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Guías de Viajes de Eslovenia

Eslovenia
Eslovenia

Una joya entre el Adriático y los Alpes

Introducción

Introducción
Sin duda, la proximidad de dos de los principales destinos turísticos del Viejo Continente —la incomparable Venecia y las hermosas costas de Croacia— ha eclipsado durante décadas a un pequeño país tan sorprendente como ignoto: Eslovenia. Con poco más de dos millones de habitantes, este encantador estado alpino exhibe ante el recién llegado dos de sus rasgos más representativos: por un lado, sus flamantes infraestructuras, que se antojan prácticamente nuevas, y por otro, sus soberbios paisajes, jalonados con cumbres de más de 2.000 m de altura y un rosario de bosques que cubren el 50% del territorio nacional. De ahí su inconfundible climatología alpina, artífice de inviernos fríos, veranos suaves y un índice de precipitaciones que ronda los 1.000 mm anuales.

Además, Eslovenia puede presumir de un nivel de vida más elevado que cualquiera de las otras repúblicas que formaron parte de Yugoslavia, de la que el país se independizó el 25 de junio de 1991 tras un breve conflicto político. Pero antes de que eso ocurriera, lo cierto es que ha llovido mucho en estas tierras. De hecho, fue nada menos que en el siglo VI a.C. cuando los eslovenos se instalaron en la zona, hasta entonces poblada por ilirios y celtas. Aunque sus habitantes extenderían sus dominios durante los siglos posteriores, no se llegaría a formar un estado. Una fecha importante en la historia del país es el año 630 d.C., momento en el que surgió en Corintia (Austria) un ducado independiente liderado por Valuk, el primer rey esloveno. Cristianizada por Carlomagno un siglo y medio después, Eslovenia fue sometida por los húngaros en el siglo X, antes de pasar a manos de los Habsburgo en el siglo XIII y de los turcos en el siglo XVI. No obstante, a partir de 1867, regresaría al Imperio austrohúngaro, quedando dividido su territorio entre Austria, Hungría e Italia.

Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, Eslovenia se integró en el reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, rebautizado en 1929 como Yugoslavia. Tras la Segunda Guerra Mundial, el nuevo país se convirtió en una república federativa popular. La situación se prolongaría durante más de cuatro décadas, tras las cuales la Liga de los Comunistas de Eslovenia se escindió de la Liga Yugoslava. En 1990, se celebraron las primeras elecciones libres, y en julio de ese mismo año, se proclamó la soberanía de la república y la preponderancia de las leyes republicanas sobre las federales. Un año después, tras un referéndum, Eslovenia declaró la independencia, aunque su soberanía no fue objeto de reconocimiento hasta 1992. En el 2004, entró a formar parte de la UE, y tres años más tarde, el euro sustituyó al tolar como moneda oficial. Aunque este fascinante destino se puede alcanzar en barco desde Venecia y Trieste (Italia), o bien desde Porec y Rovinj (Croacia), la opción más cómoda para viajar desde España es reservar vuelos a Eslovenia desde Barcelona o Madrid. Partiendo de cualquiera de estas dos ciudades, se puede realizar un trayecto directo hasta la capital eslovena, Liubliana (la frecuencia es de dos veces por semana en temporada alta con la aerolínea Adria Airways).

En cuanto a los hoteles en Eslovenia, la oferta de alojamiento es de lo más variada e incluye desde establecimientos de lujo hasta albergues de juventud, pasando por balnearios, campings u hostales (eso sí: los precios no suelen ser económicos). Y con total garantía, ya que en el 2009 las autoridades del país revisaron las calificaciones de todos los alojamientos para homologar su categoría con las infraestructuras hoteleras del resto de Europa.

¿Qué más se necesita para descubrir uno de los secretos mejor guardados de la costa adriática? El viajero sólo debe poner la ilusión; una maravilla natural llamada Eslovenia se encargará del resto.

Qué visitar en Eslovenia

Qué visitar en Eslovenia
Seguidamente, se detallan por orden alfabético los lugares más emblemáticos de la geografía eslovena. Aquellos que, en definitiva, no pueden faltar en ninguna visita.

  • Bired

Esta encantadora población y sus inmediaciones cautivarán al recién llegado. Emplazada en los Alpes Julianos, muy cerca de la frontera con Austria, Bired exhibe orgullosa su precioso castillo, un magnético lago que alberga una isla con una iglesia, y viviendas que parecen desafiar la imaginación por su innegable belleza. Contratando alguna excursión de ámbito local, es posible disfrutar de parajes naturales inolvidables. Asimismo, los amantes de los deportes de aventura también disponen de una importante oferta de ocio en este enclave.

