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Polonia disfruta de una hermosa y extensa costa junto al mar Báltico, que ofrecen rincones y paisajes de una belleza sin igual. De entre todos estos lugares, la ciudad de Gdansk es, probablemente, la favorita para gran parte de los visitantes, ya que es una ciudad tan histórica como pintoresca. Su historia está estrechamente vinculada a la historia de su puerto y de su intensa vida marítima, que ha dejado en Gdansk una herencia que poco tiene en común con otras grandes ciudades del país. Comerciantes adinerados de todos los rincones han ido moldeando a través de los siglos la belleza indiscutible de este maravilloso destino que, en los últimos años, ha sabido ganar notoriedad y protagonismo. Al margen de que la ciudad ofrece diversos puntos de interés, lo más interesante es, sin duda, caminar y perderse entre las callejuelas y los originales edificios de ladrillo rojo, visitar alguno de sus cafeterías y bares de cerveza tradicionales o embarcarse en alguno de los cruceros que, surcando el río la costa de la ciudad, te ayudarán a entender la importancia de este histórico puerto.
No renuncies a un día de playa tan rápido
El rio Vístula es el más largo y caudaloso de Polonia. Con sus más de mil kilómetros de longitud, divide el país en dos. Su nacimiento se encuentra en el la parte occidental de los Cárpatos (al sur de Polonia). En su avance, se va haciendo más caudaloso, cruzando ciudades como Cracovia, Varsovia y Gdansk.
El rio Vístula es rico en vida, tanto en plantas acuáticas, como en peces. Gracias a las más de 40 variedades de peces que se pueden encontrar en los diferentes tramos del rio, la pesca es una actividad de ocio muy popular en los meses de verano.
Otra de las actividades más populares de este importantísimo rio es la navegación. Si tienes título de patrón de barco, podrás alquilar un velero, y si no es así, siempre podrás unirte a uno de los múltiples cruceros que surcan sus aguas a diferentes alturas. El paisaje a ambas orillas es absolutamente maravilloso: espesos bosques, colinas verdes, deliciosas campiñas, pueblecitos de corte medieval. O si no quieres renunciar a un día de playa en Polonia, el rio Vístula tiene diversos espacios con arena blanca, para poner la toalla y la sombrilla.
Cuando vayas a planificar tu viaje a Polonia, no te olvides de reservar un día para dejarte sorprender por este rio tan lleno de vida.
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A escasos metros de la popular fuente de Neptuno, encontraremos la casa más popular de Gdansk, La Corte de Artus Court. Este edificio ha recibido la visita de grandes personalidades, desde monarcas y presidentes, hasta artistas muy conocidos. Durante la Segunda Guerra Mundial fue destruido, para posteriormente ser reconstruido con el mismo esplendor del que gozaba anteriormente o incluso más. El edificio fue originalmente construido en el siglo XIV con el objetivo de que los grandes comerciantes locales y extranjeros tuviesen un lugar donde reunirse, discutir las turas comerciales marítimas o compartir experiencias. La decoración de su interior no es menos impresionante que su bellísima fachada: columnas colosales, estructuras góticas y renacentistas o pinturas de gigantescas dimensiones con motivos de caza son solo una pequeña parte de su interior. Las plantas superiores alojan exhibiciones históricas de fotografías y elementos importantes para entender la historia de la ciudad.
