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Descubre los imperios dorados del Perú: Lambayeque y La Libertad, cunas de la civilización Moche; Áncash, el lugar perfecto para los amantes del trekking y hogar de la cultura Chavín; Ica, cuyas dunas resguardan el legado cultural de la cultura Paracas, y Cusco, antigua capital del imperio Inca, que alberga una de las nuevas 7 maravillas del mundo: Machupicchu.
En este post te hablamos sobre estos cinco destinos que promueven no solo el descubrimiento de las culturas preincas, sino también las actividades de aventura y naturaleza al aire libre; lugares ideales donde podrás sentir con más fuerza la esencia de un país inolvidable como Perú.
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La exhibición “Machu Picchu y Los Imperios Dorados del Perú” lleva difundiendo la cultura peruana desde el 2021 por todo el mundo. Desde el pasado 8 de octubre hasta el 19 de febrero de 2023, la muestra estará asentada en el Museo de las Culturas de Milán (MUDEC), con el objetivo de promocionar Perú como destino turístico.
Se trata de una colección de 192 objetos de patrimonio histórico inca, entre piezas de oro y plata del antiguo Perú, ajuares, textiles y piezas de cerámica y piedra precolombinos, parte de las colecciones del Museo Larco de Lima y del Museo de Sitio Manuel Chávez Ballón de Aguas Calientes, Cusco.
Al norte de Perú, la región de Lambayeque reúne un amplio patrimonio histórico y arqueológico de dos culturas predominantes en el Antiguo Perú: Mochica y Sicán. Parte de él se encuentra en su capital, Chiclayo, una de las áreas urbanas más importantes del país.
Lambayeque presenta otros atractivos como la Pirámide de Tucume, el Santuario Histórico Bosque de Pómac y el Área de Conservación Privada Chaparrí. Además, es posible descubrir la antigua cultura preinca en diferentes museos de la región, como el Museo Tumbas Reales de Sipán, el Museo Nacional de Sicán o el Museo de Tucume.
El departamento de La Libertad, situado en la costa norte de Perú, es el destino ideal para los que buscan la desconexión en un entorno de naturaleza pura.
Comparte con el departamento de San Martín el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el Parque Nacional del Río Abiseo (en 1983) y posee el Complejo Arqueológico de Chan Chan (en 1986).
En su capital, Trujillo, encontrarás todas las facilidades de una ciudad moderna y varios recorridos para conocer su patrimonio histórico y religioso, como la Plaza Mayor, la Basílica de la Catedral, la Casa de la Identidad, la Casa de la Emancipación y un largo etcétera.
A orillas del océano Pacífico se encuentra el departamento de Áncash. El contraste entre el árido paisaje costero y las cordilleras montañosas no deja indiferente a ningún visitante.
Situada entre las cordilleras Blanca y Negra, se trata de la región perfecta para conectar con los Andes peruanos. Uno de sus principales atractivos es el Parque Nacional Huascarán, con cientos de especies de flora y fauna y lugares arqueológicos en los que es posible viajar al pasado.
En la capital, Huaraz, podrás disfrutar de paisajes nevados dignos de estampa y visitar importantes santuarios y museos.
Este departamento está compuesto en su gran mayoría por el desierto costero del Perú. Posee tres áreas naturales protegidas: la Reserva Nacional de Paracas, la Reserva Nacional San Fernando y la Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras.
Su mayor atractivo turístico son las mundialmente famosas líneas de Nasca. Se trata de enormes líneas trazadas sobre el desierto que representan diferentes formas y cuyo origen no está del todo claro.
Otro importante punto de interés es el oasis de Huacachina, una gran laguna rodeada de palmeras en mitad del desierto, donde podrás practicar deportes de aventura como el sandboard.
Al sureste del país se encuentra el departamento de Cusco. Es uno de los principales destinos del país por su gran atractivo turístico: Machupicchu, una de las Siete Maravillas del Mundo y símbolo emblemático del país. Te sorprenderá el estado de conservación de su ciudad inca y las múltiples excursiones que puedes hacer a la cima de la montaña.
Uno de los puntos de partida más comunes hacia Machupicchu y todo un atractivo cusqueño por su patrimonio arqueológico es la ciudad de Ollantaytambo, donde rememorarás la existencia de la civilización inca a través de sus sitios arqueológicos, entre las que destaca el Templo del Sol.
Perú no dejará de sorprenderte. Es sin duda un destino donde los amantes de la cultura, la naturaleza y la aventura encontrarán la experiencia que tanto estaban buscando. ¡No te lo pierdas!
