Aunque Suiza es uno de esos destinos que destaca por su gran belleza paisajística -compuesta por grandes montañas alpinas, lagos de aguas cristalinas y exuberante vegetación-, el país europeo alberga tres ciudades estrella perfectas para hacer un city-break. O lo que es lo mismo, una escapada de corta duración.
Zúrich, Ginebra y Basilea son los lugares ideales en los que descubrir en pocos días un gran número de atractivos turísticos.
La ciudad de Zúrich, reconocida por su amplio patrimonio histórico-cultural, es una de las más visitadas del país y, sin lugar a dudas, una de las más bonitas. Es imprescindible conocer su casco antiguo o “Altstadt”, disfrutar de un relajado picnic en el lago de Zúrich o admirar una increíble panorámica desde el mirador Üetliberg.
Ginebra, por su parte, es una ciudad viva y llena de historia. Situada al sur del extenso lago Lemán, la ciudad ofrece multitud de planes de ocio y cultura, además de unas vistas espectaculares al Mont Blanc. El Muro de los Reformadores es uno de los lugares de mayor interés histórico, así como la fuente de Jet d’Eau.
Al noroeste de Suiza se encuentra la ciudad de Basilea. Uno de sus mayores atractivos es el colindante río Rin, donde es posible realizar todo tipo de actividades. Tampoco te puedes perder la esencia medieval del Marktplatz o la icónica Fuente de Tinguely.
Además, desde ellas podrás realizar múltiples excursiones a pequeños pueblos con mucho encanto y a la naturaleza más infinita que te puedes imaginar. ¿Preparado?