Este museo abrió sus puertas en el año 2014 con una compilación extensísima de documentos sobre la historia de los judíos polacos, que se extiende por más de mil años. Desde los primeros judíos que pisaron tierra polaca gracias al comercio marítimo hasta las olas migratorias, hasta la bien conocida destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Una visita a este modernísimo museo ayuda a entender de dónde y en qué condiciones llego la inmigración judía a Polonia, cómo fue su evolución, crecimiento, integración, costumbres, etc. El paso por los años de guerra nos muestra inexorablemente documentos de una crudeza tan difícil de digerir como necesaria para entender la sensibilidad de este tema dentro de la comunidad judía de todo el mundo. Si quieres complementar tus conocimientos sobre este tema, puedes acercarte al Cementerio Judío, fundado en 1806, y que alberga más de 150.000 lápidas. Algunas de ellas tienen placas conmemorativas de judíos relevantes, como Ludwik Zamenhof, creador del lenguaje artificial del esperanto. Trata de encontrar también la tumba conmemorativa de Ber Sonnenberg (1764 - 1822), que constituye uno de los monumentos funerarios más refinados de Europa.
O te encanta o te parece horrible. No va a haber punto medio. Independientemente de tu gusto, Varsovia obliga una visita a este edificio tan icónico como controvertido. Dicho monumento fue un “regalo de amistad” de la Unión Soviética a Polonia a comienzos de los años 50. Desde entonces hasta ahora, es el edificio más alto del país con sus 231 metros de altitud, que alojan una sala de congresos enorme, teatros, salas de cine y diversos museos. Podrás coger el ascensor hasta la planta 30, a 115 metros de altura, y disfrutar de las vistas desde la terraza de observación. La ingente atracción turística que este monumento suscita ha generado que la animadversión de los locales hacia el mismo vaya convirtiéndose, muy poco a poco, en aceptación y en un icono de la ciudad, alejado de connotaciones y vinculaciones políticas con que fue construido.
Este precioso monumento data del año 1677, cuando el rey Jann III Sobieski compró el terreno para edificar su residencia de verano al estilo barroco italiano. A lo largo de los siglos, el palacio ha ido cambiando de manos y cada nuevo dueño le ha ido añadiendo diferentes elementos barrocos y neoclásicos. De forma milagrosa, el Palacio Wilanów sobrevivió a los bombardeos de la guerra, por lo que el edificio y sus elementos decorativos son hoy prácticamente iguales a los que se podían observar antes del período bélico. Una visita por el palacio es absolutamente recomendada, ya que se podrán ver el Gran Hall de entrada, el comedor, la galería de retratos polacos, una colección de pinturas exquisitas de entre los siglos XVI y XIX, impresionantes murales, etc. Para no perderte un detalle, la visita incluye un audio guía, con la que entenderás mejor la importancia de cada rincón del castillo, así como su relevancia a lo largo de los siglos. Para evitar colas innecesarias, puedes comprar tu entrada de forma online por anticipado. El palacio se abre a sus espectaculares jardines de 45 hectáreas de extensión. Si tu visita coincide con un día soleado, no puedes perderte un bonito paseo por estos jardines, escrupulosamente cuidados y preparados para disfrutar.
Este colosal edificio de ladrillo es una reconstrucción, ya que el original fue destrozado por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. La historia ha vinculado a la familia real polaca con este enclava desde el siglo XIV, cuando los Duques de Mazovia construyeron aquí un rudimentario edificio. En el siglo XVII llegó a ser una de las residencias reales más espléndidas de Europa. En el año 1918, fue residencia de los Zares rusos y, cuando Polonia alcanzó la independencia, se convirtió en residencia del presidente. Hoy en día, el Castillo está abierto a los visitantes. Si te unes a una de las visitas guiadas al Castillo real, disfrutarás de los resultados de una extraordinaria reconstrucción, que reproduce los años de máximo esplendor del siglo XVIII. con sus columnas doradas, sus altísimos techos y diversos elementos decorativos en estuco. El vecino National Hall fue concebido como panteón nacional y dibuja diversas escenas de la historia de Polonia. La sala de mármol, decorada al estilo del siglo XVI, la galería con los retratos de los 22 reyes polacos, los apartamentos reales, la habitación del trono y la galería de pinturas de Bernardo Bellotto (1721 – 1780) son algunos de los principales puntos de interés entre castillo tan espectacular.
