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Guías de Viajes de Benicasim

Benicasim
Benicasim

Desierto pleno de vegetación y magníficas playas

Una joya del Levante, entre el mar y la montaña

Una joya del Levante, entre el mar y la montaña

Un desierto pleno de vegetación y manantiales, un litoral de seis kilómetros de playas, la presencia de villas y mansiones de principios del siglo XX, y un Festival de Música Independiente que se ha hecho un hueco importante entre los eventos musicales mas destacados de la escena internacional, han convertido a la localidad de Benicasim en un destino turístico privilegiado entre los viajeros europeos.

Benicasim, o Benicàssim, esta situada en Castellón, provincia perteneciente a la Comunidad Valenciana y situada en la costa mediterránea del Levante, dentro de la comarca de la Plana Alta. Sus habitantes se contabilizaban en más de 18.000 en el año 2009, pero lo cierto es que en temporada alta, el auge turístico de esta localidad hace que se lleguen a sobrepasar fácilmente los cuarenta mil. Sus recursos hoteleros de nivel europeo y sus magnificas playas, lugares de interés y entornos naturales convierten a Benicasim en una autentica joya de nuestras costas, que muchos viajeros y turistas descubren año tras año.

Porque el entorno natural privilegiado de que disfruta esta región es uno de los responsables, junto con el estupendo clima de la zona y la acertada gestión de los recursos turísticos, de que Benicasim sea cada vez más un punto de referencia vacacional en nuestro país. Más de seis kilómetros de litoral salpicados de extensas playas y encantadoras calas se dan la mano con el bellísimo Paraje Natural del Desierto de las Palmas. Además, la misma ciudad posee un encanto inigualable; su casco antiguo ostenta joyas patrimoniales como su iglesia parroquial, y los paseos marítimos ofrecen estupendas vistas y caminatas junto al Mediterráneo, frente al que podremos admirar la fantástica Torre Vigía de San Vicente, ubicada justo en el centro de la playa.

Además de relajarnos al sol sobre la finísima arena dorada y disfrutar de la animación y la gastronomía de chiringuitos y restaurantes, el viajero inquieto que visite la localidad también tendrá la oportunidad de practicar todo tipo de deportes y actividades acuáticas, como la vela, el esquí, el windsurf o el buceo. Y después de un día de disfrute al aire libre, qué mejor que una vuelta por el casco antiguo de la villa para disfrutar del tapeo, las copas y las calidas noches del verano… Noches que cobran su máximo auge durante el célebre FIB (Festival Internacional de Música Independiente de Benicasim). Unas vacaciones en Benicasim suponen un autentico respiro dentro de la vorágine de la vida cotidiana; mar, montaña, música y animación saldrán a nuestro encuentro en este maravilloso enclave.
 

Playas de calidad y un "desierto" convertido en vergel

Playas de calidad y un "desierto" convertido en vergel

El litoral costero de Benicasim, como ya hemos dicho, ocupa más de seis kilómetros para disfrute y relax de los amantes de la playa, el sol y el mar. La llamada Playa Sud (o Sur) de la localidad es una de las mas grandes y concurridas, con sus casi tres kilómetros de longitud. La Bandera Azul ondea en este arenal, lo que da fe de la excelencia de sus equipamientos, aguas y arena; la mayoría de las playas de la zona ostenta este galardón. Es el caso de la playa Torre de San Vicente, a la que da nombre la Torre Vigía erigida en su zona central. Esta torre formaba parte de un conjunto de dieciocho construcciones similares edificadas para defender las costas mediterráneas; en concreto, la de Benicasim se levanto en el siglo XVI, y aporta su majestuosidad a un arenal ya bello de por sí. De hecho, es uno de los mas populares y concurridos de la villa y cuenta con una longitud de setecientos cincuenta metros en total. Pero no son las únicas playas que podremos descubrir; la playa Els Terrers, por su parte, es perfecta para aprender navegación a vela, y en ella llaman la atención las casas señoriales que la flanquean. Dispone también de un pequeño puerto llamado "Portet de Capri", llamado así por los pescadores que lo frecuentaban, que lo nombraron de acuerdo con el supuesto apellido del antiguo propietario de los terrenos. Los mil metros de extensión de esta playa están formados por una mezcla de grava y arena. Para terminar, podemos mencionar la playa de Voramar, con un magnifico paseo marítimo flanqueado por hermosas villas modernistas de finales del siglo XIX y principios del XX, que hicieron que se conociera a Benicasim como la Biarritz de Levante; la playa Almadrava, cuyo nombre se relaciona con la existencia de este arte de pesca y que es una prolongación hacia el sur de la de Voramar; la playa Eurosol, conocida así por el conjunto de comercios que se ubican junto a ella y que recibe este nombre, y la playa Heliópolis.

