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Guías de Viajes de Cracovia

Cracovia
Cracovia

La ciudad del dragón de Wawel

Una de las ciudades más antigua y bella de Polonia

 Una de las ciudades más antigua y bella de Polonia

En los márgenes del río Vístula se encuentra Cracovia, Kraków, una de las mejores elecciones a la hora de decidir como destino de vacaciones alguna ciudad de Polonia. Se trata de la capital del voivodato de la Pequeña Polonia, formada por 16 provincias de la zona sur del país. Pero, además es una de las ciudades más antiguas, bellas y con mayor historia de la República.
Desde sus orígenes fue una de las urbes económicas, científicas y artísticas más importantes del país, e incluso durante muchos siglos fue su capital. En la actualidad, también es un punto de encuentro del turismo, así como un lugar vivo que plasma entre sus muros los episodios más importantes de la humanidad.
Se trata de una de las ciudades más bellas del mundo, en parte gracias a sus históricos cascos antiguos: Stare Miasto y Kazimierz. Y es que conserva el centro histórico medieval mejor conservado de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, que también le otorgó convertirse en Capital Europea de la Cultura en el año 2000.
Ahora, con 760.000 habitantes, Cracovia se presenta al mundo como una de las zonas mejor reconstruidas de la renaciente Polonia independiente, que no para de crecer y de modernizarse, conviviendo en armonía con su pasado, perviviendo entre sus calles, orgulloso de su devenir.
En cuanto a su clima, se caracteriza por ser templado. Eso sí, en invierno, la nieve visita a menudo la ciudad con temperaturas bajo cero, mientras que los veranos ofrecen suaves días cálidos, a los que suelen acompañarles lluvias ocasionales. En definitiva, según un dicho popular, el tiempo de Cracovia se caracteriza por tener: "los días largos en junio, los más calientes en julio y los más hermosos en agosto". La ciudad de Cracovia surgió en el siglo VII con la tribu Wislanie, sin embargo su nombre y crecimiento deriva de Krakus, fundador y gobernante de la tribu de los Lechitians (polacos). Sobre la figura de Krakus existe una leyenda que cuenta cómo el líder construyó la ciudad encima una cueva ocupada por el voraz Dragón de Wawel. De ahí que uno de los mayores símbolos de los cracovianos sea el mitológico dragón.
Desde sus comienzos, la ciudad fue un centro estratégico del comercio, por lo que creció rápidamente con la edificación de castillos, iglesias, una catedral y una basílica. No obstante, la rica urbe fue destruida por las invasiones tártaras, para nuevamente ser levantada hasta llegar a su resurgimiento en 1364, con el establecimiento de la Universidad de Polonia, la segunda universidad más antigua en Europa Central tras la Universidad de Praga.
En los años venideros, la ciudad siguió creciendo bajo el dominio de diferentes dinastías, como la de Jogalia, que trajo consigo la riqueza de los negocios, la ciencia, las artes y los gremios, sobre todo el de los artesanos, cuyo oficio todavía hoy pervive y se admira por todos los que visitan la ciudad polaca.
En la Edad Moderna, Cracovia experimentó muchos cambios de gobierno y poder: Pasa a manos del Imperio Austríaco cuando se realiza el reparto de Polonia; se adhiere al Gran Ducado de Varsovia con la dominación de Napoleón Bonaparte; en 1815, consigue formarse como una ciudad libre; es nuevamente anexada al Austria, momento el que se convierte en el principal centro cultural polaco, y termina formando parte del Imperio austrohúngaro. Finalmente, llegan las dos guerras mundiales, en las que esta ciudad adquiere gran protagonismo: durante la I Guerra Mundial se transforma en la sede de un cuartel general germano y en parte del estado polaco proalemán; mientras que en la II Guerra Mundial es una de las ciudades más castigadas por la represión nazi, cuyo recuerdo pervive en el campo de concentración de Auschwitz.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Polonia sigue ocupada, en esta ocasión bajo la dominación soviética, hasta que consigue recuperar su independencia en 1989. Desde entonces, la ciudad crece, rescatando su identidad cultural, sin olvidar los episodios de su historia que le han propiciado ese carácter tan especial y único.
Ahora, la ciudad de Cracovia se presenta como uno de los destinos turísticos más atractivos de Europa del Este, gracias a su interesante historia; rica arquitectura; patrimonio artístico; su auténtica y tradicional cocina, mejor representada por los bary mleczne (bares de leche); su bellísima artesanía, así como por su ambiente cultural y musical, casi todas las noches amenizado por estupendos conciertos de Jazz. Una riqueza enmarcada por un pueblo acogedor y por el impresionante paisaje de la colina de Wawel.
Bienvenido a Cracovia, enclave de 6.000 monumentos arquitectónicos, de 2,5 millones objetos históricos, y ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Qué visitar en Cracovia: ciudad medieval y hebrea

