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Guías de Viajes de Azores

Azores
Azores

¡Auténticos acuarios naturales!

Un pequeño paraíso de naturaleza en estado puro

Un pequeño paraíso de naturaleza en estado puro

Descubrir las Islas Azores es algo que el viajero experimenta de manera muy personal. Tan cercanas a nuestro país, estas maravillosas islas son un auténtico edén que se ha mantenido al margen el turismo masificado durante años y años. Y es que en Azores, el visitante no encontrará grandes resorts, turismo "de chiringuito" o discotecas internacionales; en cambio, se llevará en el corazón y la retina un conjunto de increíbles paisajes, fondos marinos tropicales, pueblos acogedores, patrimonio colonial y, quizás, la majestuosa silueta de una ballena que se sumerge, elegante y silenciosa, en el mar...

No en vano las Azores han sido señaladas como "las segundas mejores islas del mundo" por parte de la prestigiosa revista National Geographic. El archipiélago, que pertenece a Portugal, está formado por nueve islas que en total cubren una extensión de 2.333 km2, pobladas a su vez por 256.000 habitantes. Sao Miguel es la isla más grande, que se alza en cabeza con sus 747 km2; mientras que su hermana menor, Corvo, sólo tiene una extensión de 17 km2. La capital de Sao Miguel es la localidad de Punta Delgada, que al mismo tiempo es capital de todo el archipiélago.

Las Islas Azores son islas "verdes", llenas de flores, lagos interiores y cráteres volcánicos; por supuesto, también rodeadas de espectaculares costas. Los puertos deportivos de estas islas son visitados por navegantes de todo el mundo; en realidad, en ellas se encuentra el tercer puerto más célebre del planeta en lo que se refiere a navegación a vela. Situados en preciosas localidades plenas de encanto y atracciones para el visitante, sus aguas azules y cálidas y el estupendo equipamiento con que cuentan los convierten en cita ineludible para algunos de los barcos más espectaculares que se puedan contemplar.

El interior de las playas guarda muchas sorpresas para los aficionados a actividades como el senderismo, el ciclo turismo o la escalada, entre otras. Los paisajes volcánicos salpicados de calderas, lagos interiores y cráteres son habituales, así como las caídas de agua o incluso los géiseres. Increíbles espectáculos naturales que dejarán boquiabierto al viajero más avezado, que necesitará muchos días para descubrir todos los encantos repartidos entre las nueve islas. Encantos a los que no es ajeno en gran patrimonio cultural de las Islas Azores, señalado con la bella impronta de la arquitectura colonial. Sin ir más lejos, la isla de Terceira y su capital, Angra, están calificadas como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO; los amantes de la historia y la cultura podrán disfrutar de un paseo por sus calles señoriales, que también se repiten en muchos puntos de la isla de Sao Miguel.

La ubicación atlántica, en el centro de la Corriente del Golfo, aporta a estas bellas islas un clima privilegiado, con temperaturas que oscilan entre los 16 y los 24º durante todo el año. Las aguas cálidas, fruto de la presencia de esta corriente, convierten a los fondos de las Azores en auténticos "acuarios naturales" en los que los submarinistas podrán bucear acompañados de todo tipo de especies marinas. Sin olvidar, por supuesto, que estas islas son uno de los mejores enclaves del mundo para avistar cetáceos, actividad muy habitual entre los que las visitan; la localización entre continentes hace que sus costas sean lugar de paso para ballenas, delfines y cachalotes. Navegar en una embarcación en busca de las increíbles siluetas de estos hermosos animales, es una experiencia difícil de olvidar.

Estupendos restaurantes, praderas llenas de hortensias y agapantos, pueblos situados en lugares inverosímiles al pie de acantilados, piscinas y playas naturales, escarpados y majestuosos picos... Sin olvidarnos de una estupenda gastronomía y un clima privilegiado, hacen de las Azores uno de los destinos más especiales para cualquier viajero. Un auténtico paraíso al alcance de la mano.

