Ciudad real de Loches

Centro de arte y naturaleza

En el Valle del Loira encontramos este precioso ejemplo de castillo militar del siglo IX, con un espectacular jardín medieval en su interior, con una extensión de 700 metros cuadrados. La localidad donde se erigió es Loches, una villa muy distinguida entre los franceses por sus importantes vestigios artísticos e históricos, así como su amplia cantidad de jardines, bosques y rincones verdes y floridos. El castillo fue diseñado y ocupado durante el siglo XII por Enrique II de Inglaterra y Ricardo Corazón de León, su hijo. En su batalla por recuperar el control sobre la región, el rey francés Felipe II asaltó el castillo en el 1205, quien ordenó su reconstrucción inmediata, reforzando su propósito como fortaleza militar. Décadas posteriores, Carlos VII de Francia convierte el Castillo de Loches en una de sus residencias preferentes y, posteriormente, se lo regaló a su amante, Agnès Sorel.

 

Durante los años de la Guerra de Independencia en los Estados Unidos de América, Francia apoyó a los Estados Unidos contra los ingleses y el rey Luis XVII utilizó el castillo como prisión para recluir a los ingleses capturados durante la batalla. Durante los años de la Revolución Francesa, el castillo fue duramente saqueado por los revolucionarios y seriamente dañado. Su restauración no comenzó hasta el siglo XIX y, de hecho, lo que podrás apreciar hoy en día son sólo las ruinas de lo que en su día fue un colosal fuerte defensivo, referente de la época. Adyacentes a estas ruinas, están el castillo y la iglesia de San Ours, también abiertos al público. El Ministerio de Cultura francés consideró en el año 1861 que el castillo de Loches debía ser considerado como monumento histórico, denominación que perdura hasta nuestros días.

El Loira a golpe de pedal

Itinerarios para todos

El Loira en bici

A lo largo de 900 km, La Loire à Vélo es una de las más bellas rutas ciclistas de Francia. La mayor parte del itinerario de Loire à Vélo atraviesa una zona situada en el perímetro inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Totalmente señalizada, la ruta se adapta a todos los públicos y discurre por paisajes únicos. Sea por un día, un fin de semana o varias semanas, permite explorar un territorio protegido.

 

Muchos castillos y monumentos excepcionales se pueden descubrir a lo largo de la ruta de La Loire à Vélo: Amboise, Angers, Azay-le-Rideau, Blois, Chambord, Chaumont-sur-Loire, Chenonceau, Cheverny, Chinon, Clos-Lucé, Fontevraud, Nantes, Langeais, Saumur, Sully-sur-Loire ó Villandry. La Loire à Vélo se vuelve urbana a su paso por las ciudades de Orléans, Blois, Amboise, Tours, Saumur, Angers, Nantes o Saint-Nazaire. El recorrido invita también a descubrir la fauna, la flora, sin olvidar hacer un descanso refrescante y gourmet en las guinguettes.

 

Por lo que se refiere a la logística, no hay ninguna dificultad: a lo largo de todo el itinerario hay empresas de alquiler de bicicletas, consignas de equipaje, zonas específicas para bicicletas en los trenes del Loira y los 650 profesionales de la red « Accueil Vélo », que ofrecen servicios adaptados a las necesidades de los ciclistas.

Déjate envolver por la magia del Valle del Loira

Paisaje cultural Patrimonio de la Unesco

Valle del Loira, paisaje cultural vivo

El Valle del Loira es un paisaje cultural clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000. Sigue en parte la ruta del Valle del Loira y se extiende a lo largo de 280 km, desde Sully-sur-Loire (Loiret) hasta Chalonnes-sur-Loire (Maine-et-Loire). El perímetro clasificado por la Unesco incluye ciudades históricas como Orléans, Blois, Amboise, Tours, Chinon, Montsoreau, Saumur y Angers. El valle del Loira se caracteriza por la combinación de varios elementos.

 

El Loira, la tierra del Loira que alimentó las vides y dio origen a los vinos del Loira, y los hombres que han construido una identidad cultural del Loira a lo largo de la historia. La toba calcárea, o tuffeau, es la piedra emblemática del Valle del Loira, tan característica de sus monumentos, ciudades y pueblos. Descubre también las casas cueva, o troglodíticas, típicas del Loira, que ahora se han convertido en museos, cultivos de setas, bodegas y modernas casas de bajo consumo energético. Antes de que surgieran los puentes y los ferrocarriles, el transporte fluvial en el río Loira mantenía una intensa actividad comercial. Hoy en día, las toues y gabarras que se pueden ver en el río son turísticas: paseos en barco, observación de la fauna y flora, alojamientos insólitos. El Valle del Loira es conocido como el “Jardín de Francia”.

 

Los más famosos son los Jardines de Villandry, verdadero símbolo de los jardines renacentistas. También son dignos de mención los jardines del Castillo de Chenonceau, los jardines del Castillo de Cheverny, la fantasía de los jardines del Castillo del Rivau y los jardines del Castillo Real de Amboise, con sus bolas de boj delicadamente talladas. El Valle del Loira también es una tierra de huertos y vergeles y la tercera región vitivinícola más grande de Francia. Destaca por el gran número de bodegas ecológicas certificadas.

 

La variedad de tipos de uva y suelos da lugar a vinos muy diferentes: blancos, tintos o rosados, espumosos, secos, semisecos, tánicos o afrutados. Los mercados regionales son todo un deleite para los ojos y el paladar. En 2020 el Valle del Loira celebró el 20º aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por sus “paisajes culturales vivos”.

¿Qué hacer en Valle del Loira?
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Ruta de Leonardo da Vinci y el Renacimiento francés

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