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Guías de Viajes de Rumanía

Rumanía
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Mucho más que el personaje de Bram Stoker

Vasto patrimonio monumental y cultural

Vasto patrimonio monumental y cultural

Desde finales del siglo XIX, la sola mención de Rumanía ha ido asociada indefectiblemente a la figura de uno de sus personajes históricos más célebres, aunque también uno de los más siniestros: el príncipe valaco Vlad III (1431-1476), más conocido con el explícito sobrenombre de Vlad el Empalador. Y aunque no hay ninguna evidencia irrefutable, se da por hecho el escritor irlandés Bram Stoker (1847-1912) para crear a uno de los personajes más universales de la literatura de terror: el Conde Drácula.

No obstante, el vasto patrimonio monumental y cultural que posee Rumanía reduce esta circunstancia a una mera anécdota. Pero antes de abundar en él, conviene apuntar algunas generalidades sobre este país de Europa del Este, tan fascinante como acogedor.

Situada en el noroeste de la península Balcánica, la República de Rumanía limita al norte con Ucrania; al este, con Moldavia y el mar Negro; al sur, con Bulgaria y Serbia, y al oeste, con Hungría. Su extensión, de 238.391 km² —la novena más importante dentro del continente europeo— da cabida en la actualidad a unos 22,5 millones de habitantes.

Su accidentada geografía aglutina planicies, mesetas y montañas, entre las que destacan las cordilleras de los Cárpatos Orientales, Occidentales y Meridionales (o Alpes de Transilvania). En estos últimos se alza la cima más elevada del país: el Moldoveanu, que cuenta con 2.527 metros de altitud sobre el nivel del mar. Las tres cadenas montañosas forman un semicírculo abierto al oeste, donde se localiza la meseta de Transilvania y la región central. La llanura periférica más prolongada del país es la de Valaquia, que se expande a lo largo de 600 km. Finalmente, en el sector sudoriental, se abre paso la llanura y el delta del Danubio, que ocupa una tercera parte del territorio rumano.

El clima imperante es de tipo continental, excepto en la zona bañada por el mar Negro, cuya presencia ayuda a suavizar los contrastes térmicos. La media anual de temperaturas fluctúa entre los 11 ºC en el sur y los 7 ºC en el sector septentrional. El promedio de precipitaciones es variables, siendo el área sudoriental y los Cárpatos las zonas que presentan un menor y un mayor índice pluviométrico, respectivamente.

Desde el punto de vista histórico, cabe destacar que las tierras que hoy conforman Rumanía coinciden a grandes rasgos con los de la antigua Dacia, región que fue ocupada por los romanos a principios del siglo II a.C. Anteriormente, la zona había sido ocupada por ilirios, tracios y escitas, desplazados por los griegos en el siglo VII a.C. En el año 271 d.C., la retirada de los romanos inauguró un convulso período en el que la zona fue tomada sucesivamente por godos, hunos, ávaros, eslavos, búlgaros, magiares y mongoles. Más adelante, los principados de Valaquia y Moldavia (siglo XIV) mantuvieron su independencia hasta los albores del siglo XVI, coincidiendo con la irrupción en la zona de los otomanos. En 1691, la región de Transilvania fue anexionada por el Imperio de los Habsburgo, que en 1775 también ocuparían la región de Bucovina. Del mismo modo, Rusia se hizo con el control de la región de Besarabia en 1812. En 1861, tuvo lugar la unificación de los principados de Moldavia y Valaquia, formando así un Estado independiente que, un año después, adoptaría el nombre de Rumanía.

Ya en el siglo XX, y tras su participación en la segunda guerra balcánica, el país entró en la Primera Guerra Mundial en 1916, combatiendo en el bando aliado. Pese a ser derrotada por las fuerzas alemanas, búlgaras y turcas, el resultado final de la contienda le permitió recuperar Bucovina, Dobrudgja Meridional, Transilvania, una parte de Banato y Besarabia. En 1930, el antiguo rey Carol II regresó del exilio e instauró un régimen dictatorial, con el propósito de neutralizar el incipiente movimiento fascista. Diez años después, tras caer en la órbita alemana, tuvo que ceder Besarabia y Bucovina a la URSS, y otros territorios a Bulgaria y Hungría. En el marco de la Segunda Guerra Mundial, pese a participar con el ejército teutón en un ataque contra las tropas soviéticas (1941), tres años después firmó un armisticio con ésta y se posicionó contra Alemania.