Nueve islas, nueve destinos

Nueve islas, nueve destinos

Una de las características más interesantes del archipiélago de las Azores es que las nueve islas que lo forman están habitadas. Esto hace que en todas ellas existan localidades donde el viajero podrá recalar y organizar su visita, con lugares donde comer, descansar y para contemplar.  La isla de Sao Miguel es donde se encuentra el aeropuerto de acceso al archipiélago, con su bella capital, Punta Delgada, esperando a los visitantes con los brazos abiertos. Es ésta una ciudad pequeña que se puede recorrer andando; merece la pena caminar por su paseo marítimo y su puerto deportivo disfrutando de la contemplación de los fantásticos veleros y yates; pero también es muy recomendable hacer un recorrido por las calles, hacia el interior.

Mansiones y casas señoriales de la época colonial se alzan ante el viajero, y muchas de ellas han sido reconvertidas en estupendos restaurantes y hoteles, donde el turista se sentirá como un auténtico colono del s. XVI. Parques y jardines frondosos y bien cuidados salpican la ciudad, que también cuenta con interesantes museos, iglesias y palacios. El fuerte de Sao Blas remata el paseo marítimo, y es quizás el punto ideal para comprar artesanía o los deliciosos quesos típicos de la isla. Desde Punta Delgada parten a diario autobuses que se dirigen a los puntos más bellos de la isla. El Mirador de Ribeira Grande, las plantaciones de té (únicas en Europa) con la Factoría Chá Gorreana como lugar que bien vale una visita, el precioso pueblo de Sete Cidades con sus dos lagunas situadas en un cráter volcánico, las Furnas u hornos rodeadas de géiseres y fumarolas, y la pintoresca localidad pesquera de Vila Franca do Campo son algunos de los destinos que ningún viajero se debe perder cuando recale en Sao Miguel.

Si lo que el visitante del archipiélago de Azores busca son playas, entonces su meta son otras dos de las islas que lo conforman: Faial y Santa María. Si Sao Miguel recibe el apelativo de isla verde, Faial es llamada isla azul por el color de las aguas que bañan sus playas negras. El contraste entre ambos tonos crea paisajes increíbles, imposibles de encontrar en otros lugares del mundo. La capital, Horta, es famosa por su patrimonio, pero sobre todo por su estupendo puerto deportivo. En cuanto a Santa María (la isla amarilla), además de contar con las mejores playas de Azores, también tiene un estupendo enclave llamado Sao Lorenzo Resort, donde es posible disfrutar de una hermosa playa y de sus piscinas naturales.

Hay muchas más actividades que hacer y lugares que visitar en el resto de las Azores. Para avistar cetáceos, lo mejor es dirigirse a la isla de Pico, donde también se puede visitar su parque forestal y practicar el senderismo. Graciosa es el lugar en el que cobran protagonismo los géiseres y las formaciones volcánicas, pero también donde degustar el mejor pescado y marisco, o comprar los típicos bordados y encajes artesanos. La isla de Flores hace honor a su nombre; al ser la más lluviosa, está plagada de preciosos paisajes; el color de las flores y su exuberante vegetación la convierten en el mejor destino para hacer senderismo. Y para terminar, los amantes del submarinismo tienen una cita en Corvo, la más pequeña de las Azores, donde también podrán disfrutar de una orografía volcánica que puebla el pequeño territorio de lagos, calderas y aguas sulfurosas.
 

Lo mejor de la tierra y del mar sobre las mesas

Lo mejor de la tierra y del mar sobre las mesas

La gastronomía de las Islas Azores tiene mucho que ver con la portuguesa en general, y también con la cocina típica del archipiélago de Madeira. Sin embargo, hay algo que la distingue, y es la gran influencia que esta isla recibió de los colonos llegados a sus costas, procedentes de distintos países. Estos inmigrantes históricos trajeron a la isla técnicas e ingredientes característicos de otros puntos del planeta, que se fusionaron con los tradicionales para dar lugar a una interesante apuesta culinaria.

La materia prima de calidad es la base de la cocina de Azores. Tanto la enorme variedad de pescados del Océano Atlántico, como las estupendas verduras y exuberantes frutas cultivadas en los campos del interior, merecen un capítulo aparte dentro de la gastronomía isleña. Y además, la carne tiene también un lugar preferente en las mesas, gracias a la presencia del ganado en los verdes pastos de las islas.