Este museo interactivo es realmente impresionante, porque explica de maravilla los años de ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Has visto la película de “la lista de Schindler”? Si aún no lo has hecho, te lo recomendamos, porque fue precisamente aquí donde el industrialista nazi, Oskar Schindler, trabajo y desarrollo gran parte de su trabajo. Posteriormente, Schindler se hizo conocido por salvar la vida de multitud de judíos durante el Holocausto. La exhibición esta estupendamente organizada con documentos, fotografías, reproducciones de artículos que evocan la vida entre los años 1939 y 1945. Para llegar a la fábrica de Schindler, puedes coger cualquier tranvía junto a la oficina de correos de la parte antigua de la ciudad con dirección a Starowislna, hasta alcanzar una parada llamada Plac Bohaterow Getta. Desde aquí, puedes seguir las señales que orientan hacia Ul Kacik, por debajo de las vías. Para empaparte bien y absorver el máximo de información de esta visita, te recomendamos ver la película antes de tu viaje.
Esta iglesia en pleno corazón de la parte antigua de la ciudad de Gdansk es conocida por ser la última iglesia del mundo en construirse con ladrillo. Esta poderosa edificación comenzó a construirse en 1343, pero no fue hasta el 1502 cuando alcanzo sus proporciones actuales. No pierdas el detalle del reloj astronómico del siglo XV, ubicado en la cara norte del monumento o la torre, que, con sus 405 peldaños de ascenso, ofrece unas vistas estupendas de la ciudad.
La traducción seria “mercado largo” o “mercado grande” y antiguamente era el mercado de la ciudad. Hoy atrae a miles de visitantes cada día, entre sus puestecitos de todo tipo y restaurantes y bares tradicionales. Si levantas la vista por encima de la multitud, podrás disfrutar de la hermosa arquitectura de postguerra de sus edificios, levantados con un gusto exquisito. La fuente en honor a Neptuno, construida en el 1606 por el artista Peter Husen, que encontraras junto al ayuntamiento, protagoniza una leyenda local que cualquier guía de la zona podrá explicarte en detalle. Con decirte que mezcla la tradición marítima, el alcohol y Neptuno es suficiente para que entiendas porque esta fuente ha estado vallada desde el año 1634. Además de sus orígenes legendarios, esta fuente es la estructura secular más antigua de Polonia. En la plaza del mercado también encontraras la Casa Dorada, con bustos de los reyes polacos esculpidos en la fachada. El mercado está flanqueado en su sección oriental por la Puerta Verde, orientada al rio, y fue construida en 1560 con fines defensivos. Hoy aloja una galería de arte.
Cracovia era en el siglo XVI, fecha en la que se edificó este monumento, el corazón político y cultural de Polonia y el Castillo de Wawel así lo confirma, constituyendo hoy un símbolo de identidad nacional. Hoy en día es un museo de acceso público con 5 secciones: las joyas de la corona y armería, las salas de estado, los apartamentos reales privados, el Wawel perdido y la exhibición de arte oriental. Cada una de estas secciones requiere de una entrada por separado, siendo las salas estatales y los apartamentos reales privados los que merecen una mayor atención. A pesar de que el palacio renacentista que se puede disfrutar hoy data del siglo XVI, ya en el siglo XI el rey Boleslaw I Chrobry edifico una pequeña residencia en este mismo lugar. Posteriormente Casimir III, el grande, La convirtió en un formidable castillo gótico hasta que en 1499 ardió en llamas. Es así como Sigismundo I, el viejo, se encargó de volverlo a levantar entre los años 1506 y 1548. Por su parte, la catedral real de Wawel ha sido testigo de múltiples coronaciones, funerales e hitos importantes de la vida real y aristocrática de Polonia. Fue fundada originalmente en el siglo XI por el rey Boleslaw I Chrobry y reemplazada por una construcción románica en el siglo posterior. Tras el fuego del 1305, solo la cripta de San Leonardo y la capilla de Sigismundo sobrevivieron. En el año 1364 se levantó su tercera y última versión, de estilo gótico y con capillas menores en distintos estilos. En su interior, llaman la atención los huesos de animales prehistóricos a los que se atribuyen propiedades mágicas, la colección de tumbas y sarcófagos, así como piezas religiosas de un valor incalculable. Asimismo, los frescos bizantinos del siglo XV son de una belleza incomparable. La torre es accesible, ascendiendo por 70 peldaños, hasta alcanzar la campana de Segismundo, de dos metros de altura y dos metros y medio de diámetro. También podrás acceder a la cripta de San Leonardo, único vestigio de la catedral románica original.
