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Guías de Viajes de Tel Aviv

Tel Aviv
Tel Aviv

De los reyes bíblicos a la arquitectura europea

Introducción

Introducción

Pocas poblaciones son capaces de aunar con tanto acierto un pasado casi legendario con el progreso y la vanguardia. Del puerto más antiguo del mundo a un rosario de rascacielos de cristal de última tecnología, pasando por sus magníficos edificios de estilo Bauhaus (se cuentan alrededor de 1.500, sobre todo en el bulevar de Rothschild), Tel Aviv destila historia y modernidad a partes iguales. Cosmopolita y orgullosa, se asoma al Mediterráneo y al mundo con una combinación inenarrable de prodigios arquitectónicos, playas de arena blanca, tradición y espiritualidad.

 

Ocupada y utilizada como puerto por los reyes David y Salomón —al menos así, lo asegura la tradición—, la actual Tel Aviv fue fundada por inmigrantes en los albores del siglo XX, a imagen y semejanza de otras urbes europeas. Erigida en 1909 coincidiendo con la ocupación británica en Palestina, se trata de la única ciudad de Israel de factura reciente, así como la primera por extensión y número de habitantes (1,2 millones) y la segunda en importancia tras la capital del país, Jerusalén.

 

Los orígenes de Tel Aviv hay que buscarlos en la época de la dominación turca. Concretamente, en 1906, año en que el Fondo Nacional Judío (KKL) adquirió doce hectáreas de terreno de dunas al norte de la antigua población de Jaffa o Yafo. Con un primer núcleo formado por 250 personas, en 1926 ya se contabilizaba la cifra de 40.000 habitantes, en un momento en el que el Imperio otomano ya había pasado a mejor vida. Sus sucesores fueron los británicos, quienes se hicieron con el control de Tel Aviv en 1920. Al poco tiempo de su llegada, no obstante, los nuevos gobernantes fueron testigo de cómo la ciudad tuvo que ampliarse para acoger a los más de 70.000 habitantes que habían llegado allí huyendo de la Alemania nazi y de otros puntos de Europa.

 

Precisamente, a esta circunstancia histórica responde el nacimiento de la zona más emblemática de Tel Aviv: la Ciudad Blanca. Ésta se construyó entre los años 1930 y 1950 —la fundación del Estado de Israel data de 1948—, siguiendo las directrices de Patrick Geddes e inspirándose en el urbanismo orgánico moderno. Por lo que respecta a sus edificios, fueron proyectados en su mayoría por arquitectos formados en el Viejo Continente. Tal es su importancia urbanística que, en el 2003, la UNESCO incluyó la Ciudad Blanca en la lista del Patrimonio de la Humanidad. También se agregaría al núcleo urbano el antiguo puerto de Jaffa, que hoy da cabida a un área residencial.

 

En la actualidad, Tel Aviv es una ciudad próspera y poseedora de instituciones científicas y culturales de prestigio, como su renombrada Universidad o sus numerosas editoriales. En este sentido, no hay que pasar por alto que más de la mitad de la industria de Israel se localiza en su área metropolitana, o el hecho de que esta urbe se haya convertido en un importante polo de atracción comercial y turística. De hecho, casi todas las agencias turísticas que operan en el país poseen una sucursal aquí.

 

Para visitar Tel Aviv —y por extensión, cualquier punto del resto del país—, tan sólo se precisa estar en posesión de un pasaporte con una validez superior a seis meses. Si la estancia en el país no supera los 90 días, no es necesario tramitar el visado. Eso sí: el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación recomienda ponerse en contacto con los servicios consulares de la Embajada de España en Tel-Aviv antes del viaje. Por lo que respecta a las vacunas, no hay ninguna obligatoria.

 

En 1985, se adoptó como moneda oficial israelí el nuevo shéquel, equivalente a unos 0,2 euros.

 

En el momento de reservar vuelos a Tel Aviv, conviene señalar que algunas aerolíneas internacionales operan trayectos desde las principales ciudades españolas con el aeropuerto de Ben Gurión. Aunque hay vuelos directos desde Barcelona y Madrid, la mayoría presenta una o dos escalas.