Convertida en país satélite de la URSS tras el fin de la contienda, en 1947 se proclamó la república popular (gobernada por un régimen comunista), que en 1965 se convertiría en una república socialista. Entre 1967 y 1989, el poder estuvo en manos de Nicolae Ceaucescu, un general tiránico y corrupto. Sin embargo, a finales de los 80, un grupo de líderes comunistas caídos en desgracia constituyeron el Frente de Salvación Nacional, que decretó el fusilamiento del dictador. A esta acción siguieron, en 1990, la celebración de las primeras elecciones libres en casi medio siglo —que inauguraron la senda de la adopción de una economía de mercado— y la aprobación de la Constitución (1991), que sería reformada en el 2003. En marzo del 2004, Rumanía, entró a formar parte de la OTAN, y en enero del 2007, de la Unión Europea (UE), junto con la vecina Bulgaria.

El rumano es el idioma oficial del país. Pese a derivar del latín, éste presenta muchas similitudes con las lenguas eslavas. Le siguen en importancia el húngaro (hablado por cerca del 7% de la población, originario de Hungría). Por ejemplo, en la localidad de Odorheiu Secuiesc (Transilvania), el 95% de sus 37.000 habitantes son magiares. Del mismo modo, también cabe aludir al romaní, hablado entre las comunidades de etnias. A su vez, el ucraniano es utilizado en las áreas de Maramures, Bucovina, Dobrudja y Banato.  El inglés es el primer idioma extranjero del país, así como su fuente principal de préstamos lingüísticos y neologismos.

La moneda utilizada en todo el país es el leu rumano (cuatro leus equivalen a un euro, aproximadamente). Resulta difícil encontrar bancos o cajas españoles que trabajen con esta divisa, por lo que lo más fácil es obtenerla tras llegar a Rumanía. Asimismo, cabe tener presente que aún existen un buen número de establecimiento que no admiten las tarjetas de crédito como forma de pago.

En cuanto a los requisitos de acceso, y dada la reciente adhesión de Rumanía a la UE, sólo se precisa presentar el DNI o un pasaporte en vigor. Asimismo, no se necesita visitado ni permiso de residencia. Aunque no es obligatorio, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación recomienda a registrarse en el Registro Civil de Extranjeros si la estancia supera los tres meses. Por otro lado, no hay ninguna vacuna obligatoria, aunque se recomiendan la del tétanos, la de la hepatitis y la del tifus. Para más información, se aconseja dirigirse a la Embaja de Rumanía en España (Av. Alfonso XIII, 157, Madrid), a la Sección Consular (Av. Cardenal Herrera Oria, 134, Madrid), o bien a alguno de los consulados existentes en Almería, Barcelona, Bilbao, Castelló de la Plana, Ciudad Real, Pamplona, Murcia, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

A la hora de contratar vuelos a Rumanía, cabe reseñar que existen varias compañías que efectúan el trayecto sin escalas a la capital del país (Bucarest), como Iberia o la aerolínea rumana TAROM. Esta ciudad cuenta con dos aeropuertos: el aeropuerto internacional de Bucarest Henri Coanda (conocido en el pasado como Otopeni) y Aeropuerto Internacional Aurel Vlaicu (o de Baneasa, como se le denominaba anteriormente). No obstante, el más importante del país es el primero —en 2007 registró 5 millones de pasajeros—, que constituye también el centro de operaciones de TAROM.

Asimismo, también es posible realizar el viaje a Bucarest en autocar, desde Madrid o Barcelona. Sin embargo, el kilometraje es de vértigo: por ejemplo, la distancia que separa la Ciudad Condal de la capital rumana es de 2.597 km.  Cabe subrayar que este medio de transporte también enlaza con otras áreas de Rumanía desde el Estado español, como Bistrita.

