Un fantástico viaje para descubrir lo mejor de Japón

No es un tópico decir que Japón es un país de contrastes, pues nos ofrece una infinidad de facetas que oscilan entre la imagen de un país ultramoderno y tecnológicamente puntero, hasta sencillas expresiones de espiritualidad, de belleza natural y de tradicionales ancestrales. Ello lo podrás comprobar a través de este recorrido, que te llevará a conocer tres de las ciudades más representativas del país.

El viaje comienza en la colorista Osaka, la tercera ciudad más grande de Japón, donde podremos disfrutar de su skyline y de sus delicias gastronómicas. Desde allí nos dirigiremos hacia Kioto, cuna de la tradición japonesa más genuina, donde se encuentran algunos de los santuarios más bellos del territorio nipón. Y finalmente, llegaremos a Tokio, una gran urbe repleta de barrios interesantes donde pasear y empaparse de su carácter único.

¡Kon’nichiwa, bienvenidos a Japón!

Descubre el programa del viaje

Día 1: España - Osaka

Vuelo con destino a Osaka. Noche a bordo.

Día 2: Osaka

Llegada, traslado al hotel y día libre. Alojamiento.

Día 3: Osaka

Día libre, durante el que podremos recorrer la ciudad por nuestra cuenta o realizar alguna excursión opcional. Alojamiento.

Día 4: Osaka

Día libre. Alojamiento.

Día 5: Osaka - Kioto

Traslado por cuenta propia a Kioto. Llegada y resto del día libre. Alojamiento.

Día 6: Kioto

Día libre en el que podremos recorrer la ciudad por nuestra cuenta o bien realizar alguna excursión opcional. Alojamiento.

Día 7: Kioto

Día libre para recorrer la ciudad por nuestra cuenta o para realizar alguna excursión opcional. Alojamiento.

Día 8: Kioto - Tokio

Traslado por cuenta del cliente hasta Tokio. Llegada y resto del día libre. Alojamiento.

Día 9: Tokio

Día libre para recorrer la ciudad por nuestra cuenta o bien para realizar excursiones opcionales. Alojamiento.

Día 10: Tokio

Día libre para recorrer la ciudad por nuestra cuenta o para llevar a cabo alguna excursión opcional. Alojamiento.

Día 11: Tokio - España

A la hora acordada, traslado al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a la ciudad de origen. Llegada, fin del viaje y de nuestros servicios.

ASISTIR A UNA FUNCIÓN DE MARIONETAS EN EL TEATRO NACIONAL DE BUNRAKU DE OSAKA

Acércate a un género dramático único en el mundo

¿Te apetece presencial un espectáculo realmente diferente? En ese caso, te invitamos a sacarle el máximo partido a tu estancia en Osaka asistiendo a un espectáculo de marionetas en el emblemático Teatro Nacional de Bunraku (Kokuritsu Bunraku Gekijo), situado en 1-12-20 Nippon-bashi Chuoku.

El recinto, inaugurado en 1984, es depositario de una tradición propia de la región de Kansai y destaca por los coloridos carteles que cuelgan del exterior. En ellos se anuncian sus singulares funciones de títeres, que tienen lugar en los meses de enero, abril, junio, julio, agosto y noviembre y que cuentan con programas de 20 días de duración. Además, también se organizan espectáculos de teatro kabuki, buyo (danza tradicional), hogaku (música tradicional) y otras disciplinas escénicas.

Una vez dentro, todo son ventajas: la acústica es inmejorable y, además, el teatro ofrece auriculares que te permitirán escuchar los diálogos en inglés en algunas representaciones. ¿Estás preparado/a para dejarte llevar por la magia de este entrañable e inolvidable show?

¿Sabías que...

...el teatro de marionetas en Japón está documentado desde el siglo XI?

En cualquier caso, lo cierto es que su consolidación definitiva no se produjo hasta la época Edo (1603-1868).

Durante gran parte del siglo XVII, el bunraku se basaba en textos ya existentes que cantaban las tragedias épicas clásicas. Todo cambió con la irrupción de Takemoto Gidayu (1651-1714), quien popularizaría la obra del dramaturgo de bunraku más famoso de todos los tiempos: Chikamatsu Monzaemon (1753-1724). Este autor confirió al teatro de marionetas una nueva técnica poética, narrativa y musical, al tiempo que dio pie a nuevas historias basadas en crónicas y acontecimientos históricos.

Además, contribuyó a que brillaran con luz propia los relatos que giraban en torno a amores imposibles (por ejemplo, de mercaderes con cortesanas), prohibidos por los estrictos códigos éticos de la época. Precisamente, éste el eje argumental de la obra cumbre de Chikamatsu: Los amantes suicidas de Sonezaki (Sonezaki Shinju), de 1703. Asimismo, esta obra, pasó a la historia del teatro nipón por ser la primera en el que el maestro titiritero —en este caso, Tatsumatsu Hachirobei (?-1734)— se mostró a su público sin la tradicional capucha negra que mantenía a los artistas en el anonimato.

