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Guías de Viajes de Can Pastilla

Can Pastilla
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Las vacaciones más animadas, en la playa más espectacular

Doradas arenas y las aguas azul turquesa

Doradas arenas y las aguas azul turquesa

La belleza de la Playa de Palma de Mallorca sólo es comparable a la increíble animación que se disfruta en sus inmediaciones. Es imposible pasar un momento de aburrimiento durante unas vacaciones junto a este hermoso arenal; comenzando por los animados mercadillos y mercados callejeros que la frecuentan, siguiendo por el magnífico entorno natural que rodea a la bella Bahía de Palma, y terminando por una de las vidas nocturnas más increíbles de toda Europa, las posibilidades son tantas, que no basta con un verano para llegar siquiera a vislumbrarlas.

La Playa de Palma se encuentra a cuatro kilómetros del centro de la ciudad de Palma de Mallorca. Se trata de un arenal muy concurrido y turístico, lo que explica su magnífico equipamiento y estado de conservación. Más de cuatro kilómetros de blanca arena y aguas cristalinas convierten a esta playa en un auténtico paraíso bajo el sol, situado en pleno corazón de un mar histórico: el Mediterráneo. Emplazada entre los municipios de Palma y Llucmajor, bajo el nombre de Playa de Palma se identifica, además de a la playa en sí, a la zona turística dentro de la cual también entra S'Arenal de Llucmajor, en el extremo este.

Pero las doradas arenas y las aguas azul turquesa no son los únicos motivos para visitar la zona de Playa de Palma. Es increíble la gran cantidad de actividades culturales, deportivas y relacionadas con la naturaleza que se pueden realizar allí. Darse una vuelta por la bellísima ciudad de Palma y contemplar una de las Catedrales más espectaculares de España es sólo una opción; también se puede recorrer tranquilamente sus calles y degustar sus deliciosas especialidades, o bien practicar deportes como el golf, las actividades relacionadas con el mar o las rutas en bicicleta.  Y además, siempre es una buena idea alquilar un coche y recorrer la isla día tras día, disfrutando de la belleza de sus pueblos y de puntos tan célebres como las Cuevas del Drach o sus múltiples parques naturales.

El calendario festivo de esta región de la isla de Mallorca es tan animado como variado, plagado de fiestas y tradiciones muy antiguas, pero también de eventos culturales de más moderna creación, perfectos para disfrutar de la música o el teatro. Y desde luego, no nos podemos olvidar de la vida nocturna que caracteriza a esta zona. Junto a la Playa de Palma, las noches bullen de alegría, diversión y música, con deliciosos cócteles en la mano y disfrutando de las intervenciones de los mejores DJs y los locales más chic del momento. ¡Desde luego, ni de día, ni de noche puede uno llegar a aburrirse en Playa de Palma!
 

Una Playa rodeada de historia, cultura y naturaleza

Una Playa rodeada de historia, cultura y naturaleza

Desde luego, el primer punto de interés de la zona de Playa de Palma es la propia playa. Este arenal cuenta con un total de cuatro mil seiscientos metros de longitud, y un ancho medio de cincuenta metros. Estas dimensiones la convierten en la playa más importante y concurrida de la isla de Mallorca, así como su fina arena dorada y su inmejorable equipamiento en cuanto a servicios. En las proximidades de la playa, los chiringuitos, kioscos, zonas comerciales y puestos de alquiler de hamacas se dan la mano con los puestos de vigilancia, los balnearios y spas, bares y restaurantes. Además, en el extremo de la playa, concretamente en la zona este, podemos encontrar el exclusivo Puerto Deportivo del Club Náutico de S'Arenal de Llucmajor.