Ya alejándonos un poco de la costa y partiendo en ruta hacia el interior, nos encontraremos con una maravilla digna de visitarse con calma: el Desierto de las Palmas, zona declarada Paraje Natural en 1.989 y cuyas posibilidades son muchísimas. Hacer senderismo, rutas a caballo, pasear en bicicleta, sendas culturales… Las actividades son de lo más variado. El nombre de "desierto" sorprenderá con toda probabilidad al visitante que se encuentre ante su frondosa vegetación surcada de manantiales. En realidad, es un término monacal que describe la palabra "desierto" como "retiro", y que se refiere a la comunidad de monjes carmelitas que en el siglo XVII construyó aquí su monasterio. Pero las lluvias torrenciales destruyeron el edificio original (del cual se conservan las ruinas), y los monjes se encuentran actualmente en un monasterio del siglo XVIII, al pie de las montañas. Las especies de flora autóctona son remarcables en este paraje, toda una referencia dentro de la comarca de la Plana Alta; cabe mencionar lugares tan interesantes como la microrreserva floral de las Agujas de Santa Águeda, cuya frondosa vegetación conforma un autentico vergel.

Las cimas de las sierras del Desierto y de les Santes ofrecen largas y preciosas rutas senderistas, destacando por encima de todas la del Monte Bartola, que con sus 714 metros de altura ofrece insuperables vistas sobre el mar y sobre Benicasim, permitiendo incluso divisar la reserva marina de las Islas Columbretes en días despejados. La presencia de manantiales salpicando el paisaje, entre ellos la Font Tallada o la de la Teula, explica la frondosidad de la vegetación y alegra el paseo entre la naturaleza. En las proximidades de este bello paraje se encuentran otros tres parques naturales de similar interés: el Prat de Cabanes-Torreblanca, la sierra de Espadán y la sierra de Irta. Merece la pena darse una vuelta por el Desierto de las Palmas y llegar hasta su mismo corazón, donde podremos visitar el Centro de Interpretación "La Bartola", con información al visitante y un centro dedicado a la recuperación de tortugas.

La localidad de Benicasim es pequeña, pero la historia y el patrimonio hacen que su belleza sea muy grande. A las hermosas Villas modernistas de su paseo marítimo y la majestuosa Torre de San Vicente, se les suma un interesante conjunto histórico artístico plagado de edificios religiosos y civiles de gran interés. La Iglesia Parroquial de Santo Tomas de Villanueva es la mas representativa e importante; de estilo neoclásico, se erigió en el siglo XVIII. El Monasterio de los Carmelitas Descalzos del Desierto de las Palmas es también de esta época, y también podemos destacar la Ermita de Santa Águeda y, sobre todo, el Castillo musulmán de Montornés, toda una reliquia de la Antigüedad que fue tomado en el siglo XIII por Jaime I el Conquistador.
 

Guisos marineros en tierra de arroces

Guisos marineros en tierra de arroces

Como el resto de la Comunidad Valenciana, Benicasim es tierra de arroz. La internacional paella es solo un ejemplo mas de las mil y una preparaciones con el arroz como protagonista que se pueden degustar en las mesas de los restaurantes y chiringuitos de esta localidad. Y no solo arroces, por supuesto; las delicias procedentes del mar Mediterráneo también están a disposición del viajero amante de la buena gastronomía. Salmonetes, gambas y langostinos, datiles de mar, doradas, lubinas, sardinas… Pescados deliciosos asados, a la parrilla o formando parte de exquisitos y contundentes guisos. No hay que olvidar que Benicasim es un lugar que disfruta de un turismo de tipo internacional, lo que ha hecho que en la localidad se hayan multiplicado los establecimientos que ofrecen cocinas de distintas partes del mundo y de la máxima calidad, junto con las tascas de siempre donde degustar las exquisitas tapas. Además, tampoco podemos dejar de lado las deliciosas frutas de los huertos de la zona, entre las que destacan la dulce uva moscatel, y como no, las famosas naranjas; y para terminar, podemos rematar cualquier deliciosa comida con el Licor Carmelitano que elaboran los monjes del Monasterio del Desierto de las Palmas, mediante una antigua receta para la que emplean las hierbas que crecen en su privilegiado entorno natural.