Por último, en lo que atañe a la reserva de hoteles en Rumanía, conviene subrayar la amplia oferta de alojamiento existente, sobre todo en Bucarest y en las principales ciudades del país (entre ellas, Brasov, Cluj-Napoca, Iasi o Constanza. En esta ámbito, una opción muy aconsejable es optar por una pensiunea u hotel familiar, que suelen estar regentados por familias. Sus categorías —que viene determinada con flores en lugar de estrellas— oscilan desde las más económicas (por lo general se trata de habitaciones sin baño) hasta las más lujosas, aunque sus precios son sensiblemente inferiores a los de un hotel que ofrezca las mismas comodidades. Dentro de los áreas rurales, además, abundan las pensiones agroturísticas, que suelen ubicarse en parajes con un encanto especial.
 

Bellas iglesias fortificadas y pueblos medievales

Bellas iglesias fortificadas y pueblos medievales

En las siguientes líneas se enumeran algunos de los enclaves de mayor relevancia turística de Rumanía.

 

  • Biertan: Esta pequeña aldea ubicada en la Transilvania meridional descuella por su imponente iglesia fortificada del siglo XV. Biertan, junto con otras seis, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1993, 1999). Fundadas en la Edad Media por los sajones transilvanos (mercaderes de origen alemán), estos pueblos se caracterizan por haber preservado una distribución de los edificios de las granjas familiares y un esquema de población muy característico.
  • Brasov: Esta ciudad transilvana es una de las más importantes del país. Como principales alicientes, cabe reseñar la denominada iglesia Negra, la iglesia de San Nicolás de Schei y la torre de las Trompetas. Asimismo, en sus inmediaciones, se alza el icono arquitectónico del país y su principal reclamo turístico: el castillo de Bran (Törcsvári kastély), más conocido como el castillo de Drácula. Construido sobre una peña en 1378, su fama estriba en la creencia popular es que albergó la residencia del legendario conde Drácula. Sin embargo, no existen evidencias que corroboren esta afirmación. A lo sumo, se cree que el príncipe valaco únicamente pasó una noche en sus mazmorras, coincidiendo con la ocupación otomana.
  • Bucarest: Con algo más de dos millones de habitantes, Bucarest, situada en el sudeste de Rumanía, es la capital del país y la ciudad más poblada del mismo, así como su principal centro político, económico y cultural. De ser una pequeña villa en el siglo XVI, la población asumió la capitalidad del principado de Valaquia en 1689, dependiente del Imperio Otomano, mientras que en 1862 hizo lo propio por lo que respecta al principado de Rumanía. Pese a su rico pasado, Bucarest conserva pocos monumentos antiguos. Entre ellos, se cuentan la Corte Antigua o Curtea Veche (erigida a finales del siglo XV) y el Palacio Mogosoaia (1698-1702),  así como las iglesias de Mihai Voda (1594, ortodoxa), del Patriarcado (1665) y de Stavropoleos (1724). En lo que atañe a los 40 museos que concentra la ciudad, destacan el Museo de la Aldea y el del Campesino Rumano, el de Historia Natural Grigore Antipa, el Nacional de Cotroceni, el de Historia, el de Literatura Rumana y el dedicado al músico George Enescu. Asimismo, por lo que respecta a las zonas verdes, podrían mencionarse parque como el Cismigiu, Herastrau, Kiseleff o Tineretului, sin olvidar el zoo o el jardín botánico.
  • Cluj-Napoca: Esta ciudad del noroeste de Rumanía es el cuarto municipio más poblado del país (en el 2009 superaba los 300.000 habitantes). En los últimos tiempos, esta urbe se ha consolidado como uno de los pilares culturales del país, sin olvidar la creciente importancia de su oferta de ocio nocturno. Como principales reclamos turísticos, conviene referirse a la iglesia de San Miguel (el mayor edificio gótico de la ciudad) y a las avenidas de Eroilor y Regele Ferdinand, que constituyen sus principales arterias comerciales. Buena parte de los visitantes que reciben Cluj son de origen húngaro, nacionalidad que comparten con un una quinta parte de la población local.
  • Constanza: Esta urbe del mar Negro —que anteriormente fue conocida como Kustendje o Tomis— es la mayor ciudad del área de Dobruja, al tiempo que ostenta la capitalidad del distrito de Constanta. Además, da cabida al puerto más grande de Rumanía. Durante la temporada estival, Constanza se convierte en un reclamo para miles de turistas que acuden a ella atraídos fundamentalmente por la más famosa de sus playas: la de Mamaia.
  • Delta del Danubio: Se trata del delta más extenso y mejor preservado de todo el continente europeo. Plagado de marismas y zonas lacustres, sus más de 312.000 hectáreas son el hogar de más de 300 especies de aves y 45 de peces de agua dulce. En 1991, la UNESCO incluyó este magnífico espacio natural en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
  • Horezu: Esta localidad, perteneciente al judet (o distrito) de Vâlcea (sito en Valaquia, al sur del país) es famosa por su monasterio homónimo. Fundado en 1690 por el príncipe Constantino Brancovan, está considerado como uno de los principales exponentes del llamado estilo brancoviano. La escuela de pintura mural e iconos de Horezu alcanzó una gran popularidad en la región de los Balcanes a lo largo del siglo XVIII. En 1993, este complejo monástico ingresó en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