 

Por último, a la hora de buscar hoteles en Tel Aviv, cabe destacar que el principal barrio hotelero se localiza junto al Mediterráneo. De norte a sur, sus 8 kilómetros de litoral están copados por una nutrida franja de establecimientos cuya imagen evoca las fichas de un dominó. Cada uno de estos hoteles dispone de su propia parcela de playa —todas ellas son públicas—, con duchas y todo tipo de comodidades. Si bien es cierto que la mayor oferta hotelera de Israel se concentra en Jerusalén, Tel Aviv está más que preparada para acoger al recién llegado, invitándole a sumergirse en su densa oferta cultural y de ocio.

Qué hacer en Tel Aviv

Qué hacer en Tel Aviv

A continuación, se detallan algunos de los lugares indispensables que no hay que dejar de descubrir en esta ciudad israelí. Además, en los alrededores —lo que se conoce como el Gran Tel Aviv—, se recomienda visitar Bet Hatefutsoth o Museo Judío de la Diáspora, el Parque Nacional de Tel Afeq y las poblaciones de Or Yehuda, Petah Tiqva y Rishon LeZion, así como el kibbutz de Palmahim, situado 14 km al sur. En él, el viajero podrá contemplar una de las formas de vida más singulares de Israel, en la que no existe la propiedad privada.

 

  • Bet Gidi (Museo del Etzel)

 

A la salida de Gan Clore y antes de entrar en la vieja Jaffa o Yafo, se localiza este museo dedicado a la batalla de Jaffa, que tuvo lugar de noviembre de 1947 a mayo del año siguiente. El enfrentamiento se saldó con la victoria del Irgun o Etzel, una organización paramilitar y clandestina judía.

 

  • Calle de Shenkin

 

Emplazada en la ciudad moderna, es una de las calles más animadas de Tel Aviv. En ella se concentran numerosos restaurantes, cafeterías y tiendas de moda.

 

  • Casa de Ben Gurion

 

Situada cerca del hotel Hilton, este lugar albergó la antigua residencia del que fuera el primer jefe de Gobierno de Israel, David Ben Gurion. Actualmente, el edificio da cabida a un museo público en el que se muestran algunos efectos personales del mandatario. Asimismo, también hay una biblioteca con un impresionante fondo de 20.000 libros. Se puede visitar todos los días por la mañana excepto los viernes.

 

  • Casa de Simón el Curtidor

 

De acuerdo por la tradición, en este lugar de Jaffa se alojó San Pedro. El lugar despliega un aljibe y restos de inscripciones del siglo I d.C. Está abierta todos los días de las 08:00 h a las 19:00 h, aproximadamente.

 

  • Gan Hapsiga

 

Este parque, enclavado en las inmediaciones del Museo de Antigüedades de Tel Aviv-Yafo, permite disfrutar de unas vistas de excepción sobre Tel Aviv. En el sector meridional, se puede visitar el Jardín Arqueológico, donde se realizaron excavaciones entre los años cincuenta y setenta del siglo pasado. Entre los vestigios recuperados, se cuentan una muralla de los hicsos y construcciones cananeas, así como restos helenísticos y romanos.

 

  • Iglesia de San Pedro

 

Situada en Jaffa y muy cerca de la calle de MIfraz Shlomo, fue erigida en 1650 sobre los cimientos de una fortaleza de los cruzados del siglo XIII, de la que aún se conservan un par de estancias. La plaza aneja, la de Kedumim, se encuentra en el punto que albergó una ciudad de la época helenística, de la que pueden admirarse los restos de un edificio helenístico del siglo II a.C. El monasterio de San Luis, en el patio, recibe este nombre por el rey francés que llegó liderando una cruzada, y que se instaló aquí en el año 1147.

 

  • Independence Hall

 

El 14 de mayo de 1948, Ben Gurion proclamó en este lugar el nacimiento del Estado de Israel. Actualmente, el edificio da cabida a un museo que reconstruye al detalle, a través de diversos documentos, el período transcurrido entre noviembre de 1947 y mayo de 1948, crucial para la creación del país. En la planta superior abre sus puertas la Bible House, en la que se conserva una nutrida colección de ediciones raras de la Biblia.

