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Guías de Viajes de Sydney

Sydney
Sydney

La capital de las antípodas

Introducción

Introducción

Cuando en las páginas de un diario o en una conversación informal alguien se refiere a Australia, más de uno solemos evocar alguna de las imágenes más definitorias y recurrentes de esta enorme isla del hemisferio sur. Una de ellas es, sin duda, la Casa de la Ópera de Sydney, el célebre edificio que parece recrear las aletas de un banco de tiburones emergiendo de las plácidas aguas de la bahía. Pese a todo, ésta es sólo una de las múltiples postales que pueden paladearse en Sydney, la mayor urbe australiana —en la actualidad cuenta con 4,3 millones de habitantes— y el principal epicentro cultural y económico de Oceanía, pese a no ser la capital de su país (privilegio que recae en  Canberra).

La ciudad ostenta la capitalidad del Estado de Nueva Gales del Sur (al noreste de Australia) y se encuentra situada en la desembocadura del río Parramatta, junto al Pacífico. Desde el punto de vista de la toponimia, su nombre evoca el de su fundador, Thomas Townshend, también llamado lord Sydney. Fue en 1788 cuando este ministro británico llevó a la zona a un grupo de reclusos procedentes del Reino Unido, los cuales pasarían a integrar la colonia penitenciaria de Port Jackson, área que hoy se conoce como la bahía de Sydney. Por aquel entonces, en las inmediaciones de este primer asentamiento blanco —el más antiguo del país— apenas vivían unos 8.000 aborígenes, que no tardaron en ser diezmados por la viruela y por las violentasluchas entre éstos y los recién llegados. Además, el otrora gobernador de Australia, Lachlan MacQuarie, impulsaría una campaña de occidentalización que supuso arrancarlos de sus familias y de sus lugares de origen, dando pie a un drama étnico y social que aún no ha sido subsanado. Mientras tanto, a partir de la década de 1830, Sydney experimentó un notable crecimiento a resultas de la llegada masiva de inmigrantes (atraídos en muchos casos por la llamada fiebre del oro), llegando a ser declarada como la primera ciudad de Australia el 20 de julio de 1852. El advenimiento de la Revolución Industrial daría alas a su desarrollo urbanístico: en los albores del siglo XX ya daba cabida a más de un millón de personas.

Ni la Gran Depresión de los años 30 ni las dificultades posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron un impedimento para la ciudad se convirtiese en un importante centro portuario comercial, financiero e industrial. En las últimas décadas, su dinamismo ha atraído a numerosos inmigrantes, procedentes en su mayoría del mundo árabe y del sudeste asiático. Éstos la han convertido en una metrópolis marcadamente cosmopolita. Asimismo, su papel como anfitriona de los exitosos Juegos Olímpicos del año 2000 sirvió para reforzar aún más, si cabe, su imagen internacional y su liderazgo en el marco de la llamada land down under (algo así como la 'tierra de debajo de abajo').

Debido a su ubicación geográfica, el clima imperante en Sydney se podría considerar templado. Por lo general, sus veranos son calurosos y secos, mientras que los inviernos suelen ser fríos y húmedos.

Como no podía ser de otro modo, la lengua de Sydney es el inglés (oficial en todo el país). Sin embargo, éste se habla con un particular acento, similar al de los inmigrantes irlandeses que en el pasado llegaron a la zona en busca de fortuna. En cuanto a las divisas, la moneda en curso es el dólar australiano, que equivale aproximadamente a 0,67 euros.

Para viajar a Sydney, únicamente se requiere disponer de un pasaporte con una validez mínima de seis meses y solicitar el visado electrónico eVisitor, que permite la estancia en el país durante 90 días (tantas veces como se desee durante un período de 12 meses). La obtención de esta autorización —vigente desde el 27 de octubre del 2008— es totalmente, gratuita y se gestiona a través de la web del Ministerio de Inmigración y Ciudadanía de Australia: www.immi.gov.au/e_visa/visitors.htm. Para estancias superiores, se tiene que gestionar el visado. Para más información, se recomienda dirigirse a la Embajada de Australia en España (Pº de la Castellana, 259, D, planta 24, Madrid) o bien en la página web del Ministerio de Inmigración y Ciudadanía de Australia: www.immi.gov.au. Asimismo, no es necesario vacunarse para viajar a este país.

