Marruecos, 7 Días · A tu aire en coche

Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores

Desde 297 -15%
253
Salida el 15/9/2024 desde Madrid

Recorre al volante el Marruecos septentrional, un viaje para los cinco sentidos

Te proponemos un viaje inolvidable en coche por la parte septentrional de Marruecos, una experiencia que podrás disfrutar con los cinco sentidos. En esta "Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores" descubrirás, a tu ritmo y a tu aire, la belleza indómita de esta región del país magrebí, su exótica y deliciosa tradición culinaria, sus amables y hospitalarias gentes... y una luz y una fragancia que no encontrarás en otros rincones del país marroquí. Porque en sus costas se dan la mano el azul oscuro del Mare Nostrum con el turquesa del océano Atlántico y, en sus ciudades, la cultura tradicional magrebí de sus medinas con las ciudades nuevas de influencias extranjeras, repletas de las huellas dejadas por el paso de españoles, portugueses, franceses o estadounidenses a lo largo de su azarosa e interesante historia. Podrás visitar poblaciones de una belleza sin parangón, donde el blanco impoluto y el azul añil de sus casas dibujan un ensoñador horizonte entre sus laberínticas calles; mientras, en sus zocos y bazares, explota una miríada de colores, sonidos, sabores y olores que despiertan los sentidos. Un viaje donde ciudades como Tánger "la blanca", Arcila "la perla del Atlántico", Chauen "el pueblo azul de Marruecos" o Tetuán "la paloma blanca", pugnarán por tus atenciones y por hacerse un sitio en tu memoria junto a paradisíacas playas como Achakkar, Kaf Lahman, Sidi Mugaits, Oued Laou o M'diq. El exótico norte de Marruecos te espera... ¡responde a su llamada!

Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores

Fechas de salida

Salidas desde Julio 2024 hasta Julio 2025

Desde

Madrid, Barcelona...