  • Iasi: Ésta ciudad nororiental es una de las más importantes de Rumanía desde el punto de vista histórico y demográfico (cuenta con más de 320.000 habitantes). No en balde, ostentó la capitalidad del Principado de Moldavia entre 1564 y 1859; de los Principados Unidos de Valaquia y Moldavia de 1859 a 1862, y del Reino de Rumania entre 1916-1918, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial. Además, fue sede de la universidad más antigua del país. En lo que atañe a sus monumentos, Iasi cuenta con una cincuentena de iglesias y monasterios, además de un amplio abanico de lugares de interés arquitectónico y urbanístico. Entre ellos, conviene referirse al Teatro Nacional, la Biblioteca Central Universitaria y el Jardín Botánico (todos ellos los más añejos de Rumanía), el edificio de la Ópera, la Filarmónica Estatal de Iasi y el Ateneo Tatarasi.
  • Maramures: Este judet septentrional (perteneciente a Transilvania y con una población de más de medio millón de habitantes) es conocido por albergar ocho bellísimas iglesias de madera. Arquitectónicamente, estas estilizadas edificaciones montañesas destacan por su esbelto campanario (situado en el lado oeste) y por estar rematadas con techos sencillos o dobles, cubiertos mediante tejas planas de madera. Por su innegable valor, la UNESCO añadió estas iglesias al Patrimonio  de la Humanidad en 1999.
  • Moldovita: Sito en la región de Bucovina, este municipio reúne las localidades de Moldovita, Argel, Demacusa and Rasca, así como un espectacular reclamo arquitectónico: la la iglesia de la Anunciación. Levantada durante la primera mitad del siglo XV, fue reconstruida en 1532 por Petru Rares. Los espectaculares frescos que decoran sus paredes datan de 1537.
  • Orastia: Estos bellísimos montes, que se alzan en el sudoeste del país, acogen unas espectaculares fortalezas dacias erigidas entre los siglos I a.C. y I d.C. Todas ellas ejemplifican a la perfección la fusión de la arquitectura militar y religiosa de la Antigüedad clásica con la de la Edad de Hierro tardía. A comienzos del siglo II de nuestra era, los romanos se hicieron con el control de la zona. En 1999, la UNESCO inscribió este sitio en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
  • Praid (o Parajd): Esta localidad del condado de Harghita (al este de Transilvania y en el centro de Rumanía) destaca por sus minas de sal (Dealul Sarii), las más extensas del país y una de las mayores de Europa. De hecho, en ellas se concentran más de 3.000 millones de toneladas de este preciado cloruro. Para más información, se recomienda visitar el siguiente enlace: http://www.salinapraid.ro.
  • Sibiel: Situado a poco más de una hora de Sibiu (capital del distrito homónimo), este pequeño pueblo de 400 habitantes posee una notable iglesia ortodoxa y el siempre curioso Museo de los Iconos sobre Vidrio, que reúne un total de 600 piezas procedentes de Rumanía y de otros países de Europa central.
  • Sibiu: La que fuera capital del principado de Transilvania entre 1692 y 1791 es hoy la más importante del distrito homónimo (la ciudad cuenta con más de 150.000 habitantes). Entre sus principales atractivos, destacan sus tres catedrales (ortodoxa, católica y evangélica), así como su casco antiguo. En el año 2007, Sibius fue, junto con Luxemburgo, Capital Europea de la Cultura.
  • Sighisoara: Asentada en el distrito de Mures (en los Cárpatos transilvanos) y fundada por los sajones, esta ciudad tiene como principal baza su encantador centro histórico, que condensa todo el encanto de las villas fortificadas del Medioevo. Entre sus enclaves más significativos, cabe subrayar la Torre del Reloj, la Ciudadela y el Museo de las Armas Medievales. A lo largo de su historia, la localidad adquirió una notable importancia en los circuitos comerciales de Europa central. En 1999, su casco antiguo ingresó en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
  • Sinaia: Conocida como la Perla de los Cárpatos, esta población de montaña se encuentra a 50 km al sur de Brasov, en el valle del río Prahova. Sus principales atractivos estriban en el monasterio de Sinaia (fundado en 1695 por Miguel Cantacuzino), y en el cercano castillo de Peles. Erigido en el siglo XIX por orden del rey Carol I, el edificio albergó la residencia de la familia real rumana.
  • Suceava: La región histórica de Bucovina (sita en las estribaciones de los Cárpatos, al este del país), se halla en la actualidad a caballo de dos Estados: Ucrania y Rumanía, donde la zona se enmarca en el judet de Suceava. Su principal reclamo turístico radica, sin duda, en sus siete magníficos monasterios ortodoxos de estilo bizantino: Dragomirna, Voronet, Humor, Arbore, Sucevita, Moldovita y Putna. Erigidos bajo el reinado de Esteban el Grande y emplazados en paisajes llenos de encanto, todos ellos destacan por los espectaculares frescos que ornan sus fachadas, ejecutados durante los siglos XV y XVI. La zona ha sido incorporada al Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1993, 2010).

