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Guías de Viajes de Ronda

Ronda
Ronda

La ciudad que enamoró a Orson Wells

Paraíso interior

Paraíso interior
El cineasta norteamericano, sin duda uno de los más grandes de todos los tiempos, algo debía de saber de arte y de belleza... Y si escogió a la ciudad de Ronda como el lugar ideal para que descansaran sus cenizas (de acuerdo con su frase: "un hombre no es de donde nace, sino de donde elige morir"), por algo sería. La enorme belleza de la ciudad malagueña de Ronda no sólo ha atraído a directores como Wells, sino que año tras año concita en su territorio el interés de miles y miles de turistas de todo el mundo, que acuden a disfrutar de su bellísimo patrimonio, su inigualable ubicación y su privilegiado clima. Ronda es, sin duda, un paraíso para los sentidos y para las vacaciones.

Otros artistas y escritores, como por ejemplo James Joyce, celebraron también las bellezas de Ronda. Esta hermosa localidad pertenece a la provincia de Málaga, en la comunidad autónoma de Andalucía, pero no forma parte de la turística zona de la Costa del Sol. Ronda es un paraíso interior, rodeado de las preciosas montañas de la Serranía de Ronda (es la capital de la comarca), en el noroeste de la provincia. Es famosa su estampa de casas blancas colocadas al borde de escarpados precipicios, que forman parte del cañón conocido como el Tajo de Ronda y en el que discurre, profundo, el río Guadalevín. Diversos parajes naturales de belleza excepcional se extienden junto a la ciudad: la Sierra de las Nieves, el Valle del Genal y la Sierra de Grazalema, sin ir más lejos.

Además del magnífico entorno natural que rodea a Ronda, algo que diferencia a este lugar del resto de las localidades de nuestro país es que se trata de una de las ciudades más antiguas de España. Esto ha hecho que en la zona se conserven multitud de testimonio del paso de distintas civilizaciones por la localidad. Desde el arte rupestre del Paleolítico hasta los yacimientos y construcciones de épocas romanas, hay mucho que ver y que admirar en el patrimonio monumental de Ronda. Pero sin duda fue la presencia islámica la que más influyó en el desarrollo de la villa, y no sólo en lo que se refiere a arquitectura o construcciones sino también en lo que respecta a cultura, tradiciones, folklore o gastronomía, entre otras muchas cosas.

El siglo XVIII supuso un auténtico renacer de la ciudad después de épocas de olvido y de menor actividad. Es en esta época cuando se levantan las infraestructuras que traerán la modernidad a Ronda. Por su parte, el movimiento romántico creará una imagen de Ronda que se instaurará en las mentes de los habitantes de todo el mundo, relacionada con figuras de bandoleros, toreros y bellas mujeres que ocultan sus ojos tras las rejas de las casas andaluzas. Pero no hay que dejarse llevar por el tópico; en la actualidad, Ronda es una ciudad bella y moderna que conserva sus tradiciones y su patrimonio de una forma respetuosa e inteligente. La hospitalidad y proverbial alegría de sus habitantes, y los magníficos hoteles, restaurantes y establecimientos con que cuenta la villa la convierten en una estupenda opción para unas vacaciones diferentes e inolvidables.

Patrimonio y naturaleza a ambas orillas del Tajo

Patrimonio y naturaleza a ambas orillas del Tajo

Por supuesto, no nos estamos refiriendo al río Tajo sino al Tajo de Ronda: el espectacular cañón formado por el río Guadalevín, que divide en dos las blancas casas de la villa. Precisamente sobre el cañón se alzan dos de las construcciones más famosas de la ciudad: el Puente Viejo y el Puente Nuevo. El primero es de orígenes confusos; hay quien cree que es de la época romana y que después fue reconstruido por los árabes. En cuanto al Puente Nuevo, se erigió en el siglo XVIII y cubre una garganta realmente espectacular de nada menos que 300 metros de profundidad. Los dos puentes comunican las distintas partes de Ronda, que desde antiguo está dividida en tres barrios conocidos como La Ciudad (parte antigua), San Francisco y el Mercadillo.

