Un pedazo de historia a tus pies
Si ya has llegado, corre al hotel a dejar tu maleta y a hacer el check-in, ¡no tienes ni un minuto que perder! Te prometemos que será un día muy especial.
Para llegar hasta la Alhambra puedes usar el transporte público, pero nosotros te recomendamos ir a pie. Empieza la ruta en la Carrera del Darro, una de las calles más antiguas de Granada y desde la que contemplar una increíble estampa de la Alhambra. Además, esta calle tiene un importante valor histórico y alrededor de ella se erigen importantes edificios como la iglesia de Santa Ana, el convento de Santa Catalina, la casa Castril o los baños árabes del Bañuelo. Esta calle se conecta con el Paseo de los Tristes donde podrás ver los antiguos puentes de piedra y los restos de la muralla, un fondo ideal para capturar las mejores fotos.
Si cruzas el Puente del Aljibillo encontrarás la Cuesta del Rey Chico, un camino medieval que recorre el antiguo Barranco de la Aikibía y une el barrio del Albaicín con la Alhambra. Te dejará embelesado su especial encanto, un sendero enclavado en el epicentro de la historia y por el que parece que no ha pasado el tiempo. Disfruta de un tranquilo paseo contemplando las antiguas murallas, escuchando el sonido de los pájaros y el agua corriendo por los arroyos, terminando justo en el pabellón de acceso a la Alhambra.
Una vez estés en la Alhambra, disfruta de la visita que te hemos preparado, acompañado de un guía experto. Descubre la impresionante ciudad palatina y déjate envolver con la magia de sus imponentes palacios, fortalezas y espectaculares jardines.
A los pies de la Alhambra se encuentra el barrio judío de Granada, el Realejo. Un conjunto de calles empinadas y estrechas, que a pesar de las remodelaciones sigue manteniendo el espíritu de antigua judería. Date una vuelta y descubre los numerosos secretos que guarda como: las Torres Bermejas, el Campo del Príncipe o el Corral del Carbón, una alhóndiga de principios del siglo XIV que fue depósito de grano, almacén y albergue de viajeros. Y si es la hora de comer aprovecha para tomar unas tapas en alguno de los muchos sitios que encontrarás. Nosotros te recomendamos las riquísimas croquetas de Los Manueles, ¡una auténtica delicia!
Y por la tarde te aconsejamos visitar el barrio del Albaicín. El corazón de la medina árabe, situado justo en frente de la Alhambra, es considerado uno de los barrios árabes más importante de la Edad Media y Patrimonio de la Humanidad. Está lleno de rincones maravillosos fruto del importantísimo legado árabe como su entramada red de calles que se mantiene tal cual estaba de la época nazarí además de palacetes y murallas. Perderse por su laberinto de estrechas calles con olor a jazmín es como realizar un viaje por las raíces árabes de Granada. Además, es el barrio perfecto para relajarse y una gran oportunidad para conocer y empaparte del espíritu granadino.
Y si por algo destaca, es por sus increíbles vistas a la Alhambra desde cualquier punto aunque, sin duda, el mirador de San Nicolás es el más famoso. Siéntate en el pequeño muro y déjate sorprender por la imponente Alhambra a los pies de Sierra Nevada. Una increíble imagen que te dejará sin aliento y que difícilmente olvidarás.