Hacia 1740, se introdujeron mejoras en las técnicas de expresión y movimiento de los títeres, que hasta el momento eran poco más que una cabeza pegada a un vestido y fabricada

por el propio titiritero. A partir de entonces, los títeres, de 1 m de altura, comenzaron a dotarse de mecanismos que enriquecían sus movimientos.

Una evolución similar fue la que experimentaron los personajes, que empezaron a clasificarse en las siguientes categorías: los danshichi o personajes de carácter fuerte; la fukeokama o madrastra; los kenbishi u oficiales; los komei u hombres; los wakaotoko o adolescentes, y finalmente, las okusan, que eran hermanas, esposas o mujeres de edad avanzada.

OSAKA

La ciudad de Osaka, asentada frente a la bahía que lleva el mismo nombre, es una de las más grandes de Japón, además de ser la más importante de toda la región de Kansai. En ella encontramos también uno de los principales puertos comerciales y centros industriales del país, por lo que no es de extrañar que aquí encontremos una extraordinaria mezcolanza de elementos modernos que conviven con el espíritu más tradicional. Osaka destaca también por su buena oferta gastronómica, tanto nacional como internacional, por lo que supone una parada indispensable para todos los gourmets.

Aquellos que quieran explorar aquellos lugares que nos remiten al pasado de Japón, donde todavía reside su esencia cultural, no deben perderse algunos de los templos y santuarios históricos que se encuentran en Osaka. Es el caso, por ejemplo, de Sumiyoshi Taisha, uno de los santuarios más venerados en todo el país y, por supuesto, el más importante de la ciudad. No hay que perder tampoco la oportunidad de visitar el templo budista de Shitennoji, originario de finales del siglo VI –con diversas reconstrucciones mucho más recientes–, que como el anterior, conserva todavía la arquitectura típicamente japonesa.

En pleno contraste con los edificios anteriores tenemos el colosal Umeda Sky Building, ubicado en el céntrico barrio de Umeda. Está compuesto por dos torres simétricas, unidas por una enorme plataforma situada a unos ciento cincuenta metros de altitud, desde donde se obtienen una de las mejores vistas del país. En ella se encuentran también diversos restaurantes, desde donde podemos saborear la cocina local rodeados de una panorámica inmejorable, especialmente atractiva durante el atardecer. Cerca de este edificio, además de numerosas tiendas, restaurante y lugares de ocio, podemos ver otros edificios icónicos de la ciudad, como el Hep Five –que cuenta con una llamativa noria roja– o el Gate Tower, atravesado por una carretera.

Por último, no podemos dejar de mencionar el Castillo de Osaka, que se encuentra rodeado de jardines en una pequeña isleta en medio de la ciudad. Este edificio es uno de los símbolos arquitectónicos del lugar y, aunque comenzó a construirse en 1583, tuvo que ser reconstruido en varias ocasiones. El excelente estado de conservación con el que hoy podemos admirarlo es gracias también a los trabajos de restauración, iniciados en 1997. Para acceder a su interior deberemos sortear toda una serie de fosos y de murallas, lo que sin duda nos permite dar un salto en el tiempo y revivir la historia del lugar.

Gastronomía local

La ciudad de Osaka cuenta entre sus atractivos con una amplia y deliciosa oferta gastronómica, y está considerado como uno de los mejores lugares de Japón donde probar el sushi. Existen, además, otros platos locales que bien merecen su reconocimiento, como es el caso del kushikatsu, que consiste en un pincho de verduras, carne o marisco rebozado; las takoyaki, unas bolas de pasta de harina rellena de pulpo; y las okonomiyaki, una especie de torta rellena de verduras, carne o marisco.

TEMPLOS DEL MONTE KOYA

Al sur de la ciudad de Osaka encontramos el emblemático Monte Koya, un lugar que alberga, repartidos entre su frondoso bosque, más de un centenar de templos y centros budistas. Ubicado a más de mil metros de altitud, este enclave es, de hecho, uno de los principales centros del budismo japonés –el correspondiente a la rama shingon–, y nos invita a recorrerlo en calma para saborear su halo de misticismo y su calma absoluta.

Todavía hoy, alejado de la modernidad y el ajetreo de las grandes ciudades, sirve de espacio para la meditación a numerosos peregrinos, que acuden aquí en busca de refugio. Los visitantes extranjeros pueden, además, disfrutar de la experiencia única de pasar una noche en algunos de los centros que aquí se encuentran, disfrutando con la vida cotidiana de los monjes que los habitan. Ello implica la posibilidad de realizar con ellos los rezos de la madrugada, disfrutar de la sencilla comida que preparan, realizar largos paseos entre la naturaleza y poner en práctica algunos ejercicios de meditación.

