Ir a la home de Logitravel.com

Guías de Viajes de Bélgica

Bélgica
Bélgica

Un país con una personalidad tan variada como interesante

Cultura, historia y modernidad

Cultura, historia y modernidad
Bélgica es visitado año tras año por miles de viajeros interesados en la cultura, la historia, la modernidad y la arquitectura. El Reino de Bélgica, o simplemente Bélgica, se sitúa en la zona noroccidental del continente europeo, y sus límites los establecen países como Alemania, Francia, Luxemburgo y los Países Bajos. El país en general es de orografía bastante llana, si exceptuamos la zona de las Ardenas, con sus barrancos y su enorme y magnífico bosque, muy cercano a la frontera con la nación alemana. Ya hacia el norte, cabe destacar un "secreto" bien guardado por parte de los belgas: una extensión de playas de más de sesenta kilómetros de longitud. En definitiva, hay tanto que ver en Bélgica...

Bélgica está lingüísticamente dividida. Tiene tres lenguas oficiales: el 60% de su población, principalmente en la región de Flandes, habla neerlandés (o flamenco), mientras que cerca del 40% habla francés (en la región de Valonia, al sur). Menos de un 1% de los belgas vive en la Comunidad de habla alemana, al este del país. Siempre que se habla de Bélgica, inmediatamente asociamos el nombre del país con cuatro célebres e históricas ciudades: la capital Bruselas y las localidades flamencas de Brujas, Gante y Amberes. Sin embargo, hay muchos más lugares maravillosos en Bélgica,como las ciudades de Lovaina y Malinas; a pesar de la pequeña extensión que ocupa la nación.

La gastronomía belga es punto y aparte. Además de la celebérrima cerveza (hay más de 600 tipos de cerveza distintos), cuya elaboración tradicional corre a cargo de los monjes que habitan monasterios y abadías, no podemos olvidarnos de sus deliciosos quesos, sus famosísimos chocolates y una enorme variedad de platos típicos y tradicionales, para quitarse el sombrero. Bélgica es tierra de gourmands, gentes que saben comer y aprecian la calidad de la materia prima, así como la habilidad en las técnicas culinarias.

Un viaje a Bélgica supone una experiencia inolvidable. Este país, cuya versatilidad consigue que siempre haya algo nuevo que ver o alguna experiencia novedosa que disfrutar, se ofrece a los viajeros y turistas para darles toda la cultura, el arte, la historia y los entornos naturales que se puedan desear. Adentrémonos en Bélgica para conocer a fondo su belleza.

Ciudades medievales abrazadas por la Naturaleza

Ciudades medievales abrazadas por la Naturaleza
La capital de un país suele ser siempre el mejor punto de partida para conocerlo y apreciarlo. Además, por lo general la mayoría de los vuelos aterrizan en las capitales, y Bélgica no es ninguna excepción. Y por si fuera poco, lo cierto es que Bruselas es una ciudad increíble que sorprende al viajero en todos sus rincones, y le ofrece la posibilidad de vivir una experiencia cultural, social y artística de primer orden.

Podemos empezar nuestro recorrido por Bruselas en el famoso Atomium, que con sus 102 metros por encima del suelo se ha convertido en el emblema de la ciudad. Las nueve esferas de metal que lo forman tienen 18 metros de diámetro cada una, y el monumento se construyó con motivo de la Exposición Mundial de 1.958. Pero ya remontándonos unos siglos atrás, encontraremos en Bruselas hermosos lugares como Plaza Mayor o Grand Place, justamente designada como una de las plazas más hermosas del continente europeo. Se ubica en la zona conocida como "ciudad baja", y las fachadas y frontales de los edificios son dignos de admiración. Y si hablamos de edificios, desde luego hay que mencionar toda la arquitectura de estilo Art Noveau que nos sale al paso en nuestros recorridos por Bruselas. Lugares como los almacenes Old England (que ahora son un museo), la Casa Saint-Cyr o el barrio de Ixelles, entre muchos otros, se complementan magníficamente con una visita al famoso Museo Horta. También se puede disfrutar en Bruselas de su espléndido Museo de Bellas Artes y hermosas plazas como la Place des Martyrs o la Place St. Gery. Pero lo mejor para conocer a fondo esta ciudad es hacerse con un plano y folletos de información turística, calzarse las deportivas... Y empezar a andar.

Brujas es una preciosa ciudad de misterioso nombre, aunque en realidad, más que de brujas es una ciudad de cuento de hadas. Su autenticidad y su toque pintoresco se ven realzados por la magnífica conservación de sus calles y edificios. Si quieres sentirte como un europeo de la época medieval o renacentista, date un paseo por Brujas y no cabe duda de que lo conseguirás. Además, no hay que olvidar que esta ciudad está también recorrida por tranquilos canales, que le aportan un estilo y personalidad inigualables; su belleza ha hecho que se la reconozca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. No hay que dejar de visitar la Plaza Mayor, la Catedral de San Salvador...

