Guías de Viajes de Rodas

Cristianos, judíos, musulmanes, italianos, griegos, turcos... Mil y una nacionalidades y variopintas culturas han pasado por esta mítica isla durante siglos y siglos. Actualmente, Rodas pertenece a Grecia y es la mayor de las islas del Mar Egeo, y también un importante enclave turístico del país. El viajero que acuda a Rodas encontrará prácticamente de todo: turismo de sol y playa, al borde de las azules y cristalinas aguas cálidas del Egeo; pero también un importante patrimonio monumental y cultural que da fe del crisol cultural que fue esta isla a lo largo de la Antigüedad. La "ciudad vieja" o "antigua ciudad" (Old City) de Rodas es un prodigio de monumentalidad y encanto, y combina sabiamente edificios de todos los tiempos bajo el inigualable sol mediterráneo. Muchos son los turistas atraídos por la fama y la belleza de Rodas, lo que hace que durante el verano la isla se llene de multitudes que acuden, ansiosas, en busca de su atractivo y su patrimonio. Sin embargo, el excelente clima de que disfruta Rodas hace que cualquier época del año sea un buen momento para visitarla.

La historia de Rodas está inevitablemente ligada a la presencia de una de las siete maravillas de la Antigüedad, y probablemente una de las más mitológicas y espectaculares: el Coloso de Rodas. Esta impresionante enorme escultura de bronce de 31 metros de altura fue tan célebre como efímera, ya que a pesar de que se tardaron sesenta y seis años en construirla, en tan sólo doce años quedó destruida por un terremoto. Sin embargo, su fama se extendió desde la antigüedad hasta nuestros días, y Rodas es recordada sobre todo por haber sido el célebre emplazamiento del infortunado Coloso. Los amantes del arte y la historia agradecerán saber que la escultura representaba a Helios, dios del sol, y fue realizada en el siglo III a. C. por Cares de Lindos. A pesar de la desaparición del Coloso (que si hubiera sobrevivido, sin duda a día de hoy sería uno de los lugares más visitados del mundo), Rodas sigue albergando gran cantidad de puntos de interés repartidos por la superficie de la isla: la propia ciudad vieja de Rodas, la población de Lindos, la Acrópolis de Lalyssos...

Desde luego, si hay algo que agradece el viajero cuando acude a distintos lugares es el poder probar una buena gastronomía. Rodas disfruta, como no podía ser de otra manera, de una herencia mediterránea y una mezcla cultural que generan una cocina deliciosa, plena de sabores, fresca y saludable. Si bien los enclaves más turísticos ostentan restaurantes de precios altos y, en ocasiones, no tanta calidad como sería de desear, sin duda los rincones más pintorescos y escondidos (y que podremos ir descubriendo a nuestro ritmo alquilando un coche para recorrer la isla) nos premiarán con encantadores bares, tascas y restaurantes en los que disfrutar de la auténtica cocina de la isla.

A pesar de que Rodas no es la isla más turística del Mar Egeo, aún así está considerada la que mejores playas tiene de todo el archipiélago. Nada menos que doscientos cincuenta kilómetros de costa rodean a la isla, y en ellos podemos disfrutar de gran cantidad de playas que se caracterizan por el precioso color azul de sus aguas transparentes, y por la fina arena dorada que tapiza su superficie. Probablemente las playas más populares y concurridas de Rodas sean las del norte, ya que están cerca de la ciudad de Rodas (la capital) y del aeropuerto. La playa de Elli es la más popular y concita el interés de los oriundos y de los turistas. Siguiendo hacia el norte, encontraremos la playa de Kalithea, en la que se ubica el balneario del mismo nombre; eso sí, es una playa de pago. En esta zona también se encuentra la playa de Faliraki, centro de reunión de los amantes de la vida nocturna, pero también perfecta para tomar el sol y disfrutar de los deportes náuticos. La costa este de la isla es la más populosa y sus playas pasan por ser las mejores: por ejemplo, las de la Bahía de Lindos, y para quienes busquen playas más desiertas, las de Lardos o Gennadi. Al sur encontraremos playas familiares como la de Prassonissi y su paseo hasta el faro, un lugar mágico por sus vistas. En cuanto a la zona oeste, es más tranquilo debido a que hay más olas, pero las playas son igualmente excelentes y mucho menos concurridas. Un consejo: la isla de Calcio posee preciosas playas que se pueden visitar, gracias a las embarcaciones que zarpan cada mañana desde el puerto de Emborio.

