Arte y diversión.
Último día y te dejamos tiempo libre para que sigas disfrutando de esta maravillosa ciudad a tu ritmo. Sin embargo, nos gustaría proponerte algunas recomendaciones. Por ejemplo, para descansar de museos y palacios, Viena cuenta con el parque de atracciones más antiguo de Europa, El Prater. Este parque se construyó en 1895 y todavía encontrarás algunas de las atracciones de aquella época perfectamente conservadas. Está situado a unos 3 km del centro y puedes llegar fácilmente en metro. No dejes de subirte a su increíble noria, ¡te va a sorprender!
De camino al Prater puedes parar en la casa del artista Friendesreich Hundertwasser, conocida como la Casa Hundertwasser, aunque sea para sacarte unas fotos junto a su asombrosa fachada de formas imposibles con árboles sobresaliendo por las ventanas, colorines, asimetrías, etc. (tickets para subir a las atracciones del Prater no están incluidas en esta escapada). Y, por supuesto, habrá que hacer un alto en el camino para probar el famoso Wiener Schnitzel, escalope vienés, uno de los platos más auténticos de la cocina austríaca.
¡Deseamos que hayas acabado enamorado de Viena como nosotros lo estamos!