Llanuras del norte

¡Pura vida!

La estrella de esta zona del país es, sin duda, el Volcán Arenal, que cubre un área de 33 kilómetros cuadrados. Lleva activo desde 1968 y ofrece un doble escenario espectacular. Por un lado un espacio frondoso, rico en vegetación y en fauna silvestre. Por otro, una zona arisca y dura, fruto de las continuas erupciones, pero que ofrece una panorámica increíble, porque si subís al Cerro Chato podréis contemplar el lago que hay en el interior con un agua de color turquesa que no existe en ninguna otra parte del planeta. Otro de sus mayores atractivos es contemplar cómo expulsa lava de noche o aprovechar sus aguas termales para relajarse.

 

La zona de la Llanura Norte es la región ideal para los amantes de los deportes de aventuras. Hay espacios destinados a hacer senderismo entre parajes vírgenes. También existe la opción de tirarse en tirolina, hacer montañismo por las cordilleras de Guanacaste y Tilarán o rafting y barranquismo en los ríos de la zona. En estos ríos, por ejemplo, son muy numerosas las cataratas. Algunas superan los 60 metros de altura, como las del río San Carlos.

 

Precisamente, el río San Carlos es, junto a otros como el de Peñas Blancas, Toro, Puerto Viejo y Sarapiquí los mejores ríos para hacer un buen descenso en rafting gracias a sus aguas bravas. Al mismo tiempo, suponen centros de investigación científica y dan asilo a algunas especies endémicas que están en peligro de extinción.

 

Hay una especie que está siendo especialmente cuidada en la última década, el Guacamayo Lapa Verde, una de las especies de guacamayo más bella gracias a sus colores. Por eso, fue presa de los cazadores furtivos que han estado cerca de acabar con la especie. Y hablando de animales, los amantes de la prehistoria tienen una parada obligada en la reserva de Caño Negro, donde se encuentra el prehistórico pez Gaspar, un auténtico fósil viviente.

Danza de colores

en la naturaleza inmutable

Naturaleza y aventura en armonía

Costa Rica es un pequeño paraíso que se ha ganado a pulso el título de “Santuario Turístico Sostenible”, gracias a haber logrado el equilibrio perfecto entre la conservación de su biodiversidad y el turismo responsable.

 

Alberga una asombrosa variedad de paisajes, desde playas de arena blanca en el Pacífico hasta densas selvas tropicales en el Caribe, pasando por majestuosos volcanes y montañas. Este mosaico natural es el hogar de una amplia variedad de especies, muchas de las cuales son endémicas y en peligro de extinción.

 

El país ha implementado políticas de conservación y desarrollo sostenible, destinando una gran parte de su territorio a parques nacionales y reservas naturales, convirtiéndose en todo un referente a escala mundial.

 

Los visitantes pueden disfrutar de aventuras emocionantes como el avistamiento de ballenas, el senderismo en la selva, el surf en las olas del Pacífico y el buceo en arrecifes de coral. Además, la cultura costarricense es cálida y acogedora, ofreciendo experiencias auténticas con comunidades locales.

 

Asimismo, ha demostrado que es posible preservar la belleza natural de la Tierra mientras se brinda una experiencia turística inolvidable. Es, sin duda alguna, un verdadero “Santuario turístico sostenible” que inspira al mundo a proteger y valorar nuestro planeta.

Santuario turístico sostenible,

un paraíso sostenible de biodiversidad y aventuras

Naturaleza y aventura en armonía

Costa Rica es un pequeño paraíso que se ha ganado a pulso el título de “Santuario Turístico Sostenible”, gracias a haber logrado el equilibrio perfecto entre la conservación de su biodiversidad y el turismo responsable.

 

Alberga una asombrosa variedad de paisajes, desde playas de arena blanca en el Pacífico hasta densas selvas tropicales en el Caribe, pasando por majestuosos volcanes y montañas. Este mosaico natural es el hogar de una amplia variedad de especies, muchas de las cuales son endémicas y en peligro de extinción.

 

El país ha implementado políticas de conservación y desarrollo sostenible, destinando una gran parte de su territorio a parques nacionales y reservas naturales, convirtiéndose en todo un referente a escala mundial.

 

Los visitantes pueden disfrutar de aventuras emocionantes como el avistamiento de ballenas, el senderismo en la selva, el surf en las olas del Pacífico y el buceo en arrecifes de coral. Además, la cultura costarricense es cálida y acogedora, ofreciendo experiencias auténticas con comunidades locales.

 

Asimismo, ha demostrado que es posible preservar la belleza natural de la Tierra mientras se brinda una experiencia turística inolvidable. Es, sin duda alguna, un verdadero “Santuario turístico sostenible” que inspira al mundo a proteger y valorar nuestro planeta.

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