Y proseguimos nuestro viaje dirigiéndonos a Amberes, donde es de visita obligada la Casa Rubens, que muestra el entorno donde el maestro de los maestros vivió y desarrolló su arte. Esta localidad es conocida como la Ciudad de los Diamantes, ya que el 85% de la producción mundial de diamantes en bruto se centra allí. Sin embargo, realmente los mejores tesoros de Amberes son su arte y su arquitectura; las callejuelas y rincones que pueblan esta ciudad hacen que pasear por ella sea todo un placer. La Catedral gótica de Nuestra Señora es todo un icono de la urbe; y para quienes disfruten con el ambiente callejero y los ratos de relajación, se pueden acercar a la calle Oude Korenmarkt, plagada de restaurantes y tiendas, y cuyo secreto más interesante es el encantador y pequeño callejón medieval que se esconde en el número 16. El Castillo y el paseo junto al río son también visitas ineludibles.

Otra maravillosa ciudad belga es Gante, con su Catedral de San Bavón; este curioso templo aúna nada menos que tres estilos arquitectónicos (románico, gótico y barroco), y alberga el maravilloso cuadro de los pintores Van Eyck llamado La Adoración del Cordero Místico. Lovaina le sigue también de cerca, por ser la ciudad universitaria por excelencia, lo que le aporta una animación extraordinaria. Malinas, a tan solo 25 Km. de Bruselas, es la capital eclesiástica de Bélgica, además de la ciudad de los carillones, los tapices y el curioso Museo del Juguete... Y muchas más ciudades y pueblos conforman el conjunto de maravillas urbanas que ofrece Bélgica como destino turístico.

La Naturaleza es también hermosa y agreste en Bélgica. El país cuenta con zonas boscosas tan famosas como el gran Bosque de las Ardenas, y hay establecidas gran cantidad de rutas en distintas zonas para recorrer haciendo senderismo o en bicicleta. Existen diversas reservas naturales, como la Reserva Natural de Zwin, próxima a Brujas. Y ya que hablamos de naturaleza, no podemos dejar de mencionar un atractivo muy sorprendente de Bélgica: sus playas. Ostende es la ciudad de baños más célebre del país, con amplias playas de arena blanca; desde ella podemos cambiar de rumbo y encaminarnos a otros puntos costeros como Nieuwpoort u Oostduinkerke. Este último posee un encantador entorno agreste y rural, con playas solitarias de las que disfrutar. De Panne es el nombre de uno de los destinos turísticos más solicitados por los propios belgas; además de su proximidad con la Reserva Natural de Westhoeck, también disfruta de enormes playas. El lago Minnewater (o Lago del Amor) cerca de Brujas, y los lagos de Ixelles, próximos a Bruselas, son otros puntos donde disfrutar de la presencia del agua y la naturaleza en vivo.

Mucho más que cerveza y chocolate

Mucho más que cerveza y chocolate
¿Quién nos iba a decir que el plato más tradicional y típico de Bélgica es algo tan español como los mejillones? Estos humildes y sabrosos moluscos son habituales en las cervecerías y restaurantes belgas, y siempre se presentan acompañados de patatas fritas, formando un maridaje tan sorprendente como exquisito. Pero no sólo encontraremos mejillones en los restaurantes de Bélgica, sino también muchos otros platos característicos que se suceden en las distintas ciudades. Por ejemplo, si pasamos por Gante podremos probar el delicioso waterzooi de pescado o pollo, un guiso muy fino con verduras y abundante caldo... Además, el marisco es habitual en las mesas belgas, siendo algunos de sus representantes las gambas y los bígaros.

La carbonada flamenca o stoofvlees es también de rigo, siendo en Flandes casi el plato nacional. Se trata de un estofado de carne acompañado de bacon y aderezado con azúcar moreno, para luego ser guisado con cerveza. También suele llevar patatas fritas, y es realmente uno de los guisos más deliciosos que podamos degustar. Y no podemos marcharnos de Bélgica sin probar exquisiteces como las endivias gratinadas o rellenas, las croquetas de gambas o queso, los tomates también rellenos, el conejo fermentado a la cerveza, el stoemp o puré de patatas y verduras... Los quesos también son parte importante de la gastronomía del país, y se pueden encontrar hasta ochenta variedades distintas: Passendale, Postel, Wynendale, Loo y Oud-Brugge, entre muchos otros.