Perú es un país en el que se pueden vivir experiencias completamente distintas según la zona que se visite. Aventúrate por el desierto de Huacachina en 4x4, recorre las playas de arena negra de Paracas, conoce la infinita naturaleza de la Amazonía, sube hasta la cima del Machupicchu, descubre múltiples ruinas arqueológicas o enamórate de los encantadores pueblos nevados a los pies de los Andes.
Un país con múltiples escenarios que permite realizar actividades y deportes de todo tipo como submarinismo, surf, kayaking, trekking, escalada, sandboarding, excursionismo… solo hay que elegir entre mar, montaña, selva o desierto. ¡O combinarlo todo!
Ubicado entre Cusco y la ciudad de Machupicchu y a 2.700 metros de altura se encuentra el valle del río Vilcanota, considerado por los incas el río sagrado. De ahí el que se le conozca como el Valle Sagrado.
Existen pueblos en la zona que acogen a los turistas de manera activa, para que puedan vivir en primera persona como lo hacen ellos. Además, se ha hecho famoso también por ofrecer interesantes rutas de deportes activo como el rafting o la escalada.
Unas vacaciones no están completas sin un buen tratamiento relajante en un spa. Cusco cuenta con modernos centros de wellness equipados con lo último en aparatos tecnológicos que conseguirán que te olvides de todas tus preocupaciones y el estrés de la vida diaria.
Estos centros de belleza fusionan a la perfección lo último en tratamientos con los productos tradicionales extraídos directamente de la naturaleza para tu bienestar. Una experiencia para disfrutar con los cinco sentidos.
Hablar de Perú es hablar de gastronomía. Y es que en 2014, este país fue elegido como el mejor destino culinario del mundo. Su cocina es fusión, creatividad, actualidad y herencia, puesto que en sus platos encontramos influencias de la cocina española, la indígena, la africana y también la asiática, especialmente de la cocina japonesa.
El ceviche es un reclamo para millones de turistas, pero está bien secundado por platos tan sabrosos como las papas rellenas y los anticuchos. Además de degustar estas delicias, puedes aprender a cocinarlas en un curso de cocina local. Todo, acompañado de la bebida estrella del país: el pisco sour. ¡Buen provecho!
Perú es también pura naturaleza. Uno no puede decir que ha viajado a Perú si no ha visitado el proyecto de conservación más ambicioso del país: las Islas Ballestas. Albergan colonias de leones marinos, pingüinos de Humboldt, delfines y centenares de especies de aves.
Las excursiones a las Islas Ballestas se realizan en barcos pequeños, los mismos que realizan un recorrido por los principales puntos de interés, desde el barco se observan impresionantes acantilados, la diversidad de fauna y el geoglifo del candelabro, un misterio que podría tener 2500 años y que está dibujado en la arena.
Perú guarda en su interior milenarios tesoros portadores de historias sorprendentes. Uno de ellos es la antigua ciudad de Chan Chan. La antigua capital del Imperio Chimú está considerada la ciudad de barro más grande de América precolombina. Según los investigadores, la zona arqueológica contó entre los años 850 d.C. y 1470 d.C con una población cercana a las cien mil personas.
Localizada a 5 kilómetros de la ciudad de Trujillo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, la zona arqueológica es visitada por turistas de todo el mundo que contemplan maravillados sus diez ciudadelas amuralladas, sus pirámides, canales y calles trazadas con una armoniosa estructura urbana. Durante la visita, te sorprenderán los llamativos motivos que adornan sus muros y las formas geométricas que se pueden observar por toda la ciudad.
El reino Chimú fue una cultura preinca que se expandió por la costa norte. Cerca de las ruinas, te recomendamos visitar el balneario de Huanchaco y las famosas Huacas del Sol y de la Luna, importante santuario de la cultura Mochica.
Entrar en esta ciudad perdida a 2.430 metros de altura es conocer el antiguo corazón del Imperio Inca. Su belleza es espectacular y más si nos atrevemos a madrugar para ver un inolvidable amanecer en los Andes. Pasear entre sus templos y murallas de piedra nos introduce en un pasado de película donde la naturaleza se fusiona a la perfección con la historia de una gran civilización, la Inca. Machupicchu es para muchos un centro político, religioso y administrativo, pero también es considerado como una gran Ciudad Sagrada envuelta de misterio. Se construyó en el siglo XV por orden del inca Pachacútec, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando el explorador norteamericano Bingham lo dió realmente a conocer a todo el mundo. Su importancia histórica y cultural hicieron que en 1983 fuera declarado Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Para visitarlo, es imprescindible ir a primera hora y bien equipado con calzado cómodo, sombrero, líquido, antimosquitos y una buena botella de agua.