Itinerario del viaje

Día 1 Ciudad de origen - Tánger

Día 2 Tánger - Cabo Espartel - Gruta de Hércules - Tánger

Día 3 Tánger - Arcila - Larache - Arcila

Día 4 Arcila - Chauen

Día 5 Chauen - Oued Laou - Tetuán

Día 6 Tetuán - Rincón M’diq - Tánger

Día 7 Tánger - Ciudad de origen

Ciudad de origen - Tánger

Salida del vuelo desde la ciudad de origen hasta Tánger y recogida del coche de alquiler. Bienvenido a la urbe más cosmopolita de Marruecos, una vibrante ciudad que ha sabido conjugar su azaroso pasado con un destacado desarrollo turístico que la convierte en una de las principales puertas de entrada del país para el visitante extranjero. De hecho, Tánger parece abrazar la llegada de turistas con su hermosa bahía mediterránea en forma de anfiteatro que se extiende a lo largo de 7 km de costa y que delimita su casco antiguo. Su colorido, su inolvidable luz, sus paisajes urbanos y su excelente gastronomía han atraído a artistas y personajes de la talla de Eugène Delacroix, Mariano Fortuny, Paul Bowles, Tennessee Williams, Eduardo Haro, Francis Bacon, Henri Matisse e incluso Malcolm Forbes, los Beatles o los Rolling Stones, quienes cayeron rendidos ante la belleza de esta auténtica perla bañada por las aguas del Mediterráneo y del Atlántico. La ciudad está dividida en dos partes: por un lado, el casco antiguo amurallado o medina, que parte desde el puerto y se extiende colina arriba; y por el otro, la Villa Nueva (Ville Nouvelle), con un marcado regusto europeo heredado de las variadas influencias que dejó el protectorado internacional que rigió la ciudad durante décadas. Como nexo de unión se encuentra el Gran Zoco o Plaza del 9 de abril de 1947, excelente punto de partida para tu aventura tangerina y uno de los atractivos imprescindibles de la ciudad, pues alberga además la mezquita de Sidi bou Abid de 1917. ¡Disfruta de su animada vida social mientras te tomas un café o un té moruno, con menta o hierbabuena, en alguna de sus muchas terrazas! No te preocupes si no ves los tradicionales puestos del mercado que antiguamente abarrotaban la plaza, o Socco, ya que se han situado en las calles de los alrededores. En realidad, la amalgama de laberínticas callejuelas que conforman la medina, jalonadas de casas con revestimiento de cal (de ahí su apodo Tánger "La Blanca") están repletas de bazares, como el mercado de babuchas, y tiendas de productos locales que la dotan de mucho carácter. Te proponemos el siguiente recorrido para desentrañar todos los secretos del casco antiguo: la Iglesia Anglicana de St. Andrew, una incomparable fusión de estilos entre los que destaca el andalusí; el Parque de la Mendubia, un remanso de paz donde se aprecia de primera mano el estilo de vida local y está presidida por un árbol de banyan ¡de más de 800 años de edad!; la Rue des Siaghins (Calle de los Plateros), con la Iglesia de la Purísima Concepción de 1880, de clara influencia oriental, y Dar Niaba, un palacete de estilo renacentista que fuera sede de la legación francesa; el souk Dakhil (Pequeño Zoco), situado en pleno corazón de la medina en una plaza de estilo español; el antiguo consulado de los Estados Unidos, de 1821, reconvertido en el Museo del Legado Americano, donde se exhiben una gran variedad de recuerdos de la época dorada de la ciudad (Nota: abierto los lunes, miércoles y jueves de 10:00 a 13:00 hrs y de 15:00 a 17:00 hrs); el Museo de la Fundación Lorin que, ubicado en una sinagoga de la calle Tuahin, hace un repaso de la primera mitad de la Tánger del siglo XX (Nota: abierto todos los días de 11:00 a 13:00 hrs y de 15:30 a 17:30 hrs de domingo a viernes); la Gran Mezquita, fundada en 1684; la Madrasa reconstruida en el siglo XVIII y bordeada por un mirador que brinda una vista panorámica del estrecho de Gibraltar, el puerto y la bahía; Bab el Bahr (Puerta del Mar) y su mítico Hotel Continental; y la magnífica plaza de la Kasbah, con su entrada principal llamada Bab el Assa (Puerta de los Centinelas) y el museo Dar el Majzen, ubicado en el palacio del sultán Moulay Ismail del siglo XVII, donde se exponen antigüedades y piezas de arte marroquí (Nota: abierto los martes de 13:00 a 16:00 hrs y los viernes de 9:00 a 12:00 horas y de 13:00 a 16:00 hrs). Y, por supuesto, no debes perderte la excelsa tradición culinaria tangerina en sus decenas de restaurantes que parecen surgir en cada esquina. El plato estrella local es, como en todo Marruecos, el "couscous", bolitas de sémola de trigo cocinadas al vapor en un "alcuzcucero" que en Tánger se acompañan de verduras, albóndigas, caldo, pollo y, en ocasiones, garbanzos cocidos. También sobresalen el "tajine", un estofado de cordero o pescado que combina los dátiles con otras frutas y verduras; y la "harira" una sopa de garbanzos típica del mes de Ramadán. Y de postre, las "kaab el ghzal" (cuernos de gacela), masitas de pastaflora y almendras molidas, y el "ktefa", un milhojas de almendras y leche perfumado con flores de naranjo, el auténtico rey de los dulces marroquíes. Por su parte, los noctámbulos encontrarán diversión en la rambla o costanera de Tánger, bordeada de bares y discotecas. Alojamiento en Tánger.
Tánger