Se pueden encontrar vuelos a Sydney desde los principales aeropuertos españoles a partir de unos 800 por trayecto. Todos ellos presentan por lo menos una escala, y cubren el trayecto entre la Península y el aeropuerto internacional de Kingsford Smith.

En cuanto a los hoteles en Sydney, su extensa oferta de alojamiento (que incluye desde establecimientos de lujo hasta albergues u hostales de juventud) permite estancias en la ciudad adaptadas a cualquier presupuesto.
 

Algunos enclaves de interés: tras la pista del pasado colonial

Algunos enclaves de interés: tras la pista del pasado colonial

Al tratarse de una ciudad más joven —su historia, como se ha visto, arranca en las postrimerías del siglo XVIII—, Sydney resulta más bien parca en lo que atañe a los monumentos históricos, con la salvedad de algunas muestras de interesantes de arquitectura colonial. Por lo tanto, sus principal baza tiene que ver con su estratégica ubicación en la costa del Pacífico, su interesante oferta museística y, por supuesto, su vibrante vida cultural. A continuación, se resumen algunas propuestas para conocer más a fondo los encantos de la capital de las antípodas.

  • Acuario de Sydney: Esta atracción abre sus puertas en el área de Darling Harbour. A lo largo de inacabables galerías acristaladas, el acuario recrea el hábitat de los ríos y océanos de Australia. Del mismo modo, da cabida al teatro de Gran Barrera de Coral y realiza una importante labor de concienciación medioambiental entre los visitantes.
  • Bondi Beach: Localizada a unos 7 km del centro financiero de Sydney, esta playa (que debe su nombre al barrio en el que se encuentra, y cuyo significado en lengua aborigen es 'agua que rompe sobre las rocas') es la más popular del país. Además de formar parte del Patrimonio Nacional del país desde el 2008, en ella es frecuente avistar ballenas, delfines e incluso tiburones. De forma excepcional, también pueden verse pingüinos azules nadando cerca de la orilla.
  • Casa de la Ópera de Sydney: Icono por antonomasia de la ciudad, la Casa de la Ópera de Sydney, diseñada por el danés Jorn Utzon en 1957 e inaugurada en diciembre de1973, está considerada como una de las obras arquitectónicas más importantes, vanguardistas e innovadoras del siglo XX. En la actualidad, este imponente coliseo da cabida a representaciones de arte dramático, danza y ópera, así como espectáculos musicales. Asimismo, es la sede compañía Ópera Australia, la Compañía de Teatro de Sydney y la Orquesta Sinfónica de Sydney. La mayor de sus cinco salas puede albergar hasta 2.679 espectadores. En el 2007, la UNESCO inscribió la casa de la Ópera de Sydney en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
  • Casa Elizabeth Bay: Erigida 1835 y 1839 cerca de King Cross, está considerada como una de las mejores casas coloniales de Sydney. En su interior, merecer una especial atención su escalinata curvada, rematada por una bella cúpula, así como su cuidada decoración vintage. En el pasado, el inmueble estuvo circundado por un jardín de 22 hectáreas.
  • Casa Vaucluse: Esta mansión colonial, iniciada a comienzos del Ochocientos y próxima al puerto, perteneció en sus orígenes a la influyente familia Wentworth, consta de cocina y otros edificios adyacentes. Sin embargo, lo más remarcable son sus espectaculares habitaciones, decoradas con lujoso mobiliario de época. Por otro lado, el visitante podrá relajarse en alguno de los salones de té degustando algún refresco.
  • Catedral de Santa María: Construido en 1868 para la comunidad católica de la ciudad, este edificio de estilo  neogótico se alza en Hyde Park, en el mismo lugar en el que se erigió la primera capilla católica del país. El templo descuella por sus rosetones, pináculos y arbotantes, que parecen remitir el encanto de las catedrales europeas de la Baja Edad Media. Actualmente, es la sede del Arzobispado de Sydney.