  • Brežice

Sita en la región de Posavje, en la desembocadura del río Krka y muy cerca de la frontera con Croacia, es la población más importante de la zona. Sus principales reclamos son el castillo —famoso por su magnífico Salón de los Caballeros— y el Museo de la Región de Posavje Brežice. En sus alrededores, se alza el castillo de Mokrice.

  • Capodistria y la costa

Recorriendo la línea del Adriático, el viajero quedará prendado de poblaciones tan encantadoras como Pirano (Piran), Capodistria (Koper), Portorose (Portorož), Isola (Izola) o Štanjel, de poco más de 340 habitantes y dominada por un espectacular castillo de origen medieval. En algunos de estos enclaves se conservan algunos de los cascos antiguos más bellos de Eslovenia.

  • Carso (Karst)

Esta región suroccidental, emplazada cerca de la cosa y de la localidad italiana de Trieste, destaca por sus peculiares formaciones calcáreas. A lo largo de los siglos, el agua ha ido cincelando su relieve, creando un sugerente mosaico de depresiones, cavidades y canales que serpean bajo el subsuelo. Tal es su valor natural que parte de esta región, las grutas de Škocjan, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. Un magnífico exponente de este fenómeno es la cueva de Postojna, considerada como una de las más hermosas del mundo. Descubierta a comienzos del siglo XIX, sus 21 km de longitud se pueden recorrer a bordo de un trenecillo. Además, a tan sólo 9 km y sobre una pared montañosa, se alza el solemne castillo de Predjama. Dentro del Carso, también merece una visita la zona de Lipica, muy famosa por su yeguada, fundada en 1580 por el archiduque Carlos de Austria. Por supuesto, tampoco hay que pasar por alto la aldea cársica de Hrastovlje. Situada en lo alto de una colina y circundada de murallas, acoge la iglesia de la Santísima Trinidad (Sveta Trovita), sin duda una de las más importantes de Eslovenia. Iniciada a comienzos del siglo XII y de factura tardorrománica, posee un interior ricamente embellecido con pinturas al fresco del siglo XV, entre los que destaca la escena Danza macabra. Por último, ya en el pueblo de Komen, se aconseja acercarse hasta las bodegas Cotar.

  • Celje

Esta población de 50.000 habitantes, conocida popularmente como la Ciudad de los Condes, tiene una historia que se remonta a la época celta y romana. No obstante, su despegue como centro comercial y de servicios se produjo tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Si se visita esta localidad, conviene prestar atención a la iglesia de San Daniel, el Museo de Historia Moderna, el Palacio Nacional, la Torre del Agua, el Teatro Popular Esloveno o su baptisterio paleocristiano.

  • Liubliana

A pesar de que esta ciudad de 270.000 habitantes no puede competir con las principales capitales centroeuropeas desde el punto de vista arquitectónico y monumental, sus señoriales calles, avenidas y parques y su intensa vida cultural hacen de ella un destino más que aconsejable. Aunque no cuenta con demasiados museos ni edificios reseñables, pasear por ella y sentarse en una terraza a degustar un reconfortante café es todo un placer. Y es que, en conjunto, Liubliana despliega un collage impagable de casas renacentistas y palacios barrocos, sin olvidar otras construcciones alumbradas por su arquitecto más renombrado: Plecnik. Asimismo, no hay que perderse su espectacular casco antiguo ni su imponente castillo. Y por supuesto, otras atracciones como la catedral de San Nicolás (siglo XIII), el palacio Episcopal (originario de 1512), el puente de Tromostovie (reformado en 1931 por Plecnik), el puente de los Dragones (1901) o la fuente de los Tres Ríos de Carniola (siglo XVIII).

  • Marburgo (Maribor)

Ubicada en el noreste del país, es la segunda localidad más grande de Eslovenia, pese a que no llega a los 100.000 habitantes. Su fama reside sobre todo en su condición de ciudad universitaria, en su animada vida cultural y en su completa oferta de ocio nocturno. Una propuesta que se combina con el placer de recorrer las estrechas calles de esta población. Una vez allí, vale la pena dedicar un tiempo a la orilla del río Drava y a los campos de vides que se extienden en las laderas de las montañas, que aúnan a partes iguales sosiego y costumbrismo.