Dentro de la misma Bahía de Palma, también podemos desplazarnos para pasar otras jornadas conociendo su precioso litoral. La bahía de Illetas es uno de los puntos más hermosos, donde los pinos marítimos se asoman para contemplar su reflejo en el azul del Mediterráneo, y también la playa de Santa Ponça, todo un paraíso de fina arena y aguas cristalinas. Existe una bonita ruta de unos quince kilómetros que va desde el Puerto hasta el Arenal; los más animados pueden hacerla caminando, pero también existe la posibilidad de recorrerla en bicicleta, para contemplar las playas de El Portixol, El Molinar, Coll d'En Rebassa y Can Pastilla. La Sierra de Tramontana espera también al visitante, y Palma de Mallorca es el mejor punto de partida para conocerla. Esta cadena montañosa se extiende junto al mar por la zona noroeste de Malloca; su interés paisajístico es sólo comparable a sus atractivos históricos. Lugares como Sóller y Calvía (con su iglesia de transición entre el románico y el gótico, y el hermoso Castillo de Bemdinat) surgen con todo su esplendor ante los ojos del visitante que recorre esta zona.

Pero si de atractivos históricos se trata, no hace falta irse muy lejos de Playa de Palma, ya que a tan sólo cuatro kilómetros se encuentra Palma de Mallorca (la Ciutat, como la llaman los mallorquines), la capital del archipiélago balear y una de las poblaciones más hermosas y animadas de nuestras costas.  Su extensión es de unos quince kilómetros, todos ellos íntimamente ligados al Mediterráneo; la presencia de los lujosos yates en el Puerto Deportivo se une con el azul profundo de las aguas y la imponente silueta de la Catedral, para ofrecernos una visión espectacular. Los monumentos son una constante en Palma, comenzando por la Catedral o Seo, que se erigió entre los siglos XIV y XIX. El arquitecto catalán Gaudí participó en su reconstrucción interior, así como el célebre artista contemporáneo Miquel Barceló, creador de la actual Capilla de San Pedro, una espectacular obra en cerámica y vidriera que se inspira en el milagro de los panes y los peces. También merece la pena contemplar la Puerta del Mirador, la Capilla Real y la de la Trinidad.

Además de la Catedral, otros enclaves de interés cultural y que ningún visitante de Palma debe dejar de contemplar son la Almudaina o Palacio Real; la Lonja, edificio de Guillem Sagrera en estilo gótico civil y que hoy acoge el Museo de Bellas Artes; el Consulado del Mar, sede del gobierno autonómico; el Paseo del Borne, una animadísima calle plagada de elegantes mansiones rodeadas de callejones de la época medieval; los palacios que surgen en cada esquina, en la zona que va desde la Plaza de Cort y la Catedral; la Iglesia de San Francisco, y los Baños Árabes, resto de la presencia musulmana en la isla. Además, también podemos destacar el Ayuntamiento, del siglo XVII y situado en la Plaza del Cort; el antiguo barrio Puig de Sant Pere; los alrededores de la Plaza Mayor, y por supuesto, el Castillo de Bellver. Este imponente edificio se construyó sobre una colina y es de estilo gótico; actualmente alberga un Museo de arte clásico. Para terminar, merece la pena destacar que Palma de Mallorca es una ciudad de arte y museos; desde la Fundación Joan March hasta la Fundación Pilar Miró, pasando por la Fundación La Caixa y el Museo de Arte Contemporáneo Es Baluard, la modernidad artística ha hecho suyas las calles de la ciudad.
 

Una gastronomía con mil influencias culturales

Una gastronomía con mil influencias culturales

Mil y una culturas se dan cita en la gastronomía mallorquina, fácil de degustar y comprar en las inmediaciones de Playa de Palma, donde los restaurantes más exclusivos y los establecimientos con más encanto están a disposición de todos los que quieran probar las exquisiteces regionales. La variedad es una de las características de esta cocina, en cuyas mesas no pueden faltar las carnes ni los pescados, pero tampoco los embutidos, los deliciosos postres, los vinos, los licores...

Entre los platos tradicionales más conocidos, podemos señalar el frit mallorquí, de carne o pescado, y las sopes mallorquines, realizadas con hortalizas frescas y con versiones que incluyen otros ingredientes, como carne o setas. Además, hay que citar la emblemática y sabrosa sobrassada, auténtica representante de la gastronomía mallorquina y que hoy día tiene la categoría de Indicación Geográfica Protegida.

Dentro de los platos contundentes, hay que hacer sitio para los que están basados en la carne y el pescado. Sin ir más lejos, entre los primeros encontramos la porcella rostida o lechona asada, los guisos de cordero y el conejo encebollado, mientras que de entre los frutos del mar se pueden destacar los dentones, el cabracho, los excelentes salmonetes o molls, y por supuesto, el arrós de peix, un plato que es obligatorio probar.