Por supuesto, también tenemos que hablar de la famosísima cerveza belga, la bebida emblemática del país. La hay de tantas variedades y orígenes, que habría que dedicarle un capítulo especial sólo para ella... Una de las más consumidas es la llamada lambic, que se prepara con cebada y trigo, así como la trappist; esta última variedad se elabora en diversos monasterios, como los de Westmalle y Orval. También encontraremos marcas autóctonas de las distintas regiones, como Stella Artois, Goulden Carolus, Kwak...

Y para rematar, recordar que la repostería belga es célebre por preparaciones tan ricas como los crujientes gofres o los crêpes, pero sobre todo por sus chocolates de renombre mundial. Y es que en Bélgica hay alrededor de quinientos tipos distintos de pralines, nombre que corresponde a los bombones que se fabrican desde hace siglos en Bélgica. Un placer para los sentidos.

Navidades, Carnaval y todo un año de festivales culturales

Navidades, Carnaval y todo un año de festivales culturales

Cuando llega el frío, Flandes se transforma en un lugar de sueños de invierno. Pistas de patinaje, mercadillos de Navidad, vino caliente, luces mágicas,... Viaja a Flandes y Bruselas durante la época de Navidad y Año Nuevo para disfrutar de maravillosos espectáculos, exposiciones y otros eventos que sólo estarán en activo durante el invierno. El mercado navideño es una tradición que no puede faltar en las 6 ciudades de arte de Flandes (Amberes, Bruselas, Brujas, Gante, Malinas y Lovaina), y constituye toda una atracción para visitar estas ciudades durante las celebraciones. El mercadillo navideño de Bruselas es uno de los más grandes de toda Europa; llega a ocupar toda la extensión de la Plaza Mayor o Grand Place, y además se extiende por distintas calles, de manera que alcanza la Place de Saint Catherine. Y en este punto, se puede ver (y disfrutar) la enorme noria que ofrece unas vistas impagables de toda la ciudad. La iluminación callejera es también vibrante y espectacular.

 

Los Carnavales son también un evento importante en distintas localidades belgas, siendo especialmente relevantes los de la ciudad de Aalst, declarados parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

 

Con el nombre de Zinneke Parade o Desfile de Zinneke (Gran Día Z), durante el mes de mayo las calles de Bruselas se animan al ritmo de todo tipo de música y disfraces desde el año 2000. Todas las representaciones son en la calle, donde se puede disfrutar de la música, los disfraces y las carrozas las 24 horas del día. Pero en realidad, la celebración más importante y espectacular es sin duda el Ommegang, un festival que se celebra en Bruselas los primeros martes y jueves de julio. Esta festividad pretende rememorar los tiempos del Emperador Carlos V, y se viene celebrando desde 1.549. Las calles se pueblan de trajes ricamente coloreados, caballos enjabegados, estandartes y banderas y un montón de competiciones de tipo medieval. La diversión y la animación están servidas, siempre vigiladas por los típicos "gigantes", una tradición muy similar a la española.

 

Otros festivales interesantes que abogan por la cultura y la diversión son el Festival del Cortometraje del distrito de Ixelles, el Fesival Recyclart y el Festival Bruxellensis. Este último surgió para dar a conocer las distintas cervezas, y los locales que las fabrican y venden, a propios y extraños; por su parte, Recyclart convoca a multitud de músicos, bailarines, actores, artistas gráficos y otros creadores para que puedan exponer sus obras al público, siempre relacionadas con el arte del reciclaje y el cuidado del medio ambiente. La música es la protagonista total durante la Maratón de Jazz de Bruselas, que en el mes de mayo hace que su población se mueva a ritmo de soul y blues, seguida después por la música étnica del Festival Couleur Café. Un mercado de productos étnicos y un ambiente inmejorable dan la bienvenida a todo aquél que quiera ir a escuchar ritmos de otras culturas, en la capital de un país tan variado como acogedor.

 
Además tenemos unas de las fiestas populares mas grandes de Europa, que son las de Gante, se celebran cada año en el centro de la ciudad que comienzan sábado antes del 21 de julio (la fiesta nacional de Bélgica) y duran 10 días, hasta el segundo lunes.
Todo comienza a las 14hrs con un cortejo oficial en el que colaboran todos los artistas de las ferias. Después de esta inauguración oficial se corta el tráfico y el centro queda reservado únicamente para los peatones durante los 10 días que duran las ferias.
El último día, "el día de los monederos vacíos", hay una procesión en la que participan los "stroppendragers" (los portadores de soga) con una soga en blanco y negro (los colores predominantes del escudo de Gante).

Bélgica

En esta sección de guías de Bélgica encontrarás las guías de viaje de los principales destinos de Bélgica. Con estas guias descubrirás la mejor información del destino elegido: lugares para visitar, consejos de viaje, gastronomía, y mucho más.