Aunque no se pernocte en el lugar, sin duda la visita merece la pena, pues nos ofrece numerosos lugares para explorar. Uno de los más emblemáticos es el mausoleo de Kobo Daishi, el monje que fundó y popularizó las enseñanzas del budismo shingon –también conocido como la escuela del mantra–, después de sintetizar y reflexionar sobre los conocimientos aprendidos en su viaje a China. Cerca de su mausoleo encontramos muchas otras tumbas más –cerca doscientas mil–, que corresponden a ilustres personajes de la vida japonesa, samuráis, sacerdotes y nobles, así como el conocido Templo de las Linternas, en el que desde hace más de mil años hay encendidas un gran número de farolillos.

No hay que perderse tampoco el complejo principal de templos que aquí encontramos, conocido como Danjo Garan, fundado por el propio Kobo Daishi a principios del siglo IX. Entre la veintena de edificios que aquí se encuentran, destacan por ejemplo el Salón Kondo –que acoge muchas de las ceremonias más importantes–, la pagoda Konpon Daito y el Salón Miedo –una palabra que en japonés refiere a un “honorable retrato”–.

Otros de los enclaves más icónicos del Monte Koya es la majestuosa e imponente Puerta Daimon, que supera los veinticinco metros de altura y que ha sido, desde que fuera erigida en el siglo XVIII, el principal punto de acceso al recinto. Y, por último, aquellos que tengan la oportunidad de estar aquí durante el anochecer, no deben perderse la ocasión de pasear tranquilamente por la ruta Sando alumbrados únicamente por la luz de las tenues farolas que marcan el camino.

Te interesa saber...

…que a lo largo del año tienen lugar en el Monte Koya algunas festividades religiosas muy importantes. Es el caso, por ejemplo, del festival primaveral de Koya no Hi Matsuri, durante el que se realiza una ceremonia donde se queman ramas de cedro.

También está el hermoso festival de las velas, en agosto, conocido como Rousoku Matsuri, durante el que los devotos acuden a consolar las almas de sus familiares fallecidos, realizando un recorrido de velas por el camino Sando. Durante el mes de junio tiene lugar la celebración del nacimiento de Kobo Daishi, durante el que tienen lugar diversos actos en honor al fundador del lugar.

BAÑARSE EN UN ONSEN DE LA MONTAÑA SAGRADA DE KURAMA, CERCA DE KYOTO

Sumérgete en un torrente de naturaleza y espiritualidad

Debido a la gran cantidad de volcanes existentes en Japón, la geografía nipona es generosa en onsen, piscinas naturales de agua termal al aire libre que se han consolidado como uno de los mayores reclamos turísticos del país. Además, se han convertido en una válvula de escape para una población constantemente sometida al estrés, pero también en un lugar en el que se diluyen las diferencias sociales, ya que son frecuentados por hombres y mujeres de todas las edades y de cualquier condición. Incluso, hasta hace algunos años, era habitual encontrar a gente de ambos sexos bañándose juntos y desnudos, aunque hoy disponen de zonas separadas.

Por todo ello, ¿qué mejor manera de aprovechar tu estancia en Kyoto que escapándote hasta el cercano monte Kurama, situado a tan sólo 12 km del norte de la ciudad? Allí encontrarás magníficos onsen asentados en un paraje natural de gran belleza, salpicado de cipreses y con unas vistas de ensueño. ¡Prepárate para decirle adiós al estrés!

Asimismo, podrás aprovechar tu visita a esta montaña sagrada para conocer el templo de Kurama. Este santuario fue fundado en el año 770 de nuestra era por el monje Gantei, para que protegiera la recién creada ciudad de Heian Kyoo (es decir, la actual Kyoto). Actualmente, el lugar pertenece a la secta budista de Kurama Kyoo. Entre los principales atractivos de este grupo de edificios, conviene referirse a la Niomon o puerta de los Guardianes, situada a la entrada del complejo

Y si tu estancia en Kyoto se produce en la segunda quincena de octubre, no dejes de acercarte al monte Kurama para presenciar el festival del Fuego o Hi Matsuri, uno de los grandes acontecimientos anuales de la ciudad. Durante esta festividad, verás cómo los alrededores del templo se llenan de antorchas de más de 3 m de altura y 80 kg de peso.

¿Sabías que...

…Japón cuenta con más de 3.000 onsen?

Además de haber dado pie a una tradición milenaria, basada en el vínculo entre el ser humano y la naturaleza, los japoneses atribuyen a estos baños termales un origen divino. De hecho, según la tradición, los primeros en utilizarlos habrían sido dioses Oonamuchi y Sukuna-hikona, quienes, compadeciéndose de lo poco que viven las personas, crearon la medicina y los baños termales.

Con el paso de los siglos, el uso de estas piscinas naturales de agua caliente llegó a especializarse. Por ejemplo, fueron muy socorridas para mejorar la salud de los soldados heridos,

práctica que se extendió hasta la Segunda Guerra Mundial.

Como curiosidad, cabe destacar que algunos onsen no admiten a clientes con tatuajes, ya que éste es uno de los distintivos de los miembros de la Yakuza, la mafia japonesa. En cualquier caso, esta norma carece de sentido en el caso de los turistas occidentales.