 

  • Instituto Jabotinsky

 

Se halla en la segunda planta del edificio Jabotinsky, en el número 38 de Hamelekh Goerge. Este museo ofrece un recorrido por la vida y el legado de Ze’ev (Vladimir) Jabotinsky (1880-1940). De origen ruso, fue uno de los principales valedores del movimiento sionista iniciado por Theodor Herzl, que aspiraba a promover el regreso masivo de judíos al territorio israelí recogido en los textos bíblicos.

 

  • Jardines de la Independencia

 

Desde sus acantilados, el viajero disfrutará de una vista incomparable sobre el Mediterráneo. En cualquier caso, éste no es su único aliciente, ya que entre la vegetación se asoman algunos restos arqueológicos. Por la noche, el lugar es frecuentado por el público gay.

 

  • Kerem Hatemanim

 

Resiguiendo la calle de Nahalat Binyamin, una de las pintorescas arterias que conforman la Pequeña Tel Aviv, se alcanza el barrio yemení, una de las zonas más bellas de la ciudad y muy conocida por sus excelentes restaurantes. Algunos de ellos se cuentan entre los mejores del país, como Maganda, Pninat Hakerem, Pundak Shaul o Zion. La zona destila historia por los cuatro costados, ya que aún muestra la atmósfera de otro tiempo.

 

  • Mezquita de Mahmudia

 

Este edificio, construido en 1812, toma su nombre del gobernador turco de Jaffa.

 

  • Museo de Antigüedades de Tel Aviv-Yafo

 

Situado en Jaffa, en un antiguo palacio que perteneció a la Administración otomana y que ahora depende del Museo Eretz Israel, brinda un recorrido dedicado a la historia del puerto más antiguo del mundo. Su fondo incluye objetos de la Edad de Cobre y de Bronce, los vestigios de una antigua puerta de acceso a la ciudad con una inscripción dedicada al faraón Ramsés II, cerámica cananea y objetos de vidrio bizantinos.

 

  • Museo de Arte de Tel Aviv

 

Este espectacular edificio, culminado en 1971 y firmado por D. Aytan y Y. Yashar, alberga el mayor museo consagrado al arte moderno del país. Entre sus principales reclamos, se cuenta la célebre Figura recostada, una de las obras maestras del escultor inglés Henry Moore (1898-1986). Además de reservar un pabellón al trabajo de algunos autores judíos del siglo XX, como Chagall, el museo también da cabida a lienzos de algunas de las mayores figuras del impresionismo y el postimpresionismo, como Pizarro, Monet y Van Gogh. A su vez, también se exponen las creaciones de algunos de los pintores más célebres del siglo XX, como Picasso, Rouault, Klee, Kokoschka o Pollock.

 

  • Museo Bet Eliahu-Haganah

 

Este centro abre sus puertas en un edificio de los años veinte y fachada de la década de 1930, obra de Y. Berlin. La institución da a conocer la historia de la Haganah, una organización militar clandestina fundada en 1920 y que durante los años treinta se enfrentó a las autoridades británicos. Cierra los viernes.

 

  • Museo Eretz Israel (o Museo Ha’aretz)

 

Inaugurado en 1953 y situado sobre la orilla norte del río Yarkon, está formado por dos pabellones de 12 hectáreas, en los que se divulgan numerosos aspectos relacionados con el Estado de Israel. Desde la etnografía hasta el folklore, pasando por la religión, la cerámica, la numismática o un área sobre artesanía (consagrado especialmente al trabajo del vidrio), esta institución resulta de visita obligada.

 

  • Museo Palmach

 

A través de representaciones teatrales, este centro inaugurado en el año 2000 narra la historia de la lucha de Israel por la independencia. Situado en la calle de Chaim Levanon, exige efectuar reserva previa, llamando al número de teléfono 03-6436393.

 

  • Museo Rubin

 

Esta hermosa casa, situada en la Pequeña Tel Aviv, hizo las veces de residencia del pintor Reuben Rubin (1893-1974), considerado como uno de los padres de la pintura israelí moderna. En la actualidad, alberga un museo en el que se exhiben una cincuentena de obras del artista.

 

  • Pabellón Helena Rubinstein

 

Este edificio, contiguo al auditorio Mann —donde celebra sus conciertos la Orquesta Filarmónica de Israel—, fue la sede del Museo de Arte de Tel Aviv entre 1959 y 1971, del que ahora forma parte. A lo largo de dos plantas, acoge exposiciones de artistas contemporáneos israelíes, palestinos y foráneos.

