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Guías de Viajes de Aragón

Aragón
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Tierras de historia, montaña y tradición

Oferta cultural y turística para cumplir las expectativas

Oferta cultural y turística para cumplir las expectativas

La comunidad autónoma de Aragón, formada por las tres provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza, es todo un punto de referencia en cuanto a turismo de interior en nuestro país.

Bien sea por la enorme cantidad de patrimonio que alberga en sus pueblos y ciudades, con magníficas representaciones de estilos arquitectónicos entre los que predominan el mudéjar y el románico; bien por el espectacular entorno natural con que cuenta, dominado por el hermosísimo Pirineo Aragonés, la cuestión es que la oferta cultural y turística de Aragón basta para cumplir los deseos y las expectativas del viajero más avezado. En Aragón encontramos parajes naturales de excepción formados por el ramo central del valle del río Ebro, el Pirineo Central y las Sierras Ibéricas, y también preciosas localidades como su capital,, Zaragoza; Teruel, Patrimonio de la Humanidad; Albarracín, que muchos consideran la población más bella de España, o Jaca, monumentalidad en plena alta montaña.

En Aragón viven alrededor de 1.346.000 personas, de las cuales aproximadamente la mitad residen en la capital, Zaragoza. La provincia de Teruel ha arrastrado durante años la fama de ser tierra despoblada y olvidada, pero actualmente se está fomentando su interés turístico, natural y cultural, de manera que el turismo rural está empezando a ser uno de sus principales ingresos y el motor de una economía emergente. Y qué decir de Zaragoza, una provincia cuya capital ofrece preciosas calles por las que perderse degustando la gastronomía local, al tiempo que contemplamos ensimismados la belleza de su Catedral o sus basílicas; o de Huesca, provincia de referencia entre cualquier amante de la montaña que se precie...

Aragón es también tierra de profundas y sentidas tradiciones. Uno de los bailes y cantes populares más conocidos de España, la jota, tiene en estas tierras su más arraigada representación. Las jotas se cantan y bailan en fiestas populares y reuniones, acompañadas de la excelente gastronomía de la zona, entre la que destacan las estupendas hortalizas, las carnes, la caza y algunos de los vinos más especiales de España, además de su elaborada producción de quesos. Una ruta por Aragón nos llevará por paraísos de todo tipo: naturales, culturales y gastronómicos, acompañados de la hospitalidad de una de las tierras más acogedoras de nuestro país, que tiene por costumbre hacer que todos los viajeros encuentren en ella su particular rincón.
 

La Historia nos sale al encuentro en plena Naturaleza

La Historia nos sale al encuentro en plena Naturaleza

Zaragoza es la capital de la comunidad de Aragón, siendo también su ciudad más populosa. A pesar de su vocación de gran urbe, Zaragoza sigue siendo un lugar acogedor y cómodo de recorrer, que hará que viajeros y turistas se olviden un poco del ajetreo de las grandes ciudades. También conocida como la "Ciudad de las Cuatro Culturas", debido a la impronta que en ella dejaron las (en realidad cinco) civilizaciones íbera, romana, judía, musulmana y cristiana, es un placer recorrerla pausadamente para contemplar todos sus monumentos y edificaciones. El Ayuntamiento de Zaragoza ofrece una ruta guiada que llevará a los viajeros por el centro de la ciudad, ofreciendo también la oportunidad de parar a recuperar fuerzas en los típicos bares y tabernas de la zona. En dicha ruta se visitan enclaves como las Murallas Romanas, la Basílica del Pilar, la Lonja, la Catedral de San Salvador (La Seo), los numerosos palacios, el Mercado Modernista y otras iglesias y edificios de excepción. En la provincia de Zaragoza también hay mucho que ver saliendo de la capital; célebres enclaves como el entorno natural del Monasterio de Piedra; la Laguna de Gallocanta, con más de doscientos tipos de aves entre los que destacan las grullas; o la ruta de las Cinco Villas con Sos del Rey Católico como población representativa de la Edad Media en España, son lugares que nadie se debe de perder.