Tánger - Cabo Espartel - Gruta de Hércules - Tánger

Te recomendamos para esta segunda jornada la visita a dos grandes atractivos situados en la periferia de Tánger, el Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules, para a tu regreso a la ciudad descubrir sin prisas la hermosa Ville Nouvelle. A primera hora, disfruta de un buen desayuno al estilo marroquí, ya sea en el hotel o en los puestos callejeros repartidos por toda la urbe, a base de pan pita (pan árabe sin miga), "khubz" (pan plano sin levadura) con mantequilla o aceite de oliva, frutas de estación y/o "cringal" (una especie de panqueque), o si lo prefieres, deliciosa pastelería francesa. Y acompáñalo todo de un zumo de naranja natural, un café o un té moruno. ¡La mejor manera de afrontar otro maravilloso día en Tánger! Una vez estés listo, toma la Route Rahra en dirección noroeste, atravesando así la Reserva de Cabo Espartel y sus bellos paisajes de jaras y alcornoques, y recorre unos 12 km al volante hasta alcanzar tu destino, el Cabo Espartel (Nota: hay una zona de aparcamiento gratuito). Allí, en el extremo occidental del estrecho de Gibraltar, donde el color turquesa del océano Atlántico se da la mano con el azul oscuro del mar Mediterráneo, se contemplan unas espectaculares vistas que se quedan para siempre grabadas en la retina... y, por supuesto, en la memoria de tu cámara fotográfica. ¡No te la olvides o te arrepentirás! Antaño conocido como Cabo Ampelusia o Cabo de las Viñas, su topografía parece convertirlo en un peñón independiente del continente, donde se alza inmutable su famoso faro construido en el año 1865 (Nota: se puede subir al punto más alto si el farero está presente y previo pago de una propina. No existe visita turística organizada). A unos 5 km al sur, conduciendo por la carretera que discurre paralela al litoral y la playa Achakkar, se hallan las espectaculares y restauradas Cuevas de Hércules, unas cavidades naturales cinceladas por la erosión del mar y del viento, pero también por el deseo humano de extraer bellas piedras de sus entrañas. Y al igual que la propia Tánger, su nombre está envuelto en un halo mágico. En el caso de la ciudad, su apelativo procede de la antigua diosa fenicia Tingis, amante de Heracles (el Hércules romano), el héroe mitológico que separara Europa de África abriendo el estrecho de Gibraltar. En lo que respecta a las cuevas, cuenta la leyenda que sería en estas grutas donde el semidiós, hijo de Zeus (el Júpiter romano) y la reina Alcmena, dormiría antes de robar las manzanas en el Jardín de las Hespérides, su undécimo trabajo, y donde venció y encerró a Anteo, fundador de Tánger y esposo de Tingis. ¡No te las puedes perder! (Nota: entrada gratuita. Hay guías locales y pequeñas empresas que organizan rutas por tierra o por la costa. Se recomienda ropa cómoda y buen calzado). Llega el momento de regresar a Tánger por la Route des Grottes d'Hercule, en dirección sureste, y la Avenue Moulay Rachid, hacia el noreste, un recorrido de unos 12 km al volante. La ciudad nueva fue construida por los franceses a principios del siglo XX y guarda todos los criterios de su concepción arquitectónica. No hay mejor punto de partida que la Plaza de Faro, con sus famosos cañones portugueses, donde arranca el Boulevard Pasteur, la arteria principal de esta parte de la urbe y paradigma de todas las particularidades de Tánger y Marruecos. Sus atractivos indispensables son: el Gran Teatro Cervantes, edificio de estilo Art Decó de 1913 que constituye uno de los principales vestigios del paso de los españoles; la Plaza Francia y su romántico Le Grand Café de Paris, que fuera un nido de espías durante la Segunda Guerra Mundial; las maravillosas vistas y los inolvidables atardeceres que se pueden contemplar en la Plaza de la Alcazaba (Nota: depende de tus preferencias realizar a la inversa el recorrido de hoy, es decir, empezando por la Ville Nouvelle, ya que los atardeceres en el Cabo Espartel son también impresionantes); las calles y fachadas del Barrio Marshan; la necrópolis púnica, situada al borde de un acantilado que ejerce de balcón al estrecho de Gibraltar; el legendario Café Hafa, punto de encuentro de bohemios y artistas famosos que data de la década de 1920; y el suntuoso e histórico Hotel Minzah de 1930, con su terraza-mirador y sus bonitos jardines. Acércate a la zona del puerto para comer o cenar platos basados en la inmensa riqueza del litoral marítimo de Tánger: sardinas, meros, merluza, calamares, mariscos o langostas cocinados en forma de pasteles, albóndigas o croquetas, asados o como relleno de pan de pita. ¡Son verdaderas exquisiteces! Por otra parte, en la Plaza de la Alcazaba hay restaurantes de comida marroquí que ofrecen espectáculos de la sensual danza del vientre. Alojamiento en Tánger.