En el barrio de La Ciudad se encuentra la mayor concentración de edificios históricos de Ronda. Además de albergar varios de los museos con los que cuenta la localidad (entre otros, el Museo de Lara, el Museo del Vino o el Museo Municipal de Ronda), también podemos admirar en La Ciudad preciosas iglesias como la Iglesia Mayor y la del Espíritu Santo. Un lugar que realmente merece una visita es la Casa del Rey Moro; además de la construcción en sí, desde ella se puede descender hasta el fondo de la garganta del Tajo, gracias a las antiguas escaleras pertenecientes a la mina. La impronta árabe se vislumbra en muchas construcciones y edificios, pero sobre todo en la llamada Torre de San Sebastián, un antiguo minarete que formó parte en origen de una mezquita, para luego ser el único resto de la Iglesia de San Sebastián existente en la actualidad. En el barrio de La Ciudad merece la pena caminar despacio, contemplando las hermosísimas casas y palacios señoriales y refrescándonos de vez en cuando en alguno de los encantadores bares y tascas, donde disfrutar de las típicas tapas.

San Francisco es el nombre de otro de los barrios de Ronda. En él podemos visitar magníficas construcciones antiguas: entre ellas, los restos de la Muralla Árabe y muy en particular, la Puerta de Almocábar. En el Puente Árabe se ubican los Baños Árabes, que se encuentran entre los mejor conservados de nuestro país. Del antiguo Convento de San Francisco sólo queda en pie la Iglesia, un bello ejemplo de estilo gótico-mudéjar. Y ya pasando al tercer barrio de Ronda, se le conoce como el Mercadillo y es la zona más moderna de la ciudad. En él se ubica la Plaza de Toros de Ronda (la más antigua del mundo), el Parador de Turismo y varias iglesias de interés. Y para los amantes de la artesanía y los recuerdos, nada mejor que dirigir sus pasos a la Calle de la Bola (Carrera Espinel). Está plagada de tiendas y comercios, y disfruta de una gran animación durante toda la semana. Tampoco hay que olvidar que gran parte del patrimonio modernista de Málaga se encuentra repartido por este barrio.

En cuanto a naturaleza y parajes de interés, Ronda es sin duda una ciudad privilegiada. Cuenta en sus alrededores con espacios tan impresionantes como la Sierra de Grazalema, el Parque de los Alcornocales y el Parque Natural de la Sierra de las Nieves, lugares inmejorables para realizar rutas senderistas, a caballo, en bicicleta... Para los más valientes y animosos, una excursión muy recomendable es subir al pico Torrecilla, de más de 2000 metros de altitud; el esfuerzo se verá recompensado con unas vistas increíbles sobre la magnífica Serranía de Ronda y gran parte de la Costa del Sol.

Tierra de caza, setas y excelente repostería

Tierra de caza, setas y excelente repostería
En Ronda se dan cita dos de los ingredientes fundamentales para forjar una gastronomía de calidad: una tradición cultural milenaria que mezcla los sabores, ingredientes y técnicas de muchas civilizaciones, y un entorno natural que ofrece las mejores materias primas para la elaboración de las recetas. La Serranía de Ronda y su magnífico clima son el enclave ideal para el cultivo de hortalizas y legumbres de primera, que sirven para cocinar los exquisitos pucheros y guisos rondeños. Platos tan sencillos y deliciosos como las habas con tomate ajo y jamón, las alubias (o judías) con morcilla, las calabazas a la rondeña y el gazpacho de la Serranía o a la serrana son buenos ejemplos de lo que decimos. Pero en los bosques y campos que rodean a Ronda, también se puede encontrar ese tesoro de la naturaleza que son las setas, y que son muy apreciadas en la región. Boletus, níscalos, champiñones, rebozuelos... Delicias que desprenden todo su sabor a monte y a bosque en cualquiera de sus preparaciones.

