Marruecos: Ciudades Imperiales desde Marrakech, circuito clásico

Destino sorprendente

Pues, en general todo bien, con la excepción del guía que nos puso la empresa Atlas. Nos dijo que se llamaba Jafar. El tercer día, lunes, me llamó mi portera y se cortó la llamada a los pocos segundos. Cómo podía ser importante, le pedí a Jafar que me dejara mandarle por su móvil un WhatsApp pues el mío no estaba operativo. Se negó a ello diciendo que a él le costaba dinero su 4G y no estaba dispuesto a cederme datos. Tuve que regresar al Hotel Oudaya donde disponía de Wifi. Todos los días manifestaba su enojo porque mi mujer y yo no quisimos comer en los restaurantes que él seleccionaba previamente con un menú fijo para el grupo debido a que nosotros comemos poco y no estábamos dispuestos a pagar 13€ más la botella de agua (5€), en total, un mínimo de 19€ cuando en otros sitios igual de dignos comíamos por 6€, la bebida incluida, y podíamos elegir el menú. Llegó hasta anenazarnos con dejarnos tirados en Casablanca si no regresábamos a la hora en punto al autobús, cuando en todas las ocasiones fuimos nosotros los que tuvimos que esperar a los comensales casi una hora más de lo fijado por él, pero con las personas que habian aceptado comer en el restaurante que él había elegido era muy condescendiente. A lo largo de lis días casi la mitad del grupo terminó comiendo por libre, lo cual evidenció su descontento. En Fez me hizo responsable del grupo desidente. "Decidle a Juan que cuide del grupo que este lugar es peligroso". En las ruinas de Volubilis sólo nos dejó 20 minutos de tiempo libre, cuando cualquier guía de viaje aconseja entre una y dos horas. Las tuvimos que ver de prisa y corriendo sin poder verlas todas. Volvimos 5 minutos más tarde y ya se había ido con el resto del grupo y tuvimos que buscarle a la salida sin importarle nuestra suerte. Ahora sí, en sus restaurantes o en las tiendas que nos llevaba allí no había problemas de tiempo. Por cierto, el día tercero cambio la visita de los zocos de Marrakech por una a un almacén de "artesanías" que él conocía y nos abandonó allí más de una hora diciendo que él se iba a rezar. Por no quererme extender mucho, solo diré que el día séptimo, viernes, de regreso a Marrakech dijo que las poblaciones bereberes de Inmuzer de Kandar e Ifrane no se visitaban porque en su agencia solo constaban como de paso y que no tenían ningún interés, que si venían como visitas en el programa contratado era porque en nuestra agencia los gestores hacían el diseño de los programas por Google y que él era el que tenía el criterio para saber lo que merecía la pena ver. Ante las protestas reiteradas del grupo, accedió a soltarnos en la carretera que atraviesa Inmouzer sin acompañarnos, dejándonos veinte minutos libres, "bajo nuestra responsabilidad porque era un sitio peligroso". En Ifrane nos enseñó la estatua del león emblemático y nos dejó tan solo veinte minutos libres sin ni siquiera aconsejarnos los lugares más importantes para visitarlos. Así que vagamos sin rumbo fijo por el lugar mientras que el se resguardo del frío en la cafetería del hotel Chamonix Durante este trayecto pasamos mucho frio pues solo puso un ratito la calefacción del autobús después de mucho insistir. Mi mujer y yo llegamos acatarrados pues la calefacción a lo largo del viaje brilló por su ausencia y por las mañanas hizo bastante frío. Así que el viaje hubiera sido muy diferente con otro guía que, oír cierto, las explicaciones no fueron de mucha calidad y bastante escuetas

Circuito muy bueno,comida,bebida cara para nosotros extranjeros,alojamiento mucha suciedad....

Esperaba más del destino. Algo más cultural y monumental. Lo mejor Fez... Lo peor Casablanca.