin embargo, el inglés es una lengua muy extendida entre sus habitantes, especialmente entre los jóvenes y el personal dedicado al turismo, por lo que aquellos que dominen este idioma no deberían tener demasiados problemas para comunicarse con la mayoría de gente. Del mismo modo, entre los más mayores y en algunas regiones es posible encontrar también gente que hable el alemán o el ruso.

Electricidad

Además de las clavijas de tipo C y E, el voltaje que se usa en Polonia es de 230V, con una frecuencia de 50Hz., por lo que no será necesario traer ningún adaptador para enchufar nuestros aparatos electrónicos.

Aduanas

Además de las restricciones habituales en materia de seguridad aeroportuaria, hay que tener en cuenta que deberemos realizar una declaración en caso de entrar en Polonia con más de 10.000€ en efectivo.

Para salir del país habrá que tener en cuenta que la ley polaca es muy estricta con la protección de su patrimonio histórico, por lo que en caso de la compra de antigüedades u objetos antiguos habrá que informarse correspondientemente de las restricciones vigentes.

Llamadas telefónicas

Aquellos que quieran realizar llamadas a España durante su estancia en Polonia deben marcar el prefijo internacional (00) + el prefijo del país (34) + el número del destinatario. Si, por el contrario, queremos llamar desde España a Polonia, deberemos marcar igualmente el prefijo internacional (00) + el prefijo polaco (48) + el número del destinatario.

Para ello puede ser recomendable activar la tarifa Roaming. Para aquellos que no sepan cómo hacerlo pueden contactar directamente con su compañía telefónica.

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