PRESENCIAR UN ESPECTÁCULO DE GEISHAS EN KYOTO

Conoce el secreto mejor guardado del Japón feudal

¿Has leído el best seller de Arthur Golden Memorias de una geisha? ¿Te emocionaste con la película inspirada en el libro, galardonada con tres Oscar y un Globo de Oro? Independientemente de cuál sea tu respuesta, en tu paso por Kyoto no puede faltar una visitar al legendario distrito de Gion o al barrio de Pontocho donde las geishas, refinadas artistas expertas en música y baile, siguen maravillando a propios y extraños con su elegancia y delicadeza.

Aunque Kyoto cuenta con cuatro zonas de geishas —Gion-Kobu, Miyagawa-cho, Kamishichi-ken y Pontocho—, te aconsejamos optar por esta última. En este mítico emplazamiento, que empieza a verse salpicado por las luces de neón y el hormigón, aún conserva un buen número de ochaya, casas de té de madera en la que las geishas asombran a los entusiasmados espectadores.

Las verdaderas geishas de Kyoto reciben el nombre de geiko, término que podría traducirse como ‘hija de las artes’, y ostentan con orgullo una profesión que se remonta al siglo XVII. De todos modos, existe otro tipo de geishas, las maiko o aprendizas. Normalmente, estas chicas lucen un tocado de pelo especial y una llamativa vestimenta que incluye un obi colgante, zuecos koppori altos y un kimono interior con el cuello bordado. Cuando se conviertan en geiko, el cuello pasará a ser de color blanco, tradición conocida como eri-kae o ‘cambio de cuello’.

En cualquiera de las cuatro áreas que hemos apuntado anteriormente se organizan espectáculos públicos de geishas en primavera y en otoño. Fuera de esta época del año, no obstante, puedes contemplar a estas jóvenes sobre el escenario en ochaya, ryotei (restaurantes) y ryokan (hostales de lujo).

¿Sabías que...

…en contra de lo que muchos creen, las geishas no son prostitutas?

De hecho, esta palabra deriva de la combinación de vocablos kanji: gei (‘arte’) y sha (‘persona’), por lo que la traducción más correcta en castellano sería ‘artista’.

Sin ir más lejos, la labor de las geishas consiste en entretener a sus clientes a través del arte, la danza y la conversación, disciplinas para la que se requieren muchos años de duro aprendizaje. Aunque es cierto que hay chicas que pueden llegar a algo más, esto no es lo más habitual. Generalmente, las jóvenes que ofrecen servicios sexuales reciben el nombre de geishas onsen.

Eso sí: al igual que ocurre en la vecina China, algunas de estas jóvenes buscan a un danna o amante con una situación social acomodada que les costee una vivienda y las mantenga.

TEMPLO FUSHIMI INARI TAISHA

No hay que olvidar que la majestuosa ciudad de Kioto fue antiguamente la capital de Japón, entre los siglos VIII y XIX, por lo que no debe extrañarnos la cantidad de templos y de edificios históricos que aquí encontramos. Entre los más conocidos e importantes destaca el de Fushimi Inari Taisha, que, a pesar de que su nombre no nos resulte familiar, nos ofrece una de las imágenes más icónicas de Japón.

Este templo es uno de los principales centros sintoístas del país, una de las religiones que más adeptos tiene en territorio nipón, y está dedicado al espíritu de Inari, la diosa del arroz, representado por la figura de un zorro con unas llaves en la boca. No hay que olvidar que este alimento es la base de la alimentación japonesa, por lo que su abundancia se asocia también a la buena suerte y a la prosperidad en los negocios.

Uno de los elementos más llamativos de este recinto es el largo camino de toriis que corona la entrada, que tiene una longitud que alcanza los cuatro kilómetros y que configura una de las imágenes más populares entre los viajeros. Se conoce con el nombre de torii a los arcos tradicionales japoneses, generalmente de color rojizo, que se colocan en la entrada a los templos sintoístas para indicar que se accede a un lugar sagrado.

Desde antiguo, por lo explicado anteriormente, el culto a la diosa Inari ha sido muy popular entre los artesanos y los comerciantes locales, quienes donaban dinero para tener sus propias toriis en el recinto y asegurarse así la prosperidad en los negocios. Esta práctica sigue siendo común en la actualidad, lo que explica la enorme dimensión del citado camino, con miles y miles de puertas; las palabras en japonés que en ellos aparecen escritas corresponden a los nombres de los que las financiaron y de sus negocios.

Aunque el camino de toriis sea uno de los lugares más conocidos e interesantes, el recinto de Fushimi Inari Taisha alberga otros muchos lugares de interés, como el Salón Principal Honden, el salón de plegarias Okusha Hohaisho –también llamado Okuno-In–, la puerta Romon o las diversas cimas de la zona, coronadas por diversos santuarios. No hay que perderse tampoco el estanque Shin-ike, las lámparas de piedra de Omokaru-ishi o el Yotsu-tusji, un cruce de camino desde el que se obtienen una de las mejores vistas sobre el conjunto del santuario. Cerca de éste se encuentra también un mirador hermoso, desde donde podemos divisar buena parte de la ciudad de Kioto. 