Tánger - Arcila - Larache - Arcila

Inicia la jornada a buena hora y recarga pilas con otro buen desayuno marroquí. Llega el momento de dejar atrás Tánger "La Blanca" para poner rumbo hacia el suroeste en dirección a "La perla del Atlántico", la localidad de Arcila (Arzila, Asilah o Assilah), situada a unos 45 km de distancia por la A5 (Nota: autopista de peaje). En unos 50 min al volante, mientras bordeas la bella costa atlántica de Marruecos, arribarás a esta ciudad conocida a nivel mundial por sus interminables playas de fina arena, su hermosa y cuidada medina, y su vibrante escena artística, con el Festival Cultural Internacional como punto álgido, un evento que se celebra desde 1978 en el mes de julio o agosto (varía en función del mes del Ramadán) que aborda múltiples disciplinas como pintura, literatura, cine o poesía, entre otras. Como sucede en gran parte de las urbes marroquíes, Arcila se divide entre la medina, o barrio antiguo, y la ciudad nueva. Te planteamos el siguiente recorrido de cara a esta jornada y la siguiente, que incluye una escapada a Larache al sur, pero está en tus manos organizarlas a tu gusto. Encorsetada en las ocres murallas de origen portugués que se remontan a finales del siglo XV, la medina de Arcila es una auténtica maravilla. Es el casco antiguo mejor conservado del país, un baño de luz y sonidos marinos conformado por un entramado de calles con casas neoárabes de un pulcro color blanco o azul añil y bellos murales (algunos heredados de los años 70 del pasado siglo). ¡Un paseo por sus callejuelas es ya una experiencia inolvidable! Puedes entrar en el recinto amurallado por la puerta norte, la Bab el Kasbah (Puerta de la Kasbah), donde se inicia el descubrimiento de los tesoros de la medina: la Gran Mezquita de Asilah, con su blanco alminar octogonal; el Centro Cultural Hassan II, epicentro del festival de verano, y sala de exposiciones de artistas contemporáneos a lo largo del año (Nota: abierto todos los días); la plaza Ibn Khaldun, con la Bab el Bahar (Puerta del Mar) y el majestuoso bastión cuadrado de las murallas llamado Borj Al Kamra; el palacio de Raisuni, o Raisuli, también llamado "Palacio de las Lágrimas", una joya arquitectónica actualmente centro cultural; el mirador de Caraquia y sus preciosas vistas al mar, la Kuba de Sidi Ahmed el Mansur y un pequeño cementerio árabe; y finalmente la Bab Homar, apodada por los españoles Puerta de Tierra. Después de comer, es un buen momento para poner rumbo a la ciudad portuaria de Larache, situada a unos 45 km al sur de Arcila por la autopista de peaje A5, y admirar sus muchos encantos. De camino, se pueden hacer un par de escalas en dos de las playas más hermosas de esta parte de Marruecos: la playa del Paraíso, o Kaf Lahman (Las Cuevas), tomando la salida que hay a unos 2 km desde Arcila y después una carretera de unos 4 km hacia la costa; y la playa Sidi Mugaits (del Santo), tomando la salida que hay a unos 5 km al sur de Arcila y después la carretera de unos 5 km hacia la costa. Aprovecha para darte un chapuzón, disfrutar del sol y la brisa o de un paseo en camello, y/o degustar un "tajine" de pescado o unas sardinas asadas (Nota: ambas playas cuentan con aparcamiento). Después de conducir unos 40 min (desde Arcila) llegarás a la encantadora Larache, la antigua Lixus, donde la leyenda sitúa el Jardín de las Hespérides. La huella del Protectorado Español en Marruecos se deja ver con firmeza en la parte nueva de la ciudad, con sus casas de estilo andaluz de color blanco y azul cielo. Mientras, la medina conserva el aspecto tradicional árabe, tan cautivador y evocador, con su permanente trajín y sus puestos de artesanía, bazares y zocos. A la parte antigua se accede a través de la Bab Barra, mientras que la vía principal de la ciudad nueva es la Avenida Mohammed V, que desemboca asu vez en la Plaza de la Liberación, antaño Plaza de España, nexo de unión entre los dos distritos de Larache. Entre otros atractivos locales destacan: el Souk Sgher, o Pequeño Zoco; la Bab el Bahar (Puerta del Mar), con su espectacular arquitectura marroquí; el Barrio Judío, donde se encuentran la mezquita Nasaría o la Iglesia de San José; la plaza de Mazjén, donde podrás contemplar las mejores vistas del pintoresco puerto pesquero; y la Kasbah, que parece avanzar sobre el mar como la proa de un barco (Nota: no se puede visitar su interior). Aprovecha para cenar en alguno de sus pequeños restaurantes y terrazas platos tradicionales como la "mechouia", una ensalada de tomates y pimientos cocidos con ajo, aceite de oliva y zumo de limón; el "pastilla", un pastel de hojaldre con cebolla, carne de pollo o de paloma aderezado con perejil, almendras, azúcar, sal y canela; o simplemente unas sabrosas brochetas asadas, que se sirven sobre pan y suelen venderse en puestos callejeros. Una vez estés listo, regresa a Arcila para pasar la noche (Nota: si no has cenado en Larache, puedes ir a la avenida Hassan II, sembrada de terrazas y restaurantes donde disfrutar de deliciosos platos de pescado). Alojamiento en Arcila.