Polonia es, en términos generales, bastante plana, geográficamente hablando. Pero si diriges tu viaje hacia el sur del país, la historia cambia. Allí encontrarás la cordillera de los Cárpatos, una sucesión de montañas de tamaño medio, que discurre desde la frontera polaca con Alemania hasta Ucrania. La zona denominada Karkonosze, en el suroeste, es ideal para la práctica de deportes de montaña; como el senderismo y el ciclismo de montaña en verano. En invierno, es mejor dirigirse a los pies de los montes Tetras, meca del esquí o snowboard en invierno. Si quieres explorar la cara más aislada de los Cárpatos, donde escapar de todo y todos, no te pierdas la zona de Bieszczady, en la parte sureste. Aquí hay algunos senderos muy poco transitados, donde podrás disfrutar de la fauna y flora de Polonia en su máximo esplendor. Si tu espíritu de aventura llama, haz la mochila, ponte las botas de montaña y descubre a fondo esta zona. En general, los Cárpatos son siempre una buena opción para los amantes de las actividades al aire libre.
¿Sabías que en Europa puedes ver bisontes? El Parque Nacional de Bialowieza aloja un tipo de bosque que es hoy remanente de un tipo de bosque que antaño cubrió toda Europa. Hoy es hogar del bisonte europeo, especie que se extinguió en Europa en 1919 y que, afortunadamente, ha sido reintroducida en este Parque. Los bisontes están en libertad, pero, si caminas por algunas de las rutas de senderismo, seguro que tienes suerte y los ves. Es, hoy por hoy, el mamífero más grande de Europa y verlo en su entorno natural es una oportunidad única. Los bosques de esta región han permanecido prácticamente intactos e incluso hoy, los escasos excursionistas y visitantes al parque se encuentran muy raramente con otros visitantes o restos humanos. Es conveniente ir con guía, para evitar perderse o accidentes debido a lo escarpado del terreno.
También conocida como “la catedral subterránea”, estas impresionantes minas fueron visitadas inicialmente en el siglo XV y, desde entonces, el trabajo incesante de decenas de generaciones de mineros ha hecho que estas minas se cuenten entre las más antiguas e importantes del mundo. En 1978 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cada año atraen a más de 800.000 visitantes. Hoy por hoy, es uno de los destinos turísticos más importantes de Polonia y, sin duda, un icono nacional. Las excursiones hasta las minas de sal se suelen organizar desde Cracovia, ya que están a escasos 15 kilómetros de la misma, y sería una pena visitar esta ciudad, pasando por alto esta excursión inolvidable.
El entramado laberíntico de galerías se adentra hasta los 327 metros de profundidad, a lo largo de 300 kilómetros, con diversas camarillas y capillas, en las que podrás ver preciosas figurillas esculpidas.
La visita a las minas permite explorar hasta 3,5 kilómetros de pasillos y galerías, 22 camarillas con lagos subterráneos, antiguos artilugios, maquinaria y herramientas, así como elementos ornamentales gravados en las propias minas. El momento estrella de la ruta es la Capilla de St. Kinga, un salón de más de 50 metros de longitud, que goza de multitud de elementos ornamentales grabados en sal.
