Tarragona, codiciado tesoro
La belleza de la urbe sólo es comparable a la de su entorno natural; sus playas, las cálidas aguas mediterráneas y algunos parques naturales de excepción situados en la provincia adornan a la antigua Tarraco romana con un escenario sin igual.
Testimonios romanos y magníficas playas para disfrutar
Dejando transcurrir unos cuantos siglos llegamos a la preciosa Catedral de Santa María, una joya comenzada a edificar en el siglo XIII y que combina armoniosamente los estilos románico y gótico; y llegando ya al siglo XX, podemos admirar en Tarragona hitos de estilo modernista como el hermoso Mercado Central, el Teatro Metropol e incluso una obra del genio Gaudí: el Altar de Jesús i Maria.
El paraíso de la dieta mediterránea
La cocina de Tarragona cuenta con las mejores materias primas de la tierra y el mar, siendo éste el proveedor de uno de los ingredientes principales de los platos: el pescado. Las distintas especies aparecen en mil y una recetas, siempre aliñadas y cocinadas con el magnífico aceite de oliva de la zona y acompañadas de las verduras de las fértiles huertas o los célebres arroces del Delta del Ebro.
Desde un Carnaval romano hasta castillos de fuegos artificiales
El año festivo comienza en Tarragona con la celebración de los Carnavales. Cabe destacar que estas jornadas tienen un antiquísimo origen en las saturnales, matronales y lupercales romanas, sin relación con eventos religiosos. Ya desde tiempos de los romanos se celebraron las fiestas en la ciudad, a pesar de las diversas prohibiciones a lo largo de los siglos.