 

Un collage de influencias foráneas

Un collage de influencias foráneas

Como ocurre en otros países del este de Europa, la cultura rumana otorga una gran relevancia a la cocina. Tanto es así que casi todas las pensiuneas cuentan con su propio restaurante e incluyen por defecto la media pensión o la pensión completa en sus tarifas.

En cualquier caso, si por algo destaca su tradición culinaria es por la enorme variedad de procesos de elaboración a los que da cabida, producto de las numerosas influencias que ha recibido a lo largo de su historia. Entre ellas, cabe destacar la gastronomía serbia, húngara y alemana. Ésta última adquiere un especial protagonismo en la región occidental del Banato, donde aún viven numerosos descendientes de inmigrantes germanos.

En lo que se refiere a las materias primas, cabe resaltar que la a carne de cerdo es sin duda la más apreciada y consumida, aunque la de ternera también goza de mucha aceptación. Asimismo, quizás la fruta más extendida es la ciruela, de la que Rumanía es uno de los principales países productores.

En el apartado de las recetas tradicionales, brilla con luz propia el sarmale, rollitos rellenos de carne de cerdo picada y verduras (especialmente col, repollo, tomate y verduras), y aderezados con un toque de pimienta. Éstos suelen servirse acompañados del segundo buque insignia de los fogones rumanos: la mamaliga o polenta, un puré elaborado a base de harina de trigo o maíz. Hasta hace muy poco, su consumo se asociaba a las clases sociales más humildes, como los campesinos.

Del mismo modo, también merecer mencionar los numerosos tipos de sopa que se preparan en este país de Europa oriental. Entre ellos, se cuentan la iskembe, un caldo de tripas propio de los Balcanes, Grecia y Turquía, Grecia. En Rumanía, éste recibe el nombre de ciorba de burta. Una variación de este plato es la ciorba de ciocanele, que se  elabora con pies de cerdo. Otro tipo de ciorba es el borscht (también conocida como borsch o borshch), una sopa de verduras que incorpora raíces de remolacha. Éstas le confieren su característica tonalidad rojiza.

Finalmente, cabe mencionar los pimientos al estilo de Banato, rellenos de carne de cerdo y champiñones, así como las exquisitas tablas de quesos que pueden degustarse en la mayoría de los restaurantes rumanos.
 

Fiestas tradicionales de Rumanía

Fiestas tradicionales de Rumanía

A continuación, se detallan por orden de aparición en el calendario algunos de los principales acontecimientos y fiestas tradicionales que tienen lugar anualmente en Rumanía.