Existen diversas rutas por las minas de sal, como por ejemplo “la ruta de los mineros”, “la ruta de los peregrinos”, un circuito especializado en familias y otra más específica sobre los misterios de las minas.
No te pierdas esta oportunidad única de descubrir el corazón de la catedral subterránea de Europa.
Esta ciudad es una excepción al resto del país, ya que, afortunadamente, no experimentó el nivel de destrucción de otras ciudades. Gracias a ello, podrás disfrutar de la deliciosa plaza central de Rynek Glowny, que es considera como la plaza de corte medieval más grande de Europa. Su construcción se remonta al siglo XVI, cuando Cracovia era aún capital de Polonia y se ha mantenido prácticamente intacta desde entonces. Merece la pena sentarse en alguna de sus terracitas o comprar algo para comer o beber, y sentarse en algún banco, y así apreciar con calma la belleza de sus fachadas, obras maestras de la arquitectura, la iglesia de Santa María. Es uno de esos lugares donde lo mejor no es caminar, sino sentarse y disfrutar de lo que pasa a tu alrededor. Porque esta plaza gigantesca es el lugar donde todo ocurre, es el comienzo y el fin. Así que tomate una tarde para conocerla a fondo, y no pierdas detalle de sus ornamentos, puertas y portones, de las placas informativas y conmemorativas, y de las leyendas que se han ido dibujando entre las calles y fuentes adyacentes.
No es un secreto para nadie que Polonia sufrió duramente los azotes de la ocupación alemana durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Los genocidios sistemáticos contra la comunidad judía y otros grupos políticos, étnicos o religiosos están fuera de toda discusión y, aunque pueda suponer un trago amargo en nuestro viaje, visitar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau es un libro de historia abierto. Hoy en día es un memorial y museo, en la ciudad de Oswiecim. Los números son elocuentes: más de un millón de personas fueron asesinadas en un período de cuatro años. Al contrario que otros campos de concentración, que han sido reconvertidos, demolidos, saqueados y vandalizados, el de Auschwitz se ha preservado para la memoria histórica de los que allí fallecieron. Si reúnes la fuerza para visitarlo, vas a aprender muchísimo, ya que la visita está perfectamente organizada y ofrece información en cada punto importante, para garantizar que el visitante sale informado y concienciado del dolor que allí se sufrió.
Polonia está a la cabeza en cuanto a museos altamente modernizados y tecnificados. Te sorprenderá el nivel de vanguardismo e innovación en la forma de exponer sus colecciones y de desplegar la información. Pero si hay una ciudad que destaca en cuanto a museos se refiere, esa es Varsovia: moderna, vibrante, bulliciosa y completamente modernizada. El museo Warsaw Rising Museum deslumbra al visitante con la excelente combinación de sonido, luces y videos, para recrear el trágico levantamiento de la ciudad contra la ocupación alemana de 1944. Aunque el contenido puede resultar manido, la creatividad del mismo obliga recomendarlo. El Museo de Historia de los Judíos Polacos abrió sus puertas en el 2004 y, desde entonces, ofrece una perspectiva global de la vida, costumbre y tradiciones judías, así como la terrible experiencia durante el Holocausto. Las exhibiciones recorren 1.000 años de historia desde que los primeros judíos llegasen a Polonia hasta la actualidad. Estas son tan solo dos de las opciones en cuanto a museos se refiere en Varsovia, pero ni mucho menos los únicos. Si te interesan las exposiciones, tomate un tiempo para investigar por internet y elabora tu itinerario. Es conveniente adquirir las entradas con anticipación por internet, para evitar colas o sorpresas indeseadas de aforos completos
¿CUÁNDO VISITAR POLONIA?
