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Guías de Viajes de Figueres

Figueres
Figueres

Arte e historia entre los Pirineos y la Costa Brava

Destino afamado

Destino afamado
La localidad catalana de Figueras (o Figueres, como se la conoce en catalán) se encuentra en la bella provincia de Gerona, en plena Costa Brava. Esta ciudad destaca por ser la población más importante de las más cercanas a los Pirineos en la vertiente española, pero seguramente la mayor parte de los que lean estas líneas no la conocerán por este motivo. Probablemente sea el hecho de que fue la ciudad natal de uno los artistas con más renombre internacional que ha dado nuestro país, la razón de la popularidad de Figueras. Salvador Dalí fue pintor, escultor y provocador surrealista de fama mundial; hoy día es posible visitar el Teatro-Museo que alberga gran parte de su obra en la localidad. Pero hay más arte en Figueras que el surrealismo daliniano: la antigua ciudad amurallada es hoy día el casco histórico, plagado de magníficos edificios antiguos y de espectaculares representaciones de arquitectura modernista y neoclásica.

Figueras es sin duda una ciudad con suerte. Ubicada entre una de las cordilleras más impresionantes de Europa, los Pirineos; y una zona de costa con una belleza sin par (la Costa Brava gerundense), la localidad se transforma en el punto clave para realizar excursiones y visitas a algunos de los parajes, pueblos y rutas más interesantes de la geografía española. Por ejemplo y sin ir más lejos, Cadaqués, en donde podremos continuar nuestra exploración de la obra de Dalí en la Casa-Museo que allí se conserva; monasterios románicos, cabos abruptos en la costa, pintorescos pueblos de pescadores, reservas ecológicas y humedales... La ciudad de Figueras es la capital del Alto Ampurdán gerundense, y desde ella se pueden visitar magníficos parajes de montaña en el centro de Cataluña, siendo todo un referente para el senderismo, la escalada y los deportes de riesgo y aventura. El esquí también es una actividad con mucho tirón en la zona, dada la cercanía del Pirineo Catalán. La Garrotxa y la zona volcánica de Olot son también lugares que no podremos dejar de visitar.

Si el interior de esta zona de Catalunya es espectacular, no menos podemos decir de las costas que marcan su frontera con el Mediterráneo. No en vano, la Costa Brava es uno de los destinos turísticos más afamados de España. Los pueblos de pescadores han sabido mantener su encanto sin rendirse a las tentaciones del turismo masivo, y las calas y costas muestran su naturaleza salvaje junto a las azules aguas del Mare Nostrum. Además, no hay que olvidar que nos encontramos en una de las regiones más afamadas en lo que a gastronomía se refiere. Es prácticamente imposible no comer bien en Figueres y en el resto de Catalunya. Sin ir más lejos, a un tiro de piedra se encuentra el que ha sido el restaurante más famoso (y según muchos expertos y gourmets, el mejor) del mundo: El Bulli, el laboratorio de experiencias sensoriales de Ferrán Adriá. La cocina catalana ha sabido basarse en la tradición y la innovación para crear un recetario de altura que ningún viajero o turista podrá olvidar. Una gran tradición festiva, un clima realmente privilegiado y una animación nocturna al nivel del resto de Europa completan la estupenda oferta vacacional de la localidad de Figueras.

Modernismo e historia… Y un Teatro-Museo muy especial

Modernismo e historia… Y un Teatro-Museo muy especial

El casco antiguo de Figueras es el recinto que antiguamente constituyó la ciudad amurallada. De las murallas únicamente se conserva una torre (la Torre Gorgot), que actualmente forma parte del Teatro-Museo Salvador Dalí, y algunos vestigios que rodean zonas medievales, como la Plaza del Ayuntamiento o la parte correspondiente al Carrer Magre, donde antiguamente se ubicaba la judería de Figueras. Otro excelente ejemplo de arquitectura medieval es la Iglesia de Sant Pere; aunque en origen era una construcción de estilo románico, en el siglo XIV se reconstruyó siguiendo los cánones del gótico imperante. La Capilla de Sant Sebastià y el Convento de los Caputxins son otros bellos ejemplos de arquitectura antigua religiosa en la ciudad. Además, y si de arquitectura hablamos, no podemos dejar de mencionar el majestuoso Castillo de San Ferrán, que data del siglo XVIII y cuyas enormes dimensiones lo convierten en uno de los de mayor tamaño de Europa.