 

  • Parque Iarkon

 

Este pulmón verde es el parque más importante del país. Destaca por su superficie de 350 hectáreas, que supera incluso a la del Central Park de Nueva York.

 

  • Plaza de Namir (Kikar Namur)

 

Este gran complejo comercial —al que aún se le conoce popularmente con su denominación anterior, Kikar Antarim— se levanta muy cerca del puerto deportivo. En él se pueden encontrar todo tipo de restaurantes, cafeterías y tiendas de souvenirs. Su público principal es el turismo.

 

  • Plaza de Rabin (Kikar Rabin)

 

Es la mayor de la ciudad y acoge el Ayuntamiento de Tel Aviv. Este enclave se hizo tristemente conocido el 4 de noviembre de 1995, ya que fue aquí donde se produjo el asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabin. En la actualidad, unas losas de basalto indican el lugar exacto donde fue abatido el mandatario.

 

  • Plaza de Zina (Kikar Zina o plaza de Dizengoff)

 

Descendiendo por la calle de Frishman se llega a este punto de trazado octogonal, embellecido en su nivel superior por una fuente proyectada por Y. Agam. El tráfico discurre por una galería subterránea.

 

  • Puerto deportivo

 

Durante muchos años, y hasta la inauguración del de Herzliya, fue el mejor de Oriente Próximo. Aún hoy, este enclave continúa siendo un punto de visita obligada para los amantes de los deportes acuáticos, ya que permite alquilar el material necesario para la práctica de modalidades como el surf, el windsurf, el buceo o la vela.

 

  • Ramat Gan

 

A pesar de que actualmente está unida a Tel Aviv, esta barriada aún dispone de su propio Ayuntamiento. Una vez allí, no hay que dejar de admirar el Museo del Diamante Harry Oppenheimer. En él se explica el proceso de extracción y pulido de los diamantes y otras piedras preciosas.

 

  • Suq HaPishpeshim

 

Este dédalo de callejuelas aparecidas a finales del siglo XIX constituye un auténtico regalo para los amantes de las antigüedades y los anticuarios. En las numerosas tiendas que se enmarcan en este punto de Jaffa se impone el regateo.

 

  • Teatro Neve Tsedek (o Susan Dalal Center)

 

Este centro, especializado en el teatro de vanguardia, se halla en el edificio que acogió la primera escuela femenina de la ciudad. Asimismo, fue pionera a la hora de impartir las clases exclusivamente en lengua hebrea. Actualmente, es la sede de la Compañía de Danza de Batsheva y de la Compañía de Danza Inbal.

 

  • Tel Kasila

 

Se trata de una zona de excavaciones en la que se han hallado hasta doce estratos de diversas civilizaciones. En cuanto al tesoro arqueológico recuperado, conviene referirse a diversas inscripciones en hebreo que datan del año 800 a.C. y un templo filisteo. A lo largo de once pabellones, el recinto exhibe piezas de cerámica, vidrio y cobre, una pequeña colección numismática y elementos que remiten al folklore popular. También hay cabida para un planetario.

 

  • Torre de la Ópera

 

Ubicado al sur de la zona hotelera, este inmueble acoge viviendas, restaurantes, tiendas, joyerías y un cine.

 

  • Torre del Reloj

 

Situada en la vieja Jaffa junto a la comisaría de policía, se trata de una edificación erigida por los turcos en 1906 para celebrar los 30 años de reinado del sultán Abdülllhamid II. Sus vidrieras muestran diversos episodios de la historia de Jaffa. Delante de la torre, tras rebasar una entrada arqueada, se extiende un enorme patio que en el pasado dio cabida al Albergue Armenio. Éste sirvió de estación central para aquellos que se desplazaban a los diversos asentamientos judíos de Israel.

 

  • Torre Shalom

 

Durante 34 años, sus 140 m de altura hicieron de él el edificio más elevado de Tel Aviv (más adelante, sería desbancado por la Torre Circular Azrieli). Desde su terraza, que preside el distrito financiero, se puede disfrutar de magníficas vistas sobre el Carmelo (al norte) y la capital del país: Jerusalén (al sudeste).