La temporada óptima para visitar Polonia es, sin duda, al final de la primavera o en verano. Sin embargo, en el mes de diciembre, las ciudades y pueblos se decoran de forma explosiva de cara a las fiestas navideñas y sus mercadillos navideños, con su sinfin de puestecitos de comida, bebida y adornos, inundan sus centros históricos. En los meses de enero y febrero, es una fecha estupenda para ir a esquiar a Polonia, en alguna de sus pistas de esqui, con unas instalaciones de primer nivel. Así que, elijas la temporada que elijas, Polonia tiene algo para ti.
En verano, las temperaturas en Polonia pueden llegar a ser muy altas. Asegúrate de traer ropa adecuada para el tiempo, incluyendo gorro y protector solar. En invierno, las temperaturas alcanzan varios grados bajo cero. En ese caso, tráete buenas prendas de abrigo, botas, guantes, gorro abrigado y buenos guantes. No hay nada más incómodo que estar con frío.
VIAJAR A POLONIA A BUEN PRECIO
Como suele ocurrir con todos los destinos europeos, los precios de los billetes en Semana Santa y verano se encarecen notablemente. Así que, si quieres viajar en estas fechas, asegurate de adquirir tu billete de vuelo con la maxima anticipacion posible.
HUSO HORARIO
El huso horario de Polonia es el mismo que en España continental, así que no necesitas cambiar tu reloj (a no ser que viajes desde Canarias).
EMBAJADA ESPAÑOLA
España tiene la sede de su embajada en Varsovia y abre al público de lunes a viernes, de 8:30 a 16:00 horas. La Embajada en Varsovia se encuentra junto al Parque Lazienki, en el barrio llamado Powisle, a 10 minutos en coche del centro histórico de la ciudad.
Fuera del horario de atención al público, la Embajada dispone de un teléfono móvil de emergencia consular operativo las 24 horas del día para asuntos urgentes y de gravedad.
Teléfono móvil: 605 67 31 25. Con el prefijo 0048 (si llamas desde fuera de Polonia o desde móvil español)
DOCUMENTACIÓN PARA ENTRAR EN POLONIA
Como miembro de la Unión Europea y de la zona Schengen, únicamente hace falta el DNI o pasaporte en vigor para viajar a Polonia.
Para los residentes extranjeros en España es necesario llevar un documento identificativo además de la la tarjeta de residencia española, ya que ésta no se considera documentación de viaje.
EN AVIÓN
Polonia dispone de 13 aeropuertos internacionales situados en distintas regiones, en los que operan más de 40 líneas aéreas, siendo el aeropuerto de Varsovia-Fryderyc Chopin el más importante. El aeropuerto de Cracovia Juan Pablo II y el de Gdańsk-Lech Wałęsa también están estupendamente comunicados con líneas de vuelo regular, así como de bajo coste.
CÓMO MOVERTE DENTRO DE POLONIA
Polonia es un país muy avanzado en lo que a transporte público se refiere y en cuando la disposición de su sistema de carreteras y autopistas. Si quieres aprovechar tu viaje para conocer diferentes lugares del país, puedes utilizar el sistema de autobuses o trenes, que, además de ofrecer billetes a precios muy asequibles, ofrecen comodidad y mucha frecuencia. Es una bonita forma de disfrutar del paisaje, sentarse y relajarte.
También puedes alquilar un coche. No vas a tener ningún problema, ya que las normas de circulación, así como las señales son bastante similares a las españolas. Únicamente, los nombres nos resultan poco familiares, con algunos caracteres distintos y palabras muy largas. Así que, si viajáis dos o más en el coche, sería interesante que el conductor se centre en la carretera y el copiloto en leer los carteles y letreros.
TAXIS
Es conveniente utilizar únicamente los taxis legales. Los distinguirás porque llevan un número de teléfono muy visible en el vehículo. Evita montarte en vehículos que te generen dudas. No merece la pena asumir el riesgo.
El país no presenta incidencias en cuando a enfermedades o epidemias. La atención médica en hospitales y ambulatorios es correcta. En las grandes ciudades existen mejores medios que en los pequeños pueblos. Pero, aun así, recibirás buena atención.