¿Sabías que...

…el sintoísmo es una religión o conjunto de creencias originario de Japón? Uno de sus puntos más característicos es la creencias y veneración de los kami, que los espíritus que habitan en todos los elementos de la naturaleza.

Actualmente, el sintoísmo es la segunda religión más seguida por los japoneses, superada únicamente por el budismo. A pesar de esto, son muchas las personas que combinan las prácticas de ambas filosofías espirituales.

ACUDIR A UNA SUBASTA DE SUSHI EN EL MERCADO DE TSUKIJI DE TOKYO

Una experiencia única para los amantes de la gastronomía japonesa

Si eres fan de la cocina nipona, no puedes dejar de conocer la meca de uno de sus ingredientes más valorados.

Se trata, como no podía ser de otro modo, del mercado de pescado de Tsukiji, en el que se negocia diariamente la compra-venta de casi 3.000 toneladas de este preciado alimento. Esta cifra convierte a este recinto en el mayor mercado mayorista de pescado del planeta.

La subasta propiamente dicha tiene lugar de las 05:30 h a las 10:00 h, siendo el momento de mayor ajetreo la franja que va de las 05:30 h a las 06:15 h, aproxiamadamente. Durante este lapso, alrededor de 15.000 restauradores y vendedores de comida adquieren 450 tipos de productos del mar en 1.700 puestos de pequeñas dimensiones. Por lo general, los turistas —en su mayoría extranjeros, ya que este lugar no suele ser frecuentado por los propios tokiotas— asisten al espectáculo desde una zona especialmente acondicionada para ello.

Fuera del recinto, abre sus puertas el llamado mercado Exterior, donde también es posible adquirir pescado, algas deshidratadas y otros productos de procedencia marina. Además, en una de las calles adyacentes encontrarás paradas en las que venden sushi de gran calidad a muy buen precio, tempura y curry. Y por supuesto, un buen número de restaurantes y puestos de comida al aire libre en los que podrás desayunar tras haber asistido a la subasta.

¿Sabías que...

…el mercado de Tsukiji está especializado en la venta de maguro (atún) congelado, originario de lugares tan remotos como Nueva Zelanda o el Atlántico Norte?

En cualquier caso, no hay que perder de vista la difícil situación que atraviesa el atún rojo en el Pacífico: a pesar de los esfuerzos de las autoridades por mantener estable el número de ejemplares, la cifra ha ido disminuyendo progresivamente. De ahí que muchos Gobiernos estén presionando a Japón para que intensifique los controles sobre la industria pesquera.

Actualmente, en el país del Sol Naciente se consume cerca del 30% de los 1,7 millones de toneladas de atún que se pescan anualmente en todo el mundo. Asimismo, allí es donde se come el 80% de este producto crudo, servido como shashimi y aprovechando siempre las mejores piezas capturadas. Su calidad es tal que los proveedores suelen exigir precios muy altos.

PALACIO IMPERIAL DE TOKIO

En la modernísima ciudad de Tokio todavía podemos encontrar, rodeadas de hermosos e imponentes rascacielos, algunas antiguas construcciones, lo que conforma una amalgama de edificios en contrastaste que constituyen la idiosincrasia arquitectónica de las grandes ciudades niponas.

Uno de los edificios históricos más destacados de los que aquí podemos ver es el fantástico Palacio Imperial, que actualmente sigue siendo la residencia oficial de la familia imperial japonesa.

Este edifico ocupa el lugar donde antaño estaba el castillo de Edo, que albergó a la familia de los dirigentes de la dinastía shogun hasta mediados del siglo XIX. Entonces comenzaba un periodo de apertura del país, y los terrenos y algunos muros del antiguo castillo fueron reutilizados para la construcción del palacio que hoy podemos contemplar.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que debido a los devastadores bombardeos que la ciudad recibió durante la Segunda Guerra Mundial, parte del edificio fue reconstruido en 1968 siguiendo el estilo original.

Para acceder al interior del recinto, podemos dirigirnos a la plaza Kokyo Gaien, desde donde obtendremos una vista de los puentes Nijubashi, que nos dan acceso a los Jardines Orientales, que pueden visitarse por cuenta propia y que cuentan con diversos estanques rodeados de un agradable espacio ajardinado.

Este espacio es uno de los enclaves más bellos e interesantes de la parte visitable del palacio real, y nos permiten observar algunas de las puertas y torres históricas que determinan la zona intramuros.

Te interesa saber...

...que muy cerca del Palacio Imperial, se encuentra el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio, que alberga una de las mejores colecciones de arte moderno del país. Conocido también con el acrónimo MOMAT –por sus siglas en inglés–, este edificio se ubica dentro de la misma área verde donde se ubica el palacio.