Si bien las playas de Rodas son sin duda un atractivo turístico de primer orden, esta isla tiene muchas otras cosas que ofrecer aparte de arena dorada y aguas transparentes. Quizás el primer lugar que se debe visitar cuando se llega a Rodas sea la Ciudad Vieja (Old City). Es la parte de la capital que conserva el patrimonio monumental más antiguo, y además es la ciudad medieval más grande de toda Europa. Se puede llegar a ella dando un agradable paseo por la costa, pasando por lugares interesantes como la Mezquita de Murad Reis. Así llegaremos a Mandraki, el puerto donde estuvo hace milenios el Coloso de Rodas y que hoy día ostenta la Torre de San Nicolás, del siglo XV. La Ciudad Vieja está amurallada y hay que caminar hasta llegar a una puerta. Dentro de este precioso lugar el tiempo parece haberse detenido, como si nos encontrásemos en plena Edad Media. En la Ciudad Vieja admiraremos la Iglesia de Santa María, que fue Catedral de los Caballeros de Rodas y que más tarde fue convertida en mezquita por los turcos; enfrente se halla el Hospital de los Caballeros, del siglo XV y que merece la pena visitar, aunque sólo sea por ver la sobrecogedora Sala de los Enfermos.

Del Hospital se accede directamente a la Calle de los Caballeros, que junto con la calle Sokratus es probablemente la más conocida y popular de la Ciudad Vieja. En la Calle de los Caballeros hay distintas posadas o residencias antiguas para los distintos países. Al final llegamos al Palacio del Gran Maestre, espectacular; a pesar de su aspecto de fortaleza medieval, en realidad es del siglo XX, ya que fue reconstruido por los italianos tras sufrir una fuerte explosión en el siglo XIX. Más adelante encontramos la Mezquita de Solimán y accederemos al barrio turco; la antes mencionada calle Sokratus era la arteria principal del antiguo bazar, y hoy día conserva su bullicio y su carácter comercial. Siguiendo esta vía terminaremos en la Plaza Ipokratus, cuya estampa en la que se puede distinguir la Lonja de los Mercaderes y la fuente turca es muy conocida.

El resto de la isla está plagada de hermosos rincones para visitar y disfrutar, dejándose llevar por el relajado ritmo de las islas Cícladas. Si bien la costa oeste ha sufrido una intensa sobreexplotación y algunas de sus playas y poblaciones son hervideros de construcciones de fea estampa, la zona este y la costa sur conservan encanto su intacto. Podemos acercarnos a visitar bellísimos pueblos como Lindos, ubicado en las faldas de un monte coronado por una ciudadela medieval. En este lugar no se permite la circulación de coches por sus empinadas callejuelas, lo que le da aún más encanto. La Ciudadela se puede visitar (todos los días excepto los lunes), y además desde allí las vistas son impresionantes. Muy cerca, Asklipios es otro bello pueblo mediterráneo que conserva los restos de un castillo y también una iglesia de estilo bizantino. Monolithos es otro lugar de referencia, al que da nombre la inmensa roca sobre la que se edificó antiguamente un castillo. La Acrópolis de Lalyssos, al norte de la isla, merece una visita, así como enclaves tan famosos como el Valle de las Mariposas (al suroeste de la capital), donde estos hermosos seres se multiplican de junio a septiembre.

La gastronomía griega tiene más de cuatro mil años de antigüedad, lo que ya de por sí es una garantía en cuanto su calidad y su gran desarrollo. Si a esto le unimos el hecho de que Grecia, y muy concretamente la isla de Rodas, han sido sucesivamente invadidas, ocupadas y visitadas por muchos otros países y culturas, descubriremos que la mezcla apasionante de esta cocina la ha convertido en todo un referente a nivel internacional. De la gastronomía de Rodas podemos destacar dos características fundamentales: la sencillez de los platos y la gran calidad de la materia prima. A los deliciosos sabores e intensos aromas de la cocina griega se le suma la tradición del país de compartir la mesa y la conversación, lo que hace del simple acto de comer todo un acontecimiento social.

