La ciudad de los canales
Una vez aterrices en el aeropuerto y te traslades al hotel, tras el check-in, deja las maletas en la habitación, cálzate zapato cómodo y sal a la calle, bueno a los canales. Ya sabes que Venecia está declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO dado su valor cultural y excepcional. Así que te aconsejamos que el primer día te lances a pasear casi sin rumbo fijo. Es uno de los placeres de la ciudad, descubrir por ti mismo rincones, puentes, plazas y callejuelas. Aunque también te avisamos que es fácil perderse, además la conexión del GPS puede desaparecer en algunos lugares, no te preocupes, siempre hay algún cartel de señalización de los principales monumentos.
Irás cruzando de puente en puente, piensa que Venecia cuenta con más de 445 puentes, algunos de ellos emblemáticos, como por ejemplo el de Rialto, desde donde vale la pena contemplar las hermosas vistas al Gran Canal. No muy lejos, y en dirección a la Plaza de San Marcos, se encuentra otro edificio increíble, el Palacio Contarini del Bovolo, con una peculiar escalera de caracol que resalta sobre el conjunto.
Otro de los placeres son sus cafés y restaurantes. Al ser una ciudad de mar, en su gastronomía predomina el pescado, algunas sugerencias a probar son spaghetti alle vongole o allo scoglio –espaguetis con salsa de almejas o de marisco en general-, zuppa di pesce –sopa de pescado– o risotto ai frutti di mare –risotto con marisco.