Arcila - Chauen

Destina la mañana a recorrer la ciudad nueva de Arcila. Puedes desayunar, por ejemplo, en la agradable plaza de Zalaka, o hacer allí un pequeño alto en el camino si ya lo has hecho en el hotel. Desde la Bab Homar se accede a la parte moderna, donde te toparás con el zoco Ahfir, situado en la calle Ibn Battûta (el mayor explorador de la Edad Media y natural de Tánger), donde puedes realizar algunas compras. En la ciudad nueva, edificada durante el protectorado español, te recomendamos: la Madrasa, que data de los años 30 del siglo pasado; la iglesia de San Bartolomé, similar a las misiones españolas de América; la mencionada plaza de Zalaka; el mercado central; el paseo marítimo, flanqueado por una muralla y llamado avenida Moulay Al Hassan Ben Mehdi, y con la playa local a sus piés; y el puerto pesquero, punto de reunión de los habitantes de la localidad. La siguiente etapa de la Ruta tiene lugar en Chauen (Chaouen o Chefchaouen), el irresistible "pueblo azul de Marruecos", situado al sureste de Arcila. Para llegar hasta Chauen tienes dos opciones, que tanto en distancia como en tiempo al volante son muy similares (unos 150 km y alrededor de 2 hrs y media): por un lado, regresar al norte por la A5, girar al este por la N4 para después tomar la N1 en dirección sureste (trayecto en el que puedes visitar las playas si no pudiste hacerlo en los días anteriores); y por el otro, la ruta interior, primero por la A5 en dirección sur y después por las carreteras P4702 (este), P4405 (sur) y R410 (este). ¡Tú decides! Recostada sobre dos montañas de la cordillera del Rif, Chauen ha mantenido con pocas alteraciones toda la fisonomía medieval de su medina. Es, sin duda, una de las localidades más fotografiadas de Marruecos, un lugar en el que cada rincón te invita a echar mano a la cámara de fotos. Sus casas encaladas de blanco y azul, sus estrechas calles pavimentadas con guijarros que serpentean por la montaña, y sus plazas llenas de animación, merecen un tranquilo y largo paseo. Apodada también la Saliha El Madin (la Ciudad Santa), Chauen cuenta con un importante patrimonio religioso en la forma de decenas de oratorios y mezquitas, como la Gran Mezquita El Masjid Aadamla de 1471, en el barrio de las lavanderías; la mezquita de los Andaluces; la mezquita de minarete octogonal llamada Tarik-Ben-Ziad, en la plaza Uta-al-Hammam; e incluso el Mausoleo Zawiya. Precisamente, la plaza ajardinada Uta-al-Hammam, en el interior de la medina, es el epicentro de la vida social de la localidad y el lugar ideal para a beber café o té de menta y admirar su bullicio. También está la la Kasbah y sus once torres almenadas, que alberga asimismo el imprescindible Museo Etnográfico local (Nota: abierto lunes, miércoles, jueves y sábado de 9:00 a 13:00 hrs y de 15:00 a 18:30 hrs; viernes de 9:00 a 12:00 hrs y de 15:00 a 18:30 hrs; y domingo de 9:00 a 18:30 hrs). Como curiosidad, la célebre "chilaba", traje típico del norte de África, nació en esta inolvidable ciudad, famosa también por la calidad de su artesanía en mimbre o barro cocido que podrás adquirir en sus numerosos bazares. Y no te pierdas el delicioso queso de cabra producido por los beréberes, el pueblo nómada originario del Magreb, en los restaurantes de Chauen. ¡Dicen que es el mejor de Marruecos! Alojamiento en Chauen.

