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Guías de Viajes de Isla Cristina

Isla Cristina
Isla Cristina

Una ciudad muy joven con tradición pesquera y turística

Belleza inigualable

Belleza inigualable
El calificativo de "ciudad joven" le viene a la perfección a la localidad onubense de Isla Cristina, ya que fue en el siglo XVIII cuando una serie de pescadores llegados del Levante español y de Cataluña cuando recalaron en la costa de Huelva, precisamente en este punto junto a la desembocadura del Guadiana, para establecer la base de su actividad. Esto hizo que Isla Cristina se convirtiera en un importante puerto pesquero, hasta el punto de que en la actualidad es el puerto de pesca fresca más importante de toda Andalucía. Paralelamente se desarrolló en el lugar una pujante industria de salazones y conservas que se mantiene hoy día, siendo los productos elaborados en dichas industrias todo un referente en cuanto a calidad y excelencia. Además de la actividad pesquera, indudablemente hay otra muy importante en Isla Cristina: el turismo. La belleza de la costa y las playas, la limpieza y poca profundidad de las aguas atlánticas, parajes naturales excepcionales y la cercanía de la localidad con otros puntos de interés del sur de la Península Ibérica (como Ayamonte, el Parque Natural de Doñana o el Algarve portugués) han convertido a la población en el destino de preferencia de muchos turistas y viajeros nacionales e internacionales.

Isla Cristina se ha dividido actualmente en tres núcleos de población: la propia localidad de Isla Cristina y zonas de chalets y urbanizaciones como Islantilla, Urbasur y la Redondela. Islantilla es un moderno complejo vacacional, con hoteles y apartamentos de primera calidad, su propio campo de golf y centros comerciales; está compartido por los Ayuntamiento de Lepe y de Isla Cristina. Islantilla destaca por su crecimiento y edificación sostenible, totalmente respetuosos con el maravilloso paraje natural que rodea a la zona. Urbasur, por su parte, consiste en una colonia de chalets y viviendas de los años sesenta del siglo XX, que destaca por su tranquilidad; y para terminar, la Redondela es una parte del municipio original que también se comenzó a poblar en el siglo XVIII, que ha ido recuperando bastante población en los últimos años hasta casi llegar a constituir un municipio independiente.

En Isla Cristina hay de todo y para todos los gustos. Desde las maravillosas playas donde es posible relajarse al sol, nadar en pleno Atlántico o practicar todo tipo de deportes acuáticos; hasta los espectaculares humedales del Parque Natural de las Marismas de Isla Cristina, la región no ofrece ni una oportunidad para el aburrimiento Y además de sol y naturaleza, también hay historia y cultura para disfrutar, tanto en el propio término de Isla Cristina como en localidades vecinas como Ayamonte. El río Guadiana y su bella desembocadura ofrecen posibilidades de ocio sin par, como por ejemplo los relajantes paseos en barco por sus aguas, y las calles de la población están plagadas de tascas, restaurantes y bares típicos donde tapear, charlar y degustar la excepcional gastronomía de la región. La afluencia de turismo llegado del resto de España, Europa y otras partes del mundo aporta un toque cosmopolita y muy animado a Isla Cristina, convirtiendo la zona en un refererente en lo que respecta a ocio y vida nocturna. Tanto de día como de noche, en la ciudad o en plena naturaleza, las posibilidades de diversión en Isla Cristina son inagotables.