  • Centennial Park: Situado al este de la ciudad y a unos 4 km del centro financiero de Sydney, este parque metropolitano de 220 hectáreas fue construido en 1888 para conmemorar el centenario de la llegada de los europeos a Australia. Entre sus principales atractivos, destacan el Column Garden, el Ranger's Cottage —construcción diseñada por Walter Liberty Vernon siguiendo las directrices de la arquitectura local— y el Federation Pavillon —un edificio de planta circular diseñado por Alexander Tzannes que conmemora el bicentenario del establecimiento de los primeros colonos europeos. Además, es posible disfrutar del parque dando un paseo a caballo.
  • Galería de Arte de Nueva Gales del Sur: Ubicado en la zona de Domain, este edificio de corte neoclásico atesora notables colecciones de arte clásico y contemporáneo, tanto europeo como asiático. Por lo que respecta a los artistas locales, se exhiben obras de figuras como Roberts, Streeton o McCubbin.
  • Jardín Chino de la Amistad: Se encuentra situado en Darling Harbour, en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, y muy cerca del mar, de una de las principales zonas comerciales y de Chinatown. Inaugurados en 1988, este encantador enclave es un regalo que China realizó a Sydney y, al mismo tiempo, uno de los escasísimos ejemplos de jardín tradicional chino que pueden admirarse fuera del gigante asiático. Jalonado de bosques, cascadas, lagos y pabellones, constituye un regalo para los sentidos y un bello toque de exotismo en el corazón de la urbe.
  • Museo Powerhouse: Emplazado en una antigua central eléctrica próxima a Darling Harbour, este edificio es uno de los más originales de Sydney. Su oferta cultural, apta para todas edades, constituye un ameno recorrido a través de la ciencia, la tecnología y la cultura del país.
  • Museo de Sydney: Erigido sobre el solar que acogió la residencia del primer gobernador general de Australia, y cercana a Circular Quay, esta institución repasan el desarrollo histórico y urbanístico de la ciudad desde 1788, sin perder de vista la cultura aborigen. Además, en él se dan cita indistintamente obras correspondiente al período colonial y contemporáneas.
  • Observatorio de Sydney: Situada en lo alto de la colina homónima y en el marco del antiguo fuerte Philip, este lugar lleva desempeñando las funciones de observatorio desde el 1790, momento en el que se instalaron precipitadamente unos equipos destinados a seguir el paso del cometa Halley.
  • Queen Victoria Building (QVB): Correspondiente a finales del siglo XIX y obra del arquitecto George McRae, se halla en el centro financiero de Sydney. Entre sus principales atractivos, cabe reseñar que posee una espectar fachada inspirada en el arte románico europeo, con ventanas geminadas y arcos de medio punto. Proyectado inicialmente para albergar un centro comercial, el edificio desempeñó funcionalidades diversas hasta el momento de ser restaurado, en el que recuperó su uso original.
  • Real Jardín Botánico: Este enclave, que comprende desde Circular Quay hasta Woolloomooloo, es uno de los pulmones verdes de la urbe. En él cabe la posibilidad de destacar de un picnic rodeado de flores y todo tipo de árboles tropicales. Por otro lado, dentro de la pirámide de vidrio del Centro Tropical, el visitante podrá descubrir una amplia gama de especies exóticas y en peligro de extinción. El acceso es gratuito.
  • Sydney Harbour Bridge: Inaugurado en 1932 y construido sobre el puerto de la ciudad, da cabida al tráfico rodado, ferroviario y peatonal, sirviendo de nexo de comunicaciones entre las áreas de Milsons Point y The Rocks, el barrio más antiguo de Sydney y uno de los mejores reductos de arquitectura colonial. Su longitud es de 1,14 km (que hacen de él el quinto más largo de su categoría), mientras su altura sobre el agua es de 49 m.
  • Sydney Tower (o AMP Tower): Sus 305 m convierten a esta torre de telecomunicaciones la segunda estructura más elevada de Australia. Construida entre 1970 y 1981, brinda unas excelentes vistas sobre Sydney desde su observatorio. A su vez, los amantes de la adrenalina tienen la oportunidad de pasear por su azotea (a 260 m), debidamente protegidos con un arnés.
  • Zoológico de Taronga: Sito en la costa norte, ofrece una enorme diversidad de especies, incluyendo los indefectibles koalas, uno de los símbolos nacionales de Australia. Se puede llegar hasta allí a bordo de un ferry.