Como europeo, cuando te desplaces a Polonia, deberás obtener la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) en España. Con ella, podrás recibir atención médica en caso de emergencia. Esta tarjeta no es en ningún caso un sustituto del seguro de viaje.
Adicionalmente, es conveniente contratar un seguro de viaje antes de viajar, que cubra los costes médicos en caso de emergencia. Este seguro privado te resultaría muy útil en el caso de que tuvieras que abandonar el país por causa de enfermedad o accidente. La Seguridad Social española no incluye la evacuación como una prestación sanitaria asociada a la Tarjeta Sanitaria Europea y, en caso de necesidad, es complicado que un hospital polaco admita su traslado a España por razones médicas.
Si sufres cualquier tipo de enfermedad, consulta con tu médico antes de iniciar el viaje y asegúrate de traer la cantidad de medicamento suficiente para tu estancia.
Polonia NO USA EL EURO, sino el Zloty, divisa cuya abreviatura es PLN. 1 euro equivale aproximadamente a 4,2 PLN, aunque deberás asegurarte de comprobar el tipo de cambio antes de comenzar su viaje.
Los comercios no suelen permitir el pago en euros. Las tarjetas de débito y crédito son aceptadas en la mayoría de los establecimientos, aunque puede haber locales y comercios donde solo se pueda pagar en efectivo. Podrás encontrar multitud de oficinas de cambio) por toda la ciudad. Te resultará útil saber que las oficinas de cambio en polaco se llaman “kantor”. El tipo de cambio oscila bastante. En general, los kantor ofrecen peor tipo de cambio cuanto más céntrica se encuentre. Por ello, si vas a cambiar una cantidad importante, resulta conveniente hacerlo en un kantor algo más alejado de los principales destinos turísticos.
No hay duda, en Polonia se habla el polaco. Debido a la situación histórica vivida hasta hace no demasiados años, las generaciones a partir de 35 o 40 años no suelen hablar inglés. Los jóvenes, por el contrario, suelen hablar un buen inglés. A no ser que te unas a visitas guiadas en español, es muy probable que no entiendas mucho. Toda la información desplegada en las calles y carreteras está, naturalmente, en polaco.
Pero ya verás como no vas a tener ningún problema para comunicarte. Los polacos son, en general, simpatiquísimos y muy comunicativos. Utilizarán las manos o cualquier medio a su alcance para hacerse entender. Si no, una sonrisa se entiende en cualquier parte del mundo.
El prefijo del país es: +48.
EMERGENCIAS CONSULARES fuera del horario de atención al público: 605 67 31 25 (prefijo 0048 si se llama desde fuera de Polonia o desde móvil español).
Emergencias generales (Número de Emergencias Europeo): 112
Emergencias policiales: 997
Bomberos: 998
Emergencias sanitarias: 999
Asistencia en carretera: 981
Teléfono de información y asistencia para turistas: 608 599 999
PRECAUCIONES
En términos generales, Polonia es un país muy seguro. Sin embargo, y como suele ocurrir en las grandes capitales y destinos turísticos, se aconseja tener las carteras y mochilas bajo control cuando viajes en transporte público o camines por zonas concurridas. Evita colocar la tarjeta en el bolsillo trasero del pantalón o dejar tu bolso abierto o descuidado en alguna terraza. Para evitar disgustos mayores, puedes llevar contigo el DNI y dejar el pasaporte en tu alojamiento regular. Así, si por un casual extraviases la cartera, no te quedarías sin documentación.
TELÉFONOS DE CANCELACIÓN DE TARJETAS BANCARIAS
4 B - VISA Electron - Master Card - VISA: 0034 902 114 400 / 0034 913 626 200
Servired (VISA - VISA Electron - Master Card): 0034 902 192 100
American Express: 0034 902 375 637 Red 6000: 0034 915 965 335