En Benicasim hay un evento gastronómico de primera magnitud que los amantes de los arroces, la buena comida y la diversión no deberían de perderse: el día de las Paellas, que se celebra a finales de enero dentro del programa de las Fiestas de San Antonio Abad y Santa Águeda de Benicasim. Veinticinco años de tradición convierten a este día en todo un homenaje al plato típico valenciano por excelencia: la paella. Se trata de una animada jornada, en la que vecinos, turistas y visitantes preparan y degustan paellas (la ultima vez se llegaron a cocinar mil); su popularidad y excepcionalidad han conseguido que este día sea declarado Fiesta de interés turístico Provincial.
 

Fiestas patronales y festivales: diversión para todos los gustos

Fiestas patronales y festivales: diversión para todos los gustos

Enero da comienzo al calendario festivo de Benicasim, sin casi tiempo de recuperarse de las celebraciones navideñas. Y es que el día diecisiete comienzan las fiestas patronales de la localidad en honor de San Antonio Abad y Santa Águeda. Además del ya citado día de las Paellas de Benicasim, durante estos días en las calles del pueblo se puede disfrutar de actos como los desfiles de las carrozas, la bendición tradicional de los animales, el reparto del pan bendito o “coqueta” y el encendido de las hogueras. La romería de Santa Águeda, por su parte, tiene lugar en febrero.

A continuación, y siguiendo en el mes de febrero, en Benicasim tendremos la oportunidad de asistir a un curioso evento. Se trata de la Reunión Llunàtica Benicasim, una tradición que reúne a los amantes de las motos Harley Davidson y que se celebra en distintos lugares de nuestra geografía. Es una oportunidad magnifica para contemplar estas potentes y espectaculares motos, y asistir a las distintas actividades que se realizan con motivo de la concentración.

Llega el mes de junio con la tradicional Noche de San Juan, que celebra el solsticio de verano y la noche mas corta con las tradicionales hogueras en la playa. La tradición manda a los lugareños y visitantes que acudan a la playa a mojarse los pies y formular un deseo, que quizás, o no, se realizara… Y ya en septiembre, las fiestas de Santo Tomas de Villanueva, patrón de la iglesia parroquial, llegan el día 22 para poblar a la localidad de diversión y actividades como las verbenas, los encierros de las vaquillas, los "toros embolados" y las exhibiciones de fuegos artificiales.

No podemos terminar de hablar del calendario festivo y cultural de Benicasim sin mencionar su Festival de Internacional de Música Independiente de Benicasim (FIB). Este evento comenzó a nivel local y nacional, y hoy día es todo un referente dentro de la escena musical contemporánea. A el acuden grupos mundialmente famosos, primeras estrellas de la vanguardia musical, pero al mismo tiempo también se celebran actos y representaciones relacionados con distintos tipos de arte: danza, teatro, cine… Su celebración tiene lugar en el mes de junio, y durante los cuatro días de festival acuden a los aficionados a la música, el arte y los conciertos de todas partes del mundo.

Otro festival muy popular es el Rototom Sunsplash, esta vez dedicado a la música reggae y que tiene el honor de ser el encuentro de aficionados a esta música y a esta cultura más grande de Europa. Ya va por su decimosexta edición, y los más de ciento cincuenta mil asistentes dan fe de su fama; su celebración se extiende durante ocho días a finales del mes de agosto. Y para los amantes de las formas de música tradicionales, no puede faltar el clásico Festival de Habaneras que se celebra en la playa Torre de San Vicente, o el Certamen Internacional de Guitarra clásica "Francisco Tárrega".