Carnavales y fiestas patronales, pero también rock y cine fantástico
La noche de San Juan, el 24 de junio, se celebra en Estepona con hogueras, como en muchas otras localidades. Allí se queman los llamados júas, unos muñecos o motivos que representan acontecimientos importantes acaecidos durante el año. Es una noche de alegría y verbena, donde las guitarras y el flamenco acompañan a los festejantes por doquier.
Historia y cultura entre la playa y la sierra
Las playas de Estepona son, desde luego, uno de su principales atractivos; hay tantas y tan variadas que seguro que siempre podremos encontrar en ellas nuestro lugar al sol, sin preocuparnos por aglomeraciones o turismo masificado. La presencia de la sierra a pocos kilómetros aporta un encanto especial a este lugar; cuando nos cansemos de arena y mar, siempre podremos encaminar nuestros pasos hacia las montañas plagadas de arroyos que se alzan, majestuosas, por encima de un fértil valle.
Una costa interminable plagada de atractivos
El patrimonio histórico de Estepona está bien representado por la Iglesia de los Remedios, del s. XVIII; la Torre del Reloj, de origen árabe y que pasó a convertirse en campanario cuando la mezquita a la que pertenecía se convirtió en iglesia, y algunos castillos y fortificaciones tanto cristianos como musulmanes, cuya visita nos transportará a tiempos de la Reconquista. Entre ellos podemos destacar el Castillo del Nico, el Castillo de San Luis, las Torres Almenaras o los Castillejos.
La dieta mediterránea y la cocina internacional
El plato de pescado preferido tanto por los lugareños como por los viajeros suele ser el clásico espeto de sardinas; no hay que dejar de probarlo en las clásicas moragas o en algún restaurante frente al mar. Las curiosas sardinas a la teja, otro plato a destacar, reciben este nombre por la peculiar disposición del pescado en la parrilla. Otras deliciosas especialidades procedentes del mar son los salmonetes, las gambas de merecida fama, la ensalada de pulpo o el famoso pescado a la sal.