Chauen - Oued Laou - Tetuán

Si ya has explorado Chauen a fondo, llega el momento de regresar a la costa mediterránea de Marruecos con destino a Oued Laou, una pequeña localidad de pescadores situada unos 55 km de distancia. Desde el "pueblo azul", toma la carretera R412 en dirección noroeste y después la P4105 hacia el noreste; en algo más de una hora arribarás a uno de los secretos mejor guardados del país magrebí, la pintoresca y encantadora población de Oued Laou, un pedazo de paraíso en la tierra (Nota: a mitad de camino puedes hacer un alto fotográfico en el camino en la enorme presa hidroeléctrica y en las gargantas del río Laou). La lejanía de Oued Laou de los grandes núcleos urbanos la convierten en un remanso de paz y tranquilidad. Y sus largas playas son el lugar perfecto para recuperar el aliento y disfrutar del sol y de las aguas del Mediterráneo, mientras observas a los pescadores en su tarea diaria. El pueblo dispone además de un atractivo paseo marítimo de más de 4 km sembrado de restaurantes y bares donde degustar el pescado local, principalmente pargo rojo, anchoas y sardinas. Cuenta también con los restos de los acuartelamientos del Protectorado español, la mezquita de minarete octogonal, un ajetreado mercado central diario y un típico zoco que se celebra todos los sábados, así como con pequeñas empresas que ofrecen actividades como pesca, buceo, paseos en bicicleta o senderismo por los alrededores. Y en el mes de agosto, alberga su Festival Cultural, con agrupaciones procedentes de diversos puntos del planeta. Después de comer, retoma la Ruta con la ciudad de Tetuán (o Tétouan), que domina el valle del Oued Martil, como meta de la jornada. Tetuán se encuentra a unos 50 km al noreste por la carretera N16, que serpentea en paralelo a la bella costa oriental del norte de Marruecos, trayecto que supone alrededor de una hora al volante. La medina de esta ciudad, apodada "La paloma blanca", forma parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO gracias, entre otros atractivos, a las hermosas casas de los aristócratas árabes que llegaron de Al-Ándalus huyendo de la Reconquista cristiana de la Península Ibérica. Tetuán es un lugar maravilloso donde se puede contemplar a los artesanos trabajando en sus calles en artesanías milenarias que forman parte del acervo cultural del pueblo marroquí. En Tetuán, los zocos se encuentran separados por disciplinas: tejedores, joyeros, peleteros, etc. Por la calle Tarafin, por ejemplo, encontrarás la bisutería. Esta calle llega hasta el Palacio del Califa, actualmente Palacio Real, otro fabuloso ejemplo de la arquitectura morisca con influencia española. En la medina de Tetuán se encuentran el Museo Arqueológico, cerca de la Bab Tout, una de las siete puertas de acceso al casco antiguo, que posee una magnífica colección de mosaicos y de vestigios de la ocupación romana extraídos de las excavaciones de Lixus (Nota: abierto de lunes a sábado de 10:00 a 18:00 hrs, y domingos de 10:00 a 17:30 hrs); y el Museo de Arte Marroquí, al lado de la Bab El Oqla, que expone trajes tradicionales e instrumentos musicales (Nota: horario de apertura variable). Cerca de este último, se encuentra también la Escuela de Artes y Oficios. Hacia el oeste del pueblo se extiende la ciudad nueva, con la monumental Plaza Hassan II como nexo de unión con la medina, que es conocida como "El Ensanche". Nacida durante el Protectorado español, se caracteriza por edificios de cinco plantas como máximo con tiendas en las plantas bajas. Aquí destaca la calle Mohamed V y la plaza de Mulay Mehdi, el centro de la capital del Protectorado, donde está la Iglesia de Nuestra Señora de las Victoria de 1919, con su casa misión. Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes, fundado por el pintor español Mariano Bertuchi, tiene la particularidad de contar con la enseñanza del arte de la historieta y es sede todos los años del Festival Internacional de la Historieta. A nivel culinario, Tetuán es famosa entre otras cosas por su delicioso "tajine" de boquerones, su buen pescado fresco y su deliciosa repostería, mezcla de dulces árabes y españoles. Las "briouats", empanadillas de hojaldre con miel y almendras; los "baghir", rollos de masa rellenos de dátiles; y las "ghriba", masitas redondas de huevos, azúcar y nueces molidas; son algunos ejemplos. Y, por supuesto, no hay que olvidarse de su barrio judío, el "Mellah", que es tan asombroso que se lo conoce como "la pequeña Jerusalén" y es el lugar más animado del pueblo a partir del anochecer. ¡Disfrútalo! Alojamiento en Tetuán.