En los andes centrales encontramos el complejo arqueológico de Chavín de Huántar. Chavín es una de las culturas más importantes que hubo en Perú en la etapa preinca y dejaron parte de su legado en esta zona, ya que éste era un punto de peregrinación para ellos. Fue construída entre el 1200 y el 800 a.C. Entre sus restos podemos ver un laberinto subterráneo de pasillos y cámaras y estructuras como el Templo Viejo, el Templo Nuevo, la Pirámide Tello o las Cabezas Clavas. Su belleza es comparable a su historia y por ello ha conseguido erigirse en Patrimonio Mundial por la UNESCO. No muy lejos de este complejo se encuentra el Museo Nacional de Chavín, lugar donde ahora guardan las antiguas cabezas talladas que en tiempos adornaban los muros del templo.
El Parque Nacional Huascarán es un auténtico espectáculo de la naturaleza ubicado en el norte de Perú. Consta de una de las áreas con mayor diversidad biológica y cultural del país, y en él se encuentra el pico más alto de Perú, el Huascarán, con 6.768 metros sobre el nivel del mar. Por eso fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La instantánea más repetida es la de su cordillera blanca, la cadena montañosa tropical más alta del mundo, completamente cubierta de nieve reflejada en el azul turquesa del agua de sus lagunas.
ACTIVIDADES
Dentro del parque tenemos infinidad de actividades que realizar. Desde visitar algunos de sus 660 glaciares y 300 lagunas que tiene, hasta disfrutar de los deportes de alta montaña. Es un marco incomparable para practicar escalada, realizar rutas en bicicleta o simplemente hacer trekking y disfrutar de la naturaleza, eso sí, siempre contratando previamente un guía autorizado que conozca bien la zona.
Cusco es la puerta de entrada a la capital del antiguo Imperio Inca. Cruzarlo es llegar al Valle Sagrado, lleno de sitios arqueológicos que te dirigen a la mayor atracción de Perú, Machupicchu. Pero esta localidad ofrece mucho más: una arquitectura precolombina, llena de muros y palacios, que combinan con las posteriores iglesias y casas barrocas le dieron un carácter especial, motivo para ser declarada en 1983 Patrimonio Cultural de la Humanidad. Pasear por sus calles es un placer para los sentidos, pero más lo es disfrutar del buenhacer y las tradiciones andinas de sus gentes en el mercado de San Pedro o en las zonas de San Jerónimo y San Blas, buen lugar donde contemplar cómo trabajan los artistas herederos de la afamada Escuela Cusqueña en sus casas talleres.
El Qhapaq Ñan es también conocido como el Camino Inca, y es el sendero más famoso de Latinoamérica. Recorre su zona oeste, uniendo 6 países diferentes, desde Ecuador hasta Chile, pasando por Perú y ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Hoy en día podemos realizar excursiones de 2 a 4 días con noches de acampada incluidas. Sólo así conoceremos en su máximo esplendor algunos de los puntos más emblemáticos de esta red de caminos realizada por los incas y cuyo objetivo fue unir económica, social y administrativamente los pueblos del Tawantinsuyu en esta zona de los Andes.
La mayoría de las rutas parten del km 82 de la carretera de Aguas Calientes y es imprescindible llevar todo el equipo de senderismo adecuado ya que pasaréis muchas horas caminando y lo haréis a temperaturas extremas. Pero las vistas valen la pena el esfuerzo. Ver la montaña de Llulluchupampa, el espectacular paso de Huamarmihuañusca, conocido como el ‘paso de la mujer muerta’ a 4.200 metros por encima del nivel del mar, las ruinas de Sayacmarca y de Phuyupatamarca, y acabar llegando al magistral Machupicchu a la salida del sol es una imagen que no tiene precio y que recordaréis toda la vida.
