Orléans

La fluvial

Desde las calles estrechas bordeadas de casas medievales hasta l´Île Charlemagne, rumbo a las orillas del Loira para un paseo urbano en un entorno natural. El Quai du Roi y su mercado de los sábados, las líneas arquitectónicas del puente de Europa, el viejo Orléans en el puente Georges V, la guinguette Le Ponton situada en el Quai du Châtelet, el puente Thinat que da acceso a l´Île Charlemagne: el corazón de la ciudad late al ritmo del río Loira.

 

Importante puerto fluvial hasta mediados del siglo XIX, Orléans y sus muelles se ponen en escena cada dos años con el Festival del Loira, el mayor encuentro europeo de la marina fluvial. Festiva y cultural, Orléans también destaca por sus sitios dedicados a la Historia del Arte, la creación contemporánea, el futurista y audaz FRAC, el Museo de Bellas Artes de Orléans (uno de los más antiguos de Francia) o el Hôtel Cabu que alberga el Museo Histórico y Arqueológico de Orléanais. Entre los monumentos de la ciudad, la catedral Sainte-Croix, el hotel Groslot, la cripta Saint-Aignan, el convento de los Mínimos, la casa de Juana de Arco son de visita obligada. El punto culminante de cualquier paseo son los numerosos jardines que evocan el saber hacer hortícola de Orléans y su región. Entre ellos, el Parque Floral de la Source es un puro encanto.

 

La historia de la capital del Loira es inseparable de la de Juana de Arco, que expulsó a los ingleses de Orléans el 8 de mayo de 1429. Orléans siempre ha conservado el recuerdo del pasaje del que todavía se conoce como la Doncella de Orléans. Por ello cada 8 de mayo tienen lugar las fiestas en honor a Juana de Arco, llenando la ciudad de alegría y jovialidad 6 siglos después.

El Loira a golpe de pedal

Itinerarios para todos

El Loira en bici

A lo largo de 900 km, La Loire à Vélo es una de las más bellas rutas ciclistas de Francia. La mayor parte del itinerario de Loire à Vélo atraviesa una zona situada en el perímetro inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Totalmente señalizada, la ruta se adapta a todos los públicos y discurre por paisajes únicos. Sea por un día, un fin de semana o varias semanas, permite explorar un territorio protegido.

 

Muchos castillos y monumentos excepcionales se pueden descubrir a lo largo de la ruta de La Loire à Vélo: Amboise, Angers, Azay-le-Rideau, Blois, Chambord, Chaumont-sur-Loire, Chenonceau, Cheverny, Chinon, Clos-Lucé, Fontevraud, Nantes, Langeais, Saumur, Sully-sur-Loire ó Villandry. La Loire à Vélo se vuelve urbana a su paso por las ciudades de Orléans, Blois, Amboise, Tours, Saumur, Angers, Nantes o Saint-Nazaire. El recorrido invita también a descubrir la fauna, la flora, sin olvidar hacer un descanso refrescante y gourmet en las guinguettes.

 

Por lo que se refiere a la logística, no hay ninguna dificultad: a lo largo de todo el itinerario hay empresas de alquiler de bicicletas, consignas de equipaje, zonas específicas para bicicletas en los trenes del Loira y los 650 profesionales de la red « Accueil Vélo », que ofrecen servicios adaptados a las necesidades de los ciclistas.

Déjate envolver por la magia del Valle del Loira

Paisaje cultural Patrimonio de la Unesco

Valle del Loira, paisaje cultural vivo

El Valle del Loira es un paisaje cultural clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000. Sigue en parte la ruta del Valle del Loira y se extiende a lo largo de 280 km, desde Sully-sur-Loire (Loiret) hasta Chalonnes-sur-Loire (Maine-et-Loire). El perímetro clasificado por la Unesco incluye ciudades históricas como Orléans, Blois, Amboise, Tours, Chinon, Montsoreau, Saumur y Angers. El valle del Loira se caracteriza por la combinación de varios elementos.

 

El Loira, la tierra del Loira que alimentó las vides y dio origen a los vinos del Loira, y los hombres que han construido una identidad cultural del Loira a lo largo de la historia. La toba calcárea, o tuffeau, es la piedra emblemática del Valle del Loira, tan característica de sus monumentos, ciudades y pueblos. Descubre también las casas cueva, o troglodíticas, típicas del Loira, que ahora se han convertido en museos, cultivos de setas, bodegas y modernas casas de bajo consumo energético. Antes de que surgieran los puentes y los ferrocarriles, el transporte fluvial en el río Loira mantenía una intensa actividad comercial. Hoy en día, las toues y gabarras que se pueden ver en el río son turísticas: paseos en barco, observación de la fauna y flora, alojamientos insólitos. El Valle del Loira es conocido como el “Jardín de Francia”.

 

Los más famosos son los Jardines de Villandry, verdadero símbolo de los jardines renacentistas. También son dignos de mención los jardines del Castillo de Chenonceau, los jardines del Castillo de Cheverny, la fantasía de los jardines del Castillo del Rivau y los jardines del Castillo Real de Amboise, con sus bolas de boj delicadamente talladas. El Valle del Loira también es una tierra de huertos y vergeles y la tercera región vitivinícola más grande de Francia. Destaca por el gran número de bodegas ecológicas certificadas.

 

La variedad de tipos de uva y suelos da lugar a vinos muy diferentes: blancos, tintos o rosados, espumosos, secos, semisecos, tánicos o afrutados. Los mercados regionales son todo un deleite para los ojos y el paladar. En 2020 el Valle del Loira celebró el 20º aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por sus “paisajes culturales vivos”.

¿Qué hacer en Valle del Loira?
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Ruta de Leonardo da Vinci y el Renacimiento francés

Ruta por los Castillos reales del Valle del Loira

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