  • Novo Mesto

Pese a que su nombre parece inducir a engaño, esta población de la región de Dolenjska es un lugar cargado de historia. Sus principales alicientes son la calle Mayor, el Ayuntamiento, la iglesia de San Nicolás, la iglesia de San Leonardo, la Casa del Canónigo y el Museo de Dolenjska, con interesantes exposiciones sobre arqueología, etnología e historia moderna.

  • Parque Nacional del Triglav

Situado a los pies del Triglav (2.864m), este magnífico espacio natural también alberga el maravilloso lago de Bohinij (Bohinjsko jezero) y una generosa red de ríos y torrentes. Una cita inexcusable para quieres quieran disfrutar de la naturaleza en estado puro.

  • Ptuj

Esta población, de 23.000 habitantes y sita en el noreste de Eslovenia, se despliega junto al río Drava y está considerada como la ciudad más antigua del país. De ello da fe su vasto patrimonio monumental, que comprende un castillo y algunos bajorrelieves romanos que han sido reaprovechados para otras construcciones posteriores. Su casco histórico ha sido elevado a la categoría de Patrimonio Nacional. Asimismo, a apenas 10 km, el viajero se topará con Ptujska Gora, posiblemente la iglesia gótica más hermosa de toda Eslovenia.

Comer en Eslovenia

Comer en Eslovenia
A pesar de que su gastronomía es una gran desconocida, ésta se cuenta entre las más ricas del Viejo Continente. Y todo ello gracias a la estratégica ubicación del país, acotado por Italia, Croacia, Austria y Hungría. Todos estos territorios han transmitido parte de su recetario a los fogones eslovenos, confiriendo toques centroeuropeos y adriáticos a una cocina sincrética y personal. Como ejemplo de la influencia italiana, cabe destacar la polenta y las pastas (sin ir más lejos, los žlikrofi de Idrija o los fuži, una especie de macarrones). Asimismo, como muestra de la cocina del corazón de Europa, conviene citar algunos platos tan representativos como el borscht (un guiso a base de remolacha, carne y otras verduras que acostumbra a servirse frío y con crema ácida) o el bograc de Prekmurje (muy similar al archiconocido goulash).

Otros buques insignia de la tradición eslovena son la gibanica (una tarta salada muy consumida en la zona noroeste), los knedeli (bolas de puré de patata), el obara (un guiso de carne y vísceras), el kruhovi cmoki (albóndigas de pan) o el ricet (guiso de cereales, carne y legumbres, especialmente extendido en la región de Liubliana).

Como el lector ya habrá notado, la carne se consume en todo el país, y da paso a especialidades como los productos de la matanza (el koline) y el pršut (jamón curado del Carso). En las áreas alpinas, las carnes ahumadas y los pasteles de carne son toda una institución, así como sus reputados quesos (como el de Bobec, que se produce con leche de vaca, cabra u oveja en el Parque Nacional de Triglav). Al oeste de Eslovenia, el aceite de oliva local goza de un gran prestigio, mientras que en la Baja Carniola hace lo propio el cvicek, un vino rosado muy apreciado.

En cuanto a los postres, habría que referirse a la potica (pastel de nueces o avellanas), la kremma rezina (un pastel originario de la localidad de Bled), la pala inka (una crêpe rellena de miel, nueces o queso fresco) y el que quizás sea el dulce más conocido: el štrukli, una pasta rellena que también es muy popular en Croacia.

A la hora de disfrutar de las especialidades eslovenas, se aconseja no dejar de visitar las gostilnas, una especie de tabernas o mesones regentados generalmente por una familia. A su vez, aquellos que dispongan de un presupuesto algo más ajustado pueden optar por los samopostrezna restauracija, autoservicios que suelen salir bastante bien de precio.

Fiestas y eventos en Eslovenia

Fiestas y eventos en Eslovenia

Para cerrar este repaso por la geografía de Eslovenia, se detallan brevemente algunas de sus festividades más relevantes.

 

  • Año Nuevo

 

El 1 y el 2 de enero son festivos en todo el país.
 

  • Día de Prešeren

 

Cada 8 de febrero, se celebra el aniversario de la muerte del poeta esloveno France Prešeren (1800-1849). Pese al tiempo transcurrido, su figura sigue siendo objeto de admiración, hasta el punto de que una estrofa de uno sus poemas fue convertida en el himno nacional en 1991. Actualmente, se le sigue recordando con una jornada llena de actividades culturales en numerosas localidades, como conciertos y recitales poéticos —especialmente en Vrba, aldea natal del poeta, y en Kranj. Uno de los momentos más esperados es la entrega de los premios Prešeren, con los que se distingue la labor de algunas de las figuras más relevantes en el ámbito artístico. Este día es festivo en toda Eslovenia.