Tetuán - Rincón M’diq - Tánger

Aprovecha parte de la mañana para seguir descubriendo los tesoros de "La paloma blanca". Cuando estés listo, retoma la carretera para poner rumbo a la localidad costera de M’diq, conocida comúnmente como Rincón (o Rincón de Medik), ya que el término "m’diq" significa "estrecho" o "rincón" en árabe. M’diq es una población eminentemente turística que antaño fuera un pequeño pueblo rústico que comenzó su desarrollo urbanístico bajo el Protectorado español. Esta ciudad portuaria se divide en dos partes: una centrada en el turismo y otra dedicada a su centenaria actividad pesquera. La primera se articula en torno a su kilométrica playa, limitada en el parte meridional por los acantilados de Cabo Negro y flanqueada por un amplio paseo marítimo de 1,6 km de longitud engalanado de majestuosas palmeras y elegantes farolas. La playa de M’diq está dotada de todos los servicios turísticos modernos y en ella se pueden llevar a término multitud de actividades relacionadas con el turismo de sol y playa. En la línea de costa encontrarás, además, una sucesión de diferentes bares y restaurantes, la mayoría con terrazas vistas al mar, que son famosos por la calidad de sus especialidades de pescado y marisco. Asimismo, la ciudad alberga todos los años, normalmente a finales de julio, la Semana Náutica Internacional de M’diq, que se ha convertido en una de sus mayores atracciones turísticas que conjuga los aspectos náutico-deportivos con encuentros, conferencias, cenas y espectáculos. Ya solo resta regresar a Tánger, donde pasarás la noche. Toma la N13 en dirección sur y la N16 al este hasta acceder a la N2 en dirección Tánger, un recorrido de unos 75 km al volante que te llevará alrededor de 1 hr y 30 min. Disfruta del resto de esta jornada, y la de mañana hasta la hora de partir de regreso a casa, para visitar aquellos atractivos que se te quedaron en el tintero durante los primeros días de la Ruta en Tánger. Alojamiento en Tánger.
Tánger

Tánger - Ciudad de origen

Presentación en el aeropuerto con suficiente tiempo de antelación para devolver el coche de alquiler y vuelo de regreso a la ciudad de origen. Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.