Y ya que hablamos de elaboraciones típicas y célebres de Mallorca, por supuesto hemos de citar la famosa ensaimada, probablemente el producto más característico no sólo de Mallorca, sino de todo el archipiélago balear. Pero la repostería mallorquina no sólo vive de ensaimada, y también podremos degustar dulces como los bunyols o buñuelos, los rubiols (empanadillas rellenas de distintos dulces) y las panades o empanadas mallorquinas. La mejor forma de degustar este amplio abanico de dulces es acompañádolos de los tradicionales licores de Mallorca, como por ejemplo el licor de Naranjas del valle de Sóller o los licores Herbes y Palo. Estos últimos cuentan con su propia Denominación de Origen, y hace siglos se comenzaron a elaborar como medicamentos para combatir las epidemias. La frígola o licor de tomillo es otro de los destilados tradicionales que, de las casas particulares, ha terminado popularizándose y produciéndose de forma industrial.
 

Tradiciones, noches de fuego y mercadillos junto al mar

Tradiciones, noches de fuego y mercadillos junto al mar

En Playa de Palma no hay sitio para el descanso; además de su animada vida nocturna, todo un referente internacional, las jornadas diurnas también ofrecen actividades de forma constante. Y es que el calendario festivo está plagado de fiestas que conservan tradiciones de hace siglos, las cuales les aportan un encanto y personalidad especial.

El patrón de Palma de Mallorca es Sant Sebastià, cuya festividad tiene lugar el 20 de enero; el día anterior es posible asistir a muchos conciertos callejeros con estilos para todos los grupos, que alegran las calles del centro histórico de la Ciutat. Pasados los Carnavales con sus desfiles, disfraces y ceremonias, así como el recogimiento y la espiritualidad de la Semana Santa, el primer domingo después de Pascua se celebra el llamado Domingo del Ángel, jornada durante la cual los habitantes de Palma suben al Castillo de Bellver en una animada romería.

El comienzo del verano es, al igual que en la mayor parte de las playas de nuestra geografía, tiempo de hogueras en Playa de Palma. La noche del 23 de junio se celebra la víspera de San Juan coincidiendo con el solsticio de verano; esa misma noche se celebra la famosa "Nit del Foc" en el Parc de la Mar, durante la cual se suceden las hogueras, los conciertos y los fuegos artificiales. Durante el mes de agosto tiene lugar la tradicional Romería de Sant Bernat, concretamente el día 19. Saliendo de la Plaza de Cort, los habitantes de Palma se dirigen al Monasterio de la Real con palmas en la mano. Allí es tradición asistir a la misa, que va seguida de espectáculos musicales y bailes del folklore mallorquín. Y aún en tiempo de verano, el 8 de septiembre es la festividad de la Mare de Déu de la Salut, que se festeja con misa solemne, pasacalles, actividades para los más pequeños y bailes tradicionales.

Ya entrado el otoño, el tercer sábado de octubre tiene lugar una fiesta muy curiosoa y antigua: la Cabalgata de la Beata, que consiste en un desfile de carrozas en el cual la estrella es el Carro Triunfal de la Beata, la santa Catalina Tomàs, de Valldemossa. Y ya cuando el año está exhalando su último suspiro, el día 31 de diciembre se festeja la Fiesta del Estandarte, que recuerda la entrada en Palma de Mallorca de las tropas de Jaime I El Conquistador, y el fin de la dominación musulmana. Esta festividad tiene la particularidad de ser una de las más antiguas de Europa, ya que se remonta al siglo XIII.

Y para terminar, hay que mencionar los animados mercadillos que hacen las delicias de los turistas durante todo el año. Comenzando por el mercado de artículos de ocasión de todos los sábados, en la avenida Gabriel Alomar i Villalong.; y siguiendo con el mercado de artesanía que los lunes, viernes y sábados por la mañana se instala en la Plaza Mayor, son los lugares perfectos para comprar un hermoso recuerdo de la isla, su capital y cómo no, de la Playa de Palma.