  • Año Nuevo: El 1 de enero festivo en todo el país.
  • Aniversario de la Unificación de Moldavia y Valaquia: Cada 24 de enero, el país rememora la unión de ambos territorios, acaecida en 1859. Las dos zonas escogieron como líder político común a Alexandru Ioan Cuza, quien gobernó Moldavia y Valaquia de 1859 a 1866.
  • Dragobete: Esta jornada, que tienes sus orígenes en la mitología popular rumana, se celebra el 24 de febrero. Es el equivalente al San Valentín occidental, ya que en ella los miembros de la pareja se intercambian regalos como muestra de su amor.
  • Martisor: Cada año, el 1 de marzo da paso a diferentes festivales que dan la bienvenida a la primavera. Precisamente, el nombre de esta fecha deriva de la palabra rumana martie (marzo). Entre los ritos asociados a este festival, se cuentan el de regalar el famoso martigus, una medalla enlazada con una cuerda roja y blanca que se utiliza como amuleto para atraer la buena suerte. En la actualidad, no obstante, este talismán está considerado más bien como una muestra de amor y de amistad.
  • Baba Dochia: La traducción de esta fiesta es 'Vieja Dochia'. Este término está relacionado con la celebración, en el calendario bizantino, del día de la mártir Evdokia, que para los rumanos simboliza el comienzo de la primavera. Los días de celebración van del 1 de marzo al 3 del mismo mes.
  • Día Internacional de la Mujer Trabajadora: La celebración de esta jornada está muy arraiga en los países ortodoxos que permanecieron bajo la órbita soviética durante el siglo XX (como Bulgaria), ya que Rusia fue el primer territorio que implantó esta efeméride en Europa. Cada 8 de marzo, muchas empresas conceden el día libre a sus trabajadoras. No obstante, el origen de este día se encuentra Estados Unidos, ya que en él se recuerda a las 129 empleadas neoyorquinas que el 8 de marzo de 1908 murieron en el incendio de una nave industrial. Asimismo, esta jornada también coincide con el Día de la Madre rumano.
  • Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua (ortodoxa): Tiene que tenerse en cuenta que la fecha en la que tiene lugar no coincide siempre coincide con la de la Pascua católica. No obstante, eso sí ocurre en el 2011, año en el que ambas se celebran el 24 y el 25 de abril. Esta jornada es festiva en todo el país.
  • Festival Internacional de Teatro Contemporáneo: Este evento tiene lugar en la ciudad transilvana de Brasov en abril, y por espacio de unas tres semanas.
  • Día Internacional del Trabajo: El 1 de mayo es una fecha festiva en toda Rumanía.
  • Poiana Narciselor (Festival del Narciso): Esta fiesta, que tiene lugar durante la segunda quincena de mayo, se celebran en diversos pueblos rumanos, como Negrileasa (en el municipio de Mogos, distrito de Alba Salasu), de Sus (distrito de Hunedoara), Vad (municipio de Sercaia, distrito de Brasov) o Zervesti (municipio de Turnu Ruieni, distrito de Caras-Severin). No obstante, el festival más famoso es sin duda el de Vlahita (distrito de Harghita). Surgido en 1976, este evento da cabida a la música, el folklore y las costumbres tradicionales del país.
  • Tanjeaua de pe Marna (Festival de la Primavera de Hoteni): Este festival, que se desarrolla en la localidad transilvana de Hoteni (distrito de Maramures), tiene lugar a mediados o a finales de mayo. Entre sus actos, se cuentan diferentes demostraciones de folklore popular.
  • Feria Agrícola de Fundata: La localidad de Fundata, muy cercana a Bran, se convierte en el escenario durante el mes de junio de una de las festividades folklóricas más conocidas de Rumanía. Durante muchos años, este evento también servía a los campesinos locales para encontrar pareja.
  • Festival de Verano de Sanziene: Cada 23 de agosto, el distrito de Maramures se viste de gala para acoger esta feria tradicional.
  • Fiesta Medieval de Sighisoara: Se celebra en la ciudad transilvana de Sighisoara (distrito de Mures) en el último fin de semana de julio. En él se llevan a cabo exposiciones de cerámica y puntura, así como representaciones teatrales.