CONTEMPLAR UN COMBATE DE SUMO EN EL RYOGOKU KOKUGIKAN DE TOKYO

Sé testigo de uno de los deportes más ancestrales de Japón

¿Qué te parecería ver a los corpulentos y legendarios luchadores de sumo enfrentándose sobre el tatami? Si te apetece disfrutar de este espectáculo, no dejes de acercarte hasta el Ryogoku Kokugikan (o Estadio Nacional de Sumo) de Tokyo, que abre sus puertas en un edificio inaugurado en 1985 y con capacidad para unos 10.000 espectadores.

Los combates más multitudinarios tienen lugar en domingo y cada luchador se bate una vez al día. Las luchas dan comienzo sobre las 14:30 h con los contrincantes peor clasificados y siguen en orden ascendente. Así, los mejores participantes se miden entre ellos entre las 17:00 h y las 18:00 h. Este duelo final enfrenta a los primeros clasificados, los yokozunas o grandes campeones, que son figuras muy respetadas en todo el país. Por eso, el número de espectadores va in crescendo a medida que avanza la tarde.

Por otro lado, si no eres amante de los grandes acontecimientos, también puedes optar por asistir a los combates que tienen lugar entre semana durante los primeros días del torneo, reservando tu entrada en tu hotel, en agencias de viaje o incluso, en las taquillas del estadio a partir de las 08:00 h del mismo día de la competición. Eso sí: únicamente se ponen a la venta unas 300 entradas económicos, que no se pueden comprar por Internet.

El recinto también da cabida al Museo del Sumo, en el que se exhiben los retratos de los yokozunas de los últimos dos siglos.

Del mismo modo, otra opción no menos interesante es visitar una escuela de sumo o beya. La mayoría están abiertas al público, aunque está terminantemente prohibido comer, hacer ruido o sacar fotos. Por lo general, los entrenamientos se llevan a cabo de las 04:00 h a las 10:00 h.

¿Sabías que...

…los adolescentes que ingresan en una escuela de sumo pueden pasar años sin regresar a sus casas o volver a ver a sus familias?

Asimismo, en el momento de entrar en la beya, los novatos deben de estar dispuestos a convertirse en los sirvientes de los luchadores adultos, hasta el punto de cocinar para ellos o de encargarse de la limpieza de la escuela. Además, se ven obligados a madrugar más que sus compañeros de más edad: mientras que estos últimos inician su entrenamiento a las 06:00 h, los más jóvenes tienen que estar en el tatami a las 04:00 h.

En cualquier caso, tanto los recién llegados como los más veteranos realizan una única comida diaria al mediodía, aunque ésta sea de lo más copioso. Se trata del llamado chanko-nabe, un estofado de vacuno, pescado, repollo, vegetales, tofu y fideos originario del siglo XIX y con un aporte calórico que puede superar las 10.000 kilocalorías. El famoso luchador Takamisugi, de 285 kg de peso, se hizo muy popular por haber ingerido 65 tazones de este estofado en una misma comida.

Una vez más, el chanko-nabe vuelve a ser motivo de discriminación, ya que los aprendices tienen que conformarse con lo que dejan los adultos. Tras la comida, unos y otros vuelven a los entrenamientos.

Guía de
Japón

Sus habitantes mueven la cabeza como si dijeran que sí, pero en realidad están negando algo; las huelgas en las fábricas consisten en jornadas de trabajo maratonianas, cuyo objetivo es crear problemas en los almacenes y en la cadena de distribución; los taxis libres llevan una luz roja… Aunque estas circunstancias parecen sacadas del mundo al revés, lo cierto es que hacen referencia a la tercera economía mundial y a uno de los países que han adoptado con más éxito las formas de vida occidentales: Japón.

Situado en Asia oriental, este territorio reúne un total de 6.852 islas, aunque cuatro de ellas ocupan el 98% de su superficie: éstas son, de norte a sur, Hokkaido, Honshu —la mayor y más densamente poblada, y en la que se halla la capital nacional, Tokyo—, Shikoku y Kyushu. Cada una de ellas está formada por una zona montañosa interior de origen volcánico —las montañas representan el 80% del suelo nipón— y rodeadas de angostas llanuras que se amplían a medida que se acercan al litoral. El techo del país se halla en Honshu, donde se eleva el majestuoso y emblemático Fujiyama, de

3.776 m de altitud.

De raíces milenarias, la historia de este país empieza a forjarse con la llegada, a partir del año 2500 a.C., de sucesivas oleadas de pueblos mongoles, que se establecieron en Hokkaido y Kyushu. La situación social del archipiélago no experimentaría grandes cambios hasta que, en el siglo V de nuestra era, la aparición del clan Yamato, que decía descender de la diosa Amaterasu, impuso su hegemonía imperial y adoptó la escritura china en el año 405. La irrupción del budismo en el ecuador del siglo VI daría paso a la aparición de diversas sectas y a enfrentamientos de los defensores de religión autóctona, el sintoísmo, con los partidarios de abrazar la religión de Buda.

Tras sucederse en el poder diversas dinastías imperiales, los shogunes —gobernantes de facto— controlaron el país desde los albores del siglo XVII hasta la caída del régimen feudal o bakufu en 1868, episodio que dio el pistoletazo de salida de la era Meiji o de la restauración imperial.