En las distintas islas Azores podemos encontrar diferentes preparaciones típicas, pero hay una serie de platos comunes a todas ellas. Las ensaladas (como la clásica de polvo o pulpo), los pasteis de bacalhau (empanadas de bacalao), el caldo verde típico portugués, la sopa de peixe (pescados o mariscos), la caldeirada (un guiso de pescado caldoso, similar a la bullabesa) y el caldo azedo (agrio) se pueden encontrar en los mejores restaurantes de las islas, pero también en las sencillas casas do pasto tradicionales. Pescados y mariscos son protagonistas de estupendos banquetes, sobre todo preparados a la brasa; entre las especies más frecuentes y deliciosas podemos señalar el atún, el pez espada, el cherne, el pargo, los chicharros, los calamares (lulas), los percebes (cracas), las lapas...

Las preparaciones de carne de las mesas isleñas van desde los bifes o bistecs a la alcatra, el guiso típico de Terceira: un estofado de ternera, col y bacon cocinado en cazuela de barro. En la isla de Santa María es típico un plato de carne de cerdo llamado caçoila, pero el plato más famoso y conocido de las islas (quizás por lo exótico de su preparación) es sin duda el Cozido en Caldeira da Furnas. Se trata de un guiso de carne de ternera que se prepara directamente en las Furnas u hornos naturales volcánicos, una de las atracciones naturales más célebres de la isla de Sao Miguel.

Los vinos son un punto y aparte en la gastronomía de las Islas Azores. Hay una gran variedad que se elaboran a partir de viñedos cultivados en las distintas islas. La tradición vinícola es muy antigua en el archipiélago, aunque actualmente las viñas que se cultivan son de origen americano. En Sao Miguel, Terceira, Pico y Graciosa se elabora el vino do Cheiro, de tipo afrutado y con muy pocos grados; pero el más apreciado y célebre es el vino Terras de Lava, que se elabora en la isla de Pico. En Graciosa, por su parte, se realiza un vino llamado Terra do Conde, que puede encontrarse tanto en blanco como en tinto. El queso de Sao Miguel, de sabor fuerte e intenso, y el famoso té Cha Gorreana son otros dos de los mejores productos de Azores, y ningún visitante debe abandonar el archipiélago sin probarlos alguna vez.
 

Tradición religiosa y festivales marinos

Tradición religiosa y festivales marinos

Las Islas Azores mantienen una tradición festiva fuertemente ligada al sentir religioso, aunque en la actualidad las celebraciones de tipo espiritual se combinan sin problemas con diversiones más paganas y animación de todo tipo. Las fiestas más populares son las dedicadas al patrón de las islas, el Espíritu Santo, y se celebran todos los domingos de los meses de abril, mayo y junio, siendo el día más importante el Domingo de Pentecostés. Son fiestas de origen medieval que se celebran en todas las islas, y en las que se corona a un emperador que preside los festejos de los domingos. El Domingo de Pentecostés se distribuye a todos los participantes en la fiesta la llamada sopa del Espíritu Santo, a base de carne y legumbres, y en algunos lugares como la isla de Terceira se levantan los llamados Imperios, coloridas capillas en honor al patrón.

Sin abandonar Terceira, podemos decir que esta isla es la más animada y divertida de las Azores. Desde mayo hasta septiembre se celebran más de doscientas touradas, una especie de encierros en los que los toros van atados con cuerdas, que los vaqueros sujetan para evitar que los animales abandonen el recorrido establecido. Otra festividad muy divertida de esta isla son los Sanjoaninos, en honor a San Juan (24 de junio), toda una excusa para celebrar la noche más larga del año con vino, música y animación.

Y un evento más a tener en cuenta: la Semana del Mar, que tiene lugar en la Bahía de Horta, en la isla de Faial. Se trata de una semana perfecta para los amantes de los deportes náuticos y cualquier actividad relacionada con el océano. Todos los días tienen lugar competiciones deportivas en el mar: regatas, natación, pesca ... El lanzamiento de fuegos artificiales sobre la bahía es un espectáculo maravilloso, y todos los días que duran las celebraciones hay música y folclore por las calles, ferias de artesanía, degustaciones y mercados gastronómicos... Los cincuenta años de tradición de la Semana del Mar la han convertido hoy día en un evento de gran interés cultural.