En medio del desierto entre Palpa y Nasca, se encuentran las misteriosas líneas de Nasca. Son un conjunto de curiosas líneas y geoglifos trazados en el suelo que son tan grandes que sólo pueden apreciarse desde el aire o desde zonas muy elevadas. Los encontramos con todo tipo de formas, tanto geométricas, como de animales y plantas. Su misterio radica en que nunca antes han sido borradas, ni a pesar de las inclemencias del tiempo sufridas a lo largo de la historia en esta zona. Es por ello, que estas líneas continúan a día de hoy siendo un auténtico misterio a pesar de sus 2.000 años de antigüedad y fueron declaradas en 1994 como Patrimonio Mundial. Para verlas lo mejor es coger una avioneta que sobrevuele la zona o visitar la torre de observación que encontraréis en el km 424 de la carretera Panamericana desde donde tendréis vistas de 360º. Allí, a 12 metros de altura podréis conseguir unas fotos estupendas de los geoglifos del árbol, la mano y el lagarto.
El ceviche es el plato estrella de la cocina peruana, el más internacional y el que refleja a la perfección no sólo la idiosincrasia de la gastronomía local sino también explica cómo es el país. El ceviche es una receta de origen japonés que tiene como base como no podía ser de otra forma el pescado fresco. En este caso, se utiliza normalmente el lenguado, la corbina o el mero, muy frescos, marinados en limón o en lima bien ácida. Hay distintos tipos de ceviches y los podremos degustar en las distintas regiones del país. En teoría, los mejores ceviches se sirven en Cusco y sobre todo en Lima, la capital culinaria del país, pero os recomendamos que no os perdáis las variantes típicas del resto de Perú. Es digno de mención el ceviche tiradito, que se diferencia del tradicional en la forma en que se corta el pescado y que no lleva cebolla.
El rocoto es un fruto estéticamente a caballo entre un tomate y un pimiento rojo. Se utiliza con frecuencia en las cocinas de la región sur de Perú para dar sabor a los platos por su gusto dulzón pero a la vez picante. También es el protagonista principal de un plato exquisito: los rocotos rellenos. La receta es sencilla pero tremendamente efectiva: se vacía el rocoto y se le introduce carne picada, queso fresco y especias, y se cocina al horno. Tiene efectos muy positivos para el organismo. Su consumo ayuda a eliminar bacterias del estómago como pueda ser la que provoca la salmonelosis y provoca la creación de endorfinas en el cerebro, por lo que comer rocotos nos hará indiscutiblemente más felices.
Es junto al ceviche uno de los platos estrella de la gastronomía peruana. Poco ha evolucionado su elaboración con el paso de los siglos pese a los avances tecnológicos y en las técnicas dentro de las cocinas y eso significa que quien lo perfeccionó lo hizo inmejorable. Para entender qué es la pachamanca lo mejor es acudir al origen etimológico de la palabra: proviene de la lengua quechua, en la que pacha significa tierra y manka, olla; por lo que pachamanca es lo mismo que olla de tierra. Y es literalmente así. La pachamanca se cocina en un horno repleto de piedras a gran temperatura y muchas veces ese horno es artesano y se hace cavando un agujero en la tierra. Los ingredientes son abundantes y requieren de una maceración previa con especias, que dotan al plato de un sabor muy característico. Se hace con carne de cordero, cerdo y pollo envueltas en hojas de plátano, también de cuy, un animalito similar a los conejillos de indias y que se ha puesto de moda en la gastronomía peruana.
La base principal de este plato es el olluco, un tubérculo amarillo similar a la patata, y también el charqui. Es la carne seca de la alpaca, aunque recientemente también se hace de oveja y de cordero. Si nos remontamos al año 5.500 antes de Cristo, nos podemos imaginar a los primeros pobladores del Perú secando la carne de la alpaca al frío y al sol para poder conservar el alimento y obtener así un producto perfecto para mantenerse en buen estado durante mucho tiempo. Pues bien, 7.000 años después, el olluquito con charqui sigue siendo un plato básico en la gastronomía del país y os recomendamos que lo probéis. Lleva una guarnición de arroz.
La papa a la huancaína es un plato delicioso, con una salsa que te hará chuparte los dedos y a los más atrevidos hacer ‘barquitos’ con algún trozo de pan para no dejar ni gota. El secreto de este plato es la salsa y su elaboración no es sencilla, porque es fundamental que esté bien ligada y no haya grumos. Lleva ají molido, leche, aceite y queso fresco. Todo, para bañar y a veces inundar una alfombra de papas sancochadas que duermen sobre un lecho de hojas de lechuga. La presentación clásica de este plato incorpora aceitunas negras y huevos duros partidos por la mitad.