También producto del monte y de una tradición cinegética inmemorial es la excelente caza que se puede degustar en Ronda. Las especialidades más apreciadas, como el conejo a la rondeña o la perdiz al tajo, se benefician sin lugar a dudas del empleo para su elaboración del estupendo aceite de oliva de la zona. Es un oro líquido de baja acidez, suave y con un intenso color dorado con toques verdosos. Este mismo aceite se utiliza en la elaboración de muchas otras recetas, como los pucheros de garbanzos, las habas a la rondeña, el rabo de toro o las migas camperas. Productos también muy apreciados en Ronda, tanto por los oriundos del lugar como por turistas y visitantes, son las deliciosas castañas en almíbar, la miel opaca y dulce que destilan las abejas con el néctar de los árboles del monte, y las aceitunas aloreñas, una variedad que se prepara partida y aliñada con una mezcla de hierbas propias del Valle del Guadalhorce. Y por supuesto, los renombrados embutidos (chacina) de la Serranía de Ronda, elaborados con las excelentes carnes de los cerdos que pastan en el campo en libertad.

La repostería rondeña es punto y aparte. Las dulces especialidades se ven influenciadas por siglos de cultura árabe, algo que se nota muy especialmente en el empleo de la miel y las almendras. Los pestiños son un buen ejemplo, derivados de una antigua receta islámica; pero tampoco podemos dejar de probar en Ronda la sopa de almendras, las clásicas yemas del Tajo y las rosquillas de Ronda. Y para terminar, una mención a los estupendos vinos con Denominación de Origen Vinos de Málaga – Sierra de Málaga, subzona Serranía de Ronda. Los hay de dos tipos: los "vinos tranquilos" (clásicos tintos, rosados y blancos) y los célebres vinos dulces de la región. Perfectos para acompañar comidas o para rematar un buen banquete, acompañados de los dulces típicos de la localidad.

Festivales de música y celebraciones tradicionales

Festivales de música y celebraciones tradicionales

El cante flamenco y el folklore tradicional son auténticas instituciones en Ronda. No en vano, en la ciudad se celebran a lo largo del año tres festivales importantes relacionados con este tipo de música. El más renombrado es sin duda el Festival del Cante Grande, que tiene lugar en el mes de agosto y es uno de los que más solera tienen en toda Andalucía. También son muy destacables la Gala Folklórica Tradicional y el Festival de Verano "Música y Crepúsculos". Pero además de festivales, al igual que en el resto de la geografía española, las fiestas tradicionales y en honor de los santos patronos salpican el calendario a lo largo de los meses. La Semana Santa rondeña es todo un acontecimiento; a la belleza de la parte antigua de la ciudad se le suma la espiritualidad y solemnidad de las quince procesiones que tienen lugar a lo largo de los días santos. Se trata de una festividad declarada de Interés Turístico Nacional, y es una de las más importantes de toda Andalucía.

Pasada la época de la penitencia y el recogimiento, como en el resto de Andalucía, en Ronda se preparan para las ferias. Mayo, septiembre y octubre son meses feriales en Ronda, y la más importante de todas las ferias (la de septiembre) recibe el nombre de Feria de Pedro Romero. Estas fiestas están dedicadas a la mítica figura del toreo, y su celebridad se debe en gran parte a las hermosas Corridas Goyescas que pueden contemplarse a lo largo de los días festivos. En las calles de la ciudad se celebra la Feria en el Centro, con sus casetas y sus trajes típicos andaluces, mientras que en el Recinto Ferial se instala la llamada Feria de Noche, plagada de atracciones y que se empieza a animar con la puesta de sol. Además de las ferias, otras fiestas muy sentidas y celebradas en Ronda son el Corpus Christi (llamado en la localidad "Corpus Chiquito" y que tiene lugar en junio) y la Romería de la Virgen de la Cabeza, el primer domingo de julio.

Y por supuesto, no podemos olvidar que en los pueblos cercanos las fiestas se viven con la misma intensidad, alegría y color que en la ciudad, siendo muy populares las de Serrato y la Romanía de Puente Saúco. En definitiva, Ronda y su entorno son tierras privilegiadas: llenas de color, alegría, sol, tradiciones inmemoriales, belleza y hospitalidad. El mejor destino sin duda para viajeros con inquietudes, y para quienes busquen sentirse como en familia durante sus vacaciones.