Teruel es la ciudad mudéjar por excelencia, una capital que lucha por hacer que se reconozcan nacional e internacionalmente todos sus indudables atractivos. No en vano, su conjunto arquitectónico ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. El estilo mudéjar es una bella combinación de gótico y musulmán, siendo al tiempo un símbolo de la convivencia pacífica y fructífera de dos culturas. La Catedral y las Torres de San Salvador y San Martín son ejemplos de este estilo por excelencia; las localidades de Calatayud y Daroca también tienen bellos exponentes. Ya saliendo de la capital, podemos encaminar nuestros pasos hacia Albarracín, una localidad que tiene a gala ser Monumento Nacional, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y que está propuesta por la UNESCO a obtener el título de Patrimonio de la Humanidad. Esta población es una auténtica maravilla, que se ve perfectamente acompañada por el entorno de la Sierra de Albarracín y los Montes Universales, lugar de nacimiento del río Tajo. La localidad de Alcañiz ofrece también un magnífico conjunto arquitectónico, en el que destaca el estilo renacentista, formando parte además de la conocida Ruta del Tambor y el Bombo (con Calanda como representante "oficial"), una tradición que se remonta a nada menos que 400 años atrás.

Para finalizar este recorrido por tierras aragonenses, partiremos camino del Pirineo, en dirección a la provincia de Huesca. Destino de excepción para senderistas, amantes de los deportes de aventura, fanáticos de la montaña y la escalada y enamorados del esquí, Huesca tiene también un increíble patrimonio monumental. A sus magníficos picos (Aneto, Posets, Monte Perdido) y sus parques naturales, entre los cuales se ubica el primer parque nacional de España: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se le unen localidades como Jaca, lugar de inicio del Camino de Santiago español. En Jaca podemos admirar su catedral románica, su ciudadela del siglo XVI y su monumental portada. El Valle de Ansó y el de Benasque, los Mallos de Riglos, San Juan de la Peña, el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara y el Balneario de Panticosa son otros hitos destacables en esta bellísima provincia, que fue la cuna del antiguo Reino de Aragón.
 

Excelentes carnes, magnífica huerta y vinos de primera

Excelentes carnes, magnífica huerta y vinos de primera

Los valles que atraviesa el río Ebro por la comunidad de Aragón producen excelentes verduras y hortalizas, apreciadas en todo el Estado. Estas fértiles tierras son abundantes en excelentes lechugas, sabrosos tomates, dulces cebollas (como las de Fuente del Ebro), las borrajas de Zaragoza, los cardos y muchas otras variedades de excepcional frescura y sabor. Esas estupendas hortalizas se acompañan en los cultivos de frutas tan conocidas y apreciadas como el Melocotón de Calanda (con Denominación de Origen) o los de Canapiel; además, no hay que olvidar que los olivares del Bajo Aragón proporcionan una producción de aceite de excelente calidad y también con Denominación de Origen. Este oro líquido está considerado como uno de los mejores del mundo; además, las olivas que se recogen sirven para preparar la olivada o paté de aceituna negra, toda una exquisitez propia y característica de la región.

Muchas de estas hortalizas e ingredientes forman parte de los guisos tradicionales de la región, que se aderezan con las excelentes carnes y productos de la caza de la zona. Por ejemplo, las sabrosas migas del pastor, la carne a la pastora, el pollo al chilindrón o en pepitoria, el cordero... No hay que olvidar que estamos en tierras de carnes de excepcional calidad, como el ternasco de Aragón, con denominación específica. Los embutidos también tienen su protagonismo en las mesas aragonesas, siendo especialmente exquisitas las morcillas de arroz, las longanizas y las butifarras. La comunidad de Argón, como región interior que es, da menos importancia a los platos de pescados, aunque hemos de decir que en estas tierras se prepara un delicioso bacalao al ajoarriero o a la baturra, así como especies de río como las exquisitas truchas de Teruel o las ancas de rana.

Quesos y vinos forman parte de la elaboración gastronómica artesanal de estas tierras. Las distintas regiones proporcionan deliciosos quesos, como el popular queso de Tronchón, de leche de oveja. En Alcañiz encontraremos otras variedades, así como por la zona pirenaica (Biescas, Ansó, Gistain, Benasque) y por la zona de Calanda. En cuanto a la producción vinícola, en Aragón encontramos cuatro Denominaciones de Origen: los excelentes caldos del Somontano y de Cariñena, y los menos conocidos pero igualmente apreciables vinos de Campo de Borja y Calatayud. Y para finalizar este recorrido de gourmet por tierras aragonesas, no podemos sino citar la estupenda repostería de la zona, donde las frutas de Aragón, el pastel ruso, las "castañas" de mazapán y chocolate de Huesca, los lazos de Jaca o el guirlache sólo son la punta del iceberg de una amplia y deliciosa tradición confitera.
 