El excelente aceite de oliva griego es un ingrediente que no falta en prácticamente ningún plato. Una de las recetas más sencillas, frescas y deliciosas es la de la famosa ensalada griega, elaborada con tomate fresco en rodajas, cebolla, pepinillos, queso feta (una variedad de queso fresco de cabra, suave y agrio al mismo tiempo), orégano, aceite de oliva y aceitunas tipo kalamata. Las altas temperaturas del verano hacen que estas ensaladas sean casi una obligación para empezar una comida, acompañadas por supuesto de los meze (una especie de entremeses o aperitivos que es posible degustar también a modo de tapa). Los pescados y mariscos que se pueden degustar en los puertos pesqueros son tan frescos como deliciosos; simplemente preparados a la parrilla ofrecen todos los sabores del mar y las texturas más agradables. Una receta típica de inspiración marina es la taramosalata, plato que se prepara con huevas de pescado y patatas, todo ello aromatizado con zumo de limón. Las carnes también son protagonistas de algunos platos, entre los que destacan los kebabs, de origen turco.

Las verduras de las huertas de Rodas, casi siempre de cultivo artesanal, tienen un sabor insuperable. El plato nacional griego por antonomasia, la moussaka, disfruta de la gran calidad de hortalizas como las berenjenas, que cortadas en finas lonchas y gratinadas con bechamel y carne dan lugar a esta deliciosa receta. Otro plato que combina las verduras con la carne es la domadaquia (pimientos rellenos con arroz). Todas estas recetas se pueden acompañar de las características bebidas de Grecia: el ouzo, un tipo de aguardiente fuerte que se suele mezclar con agua, y la resina, vino de origen romano que obtiene su intenso aroma (y su nombre) de su fermentación en barricas de madera selladas con resina de pino. Y para terminar una deliciosa comida en Rodas, lo mejor será probar alguno de los postres típicos griegos como la baklava (tarta de almendras y miel) o los loukumades (bollos fritos dulces, similares a los buñuelos de viento).

La primera celebración de importancia en el calendario festivo de Rodas es sin duda la Semana Santa. Su carácter religioso no impide que presente diferencias sustanciales con nuestras tradiciones. Los días de celebración comienzan con el Sábado de Lázaro (el anterior al Domingo de Ramos), durante el cual los niños recorren las calles cantando el himno de Lázaro y pidiendo dinero y huevos, que más adelante se teñirán de rojo. Después del Domingo de Ramos comienza ya la Semana Santa, plagada de procesiones. El Martes Santo, las mujeres cocinan bollos y koulourakia, mientras que al día siguiente llega la imposición de la Ceniza. El Sábado Santo es el día grande de la Resurrección; las celebraciones religiosas se combinan con las festivas, y es cuando se celebra la ceremonia del encendido de las velas, la más importante del año. Para terminar, el Domingo de Pascua se rompen los huevos teñidos y se asan corderos en espetones, acompañando el fin de fiesta con cantos y baile.

Ya en plena primavera, el mes de mayo ve llegar una de las fiestas más importantes de la isla de Rodas: el Festival Medieval de la Rosa, que se extiende hasta el mes de junio. El Festival acoge una serie de actividades, representaciones y rutas durante las cuales se revive el pasado medieval de la isla. Competiciones deportivas, partidas de ajedrez, charlas y conferencia sobre arquitectura y patrimonio, exposiciones de arte, feria de gastronomía y música en el Castillo de Monolithos... Todo un despliegue de eventos para una fiesta inolvidable que se extiende por toda la isla. Y durante la segunda quincena de junio, los amantes del rock and roll de toda la vida tienen una cita en Lindos, ya que se celebra el RhodesRock. Un festival en el que las mejores bandas especializadas en versionear a los clásicos se dan cita para una buena descarga de decibelios:Think Floyd, Letz Zep, Are You Experienced?, The Bohemians, The ZZ Tops...

El Rodos International Films & Visual Arts Festival Ecofilms (Festival Ecofilms de Artes Visuales y Cine de Rodas) es un evento temático que se encuentra entre los más importantes del mundo en lo que se refiere a cine con temática medioambiental. Se celebra la última semana de junio. Y ya en julio, concretamente a mediados, tiene lugar el Festival Watermelon (Festival Sandía, en castellano) en Apolakkia Dam. El que está considerado como el festival más fresco del verano de la isla invita a todo el mundo a homenajear a la sandía, a través de música, baile, esculturas hechas de esta jugosa fruta y un concurso en el que se premiará a la sandía más pesada. Y ya para terminar, de abril a octubre se puede ver en Rodas el Sound and Light Show, en el patio del Palacio del Gran Maestre.