Qué visitar en Cracovia: ciudad medieval y hebrea

Si eliges como destino de vacaciones Cracovia, te encontrarás con una ciudad cómoda que visitar, ya que su estructura, sobre todo, su zona antigua, permite disfrutar de pequeños paseos que te llevan a los lugares más emblemáticos del lugar, los cuales te mostrarán su historia y cultura.
Asimismo, ir a sus afueras supone una pequeña aventura viajando en los trenes que recuerdan la época soviética del país, como es el que te lleva a un lugar imprescindible que visitar en Cracovia: el campo de concentración de Auschwitz.
Pero, comencemos por el principio. Vigilada por la colina de Wawel se presenta Cracovia con su bellísimo casco antiguo, la ciudad vieja- Stare Miasto- conservada con su más variada y rica arquitectura que representa los estilos más destacados de su florecimiento: el renacimiento, barroco y gótico. La zona antigua, rodeada por lo que queda del muro medieval y sus 46 torres, se configura dividida por el Camino Real que comienza en la iglesia de San Florián, en el barrio de Kleparz; sigue por el Barbican de Cracovia, construido en 1499; Miasto, la calle de Florianska, a través de la Plaza de Armas, y termina en el Castillo de Wawel, el palacio de los reyes polacos.
A lo largo de este camino se descubre una bellísima arquitectura caracterizada por la riqueza de los elementos y ornamentos: vitrales, pinturas y esculturas, tanto en sus iglesias, como son: la San Basílica de María (Kosciól Mariacki), la Iglesia de San Wojciech (San Adalberto), y la Iglesia de Santa Bárbara; como en sus plazas, como es la legendaria Plaza de Armas, la céntrica Rynek Glówny, la plaza medieval más grande de Europa. Este recinto, afianzado por las casas residenciales, se ofrece al visitante con muchísimas riquezas que admirar. Empezando por su popular mercado –Sukiennice- Lonja de Paños, reconstruido al estilo renacentista; la Torre del Ayuntamiento-Wieza Ratuszowa-, que ofrece unas estupendas panorámicas; la iglesia del siglo X de San Wojciech -San Adalberto-; el monumento de 1898 dedicado al poeta Adam Mickiewicz, y terminando por la panorámica que ofrece las torres de la basílica de Santa María, del siglo XIV, que se alzan entre los muros de las casas adosadas.
Otros lugares imprescindibles que visitar son el Castillo Real, la Catedral y la Cueva del Dragón de la colina de Wawel, de 228 metros de altitud, lugar de sepultura del rey Wladyslaw Jagiello, punto emblemático para los ciudadanos polaco, y en cuya torre se escucha el tradicional y popular toque de trompeta de cada hora (hejnal).
Por último, si eliges Cracovia como destino de vacaciones, también debes descubrir el histórico edificio del siglo XIV de la Universidad Jagellónica -la más importante de Polonia-, y por supuesto el barrio judío de la ciudad, el Kazimierz, conocido por ser la zona de la comunidad hebrea desde el siglo XIV hasta la Segunda Guerra Mundial, y popularizado por la famosa película ‘La lista de Schindler’. Las enigmáticas calles de este barrio se acompañan de seis sinagogas, entre las que se encuentra Remuh, todavía abierta al culto, la antigua Sinagona, que alberga el museo de historia hebrea, y el Cementerio de Remuh.
Por otro lado, para los amantes del arte será de gran interés conocer el Museo Czartoryski, fundado en 1796, y cuya principal obra es ‘La dama del armiño’, de Leonardo da Vinci.
Y si lo que deseas es conocer algo de sus alrededores, desde luego los puntos de mayor interés son: la Mina de sal en Wieliczka y el Campo de Concentración de Auschwitz. La Mina, con más de 300 km. de galerías, es declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su belleza y por ser lugar que representa el esfuerzo de la humanidad. Entre sus galerías, antiguas habitaciones de trabajadores, destaca la Capilla Blogoslawionej Kingi, excavada entre 1895 y 1927, y el museo situado en una tercera planta bajo tierra.
En cuanto al campo de Auschwitz-Birkenau es el único campo de concentración, símbolo del Holocausto, incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata del auténtico campo de concentración y de exterminio de la época alemana nazi, cuya visita supone trasladarse al pasado más cruel mostrado a través de un museo, laboratorios de experimentación, barracones, cámaras de gas y hornos crematorios.