 

Comer en Tel Aviv: a la sombra de los preceptos judíos

Comer en Tel Aviv: a la sombra de los preceptos judíos

A pesar de que esta afirmación podría sorprender a más de uno, no se puede hablar propiamente de gastronomía israelí. En todo caso, hay que remitirse a la tradición judía ashkenazí y sefardí —en las que se basan los menús típicos de las principales festividades religiosas— y en algunos dogmas judíos para describir los hábitos alimentarios de Israel.

 

En este sentido, hay que referirse a dos aspectos que explicarían los entresijos de la gastronomía local. Por un lado, el hecho que el país sea actualmente una amalgama de culturas, nacionalidades y confesiones, y por otro, que el recetario israelí se inspire indefectiblemente en el libro sagrado de los judíos: el Talmud. En él se recogen preceptos como el de no mezclar productos lácteos con la carne, o no tomar leche inmediatamente después de las comidas. Del mismo modo, los fieles tienen vetado consumir marisco, pescado sin escamas o derivados del cerdo o de cualquier otro animal que no haya sido degollado.

 

Esta serie de normas persigue conservar los llamados alimentos puros o kosher. Asimismo, los creyentes tienen prohibido cocinar durante el día sagrado de los judíos, el Shabbat, por lo que se limitan a tomar platos previamente preparados.

 

Dentro de la tradición sefardí, hay que referirse a la mussaka (a base de tomate, berenjena y carne o pescado), los garbanzos (en sopa o ensalada) o las kofta o albóndigas. Tampoco hay que obviar su generoso abanico de especialidades de repostería, en la que se incluyen buñuelos de miel, pastel de nueces, higos fritos y otras delicias elaboradas con almendra.

 

A su vez, por lo que atañe a la tradición ashkenazí, cabe destacar recetas como el zimmes de zanahoria (cortada en rodajas y cocinada con miel y azúcar), el gefillte fish (carpa, lenguado o merluza con relleno de verdura u otro pescado) o unos dulces polacos con huevo, nueces, almendra, pasas y mermelada conocidos como pfulden.

 

Otras especialidades muy consumidas en todo el país son el yaprac (hojas de viña rellenas de carne), la muttabal (berenjena con tahina o salsa de sésamo), el taboule (un plato que aúna trigo, tomates, cebollinos y pimientos), el hummus (puré de garbanzos con tahina), la ternera con bamias (judías verdes), la seniya (ternera o cordero con tahina), el shishlik (ternera o cordero con especias), la compota de frutas o marak perot kar y el famoso felafel (traído por los judíos originarios de Egipto y consistente en croquetas de garbanzos, habas y especias). Éste último se consume en cualquier lugar y a todas horas acompañado de pitta, un pan redondo de origen yemení que se vende en numerosos establecimientos. En el caso de Tel Aviv, no hay de dejar de pasarse por Abulafia, la primera tienda de plan de pitta que abrió sus puertas en Jaffa, allá por la década de 1880.

 

Por lo que respecta a las bebidas, hay que tener en cuenta que los israelíes adoran la cerveza y las bebidas gaseosas, al tiempo que destacan por la producción de vinos. Aunque los más apreciados —y más caros— son los que proceden del Golán, los blancos y tintos del Carmelo también resultan de gran calidad. Todos ellos se elaboran con viñas importadas de Francia.

 

Una última recomendación: Tel Aviv, y concretamente la zona de Kerem Hatemanim, cuenta con algunos de los restaurantes más prestigiosos y afamados del país. En los restaurantes judíos orientales de siempre, no hay que dejar de degustar las natillas, la mousse de chocolate o la crema bávara, un dulce de huevo con salsa de chocolate cuyo origen geográfico se desconoce, a pesar de su denominación. Como colofón, se aconseja poner el broche de oro a cualquier comida con un sugerente té turco, acompañado de menta.

 

En cuanto a los establecimientos árabes, resulta obligado saborear el baklawa, pasteles de hojaldre recubiertos de almíbar y frutos secos.