El pollo a la brasa se suele asar al carbón o a la leña después de haberlo marinado con especias y cerveza negra. Todo, en un horno giratorio, que permite cocinar al animal de manera uniforme. Se sirve con patatas fritas y diferentes salsas, ya sea ketchup, mostaza o mayonesa. Hasta la década de los 70 era un plato que sólo se podían permitir las clases altas del país, pero en las últimas décadas del siglo XX se popularizó el consumo de pollo y, de hecho, se ha convertido en el plato que más se come en el país, por encima incluso del ceviche. La versión original consistía en el pollo (cocido en las brasas de carbón y marinado solo con sal) servido con papas fritas y degustado directamente con las manos, sin cubiertos. Algunos pensarán… “para comer pollo a la brasa ya lo como en mi casa”. Gran error: nunca probarán algo similar fuera de Perú.
Es fundamental planear el viaje con tiempo si queremos subir al Machu Picchu por el Camino Inca, porque hay que solicitar el permiso para transitar por esta vía con 6 meses de antelación. Si no tenéis esos 6 meses no os preocupéis, porque hay muchas vías alternativas para poder acceder. Por otra parte, tened en cuenta que durante el mes de febrero el Camino Inca cierra por labores de mantenimiento.
CAMINOS ALTERNATIVOS
En su lucha por un turismo sostenible, el Gobierno de Perú limita desde el año 2004 el acceso al Camino Inca para llegar al Machu Picchu y sólo pueden recorrerlo 500 personas al día. Pero si no consigues una de esas plazas no te preocupes, hay más caminos alternativos para llegar a la ciudad. El más popular es el de Salkantay y junto al resto de opciones suponen una auténtica aventura para el turista porque es frecuente ser los únicos que lo recorren ese día y porque es posible interactuar con los lugareños, que no están tan acostumbrados a ver turistas como los del Camino Inca.
ALTITUD
Es importante tener en cuenta que algunos visitantes pueden sufrir el llamado mal de altura, que se suele notar a partir de los 2.500 metros. Es fundamental aclimatarse y tomárselo con calma.
HUSO HORARIO
Perú está en el huso horario GMT -5, es decir, 6 horas menos que en España.
ELECTRICIDAD
En lo que respecta a la electricidad, muy importante a la hora de cargar los teléfonos, enchufar un secador de pelo o una máquina de afeitar, hay que tener en cuenta que la mayoría de enchufes son de 220V, pero es mejor comprobarlo antes pidiendo información en el hotel o en el lugar que nos encontremos. Es muy sencillo comprar pequeños adaptadores en cualquier ciudad que nos ahorrarán un disgusto por unos cuantos Nuevos Soles.
MONEDA
El Nuevo Sol es la unidad monetaria de Perú. Hay casas de cambio y se puede cambiar moneda en la mayoría de las entidades bancarias y también en los aeropuertos. No se puede pagar en euros pero sí en dólares americanos, que son aceptados en la mayoría de comercios.
PROPINAS
En los restaurantes, por ejemplo, es típico dejar propina. Para calcular más o menos y no equivocarnos es habitual dejar entre un 5 y un 10% de lo que hayamos consumido. Se puede dejar en efectivo o también con la tarjeta, ya que una gran parte de los comercios y restaurantes aceptan pagos con tarjeta de débito y de crédito.
En cuanto a los requisitos de acceso al país, si viajamos a Perú para hacer turismo, el Gobierno nos otorga la posibilidad de disfrutar del país 183 días sin necesidad de obtener ningún visado si viajamos desde España. El único requisito es tener el pasaporte en vigor.
En cuanto a temas sanitarios, todas las capitales cuentan con hospitales modernos y preparados para cualquier eventualidad. De toas formas, siempre es recomendable contratar un seguro médico para el viaje.
Antes de salir, debemos tener en cuenta que las autoridades sanitarias no obligan a vacunarse ante ninguna enfermedad, aunque recomienda hacerlo para prevenir la fiebre amarilla, presente en las zonas amazónicas.
Consulta la previsión meteorológica del país
Perú está situado cerca del Ecuador y a una altitud de más de 2.000 metros de altura y eso complica la descripción del clima. La temperatura media oscila entre los 14ºC y los 18ºC, aunque estos valores varían mucho si hablamos de la zona selvática, la costa o la zona de los Andes. En la costa prácticamente no hay jornadas con lluvia y los valores más elevados se encuentran entre los meses de diciembre y marzo.
En cuanto a la zona de montaña, la estación seca es la de los meses de mayo a octubre. También hace calor durante el día aunque refresca por la noche. La temporada de lluvias va desde el mes de noviembre hasta abril. La zona del Amazonas es mucho más húmeda y en un mismo día podemos disfrutar de una mañana soleada y de un auténtico chaparrón tropical por la tarde.