Zona de playas excepcionales y mucha cultura por descubrir

Zona de playas excepcionales y mucha cultura por descubrir
Las playas son probablemente lo primero que llama la atención en este paradisíaco punto de la Costa de la Luz andaluza. Isla Cristina disfruta de una envidiable ubicación, a orillas del océano Atlántico y en plena desembocadura del río Guadiana. Esto hace que disfrute de varias playas de fina arena dorada bajo un clima templado y agradable durante casi todo el año. Las playas de Isla Cristina ofrecen grandes extensiones de arena donde hay cabida para todos y no se conocen las aglomeraciones; destacan por su gran anchura y la presencia de bellas dunas. Una de las más populares es la playa de Islantilla, situada junto al resort turístico del mismo nombre y que es compartida por los municipios de Isla Cristina y Lepe. Es una playa urbana, de algo más de un kilómetro de extensión y de tipo familiar, donde hay todo tipo de equipamientos y existe la posibilidad de practicar distintos deportes acuáticos. Junto a esta playa se encuentra la de la Redondela de una extensión similar pero más tranquila; y a continuación, la playa de la Casita Azul, un enorme arenal de casi tres kilómetros de longitud y gran anchura muy concurrida por familias. También de tipo familiar por ser más recogida y presentar menos oleaje es la pequeña playa de El Cantil, situada junto al faro y en la Ría. Pero si el viajero busca playas más vírgenes y en contacto con la naturaleza, hará bien en encaminarse a la Punta del Caimán, una extensión de arena de unos dos kilómetros dividida en dos zonas. La primera es la Punta del Caimán propiamente dicha, de tipo rústico y con mucha tranquilidad, mientras que la segunda (a la cual se accede por una pasarela de madera) es conocida como Isla de la Gaviota y es el destino preferido de los amantes del nudismo. Otras playas de Isla Cristina son la playa Central, urbana y muy popular, y la playa del Hoyo, muy similar a la Casita Azul en naturaleza y equipamiento familiar.

En Isla Cristina hay también muchas otras opciones para disfrutar del tiempo de ocio. Las puestas de sol de este término municipal son célebres en toda la región, hasta tal punto que grandes figuras de las letras como Juan Ramón Jiménez o Rafael Alberti llegaron a alabarlas en sus textos. Esto ha hecho que se establezca un programa llamado Ruta de las Puestas de Sol impulsado por el ayuntamiento; se trata de un hermoso paseo por el muelle, frente a la costa, a lo largo del cual están inscritas una serie de citas de los poetas acerca de los atardeceres de Isla Cristina. Ya internándonos en los núcleos urbanos, podemos encontrar interesantes vestigios de la historia como por ejemplo la Sala Mudéjar del siglo XV que se conserva en el edificio del Ayuntamiento de la Redondela y que constituye la edificación más antigua de la población. También en La Redondela se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de los Doce Apóstoles, erigida entre los siglos XV y XVIII, y como curiosidad podemos señalar que el palomar más grande del sureste europeo se encuentra también en Isla Cristina; se llama Palomar de la Huerta Noble y data del siglo XVIII. El modernismo también dejó su impronta en la población, con edificios tan hermosos como la Casa de Gildita (de principios del siglo XX); hay también muestras de arquitectura estilo art déco, como la Casa de Don Román, completamente rehabilitada y que en la actualidad alberga la Biblioteca Municipal. El Patio de San Francisco, actualmente centro de bienvenida para los visitantes y con curiosos escudos masónicos, y los edificios industriales del muelle merecen también un alto en el camino. Además, una actividad que no debe pasarse por alto en Isla Cristina es recorrer el puerto pesquero y presenciar la subasta del pescado en la lonja, todo un descubrimiento.

El visitante que busque disfrutar de la naturaleza más bella y en estado puro encontrará en Isla Cristina su particular edén. El Parque Natural de las Marismas de Isla Cristina merece un recorrido pausado, para poder disfrutar de la belleza de los humedales y poder contemplar la gran variedad de aves acuáticas desde los distintos puntos de observación establecidos. La desembocadura del río Guadiana puede contemplarse también desde las aguas, en paseos en barco que ofrecen a los visitantes una experiencia diferente y un punto de vista alternativo. El agua es protagonista de excepción en la población, siendo su puerto deportivo un lugar perfecto para caminar y observar las magníficas embarcaciones o practicar distintos deportes náuticos; el paseo marítimo que une varias playas es también un recorrido muy recomendable. Y también hay que recordar que a un tiro de piedra, como quien dice, se encuentra la bella localidad de Ayamonte con sus edificios históricos (incluido su Parador, edificado en un antiguo castillo romano); parajes naturales de excepción como el Parque Natural de las Marismas de Doñana, y el Algarve portugués, todo un referente del turismo mundial.

El paraíso del marisco, el pescado y las salazones

El paraíso del marisco, el pescado y las salazones
La pesca y las actividades derivadas constituyen el medio de vida de gran parte de los habitantes de Isla Cristina. El puerto ofrece a diario excelentes especies extraídas de las aguas atlánticas, pescados y mariscos de calidad óptima. En los restaurantes y hogares de Isla Cristina es habitual ver delicias tales como los longuerones (navajas), la magnífica gamba blanca de Huelva, las delicadas coquinas y los langostinos tigre de Sanlúcar (únicos en el mundo). Además, los pescados constituyen también todo un referente gastronómico, destacando sobre todo la raya, el lenguado, la caballa, el rodaballo... Y muy especialmente, el atún.