 

  • Carnavales

 

Se festejan en el período conocido como pust, que comprende desde el 1 de enero y hasta el Miércoles de Ceniza. Entre los más famosos, cabe reseñar el Kurentovanje o Carnaval de Ptuj —el más importante y antiguo del país, ya que se viene organizando desde 1960—, el Carnaval de Cerknica o el Carnaval de Cerkno. En todos ellos, los desfiles se convierten en el mayor reclamo de esta tradición.

 

  • San Gregorio

 

Aunque no es una jornada festiva, los eslovenos consideran que el 12 de marzo marca el comienzo de la primavera, ya que aseguran que San Gregorio es el santo que trae la luz.

 

  • Domingo de Pascua

 

Cae entre la segunda quincena de marzo y las cuatro primeras semanas de abril, dependiendo del calendario lunar. Una tradición muy ligada a esta fiesta de ámbito estatal es la costumbre de saborear los riquísimos Huevos de Pascua de Bela krajina, que destacan por su esmerada decoración.

 

  • Lunes de Pascua

 

Esta jornada es un festivo nacional.

 

  • Día de la Rebelión contra la Ocupación

 

Cada 27 de abril, se conmemora la creación del Frente Nacional de Liberación, acaecida en 1941. Se trataba de una organización política creada para expulsar del territorio esloveno a las potencias europeas que la habían ocupado durante la Segunda Guerra Mundial (Alemania, Hungría e Italia). Activa hasta 1953, su objetivo prioritario era el de garantizar la resistencia contra los invasores, liberar el país y conseguir el control de Eslovenia tras el fin de la contienda. Esta jornada es un festivo estatal.

 

  • Día Internacional del Trabajo

 

El 1 de mayo es festivo en toda Eslovenia.

 

  • Día de la Proclamación del Estado de Eslovenia

 

El 25 de junio es la fiesta nacional del país. Durante esta jornada se recuerda el aniversario declaración de independencia de Yugoslavia, que tuvo lugar en 1991.

 

  • Festival de Música Antigua

 

Este acontecimiento, uno de los más importantes de la zona, tiene lugar en el mes de julio en Brežice.

 

  • Día de la Asunción

 

El 15 de agosto es otro festivo estatal.

 

  • Día de la Unificación de los eslovenos de Prekmurje a la patria

 

Cada 17 de agosto, el país recuerda la reincorporación de la región nororiental de Prekmurje a Eslovenia, acontecida en1919. Esta jornada no es festiva.

 

  • Día de la Reintegración de la región de Primorska a la patria

 

Los actos que acompañan a esta efeméride se celebran el 15 de septiembre dentro de una jornada no festiva.

 

  • Día de la Reforma

 

Aunque el 31 de octubre es una fiesta de tipo religioso, en Eslovenia también es un festivo estatal, puesto que el protestantismo fue crucial para el desarrollo de la lengua y la literatura eslovenas. De hecho, fue en este período histórico cuando se escribió el primer libro impreso en idioma esloveno: el Katekizem (Catecismo). Este hito tuvo lugar en 1550, a manos del protestante esloveno Primož Trubar. También en esos años, Jurij Dalmatin tradujo al esloveno la Biblia, mientras que Adam Bohoric sacó a la luz la primera ortografía del esloveno.

 

  • Todos los Santos

 

El 1 de noviembre es una jornada festiva de ámbito nacional.

 

  • San Martín

 

Aunque el 11 de noviembre no es un festivo estatal, los eslovenos acostumbran a celebrarlo disfrutando de un buen plato a base de pato o ganso, regado con un buen vino.

 

  • Día de Rudolf Maister

 

Éste es otro día no festivo. El 23 de noviembre, Eslovenia recuerda al héroe nacional Rudolf Maister (1874-1934), un activista político, poeta y oficial militar que tuvo un papel destacado durante la Primera Guerra Mundial.

 

  • San Nicolás

 

Cada 6 de diciembre, muchas localidades eslovenas organizan desfiles en los que los participantes, disfrazados de ángeles y demonios, obsequian a los niños con caramelos.

 

  • Navidad

 

El 25 de diciembre es un festivo estatal.

 

  • Día de la Independencia y la Unidad

 

El 26 de diciembre también es fiesta en toda Eslovenia. Durante esta jornada, se rememora la publicación de los resultados del plebiscito de 1990, en el que el 95% de los eslovenos votó a favor de la independencia del país.