Tu viaje incluye

  • Vuelo de ida y vuelta.

  • Estancia en el hotel seleccionado en Tánger.

  • Régimen seleccionado en Tánger.

  • Estancia en el hotel seleccionado en Assilah.

  • Régimen seleccionado en Assilah.

  • Estancia en el hotel seleccionado en Chauen.

  • Régimen seleccionado en Chauen.

  • Estancia en el hotel seleccionado en Tetuán.

  • Régimen seleccionado en Tetuán.

  • Coche de alquiler.

  • Seguro de viaje.

Tu viaje no incluye

  • Posible pago de peajes.

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Notas importantes

- Conducir por Marruecos: 1. Las rotondas son de dos tipos, las que tienen señales de rotonda y las que no. En la primeras tiene la preferencia el que está dentro de la rotonda; en las segundas tiene preferencia el que llega por la derecha. Al principio resulta un poco lioso, pero al final lo sensato es siempre mirar al retrovisor antes de frenar, por que puedes tener un jinete a galope detrás de ti que si frenas de golpe te pasa con el caballo por encima del coche. La prioridad es relativa y nuestro consejo es que te andes con mucho cuidado y que extremes la precaución incluso si tienes la prioridad. 2. Es costumbre que cada vez que aparcas el coche suele haber un aparcacoches. Se le suele pagar a razón de 2 dirhmas por cada rato que aparques. Por las noches los guardas suelen cobrar entre 10 y 20 dirhams. Suelen hacer bien su trabajo y te cuidan el coche de verdad. 3. Respeta los límites de velocidad, hay radares por todos sitios, especialmente donde se tiende a ir a mayor velocidad que la permitida, me refiero a las entradas a ciudades donde hay que ir a 40 con una rectas interminables donde es muy fácil despistarse y sobre pasar dicha velocidad. Hay controles por todas partes, no te asustes, es habitual verlos. 4. Lo que si tienes que distinguir es si en las señales pone alto o ralentizar. Si pone alto te tienes que parar, aunque la policía no te esté mirando. Pues a veces hacen como que no miran para que cuando pases, sin que ellos te hayan dado el paso, te paran y te multan. Si en el control pone ralentizar no hay que parar, tan sólo pasar muy despacio.

- Marruecos se trata de un país musulmán y el mes de Ramadán tiene una gran importancia para sus residentes. Durante el Ramadán, el entretenimiento y el alcohol estarán restringidos en la mayor parte del país. La venta de alcohol estará restringida en muchos lugares, sin embargo algunos establecimientos lo estarán ofreciendo para la venta a los turistas. Del mismo modo, los negocios locales, durante el período, pueden reducir el horario de atención al público.

- Las habitaciones triples en África son generalmente habitaciones con dos camas individuales o una doble, en las que se instala una cama plegable para acoger a la tercera persona, con las consiguientes molestias que ello supone, por ello, desaconsejamos su uso en la medida de lo posible.

- Las excursiones y visitas sugeridas para cada día son orientativas, pudiendo el viajero diseñar el viaje a su medida, de acuerdo a sus gustos y necesidades.

- La tarjeta de crédito está considerada una garantía, por lo que, a veces, su uso es imprescindible para poder registrarse en los hoteles.

- Normalmente los hoteles disponen de cuna para los bebés. De lo contrario, tendrán que compartir cama con un adulto.

- Para la recogida del coche de alquiler se requerirá una tarjeta de crédito (no de débito) a nombre del titular de la reserva, quien además deberá ser el conductor principal del vehículo.

- Consultar documentación necesaria para entrar a los destinos visitados y para el tránsito en los países en los que se realicen escalas aéreas.