Sumida en una vorágine de modernización y de importantes victorias militares entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Japón acometió ambiciosos planes de expansión por el Pacífico, que le llevaron a participar en la Segunda Guerra Mundial, en la que caerían derrotados. Tras ser ocupados por las tropas estadounidenses, los japoneses emprendieron su particular milagro económico, que consagraría a su patrio como uno de los países más punteros del mundo en tecnología y a nivel financiero.

Sin embargo, este sorprendente logro no se les ha subido a la cabeza a los 127 millones de japoneses, un pueblo que sigue caracterizándose por su comedimiento y su espiritualidad (el 86% practica el budismo o el sintoísmo).

Si a todo esto le sumamos una de las tradiciones culinarias más admiradas del mundo y un imaginario heterogéneo que aúna los ecos de geishas y samuráis y la estética del manga, no queda otro remedio que rendirse al innegable magnetismo único del país del Sol Naciente.

¿A qué esperas para descubrirlo por ti mismo/a?

Cerámica japonesa
¿Sabías que...

…la cerámica japonesa raku, cada vez más popular en los países occidentales, responde en realidad a fines rituales y encierra un significado religioso?

De hecho, los boles creados mediante esta técnica, de formas irregulares y asimétricas —fruto de su peculiar proceso de producción—, van mucho más allá de su función práctica, ya que condensan los valores propios de la ceremonia del té, conocida como wabicha o chanoyu. El motivo es claro: para un budista, cualquier objeto de la vida cotidiana es capaz de conducirnos a la iluminación.

A pesar el uso ritual de la cerámica en las ceremonias budistas fue un hábito importado de China, el raku es una invención puramente japonesa. Nacido hacia 1580 en Kyoto de la mano del maestro Sen-no Rikyu, esta primera escuela de artesanos se ocupaba de la elaboración de objetos destinados a la ceremonia del té, especialmente los cuencos o chawan.

Estos recipientes se modelaban artesanalmente y se caracterizaban por sus formas austeras y simples. La asimetría de cada pieza, derivada de su fabricación manual, busca transmitir sensaciones táctiles a través del contacto de los dedos con la rugosa superficie del bol. Esto sirve para preparar los sentidos para la meditación. Además, la suavidad de la pasta empleada y su forma, que se adapta perfectamente a la palma de la mano, son dos de las razones por las que la cerámica raku ha gozado siempre de una gran aceptación.

Información útil

Preparando el viaje
Documentación necesaria

Para viajar a Japón, sólo necesitas presentar un pasaporte en regla. Si tu estancia es inferior a 90 días y no es por motivos laborales, no necesitarás tramitar ningún visado.

A tu llegada al país, te tomarán una fotografía y las huellas dactilares en el aeropuerto, como ocurre en otros países como Estados Unidos. No obstante, los menores de 16 años, los miembros del cuerpo diplomático o residentes con una acreditación oficial y las personas que visiten Japón invitados por el responsable principal de una institución oficial estarán exentas de realizar dicho trámite.

En caso de pérdida o robo del pasaporte, debes ponerte en contacto con la embajada española en Tokyo, situada en 1-3-29 Roppongi, Minato-ku, Tokyo 106-0032.

Vacunas y salud

No se exige ninguna vacuna para entrar en Japón.

En cuanto a las condiciones sanitarias, éstas son similares a las que hay en Europa, aunque en ocasiones se producen casos de intoxicación por la ingesta de alimentos crudos, especialmente en verano. Por eso, para estancias cortas, es recomendable contratar un seguro de viaje, ya que la atención médica en Japón es excelente, aunque bastante cara.

Por otro lado, las autoridades niponas han adoptado medidas para impedir el acceso al mercado de alimentos que puedan contener niveles de radiación por encima de los permitidos (puedes consultar sus mediciones en la página web del Ministerio de Educación, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón: http://www.mext.go.jp/english/). Sin embargo, recientemente se han detectado partidas de carne de vacuno contaminadas por forraje de las zonas afectadas. A pesar de que se han retirado del mercado inmediatamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de nuestro país aconseja no consumir ese tipo de carne por el momento.

Ropa y material recomendados

Dado que el clima que encontrarás en Japón variará notablemente en función de la zona que visites, debes tener muy presente las regiones que vas a recorrer a la hora de hacer la maleta. Si te diriges al centro de la isla de Honshu o al sur del país, te recomendamos que cojas de tu armario ropa ligera (camisetas de manga corta y shorts) y, en el caso de que tu estancia coincida con el invierno, prendas de abrigo. En cambio, si tienes intención de desplazarte al norte de Honshu o a la isla de Hokkaido, deberás optar por ropa gruesa, incluso si tus vacaciones son en verano.

Asimismo, aunque tu destino sean las áreas más meridionales del archipiélago, como Okinawa, no dejes de llevar contigo una chaqueta fina o un suéter si tu viaje tiene lugar entre marzo y mayo o entre septiembre y noviembre, ya que por las noches puede refrescar.