La mojama, carne de atún en salazón, es una exquisitez de la cual el setenta y cinco por ciento de la producción mundial se reparte entre Barbate e Isla Cristina. Finamente cortada y aliñada con el mejor aceite de oliva, es un placer para los sentidos. Las conservas también ocupan un lugar de honor, siendo una auténtica tradición en Isla Cristina: melva, caballa y atún en aceite son algunas de las más apreciadas. Además, hay muchos otros magníficos pescados para degustar, a la brasa, al horno o en estupendos guisos: pargo, dentón, lubina, corvina, sargo... Todo un mundo de sabores para descubrir. No hay que dejar de probar especialidades únicas como el atún mechado, el pellejito de atún o la raya con pimentón, entre otras.

Siendo como es parte de la provincia de Huelva, Isla Cristina es el lugar perfecto para degustar el mejor jamón ibérico del mundo, además de otros embutidos (llamados en Andalucía chacinas), procedentes de la cercana localidad de Andévalo, donde también hay gran tradición cinegética y excelentes platos de caza. Además, la repostería y los postres de Isla Cristina están pensados para halagar el paladar más goloso: a las típicas Cocas de Pascua, que se consumen en Semana Santa, se les añaden también los pestiños, alfajores y mantecados navideños, y muy especialmente las sultanas de coco o los borregos (un tipo de galletas).

Carnaval, Semana Santa y más: la alegría va por barrios

Carnaval, Semana Santa y más: la alegría va por barrios

Como en muchas otras localidades andaluzas, el Carnaval es el momento en el que el año festivo empieza a desperezarse de los rigores invernales. El Carnaval de Isla Cristina es toda una celebración, hasta tal punto que ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. De hecho, se considera el tercer Carnaval más popular de España, después del de Cádiz y del de Tenerife. Comparsas, desfiles de carrozas, elecciones de las reinas, concursos de disfraces y muy especialmente el entierro de la Sardina, seguido de inmediato por el Baile de las Viudas, son eventos llenos de color y diversión. En Isla Cristina, el Carnaval se divide en dos semanas: la Semana de Teatro, cuando las murgas y las chirigotas realizan sus actuaciones y sus competiciones, y la Semana de Calle, el momento en el cual la gente sale a divertirse y a disfrutar del excelente clima.

La Semana Santa es la siguiente jornada de celebración en el calendario festivo isleño. A pesar de que es tan antigua como otras de distintos puntos de nuestra geografía, las cofradías son muy grandes y hay mucho fervor popular. Las procesiones muestras bellos pasos de gran interés artístico, y con la llegada de la primavera y los días más largos, las gentes de Isla Cristina aprovechan también para dar un tono festivo y alegre a los días de fiesta. Más adelante se celebra una romería popular: la Romería de María Auxiliadora, a la cual propios y extraños acuden bellamente ataviados, con sus caballos y carretas; y ya el 16 de julio, como corresponde a una villa pesquera y marinera, comienzan las fiestas grandes en honor de la Virgen del Carmen. El recinto ferial se engalana durante las fiestas, que cuentan con la tradicional procesión marinera y muchas actividades paralelas.

La barriada de la Redondela celebra sus fiestas en la primera quincena de agosto, en honor de la Virgen de la Esperanza, mientras que en Punta del Caimán las jornadas festivas tienen lugar la siguiente quincena y la protagonista es la Virgen del Mar. A finales de verano y en otoño también hay lugar para la diversión: en septiembre se celebra el Matapiojo o Mundo Nuevo, festividad en honor de San Francisco de Asís, y en octubre el protagonismo pasa a Nuestra Señora del Rosario con las fiestas más antiguas de la localidad. Y para terminar, dos eventos culturales de relevancia: el Festival Coral del Atlántico, con conciertos a cargo de agrupaciones nacionales e internacionales, y el Festival de Cine Inédito de Islantilla, que comparte con el vecino término municipal de Lepe.