  • Festival Internacional de Cine Independiente (ANONIMUL): En la primera quincena de agosto y durante una semana, aproximadamente, la ciudad de Sfantu Gheorghe (situada en el delta del Danubio) da cabida a esta muestra cinematográfica. Para más detalles acerca de la misma, se recomienda visitar la siguiente web: http://www.festival-anonimul.ro.
  • Sunwavesfest: Este festival de música tiene lugar a medidos de agosto, en la localidad de Mamaia (sita en la costa del mar Negro). Para más información, se puede consultar el siguiente enlace: http://www.sunwaves-fest.ro/.
  • Hora la Prislop: Este festival tradicional de origen campesino se desarrolla en el distrito transilvano  de Maramures cada tercer fin de semana de agosto. En él tienen cabida exhibiciones de música y danzas tradicionales.
  • Festival Internacional de Música de Cámara de Brasov: Cada mes de septiembre, la ciudad de Brasov da cabida a este acontecimiento musical, organizado por la Orquesta Filarmónica de esta localidad.
  • BCR Open Romania: Durante la segunda quincena de septiembre, la pista del Bucharest's BNR Arenas alberga este torneo organizado por la ATP. La edición del 2010 se desarrolla entre el 20 y el 26 de septiembre.
  • Festivalul Interna?ional Cerbul de Aur: Este festival de música, creado en 1968, se celebra ciudad de Brasov, y tiene como principal patrocinador a la Televisión Rumana. A lo largo de su historia, este certamen ha contado con la presencia de artistas como Toto Cutugno, James Brown, Kylie Minogue, Diana Ross, Christina Aguilera, Cyndi Lauper, Jerry Lee Lewis, Ray Charles, UB 40, INXS, Scorpions, Tom Jones, Ricky Martin, P!nk, Sheryl Crow, Kelly Family o t.A.T.u. Pese a todo, este evento no cuenta con una periodicidad regular, ya que hay años en los que no ha tenido lugar, como ocurrió en el 2010. Suele celebrarse en septiembre.
  • Feria de Otoño de Bucarest: Esta feria, que se celebra en Bucarest durante el mes de octubre, está dedicada a San Demetrio, patrón de la capital rumana. Con motivo de esta festividad, el Museo de la Ciudad (Sos Kiseleff, 28-30) organiza exhibiciones que tienen como objetivo rescatar el patrimonio etnológico del país, dando a conocer la indumentaria, la gastronomía, la música y el folklore autóctonos.
  • Jazzandmore: Este festival de jazz tiene lugar en la ciudad de Sibiu (Alexandru Odobescu, 4). La edición del 2010 tiene lugar el 16 de octubre.
  • Kinofest: Este festival de cortometrajes tiene lugar a finales de octubre, y durante cuatro días, en Bucarest. La edición del 2010 se desarrolla del 27 al 31 de octubre. Para más información, se recomienda consultar la siguiente web: http://kinofest.com/.
  • Víspera de Todos los Santos: Debido a la creciente influencia estadounidense, las fiestas de Halloween comienzan a ser un fenómeno habitual en este país de Europea del Este.
  • Festival de Teatro Nacional de Rumanía: Este festival de arte dramático alberga la representación de obras rumanas e internacionales, incluyendo a los grandes clásicos de la literatura internacional (como Shakespeare). Se celebra desde finales de octubre y durante la primera semana de noviembre (del 30 de octubre al 7 de noviembre, en el caso del 2010). Para más información, se puede acceder a este enlace: http://www.fnt.ro/.
  • San Andrés: El 30 de noviembre, Rumanía rinde homenaje al apóstol, al que consideran el protector del país. A su vez, se cree que fue él quien le otorgó su denominación actual.
  • Día Nacional de Rumanía: Durante esta jornada, que tiene lugar cada 1 de diciembre, el país celebra el aniversario de la firma de la unión de todas las provincias rumanas. Este acontecimiento ocurrió en Alba Iulia (capital del distrito de Alba, en Transilvania) en 1918.
  • Navidad: A diferencia de otras Iglesias ortodoxas, la de Rumanía celebra la Navidad el 25 de diciembre, que es un festivo de ámbito nacional.

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