Por otro lado, también es recomendable tener a mano un impermeable o un paraguas plegable, sobre todo si vas a realizar tu visita entre mayo y octubre, la época más lluviosa del año.

Por otro lado, como en cualquier otro desplazamiento de larga distancia, no está de más incluir en tu equipaje un botiquín de primeros auxilios, o al menos, los medicamentos sin receta más habituales: antipiréticos, analgésicos, pastillas contra el mareo, etc., ya que adquirirlos en Japón puede resultar costoso y, para un extranjero, problemático.

Diferencia horaria

La hora oficial en Japón a lo largo de todo el año es GMT+9. Por lo tanto, son ocho horas más que en la España peninsular y Baleares durante el horario de invierno (de finales de octubre a finales de marzo) y siete horas más durante los meses restantes.

En el destino
Moneda

La moneda oficial de Japón es el yen (¥). Aproximadamente, un euro equivale a 144,35 yenes. En la actualidad, existen billetes en circulación de 1.000, 2.000 (aunque difíciles de ver), 5.000 y 10.000 yenes, y monedas de 1, 5, 10, 50, 100 y 500 yenes. Las monedas de 1 yen son de aluminio, mientras que las de 5 y 50 yenes tienen un agujero en el medio.

Por otro lado, las tarjetas de crédito más habituales se pueden utilizar como forma de pago en la mayoría de establecimientos del país. Además, su uso es muy común en las grandes ciudades, como Tokyo, Kyoto u Osaka. No obstante, ten en cuenta que la mayoría de los cajeros automáticos no aceptan tarjetas de crédito extranjeras. Para saber dónde puedes obtener efectivo, busca los logos de Cirrus y Plus en las entidades financieras y pide asesoramiento a tu banco antes de realizar tu viaje.

En cualquier caso, dado que la tasa de criminalidad en Japón es muy baja, llevar encima dinero en metálico es mucho menos arriesgado que en Europa o América.

Finalmente, por lo que respecta a los cheques de viaje, éstos pueden canjearse en las entidades bancarias autorizadas, en las oficinas de correos y en los grandes hoteles y centros comerciales.

Idioma

El japonés es el idioma oficial y, en general, la única lengua hablada en Japón. En algunas ciudades como Kyoto y Osaka se utiliza una variante del mismo, aunque el estándar japonés (el que se emplea en la capital, Tokyo) se ha popularizado en todo el país gracias a la televisión, la radio y el cine.

A pesar de que, fuera de los hoteles, son muy pocos los japoneses que dominan el inglés o alguna otra lengua extranjera, la población suele mostrar una gran disposición para ayudar y orientar a los turistas, por lo que, con un poco de buena voluntad (y gestualidad), se puede salvar la barrera idiomática. En cualquier caso, te aconsejamos que lleves contigo unas tarjetas con las preguntas más frecuentes.

Electricidad

En Japón, la corriente eléctrica es de 100 voltios, una tensión que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Asimismo, en Tokyo y en el este del país la frecuencia es de 50 Hz, mientras que en las ciudades situadas en la parte occidental (como Kyoto u Osaka) es a 60 Hz. Por lo que respecta a los enchufes japoneses, éstos son planos y con dos clavijas, como en Norteamérica. Por eso deberás llevar contigo un adaptador, o bien adquirir uno en cualquiera de las muchas tiendas de electrónica que hay en el país.

Tasas del país

No hay que abonar ninguna tasa para salir de Japón.

Compras

Sin duda, los artículos más típicos son los gadgets: teléfonos móviles de última generación, tabletas, ordenadores portátiles, cámaras fotográficas, reproductores de MP3 o MP4, etc. A su vez, también son muy populares los productos de artesanía lacados y esmaltados, así como las perlas. También puedes llevarte a casa uno de los tradicionales kimonos de seda a medida con su correspondiente obi, a pesar de que no resultan precisamente económicos. Igualmente, merece la pena hacerse con una ningyo, las hermosas muñecas japonesas tradicionales, o con una máscara teatral. Si pasas por Hakone, no dejes de adquirir las yosegi-zaiku o cajas mágicas, elaboradas siguiendo una técnica de marquetería única. Y si lo tuyo son los samuráis, puedes comprar una katana, aunque debes tener en cuenta que no te permitirán viajar con ella como equipaje de mano. Por descontado, los aficionados al manga tienen a su disposición un amplio abanico de cómics, libros, objetos y muñecos relacionados con este singular universo. No obstante, para los que busquen obras pictóricas más tradicionales, lo mejor es decantarse por los coloridos ukiyo-e, grabados que representan a actores teatrales o geishas.

Aduanas

Se pueden sacar del país sin recargo 500 gramos de tabaco (o 400 cigarros o 100 puros), tres botellas de 760 ml de alcohol, perfume (hasta 60 ml) y regalos y recuerdos por un valor máximo de 200.000 yenes (equivalentes a unos 1.385 euros). Sin embargo, debes de ser mayor de 20 años para poder llevarte a casa estos artículos.

Por otro lado, en Japón se aplica la libre circulación de divisas.

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