Eventos, fiestas y festivales en Tel Aviv

Eventos, fiestas y festivales en Tel Aviv

Aunque las fiestas judías cobran un gran protagonismo en el día a día, no hay que perder de vista otras propuestas lúdicas y culturales que hacen de Tel Aviv un destino ideal en cualquier época del año. Ahora bien, conviene tener presente que el calendario judío es lunisolar (está regido por la luna, pero cada dos o tres años se le agrega un mes para evitar que se aleje demasiado del calendario solar), por lo que la fechas exactas de cada celebración varían de un año a otro.

 

Por supuesto, huelga decir que la fiesta semanal judía es el Shabbat, que se inicia el viernes por la tarde y concluye el sábado al ponerse el sol. Durante este período, la mayoría de los comercios permanecen cerrados. En cambio, el día festivo para la minoría musulmana es el viernes.

 

  • Navidad ortodoxa

 

La mayoría de iglesias ortodoxas la celebran el 6 de enero, excepto la de la Iglesia ortodoxa armenia, que opta por el 13 de enero.

 

  • Tu B’Shvat

 

Se inicia el día 15 del mes de shevat (en enero o febrero) y conmemora el principio del año de los árboles, que se extiende desde mediados de enero hasta mediados de febrero. La tradición más ligada a estos festejos consiste en plantar árboles.

 

  • Maulid (nacimiento de Mahoma)

 

Los fieles musulmanes recuerdan la venida al mundo del profeta Mahoma, que tuvo lugar en el año 570 ó 571 de nuestra era. En el 2013, es el 24 de enero, y en el 2014, el 13 de enero.

 

  • Purim

 

Corresponde al día 15 del mes de adar, o bien al Adar Shani si se trata de un año bisiesto (en marzo o abril). Esta fiesta, cuya denominación deriva de la palabra pur (‘suerte’), evoca el relato bíblico de Esther. En él, ésta apela a su marido, el rey Asuero (al que muchos historiadores identifican con Jerjes I), para que salve a los judíos persas de ser exterminados. A lo largo de la fiesta del Purim, es tradicional disfrazarse y beber vino.

 

  • Pésah (Pascua judía)

 

Tiene lugar del día 15 al 21 del mes de nisan (más o menos, a principios de abril) y recuerda el éxodo judío de Egipto, lo que la convierte en la fiesta más importante del calendario judío. Su duración es de siete días, de los cuales el primero y el último son festivos oficiales. A lo largo de esta semana, los creyentes se abstienen de comer pan y matzot (pan ácimo o sin levadura). Mediante esta tradición, se rinde homenaje a aquellos israelitas que, al huir precipitadamente de las tierras del faraón, no tuvieron tiempo de fermentar el pan. La Pascua judía suele vivirse en familia, degustando un tradicional plato de cordero.

 

  • Semana Santa

 

Normalmente, la muerte y resurrección de Cristo se celebra el fin de semana posterior a la Pascua judía.

 

  • Día del Holocausto

 

Coincide con el día 24 del mes de nisan. Durante esta jornada, se recuerda a los más de seis millones de judíos que perdieron la vida a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. En señal de respeto, todos los locales de ocio permanecen cerrados.

 

  • Día de los Caídos

 

Se celebra el cuarto día del mes de lyar (entre finales de abril y mediados de mayo, aproximadamente), coincidiendo con la víspera del Día Nacional de Israel. En esta fecha se rinde tributo a quienes murieron luchando por la independencia del país, o bien en guerras y ataques terroristas. En esta fecha, en la que los lugares de ocio no abren sus puertas al público, es habitual que en las comunidades religiosas se proceda a la lectura del capítulo 9 de los Salmos, titulado Por la muerte del hijo.

 
  • Yom Ha'atzmaut (Día Nacional de Israel)

 

Tiene lugar el quinto día de lyar. A lo largo de esta jornada, se celebra el aniversario del nacimiento del moderno Estado de Israel, acaecido en 1948. En los oficios religiosos, se leen algunos fragmentos de los libros de los Profetas. Asimismo, las casas y calles exhiben la bandera nacional. También es frecuente que se lleven a cabo algunos actos culturales.

 

  • Lag Ba’Omer

 

La noche del día 18 de lyar, todo el país celebra una victoria judía contra las tropas romanas encendiendo hogueras.

 

  • Shavuot (Pentecostés)

 

Se celebra 50 días después de la Pascua judía, coincidiendo con el sexto día del mes de sivan, y recuerda la entrega del la Torá a Moisés en el monte Sinaí. Durante esta jornada, los fieles también agradecen a Dios la cosecha obtenida.

