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Guías de Viajes de Honduras

Honduras
Honduras

Un destino excepcional entre dos océanos

Belleza inigualable

Belleza inigualable
Por increíble que pueda parecer, el turismo ha llegado con mucho retraso a Honduras. Y decimos que parece increíble dada la enorme cantidad de maravillosas playas e increíbles paisajes con que cuenta este país, lo que unido a su excepcional clima y a la hospitalidad de sus habitantes, lo convierten en un auténtico paraíso por descubrir. Situado en pleno Centroamérica, Honduras tiene costas en el mar Caribe y también linda con el Océano Pacífico, siendo el segundo país más extenso de la región y dando cabida a más de ocho millones de habitantes. Su orografía es muy montañosa, y paradójicamente es el único país de la zona que no tiene volcanes. Una cordillera lo recorre de norte a sur, separando de forma natural la zona del Caribe de la del Pacífico. Las selvas tropicales ocupan más de la mitad del territorio hondureño, que también se ve favorecido por cientos de kilómetros de magníficas playas (que en la costa del Caribe son de arena blanca, mientras que en la del pacífico la arena es negra) y por las Islas de la Bahía, ubicadas en el Caribe y que conforman uno de los puntos de buceo más interesantes del mundo.

El hecho de que Honduras sea un país que se ha apuntado tarde al turismo internacional ha hecho que el país preserve intactas su belleza y su autenticidad. En Honduras se promueve el turismo ecológico, y aunque hay hoteles grandes y resorts, también existen muchos alojamientos sencillos y asequibles para el viajero "de a pie", así como programas que fomentan el turismo comprometido con el medio ambiente. Las características montañosas del centro del país son un lugar privilegiado para hacer rutas de senderismo o deportes de aventura como el rafting, pero también para conocer de cerca una de las selvas tropicales más desconocidas de América. En Honduras están establecidas varias rutas que recorren playas, selvas, montañas y el pasado maya y azteca del país, pero también las hay que llegan a países vecinos como México o Nicaragua para conocer sus volcanes y su patrimonio. Muchos viajeros llegan a Honduras buscando sobre todo costas y playas fuera de los circuitos convencionales, y desde luego no andan desencaminados. Las playas de la costa caribeña tienen cálidas y azules aguas, y su blanca arena invita al descanso y al relax. Por su parte, la zona del Golfo de Fonseca, en la Costa del Pacífico, muestra exóticas playas de arena negra. Ambas costas son ideales para la práctica del buceo y del submarinismo.

El patrimonio arqueológico es otro de los puntos más interesantes de Honduras. Las culturas precolombinas (muy especialmente los mayas) realizaron espectaculares ciudades, de las cuales se conservan importantes y sobrecogedores restos en plena selva tropical. En el país también es posible recorrer grandes cuevas en las que se han encontrado restos de inquietantes rituales, que hoy día son destino de preferencia para el turismo arqueológico. Pero no todo es antigüedad precolombina en Honduras; este precioso país también tiene muchas ciudades en las que la presencia hispana dejó magníficos ejemplos de arquitectura colonial, con ese inigualable sabor que tienen este tipo de lugares. Además, Honduras es un país en constante crecimiento que cuenta con importantes centros urbanos en los que la modernidad convive perfectamente con la tradición.

Playas de dos colores, selvas y arquitectura

Playas de dos colores, selvas y arquitectura
Honduras cuenta con muchísimos kilómetros de costa, gran parte de los cuales pertenecen a las costas del Mar Caribe. En estas costas podemos encontrar playas de quitar la respiración, de arenas doradas y con esas aguas transparentes y cálidas que caracterizan a este mar, y que tantos viajeros han alabado. Pero sobre todo, las mejores playas de Honduras se ubican en las Islas de la Bahía, un lugar privilegiado y poco explotado en lo que a costas y fondos marinos se refiere. Un archipiélago compuesto por tres islas: Roatán (la mayor y cabeza de departamento), Guanaja y Utila. Estas islas se encuentran a 50 kilómetros de la costa del norte de Honduras, y disponen de aeropuerto internacional. Sin embargo, la forma más asequible de llegar a ellas es en barco, desde la costa hondureña.