Pero si hay un estilo que sin duda caracteriza el urbanismo de Figueras y que alcanzó su máximo esplendor en la Cataluña de finales del siglo XIX y principios del XX, ése es el modernismo. Como muchas otras localidades de la Comunidad, Figueres cuenta con hermosos edificios erigidos según los cánones de este estilo artístico y arquitectónico. La Rambla, centro neurálgico y paseo concurrido de la ciudad, es probablemente el punto en el que este estilo alcanza su mayor representación. Erigidos en los siglos XIX y XX, destacan edificios como la Casa Cusí o la Casa Salleras, entre otras. La arquitectura neoclásica también cuenta con importantes exponentes en Figueras, como la Casa Polideseia.

Sin duda el edificio más conocido y emblemático de Figueras es el Teatro-Museo Salvador Dalí. Ubicado en el antiguo teatro de la ciudad, el museo fue rehabilitado según las directrices del propio artista, convirtiéndose en todo un ejemplo de surrealismo arquitectónico. Los adornos en forma de huevo que coronan su parte superior y la cúpula de entramado de metal son elementos muy característicos y reconocibles; pero sobre todo destaca la curiosa Torre Galatea, cilíndrica y coronada también por los huevos antes mencionados. En esta torre falleció el artista, y en el museo se encuentra también su tumba. En su salas es posible contemplar una amplia exposición de la obra del surrealista catalán, entre la que destacan magníficas obras como la Leda Atómica o la Galatea de las Esferas. Además de este famoso museo, en Figueres también se pueden visitar otros como el Museo de l’Empordá, en el que se explica la historia y las tradiciones de la comarca catalana del Ampurdán, o el curioso Museo del Juguete, con una interesante colección de juguetes de diferentes épocas.

Los alrededores de Figueras cuentan con mil y una rutas para recorrer, buscando bellos rincones en plena naturaleza o recónditas poblaciones llenas de encanto. El románico está a la vuelta de la esquina, con una buena muestra en el Monasterio de Sant Pere de Rodes, ubicado en el Port de la Selva. En Cadaqués podremos continuar nuestra ruta artístico-surrealista visitando la Casa-Museo de Salvador Dalí, mientras que en la costa entraremos de lleno en el Parque Natural de les Aiguamolls de l’Empordá (una magnífica reserva de marismas y fauna acuática) o en el Parque Natural del Cap de Creus. Y ya hacia el interior, la cercanía de los Pirineos ofrece la oportunidad de practicar el esquí, el senderismo y múltiples deportes de aventura.

Mar y montaña, salsas y magníficas carnes

Mar y montaña, salsas y magníficas carnes
No es de extrañar que Ferrán Adriá escogiera la Costa Brava para ubicar su famosísimo restaurante El Bulli. A la belleza insuperable de su emplazamiento se le une en este caso la gran provisión de materias primas de altísima calidad, procedentes tanto del mar como de la tierra. Pescados y mariscos de excepción, hortalizas de primer orden y carnes magníficas; no en vano, la carne de vaca de Gerona tiene su propia denominación de origen. Bajo el nombre de mar i muntanya se cocinan en Figueres y alrededores diversos platos que combinan ingredientes de la costa y del interior: albóndigas con gambas, jibia con guisantes, langosta con caracoles, pollo con gambas o cigalas... Además , los guisos de pescado típicos de la cocina catalana son también deliciosos, entre los cuales destacan el suquet de peix (guiso de pescado con patatas) y el arroz negro, además de mucho otros arroces marineros o de la clásica escudella catalana.