Gastronomía en Cracovia: esquisitos estofados, acompañados de la mejor cerveza del mundo

Gastronomía en Cracovia: esquisitos estofados, acompañados de la mejor cerveza del mundo

Cracovia ofrece una excelente y variada gastronomía propia que se ofrece en lugares tradicionales como son: sus tabernas populares, restaurantes judíos del barrio de Kazimierz, sus bares de lechev -bary mleczne- vestigios comunistas de la época, o los populares puestos callejeros.
En general, su cocina se apoya en la inclusión de frutas, verduras en conserva, setas, centeno y patata, materia prima necesaria para aguantar los días de invierno. Pero, por supuesto, hay mucho más en el menú cracoviano, comenzando por sus entrantes, entre los que destacan el arenque, la carne tártara, un plato de ternera cruda picada y condimentada al gusto con yema de huevo y cebolla, y las sopas: las de invierno, la barsszcz, de remolacha y raviolis rellenos de carne, o las de verano la botwinka y la chlodnik, preparadas en frío.
Le sigue los platos principales en los que la carne de cerdo o de caza son los más populares. Las recetas más tradicionales son los pierogi, empanadillas rellenas de carne, col fermentada setas, requesón, o cualquier otro acompañamiento; el bigos, guiso cuya duración puede ser de tres días, compuesto a base de carne, tocino, col, cebolla, ciruelas secas y vino tinto; la maczanka a la cracoviana, chuletas de cerdo, acompañada de cebolla, comino y salsa en un panecillo, y el pato estofado con alforfón de la región.
Este fuerte plato suele ir acompañado de los famosos quesos regionales elaborados con leche de oveja, oscypek y bundz, y por los dulces, algunos de procedencia europea como es la tarta de queso, sernik y el makowiec, pastel de semilla de adormidera. A los que les sigue el tradicional dulce polaco, el torcik piszyngier, crujientes barquillos de chocolates, dulcificados con licor.
La comida cracoviana se complementa de la buenísima y auténtica cerveza polaca, y se termina con licores que ayudan a digerir el fuerte almuerzo, como son: los frutales y de hierbas, las cremas dulces, los alcoholes de miel, o, por supuesto, el vodka de la región, siendo el más auténtico el elaborado por la variante Zubrówska.
También en Cracovia hay una larga tradición de comer algo rápido por la calle, de ahí los famosos puestos callejeros que ofrecen desde rosquilla de pan, precel; pannini caliente con queso u otros ingredientes, hasta salchichas. Uno de los puestos más populares que ofrece este sencillo menú es el Kielbasa Van, situado frente al mercado del este de la Stare Miasto.

Fiestas en Cracovia: Tradiciones simbólicas

Fiestas en Cracovia: Tradiciones simbólicas

Cracovia es un lugar de tradiciones, por lo que no es raro, si decides viajar a Cracovia, coincidir con alguna añeja celebración que recuerda sus más primitivos orígenes o leyendas de un pasado legendario. Algunas de sus más famosas fiestas son:
El festival Pierogow, que se celebra entre 12 y el 15 de Agosto en la misma Plaza Mayor. Se trata de una gran fiesta culinaria de gran tradición en Polonia, en la que se extiende un gran mercado al aire libre para ofrece los sabrosos productos y recetas del país, mientras los tenderos compiten por los grandes premios que otorgan un jurado popular y uno de expertos.
La tradición más colorida y olorosa de todas es la que se lleva a cabo entre el 23 y 24 de junio. Se trata de la procesión de las coronas flotantes sobre el río Vistula. La fiesta recuerda viejas historias que se muestran con grandes hogueras que dan luz a la búsqueda de una flor del helecho mágico y a la conmemoración de Wanda, la hija de Krakus. En esta fiesta, la gente deja guirnaldas encendidas sobre el río mientras suena alrededor la danza folklórica y estallan los fuegos artificiales.
Otra fiesta legendaria llega con el primer jueves siguiente a Corpus Christi. El festejo tiene lugar en el patio del Monasterio Zwierzyniec, donde la multitud se encuentra para disfrutar de la recreación de otros tiempos llevada a cabo por hombres, con trajes tradicionales, que portan la insignia de cola de caballo. Se trata de una gran procesión, encabezada por el héroe del momento, Lajkinik, que va desde el monasterio hasta la torre del Ayuntamiento, acompañada de bandas musicales y fuegos artificiales.
Por otro lado, la vida cultural de Cracovia es constante, sobre todo por la noche, cuando los numerosos clubs se llenan de música y ofrecen todo tipo de conciertos, siendo los más populares las grandes sesiones de Jazz.