Comer en Sydney: la herencia de los pioneros británicos

Comer en Sydney: la herencia de los pioneros británicos

Del mismo modo que la lengua y los hábitos occidentales desplazaron las tradiciones y el folklore de los aborígenes australianos, el legado gastronómico de éstos tampoco sobrevivió a las modas —ni a los productos— introducidos por los inmigrantes británicos durante el siglo XIX. En efecto, los colonos trajeron consigo su ganado, sus verduras, sus frutas y sus costumbres y prácticas culinarias, como la de asar la carne a la parrilla. A su vez, los  alemanes introdujeron en el país las cepas francesas y germanas, que aún hoy  producen vinos de calidad contrastada, como los de Barossa Valley. Incluso los productos locales australianos, lejos sustentarse en un recetario autóctono, empezaron a prepararse siguiendo los métodos de los europeos.

Poco ha influido, por tanto, la cocina indígena en la moderna Australia, con alguna salvedad (por ejemplo, la carne de canguro, que también puede degustarse en algunos restaurantes del Viejo Continente).

No obstante, es interesante constatar que aún perdura la producción de frutas y verdura semitropicales originarias de Australia, tales como la granadilla o los chokoes. Del mismo modo, su condición de país costero le aporta una gran variedad de pescados y mariscos, especialmente el bacalao y las ostras de roca de Sydney, consideradas como unas de las mejores del mundo.  

Desde el punto de vista del menú tipo australiano, cabe destacar que en este país suelen ser habituales los desayunos fuertes, a base de filetes de carne y huevos fritos. Asimismo, y para cualquier momento de la jornada, la cerveza es una de las bebidas más apreciadas.

Entre los platos típicos australianos que pueden saborearse en Sydney, destacan algunas recetas a base de pescado y carne, tales como el filete con ostras, el South Sea fish  (pescado al limón), las tortitas de cordero con manzana o el cordero rehogado. En el apartado de las especialidades vegetarianas, cabe reseñar los chokoes con queso (calabacines rellenos). Finalmente, por lo que atañe a los postres y las bebidas, es altamente recomendable degustar los famosos lamingtons (bizcochos con hojas de té), así como su famosa cup de vino (una especie de sangría local).
 

Fiestas y festivales en Sydney: todo un reclamo internacional

Fiestas y festivales en Sydney: todo un reclamo internacional

A continuación, se detallan por orden cronológico algunos de los eventos más destacados de cuantos tienen lugar cada año en Sydney.