Los embutidos son también toda una tradición en esta zona. Desde el célebre fuet que se elabora en la cercana localidad de Olot, a la típica butifarra y la longaniza (con sus distintas variedades), todas las especialidades son deliciosas acompañadas del emblemático pan amb tumaca (pan con tomate, muchas veces frotado también con ajo) catalán. También es posible degustar excelentes quesos (como el de Garrotxa, Selva o Tupí) y una gran variedad de recetas elaboradas con las mejores verduras y productos de la huerta. La mayor parte de los guisos de la zona llevan alguna de las cuatro salsas que son la base de gran parte del recetario: el sofrito, la picada (con frutos secos), la sanfaina (de tomates, pimientos y berenejenas) y el célebre alioli (all i oli, es decir, ajo y aceite), que es el acompañante ineludible de los arroces.

Los postres y dulces también tienen su representación particular en el recetario de Figueres, siendo de obligada mención la conocida crema catalana y las cocas. Además, ninguna comida en la ciudad o los alrededores estará mejor servida que aquéllas que se degusten con el acompañamiento de cualquier vino con Denominación de Origen Empordá-Costa Brava, con preferencia de los excelentes claretes y vinos jóvenes.

Ferias y fiestas tradicionales en la ciudad y los alrededores

Ferias y fiestas tradicionales en la ciudad y los alrededores

Además de las fiestas tradicionales, Figueres es tierra de ferias gastronómicas y comerciales. Desde la popular Feria Rebaja (su propio nombre lo dice todo), que se celebra a principios de febrero; a la original Feria Intergaláctica del juguete (con intercambio de juguetes de coleccionista incluido, en la segunda quincena de mayo), parece que no hay artículo que no tenga su propia feria en la ciudad. Las fiestas mayores de la localidad son las de la Santa Creu, durante las cuales a las tradicionales verbenas, fuegos de artificio, conciertos y eventos propios de los festejos, se les unen acontecimientos con la Feria del dibujo y la pintura, la de artesanía, la de alimentación y la del libro. Son días festivos que se celebran entre finales del mes de abril y principios de mayo, ya en plena primavera.

En Figueres también se celebra el mítico día de San Jorge (la Diada catalana: 23 de abril), con el tradicional reparto de rosas y libros, y un evento muy particular llamado Lookbird, una feria de pájaros y naturaleza en general, que tiene lugar en mayo. Además, para los amantes de los objetos y muebles antiguos, hay que señalar que el tercer sábado de cada mes se establece en la Rambla el popular Mercado del Brocanter, en el cual es posible comprar y vender muebles, objeto y todo tipo de "trastos" viejos o usado llenos de encanto. Además, la gastronomía más dulce encuentra su particular momento en la Feria de San José o Feria del Buñuelo, que se celebra durante el mes de marzo, coincidiendo con el día del santo; en el mismo mes también tiene lugar en Figueras la Firagri, evento agrícola y ganadero por excelencia.

Ya saliendo del núcleo urbano y dirigiéndonos a localidades cercanas, hay que señalar que los Carnavales de Rosas (Roses) son los más importantes de toda la Costa Brava, celebrándose durante cinco días de desenfreno, diversión y cabalgatas de disfraces, aprovechando el benigno clima de la zona. La fiesta de la Virgen de Carmen es también motivo de celebración en Rosas, como villa marinera que es; el 16 de julio se realiza la procesión marinera y por la noche, los fuegos de artificio iluminan espectacularmente la bella bahía.

La vida nocturna también es animada y vivida a tope en Figueras, gracias a la gran cantidad de bares, pubs y discotecas para todos los gustos que se pueden encontrar en la localidad. Uno más de los mil y un atractivos de esta hermosa villa, que ofrece a viajeros y turistas el lugar perfecto para disfrutar de la historia, el arte, la naturaleza y la diversión durante sus vacaciones.

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