Tambores célebres, fiestas del Pilar y San Lorenzo

Tambores célebres, fiestas del Pilar y San Lorenzo

La Semana Santa es quizás la época festiva más relevante de Aragón, sobre todo en lo que respecta en el Bajo Aragón. Es el tiempo de la Ruta del Tambor, célebre en todo el país y que se lleva celebrando desde hace más de cuatrocientos años. Se trata de una tradición ancestral que se reparte por nueve localidades, y en la cual los tambores avisan y se lamentan de la muerte de Cristo. La "rompida de la hora" es el primer toque, que tiene lugar el Viernes Santo en Calanda, y el Jueves Santo en el resto de los pueblos. Esta fiesta es muy espiritual y sobrecogedora, y ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Además de los tambores, en las distintas provincias aragonesas se celebran diferentes festividades, cuya profusión hace que el calendario festivo no de respiro a propios y extraños. Zaragoza comienza el año con profusión de flores, rindiendo culto al renacer de los campos con sus Fiestas de Primavera, que se celebran en mayo; este evento se ve adornado por una importante exposición de arte a nivel nacional. Otras celebraciones de relevancia son el Corpus Christi de Daroca, y las distintas fiestas gastronómicas como el Festival de la Aceituna en Caspe, el de la Fruta de Calatayud o la Vendimia, cómo no, en Cariñena.
Aunque la fiesta de mayor relevancia es la Fiesta del Pilar, que tienen lugar la semana del 12 de octubre en la propia capital, Zaragoza, y en las que es posible contemplar todo tipo de tradiciones relacionadas con el folklore de la región, además de disfrutar de verbenas, conciertos, animación callejera y actos religiosos. Y en la capital y la provincia encontraremos también eventos conmemorativos de los tiempos de la Reconquista: las clásicas Batallas de Moros y Cristianos, con sus representaciones, sus desfiles y sus danzas.

Pasando a tierras turolenses, en esta provincia el calendario se inicia en febrero, con la celebración de una fiesta muy popular y conocida que responde al curioso nombre de las Bodas de Isabel Segura. En el casco antiguo de Teruel se reproduce el ambiente de la localidad medieval, representando la historia de los Amantes de Teruel. A mediados de julio tienen lugar las Fiestas del Ángel o "La Vaquilla", que suponen una explosión de animación y alegría en la ciudad. Son fiestas que giran alrededor de la figura del toro; por su parte, el jamón es el protagonista de las Fiestas relacionadas con este producto, que ven la luz en el mes de septiembre y que coinciden con la Feria del Jamón de Teruel, celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos. Además, en verano turolense también se ve visitado por la cultura, ya que en la capital se celebra la Muestra Internacional de Folklore entre agosto y septiembre, recibiendo a grupos musicales procedentes de todo el planeta.

Subiendo ya hacia tierras de Huesca, en la capital las fiestas más importantes se centran sobre todo en dos fechas: las "fiestas pequeñas" y las "fiestas mayores". Las primeras tienen lugar a comienzos de año; concretamente, el día 22 de enero, festividad de San Vicente. Las hogueras se prenden por doquier y los asistentes degustan las tradicionales "patatadas". Las fiestas mayores, por su parte, tienen lugar en honor al santo patrón de la ciudad, San Lorenzo. La bella ciudad de Huesca se viste de blanco y verde durante una semana, del 9 al 15 de agosto, y los visitantes y lugareños que recorren las calles disfrutan del sol, las buenas temperaturas y la fiesta. Distintos eventos como danzas populares y las ofrendas de frutos y flores han logrado que estas fiestas sean calificadas como De Interés Turístico, al igual que la Semana Santa de Huesca. Además de estas dos jornadas festivas, el día 23 de abril se celebra la festividad de San Jorge. Además de ser el Día de Aragón, en Huesca se realiza una romería encaminada a la ermita situada en el cerro que lleva el nombre del Santo.

Diversión, espiritualidad y tradición en una tierra que ofrece un turismo distinto al que estamos acostumbrados, pero pleno de bellezas naturales, hospitalidad, buena mesa y patrimonio. Aragón es un destino indispensable para los amantes de los viajes inolvidables.
 

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