MONA Ex-Eurotel

“Montreux es preciosa y en el Eurotel mucho mejor”

Excelente calidad de atención de todo su personal. Nos dieron un up grade sin solicitarlo. Nos entregaron una tarjeta personalizada para viajar desde Villeneaux a Vevey gratuitamente durante toda la estadía. Además con esa tarjeta teníamos descuentos en excursiones del 50%. Desayuno excelente. Ha... Más

Excelente calidad de atención de todo su personal. Nos dieron un up grade sin solicitarlo. Nos entregaron una tarjeta personalizada para viajar desde Villeneaux a Vevey gratuitamente durante toda la estadía. Además con esa tarjeta teníamos descuentos en excursiones del 50%. Desayuno excelente. Habitación grande en el piso 16 y con vistas al lago. Si vuelvo a Montreux volvería a este hotel, lo recomiendo.

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“Muy buen confort, con vista al Lago”

Es posiblemente el edificio mas alto de Montreux. Con muy buena ubicación. Su arquitectura moderna, no respeta el standard suizo, pero ofrece la comodidad de un hotel con todos los detalles. Bien presentado y con una excelente atención del personal. Muy diligente, atento y amable. La zona destina... Más

Es posiblemente el edificio mas alto de Montreux. Con muy buena ubicación. Su arquitectura moderna, no respeta el standard suizo, pero ofrece la comodidad de un hotel con todos los detalles. Bien presentado y con una excelente atención del personal. Muy diligente, atento y amable. La zona destinada a desayunos y su buffet compiten en calidad. Un generoso espacio con cantidad de mesas, la vista hacia el lago y la diversidad de opcione, tanto dulces como saladas, atienden todas las exigencias en estilos y dietas de comidas. El lobby muy generosos con wifi, revistas y diarios. Una observación, que seguramente puedan y deban corregir. En Montreux la jornada finaliza temprano y la cena en los diversos restaurantes también. Antes de poner punto final a la noche, estaría muy bueno que atendieran el bar, ya instalado con pocas mesas y podrían servir una copa, un refresco ó cafés, acompañados de una moderada música de jazz, acorde a su trascendente evento anual de Jazz. Lamentablemente al querer hacer una pausa del día, el huésped vuelve al hotel y no tiene un lugar para tomar un café ó un jugo, viviendo el "watching people". Tomar un café solo en la suite,como se ofrece, no es el café que a uno le genera la pertenencia del hotel. En la tierra de NESTLE es inadmisible que no se atienda un Bar, que además ya está instalado, triste y solitario.

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“Muy práctico por su ubicación con excelentes vistas al lago”

El hotel es una inmensa torre que no pasa desapercibida en Montreux. Pasamos solo una noche porque nos pillaba de paso la ciudad en nuestra ruta. Al hacer el check in nos dijeron que nos daban una habitación un poco más grande de la que habíamos reservado, con vistas directamente al lago, en la p... Más

El hotel es una inmensa torre que no pasa desapercibida en Montreux. Pasamos solo una noche porque nos pillaba de paso la ciudad en nuestra ruta. Al hacer el check in nos dijeron que nos daban una habitación un poco más grande de la que habíamos reservado, con vistas directamente al lago, en la planta séptima. La ubicación es muy buena, en la Grand´Rue, a muy pocos minutos por ejemplo de la estatua de Freddie Mercury. Y justo en la acera de en frente, hay un parking público. Es un hotel cómodo, y en buen estado, aunque está algo anticuado y le hace falta una reforma, por ejemplo en los ascensores, ya que sólo hay dos y muy pequeños para la cantidad de plantas y habitaciones que tiene, y en el mobiliario y baños de las habitaciones, que están viejos. En otro viaje de hace años en el que hicimos noche en Montreux y estuvimos en otro hotel también nos llevamos esa misma sensación, por lo que tiene pinta que es la típica ciudad que tuvo en su día unos hoteles estupendos y ahí se han quedado. Pero repito que estuvimos cómodos y que la habitación era confortable. Otro detalle por ejemplo es que justo al cruzar la puerta de entrada tienes que subir muchos escalones para llegar a recepción, y si vienes cargado de equipaje, tu primera sensación es la que es. La habitación era grande, con una cama muy amplia y cómoda, y con una pequeña terracita con mesas y sillas, por si quieres contemplar el imponente lago Lemán. El desayuno, tipo buffet, nos gustó mucho. El comedor es muy grande, y tiene vistas al lago, y si el tiempo te lo permite, tiene también mesas en la terraza. Tenía una muy amplia variedad de productos, calientes y fríos. Fruta, panes, cereales, bollería, etc. Un cocinero te hacía al momento los huevos y tortillas. El trato que recibimos fue muy atento y servicial en todo momento.

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