 

  • Ramadán

 

El mes sagrado de los musulmanes se inicia el noveno del calendario lunar, con la aparición de la luna a finales del octavo mes. Según reza la tradición, fue entonces cuando Mahoma recibió sus primeras revelaciones de Alá. A lo largo de este mes, los creyentes tienen prohibido comer, beber, fumar, mascar chicle, usar perfumes o mantener relaciones sexuales hasta el ocaso. Sólo los ancianos, los niños y los enfermos pueden saltarse este precepto. La fiesta del Eid al-Fitr, que cuenta con una duración de tres días de duración, pone fin al Ramadán. En el 2013, el mes santo arranca el 9 de julio, y en el 2014, el 28 de junio.

 

  • Tishá Beav

 

Es el noveno día del mes de av (en julio o agosto). A lo largo del mismo, los creyentes ayunan en recuerdo a la destrucción de los templos de Jerusalén. A su vez, todos los locales de ocio están cerrados.

 

  • Rosh Hashaná

 

Los días 1 y 2 del mes de tishrei (en septiembre u octubre) marcan el inicio del año judío. Con esta festividad, en la que se recuerda la creación la creación del hombre y la mujer, se inicia un período de reflexión y penitencia que se prologa durante diez días y que culmina con el Yom Kippur, también conocida como fiesta de la Expiación o del Gran Perdón.

 

  • Yom Kippur (Fiesta de la Expiación o del Gran Perdón)

 

Se conmemora el décimo día del tishrei. Es la jornada más solemne del calendario judío, ya que en ella se decide el destino del individuo para todo el año. Además de ser un día de ayuno y un festivo oficial, se prohíbe el tráfico rodado a lo largo del mismo.

 

  • Oktoberfest

 

A comienzos de octubre y durante dos días, la estación de Tel Aviv se suma a la célebre fiesta bávara de la cerveza. Las carpas se abren a las 17:00 h y cierran a medianoche.

 

  • Festival de Arte Boidam

 

Esta propuesta cultural, que tiene lugar a principios de octubre, incluye conferencias y exposiciones.

 

  • Succot (Fiesta de los Tabernáculos o de la Recolección)

 

Entre los días 15 y 22 de tishrei, en octubre, se levantan tabernáculos para recordar los 40 años que duró el éxodo de los judíos por el desierto. El primer día y el último son festivos oficiales, mientras que el último indica el inicio y la finalización del ciclo anual de la lectura de la Torá.

 

  • Festival de Arte Moderno

 

Esta propuesta tiene lugar la segunda quincena de octubre en el Teatro Tmuna (Shonzino 8, Montifiore). La duración del evento es de dos días.

 

  • Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio)

 

En esta festividad, de cuatro días de duración, los fieles musulmanes rememoran el sacrificio Ismael a cargo del patriarca Abraham, su padre, quien había recibido este mandato de Alá. Sin embargo, Dios acabó impidiendo la muerte del joven a través de un ángel. En su lugar, Abraham sacrificó un cordero, tradición que aún hoy se lleva a cabo. En el 2012, los festejos se inician el 26 de octubre; en el 2013, el 15 de octubre, y en el 2014, el 4 de octubre.

 

  • Festival Internacional de Teatro Infantil

 

Se celebra el tercer fin de semana de octubre en el Teatro Árabe-Hebreo de Jaffa. La programación incluye representaciones teatrales, talleres y venta de libros para niños.

 

  • Festival Montefiore: Fringe Music

 

El Teatro Tmuna acoge este evento musical, que coincide con el último fin de semana de octubre.

 

  • Muharram (Año Nuevo musulmán)

 

Esta fiesta se celebra en familia. En el 2012, es el 15 de noviembre; en el 2013, el 4 de noviembre, y en el 2014, el 25 de octubre.

 

  • Hanuká (Fiesta de las Luces)

 

Del día 25 del mes de kislev al 4 del mes de tevet (entre noviembre y diciembre). Esta jornada sirve para recordar un triunfo de los judíos sobre los griegos.

 

  • Navidad

 

El 25 de diciembre, católicos, protestantes y otras iglesias occidentales rememoran la llegada de Cristo al mundo.