  • Año Nuevo: Se celebra el 1 de enero, excepto si cae en sábado o en domingo (en ese caso, se traslada al lunes siguiente). Esta fecha es festiva en toda Australia.
  • Festival de Sydney: La cita, de unos 20 días de duración —que van desde la segunda semana de enero hasta finales de dicho mes, aproximadamente—, se basa en un amplio programa de actuaciones musicales y artes escénicas al aire libre, a cargo de un millar de artistas. El evento inaugural recae en la velada conocida como Festival First Night (entrada gratuita), que inunda las calles y los parques de Sydney con espectáculos visuales y que suele atraer a una media de 250.000 curiosos. En el caso de la edición del 2011, ésta se desarrolla entre el 8 y el 30 de enero.  
  • Día Nacional de Australia: Se conmemora cada 26 de enero, fecha en la que la flotilla comandada por Arthur Phillip —compuesta por 11 buques que llevaban en su interior convictos británicos— alcanzó la costa de Sydney. Los recién llegados formarían parte de la primera colonia blanca en Australia.  La jornada es festiva en todo el país.
  • Sydney Gay and Lesbian Mardi Gras: Entre finales de febrero y principios de marzo, la ciudad da cabida al mayor festival gay del planeta. Además de una nutrida oferta de ocio nocturno, su plato fuerte es el multitudinario desfile que inunda de color las calles de Oxford Street.
  • Good Friday (Viernes Santo): La fecha en que tiene lugar varía, ya está supeditada al calendario lugar, aunque oscila entre la segunda quincena de marzo y la tercera semana de abril, aproximadamente. Se trata de un festivo nacional, que en 2011 coincide con el 22 de abril.
  • Easter Monday (Lunes de Pascua): Esta jornada es festiva en todo el país, a diferencia de lo que sucede en España, donde esta fiesta está considerada como un festivo local. En 2011, se produce el 25 de abril.
  • Fiesta de la Cosecha: Se celebra entre los meses de marzo y abril, y da cabida a un amplio rango de muestras gastronómicas con el vino como protagonista. Los actos se desarrollan en Hunter Valley y en Rothbury Estate.
  • Royal Easter Show: Entre finales de marzo y principios de abril, el Parque Olímpico acoge esta feria dedicada a la agricultura tradicional australiana.
  • Anzac Day (Día de las Fuerzas Armadas): De ámbito nacional, se celebra el 25 de abril. Cuando cae en domingo, la fiesta pasa al lunes siguiente.
  • Festival de Escritores de Sydney: A finales del mes de mayo, el antiguo barrio de The Rocks se convierte en el escenario de charlas-coloquio y ciclos de lectura en el que los protagonistas son escritores nacionales e internacionales.
  • Cumpleaños de la reina Isabel II: El aniversario de la reina Isabel de Inglaterra —quien ostenta la jefatura del Estado en Australia— se celebra el lunes que sigue al segundo fin de semana de junio. Esta fecha es festiva en todo el país.
  • Festival de Cine de Sydney: Tiene lugar coincidiendo con el mes de junio, en el marco del State Theatre. Además de la exhibición de películas, el festival también contempla coloquios y cine-foros de acceso gratuito, entre otras muchas propuestas. La cita, cuyos inicios se remontan a junio de 1954, es una de los más veteranas del mundo en su género. La participación en el certamen está abierta a directores, productores y actores de todo el planeta.
  • City to Surf: Sydney acoge a principios de agosto esta prueba atlética popular. Su recorrido, de 14 km, se inicia en la intersección entre Park Street y Collage Street, discurre por buena parte de la ciudad y concluye en Bondi Beach.
  • Festival of the Winds: Cada mes de septiembre, Bondi Beach se convierte en el escenario de esta colorida exhibición de cometas.
  • Festival Internacional de Jazz de Many: Se celebra a principios de octubre en Manly, y es el más importante de su categoría de cuantos se celebran en Australia. Su programación incluye cerca de 60 recitales gratuitos, que tienen lugar al aire libre. A su vez, las calles adyacentes  dan cabida a un colorido mercadillo, donde es posible encontrar todo tipo de productos de artesanía.  
  • Mes de la Buena Comida: Por lo que respecta a los amantes de la buena mesa, octubre es el mes más apropiado para visitar Sydney. ¿El motivo? Las múltiples muestras gastronómicas, mercadillos, coloquios y talleres culinarios que se llevan a cabo en distintos puntos de la ciudad.
  • Día del Trabajador: Coincide con el lunes que sigue al primer fin de semana de octubre. Esta jornada es festiva en todo el país.
  • Sculpture by the Sea: A comienzos de noviembre, el área comprendida entre Tamarama y Bondi Beach se llena de esculturas temporales realizadas en el paseo marítimo.
  • Sydney to Hobart Yacht Race: Esta regata, que tiene lugar el 26 de diciembre, está secundada exclusivamente por yates. En la prueba, los participantes cubren los cerca de 2.000 km que separan Sydney de Hobart, capital de Tasmania. Además, esta jornada coincide con la tradicional celebración anglosajona del Boxing Day, basada en la solidaridad con los más desfavorecidos y festiva en toda Australia. Si cae en sábado, se traslada al siguiente lunes, mientras que si cae en domingo o lunes, se pasa al siguiente martes.
  • Fin de Año: Cada 31 de diciembre, las calles de Sydney se convierten en el escenario de un fastuoso espectáculo pirotécnico.