En todas ellas es posible encontrar preciosas playas poco concurridas, con esa imagen de arena blanca, cocoteros, aguas cristalinas y cielos azules tan característica de los folletos de viaje... Coxen Hole en Roatán fue centro de operaciones del célebre pirata Morgan, y a día de hoy es posible encontrar en su puerto a isleños que cuentan leyendas e historias de la época de los piratas. La zona de West End es la del turismo por excelencia; aunque no es tan exótica ni virgen, sus costas son perfectas para practicar el submarinismo (no hay que olvidar que las islas son un arrecife coralino) y también el esnórkel. La Isla de Utila tiene como mayor atractivo la reserva marina Turtle Harbour, mientras que Guanaja es la menos explotada. En su extensión no hay carreteras ni vehículos; sus frondosos bosques se recorren a pie o en pequeñas embarcaciones que transitan sus ríos y manglares.

Volviendo a la zona continental del país, en ella hay tanto que ver que serían necesarias varias páginas para hacer un recorrido básico. Si lo que queremos son playas caribeñas, podemos dirigirnos a Puerto Cortés, zona situada a ciento cincuenta kilómetros de la ciudad de San Pedro Sula; a Playa de Trujillo, que tiene la fama de poseer la zona de playas con cocoteros más hermosa de la costa; o a Cayo Cochinos, un grupo de islas tropicales tan desconocido como interesante. La zona de la Bahía de Tela también es célebre por sus playas, y actualmente en esta región se está edificando el Proyecto de Desarrollo Turístico Bahía de Tela, que contará con seis hoteles de cinco estrellas. Por su parte, el Golfo de Fonseca (en la costa del Pacífico) también cuenta con bellísimas playas de arenas más oscuras, pero igualmente espectaculares. Además de las muchas islas que salpican el golfo, las zonas de Punta Ratón y Cedeño son lugares vacacionales muy populares. Hay que tener en cuenta que la zona de Punta Ratón está cerrada al público de agosto a noviembre, debido a que es la época de la puesta de huevos de la tortuga golfina, en peligro de extinción.

El turismo de deporte y aventura es uno de los más fomentados en Honduras, sobre todo debido a la orografía del país, que facilita la práctica de todo tipo de actividades. Desde los deportes relacionados con el mar, como el buceo y el submarinismo (el arrecife de coral de las Islas de la Bahía está considerado uno de los mejores lugares del planeta para la práctica de estos deportes), hasta el descenso de rápidos, el ráfting, las canoas o el senderismo por las selvas, hay tanto para escoger que unas vacaciones se pueden quedar cortas... En Honduras hay nada menos que quince parques nacionales, entre los cuales destacan Pico Bonito, situado a tan sólo tres kilómetros del pueblo caribeño de La Ceiba, y Pico Alto. Y quienes disfruten de la Historia y la cultura, podrán visitar ciudades coloniales que cuentan con más de trescientas iglesias de época colombina y muchos testimonios de la presencia de los españoles. Tegucigalpa, La Ceiba, Omoa, Trujillo, Yuscarán, Gracias... Son sólo algunos ejemplos. Las ruinas de época maya también son un lugar que no debe dejarse de visitar; las más emblemáticas son las de Maya Copan, situadas en la frontera de Honduras con Guatemala. Y no hay que olvidar que el sitio arqueológico más importante de Honduras es el Parque Ecológico y Arqueológico de las Cuevas de Tagua, con más de dos kilómetros de corredores subterráneos en los que se conservan pinturas y restos de rituales con más de dos mil quinientos años de antigüedad.

Deliciosa cocina con influencias españolas, antillanas y africanas

Deliciosa cocina con influencias españolas, antillanas y africanas
La variedad es el santo y seña de la gastronomía de Honduras. Es algo lógico si tenemos en cuenta que la cultura del país tiene muchas fuentes de las que beber: la criolla, de los habitantes originales de la región; la de los colonizadores españoles, la africana (que llegó con los esclavos)... Si a esto le unimos la gran variedad de materias primas de calidad que aportan los dos océanos con los que linda el país, así como los cultivos tropicales, no es de extrañar que se trate de una gastronomía tan amplia e interesante. Los productos más empleados en la cocina hondureña son las carnes, pescados y aves, las tortillas de trigo y maíz, el arroz, las legumbres, las verduras, las frutas y los derivados lácteos como el queso. Las distintas culturas del país poseen cada una su propia gastronomía, y dentro de la cocina hondureña nos encontramos con variantes como la criolla, la misquita, la garífuna... Las zonas del norte, centro y sur del país muestran distintas especialidades.

Algunos de los platos típicos de honduras, producto de las distintas cocinas del país, son la machuca (plátano verde machacado con coco y otros ingredientes), el casabe (una especie de pan realizado con yuca), las baleadas (tortillas de trigo rellenas con distintos ingredientes, típicas de la costa norte), las sopas (de mondongo, de mariscos, de gallina, marinera...), las quesadillas y tamales, la carne de res asada en pinchos y muy especialmente, el consomé de garrobo, elaborado con la carne de un reptil similar a la iguana. En la zona sur del país son típicos los camarones y los productos de la pesca artesanal, así como todos los derivados de la caña de azúcar y exquisitas frutas como melones, sandías o mangos. Para finalizar, en el apartado de postres podemos degustar especialidades como los alcitrones o frutas caramelizadas, los alfiñiques o las tabletas de leche y coco, entre muchas otras; y en cuanto a bebidas, el café es habitual en todo el país y se consume a cualquier hora, mientras que algunas de las bebidas alcohólicas más populares son el güifiti, la chicha y el vino de Coyol.

Un carnaval muy veraniego y distintas celebraciones

Un carnaval muy veraniego y distintas celebraciones

La amplitud del territorio de Honduras hace que los distintos pueblos del país celebren multitud de fiestas a lo largo del año. Sin embargo, hay algunas que son comunes a todos ellos como por ejemplo la Navidad (que se celebra con gran intensidad), el Día del Indio (20 de julio), el Día del Soldado (3 de octubre) o las Fiestas Patrias, que dan comienzo el 1 de septiembre. En esta jornada se celebra el homenaje a la Bandera, y entonces comienzan las actividades que se extienden por todo el país en forma de ferias y mercados, actos institucionales, conciertos y actividades culturales, desfiles... Las escuelas y las empresas festejan en sus instalaciones los días de celebración, y es característico adornar las fachadas de los edificios con símbolos como las fotografías de los gobernantes o la bandera de Honduras.

Entre las celebraciones religiosas, dedicadas a los santos patronos de cada localidad, destaca especialmente la de la Virgen de Suyapa por ser la patrona del país. Se celebra en la ciudad de Suyapa, situada a siete kilómetros de Tegucigalpa, durante la primera quincena de febrero, con gran afluencia de peregrinos llegados de toda Centroamérica. Tan popular como esta fiesta aunque más pagana y colorida es la Feria Isidra de La Ceiba, una festividad que ha aportado a la población fama internacional. Tiene lugar durante el mes de mayo y su culminación es el Gran Carnaval Internacional de la Amistad (el tercer sábado del mes), un evento en el cual la calle principal de la ciudad se transforma en una gran pista de baile, donde todo el mundo es bienvenido a moverse al ritmo de la música más caliente del Caribe. Disfraces, carrozas, color, calor y música transforman durante este día la ciudad en el epicentro de la alegría.

Además de estas celebraciones, hay otras fiestas populares en Honduras que tiene lugar en Maya Copan(del 15 al 20 de marzo), Tela (13 de junio), Trujillo (24 de junio), San Pedro Sula (junio) y en Danli (última semana de agosto). Y para terminar el año se celebra un festival cultural en Maya Copan, del 15 al 21 de diciembre. Cientos de fiestas que demuestran el carácter animado y hospitalario del pueblo hondureño... Conocer su cultura y sus maravillosos entornos naturales es el sueño de muchos viajeros, y también algo que merece la pena proponerse.

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