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Guías de Viajes de Toledo

Toledo
Toledo

La ciudad monumental por antonomasia

La monumental de Toledo

La monumental de Toledo

En Toledo, en realidad, no hay monumentos. Porque lo cierto es que esta maravillosa ciudad es en sí un monumento al completo, y no hay rincón en sus empinadas calles que no merezca un rato de atención. Hasta tal extremo llega la presencia de la historia y el arte en Toledo, que la ciudad entera ha sido declarada Monumento Nacional, posiblemente ante la ingente tarea que suponía catalogar todo su patrimonio... El caso es que Toledo es un destino inexcusable para todos los viajeros interesados en la cultura y el arte, pero también para los amantes de la gastronomía, la animación y la naturaleza.

La ciudad de Toledo fue fundada bajo el nombre de Toletum ya en época romana, y desde entonces han sido muchas las culturas que la han ocupado y han dejado en ella su impronta. En su entorno podemos ver magníficos restos de la época romana, pero también edificaciones visigóticas, aportes de la cultura árabe, hermosos edificios medievales de inspiración judía, mudéjar, románica o gótica, y espectaculares construcciones renacentistas y barrocas. Pasear por Toledo es como hacerlo por la Historia de España; un auténtico placer si lo combinamos con una parada de vez en cuando para degustar deliciosas tapas y vinos en los muchos bares y tascas de la ciudad.

Toledo se encuentra situada en plena Mancha, la región española que fue recorrida por el Quijote en las páginas inmortales de Cervantes. Cerca de la ciudad hay muchos lugares que ver y que recorrer. Los molinos de los suaves cerros manchegos indican al viajero que ya está en tierras quijotescas; de hecho, se puede acudir a lugares como El Toboso, donde residía el platónico amor del caballero andante, Dulcinea. Pero también hay muchos otros lugares de interés: Illescas, Ocaña, Quintanar de la Orden, Orgaz... Además, parajes como los Montes de Toledo albergan espacios naturales espectaculares, entre ellos el Parque Nacional de Cabañeros. El lugar perfecto para el disfrute de los amantes del senderismo y la naturaleza en estado puro.

La gastronomía toledana es realmente punto y aparte. Muchas personas se desplazan desde lugares como Madrid solamente para disfrutar de la mesa y el mantel de los restaurantes y mesones de Toledo. La cocina de inspiración medieval ofrece auténticas exquisiteces en forma de completas comidas, pero también de exquisitas tapas y raciones para degustar mientras se recorre la ciudad. Y es que Toledo es también un destino gastronómico y social, el lugar perfecto para tomar aperitivos de mediodía y disfrutar de la hospitalidad de sus habitantes, y para disfrutar de su vida nocturna. La noche de Toledo tiene el encanto de estar rodeada de edificios medievales bellamente iluminados, que ofrecen al viajero la posibilidad de combinar la diversión y los pubs con la historia antigua que cobra vida en su centro histórico. En este aspecto también, Toledo es un enclave muy especial que merece un viaje relajado para poder disfrutar de la gran cantidad de maravillas que la ciudad tiene para ofrecer.

Mil y un monumentos, edificios y museos a descubrir

Mil y un monumentos, edificios y museos a descubrir

La pregunta que se hace el cronista es: ¿por dónde empezar a enumerar lugares a visitar en Toledo? Es casi imposible decidir, y más aún intentar condensar en unas pocas líneas la enorme oferta cultural de la ciudad. Hay que olvidarse de esa creencia popular de que una ciudad "se ve en un día"; por lo menos, no es así en el caso de Toledo. Un fin de semana es más acorde con su oferta, y aún así, nos quedamos cortos... Para empezar, podemos dirigir nuestros pasos a la Catedral de Santa María o Catedral Primada, centro neurálgico de la ciudad antigua. Esta espectacular edificación comenzó siendo un templo románico (se comenzó a construir en el siglo XIII), y se finalizó en el siglo XV con una serie de construcciones de estilo gótico. Este estilo se ve claramente en las puertas y las torres, pero también en su interior. Otros edificios religiosos que no hay que perderse son la Mezquita del Cristo de la Luz, del siglo X; la Iglesia de Santo Tomé; la Sinagoga de Santa María la Blanca; San Juan de los Reyes, con su espectacular claustro; Santo Domingo el Antiguo, convento del siglo XI, y la Iglesia de los Jesuitas, desde cuya torre podremos contemplar una magnífica vista del casco antiguo de la ciudad.

No sólo iglesias podrá contemplar el visitante que acuda a Toledo en busca de la Historia. Los museos pueblan calles y rincones, a cada cual más completo e interesante. El Museo del Greco, el Museo de Santa Cruz (sólo con exposiciones temporales, aunque merece la pena entrar por ver el edificio), el Museo del Ejército, el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda con sede en la Iglesia de San Román; el Museo Sefardí (en la Sinagoga del Tránsito), y por supuesto, la Iglesia de Santo Tomé, en la cual se encuentra el famosísimo lienzo de El Greco El Entierro del Conde de Orgaz. Y ya saliendo un poco de los interiores, podemos dedicarnos a recorrer las calles de toledo en pos de los restos que pueblan sus calles y alrededores. Los romanos dejaron su impronta y podemos contemplar los restos del Circo Romano y el Acueducto, mientras que de la época visigótica se conserva el Castillo de San Servando. De la época árabe se conserva una de las puertas de la Muralla, la Vieja Puerta de la Bisagra, del siglo XIII; las mismas murallas, de época posterior, son de por sí algo a no perderse. Además, Toledo es una ciudad de puentes sobre el río Tajo: el gótico Puente de San Martín y el Puente de Alcántara.

Los alrededores de Toledo guardan agradables sorpresas para quienes quieran salir a respirar un poco de aire fresco en plena naturaleza. Los Montes de Toledo, que separan la cuenca del Tajo de la del Guadiana, están plagados de hermosas rutas para recorrer. Incluso existe la posibilidad de realizar un recorrido por los castillos que se alzan majestuosos en algunas cimas. El Parque de Cabañeros es un destino principal dentro de estos montes; actualmente es un espacio protegido (Parque Nacional) que alberga gran cantidad de especies animales y vegetales, aunque estuvo a punto de convertirse en campo de tiro, algo que fue frenado por la presión popular y de organizaciones ecologistas.

Asados y calderetas en un recetario donde prima la calidad

Asados y calderetas en un recetario donde prima la calidad

Tan placentero como caminar por sus calles medievales, contemplar sus magníficos edificios o visitar sus museos e iglesias, es sentarse a las mesas de la ciudad de Toledo, o disfrutar del tapeo y los vinos en sus tascas y tabernas. La gastronomía de Toledo tiene una fuerte raigambre medieval, y las frías temperaturas de sus meses invernales han propiciado una cocina basada en guisos contundentes y reconfortantes, de tradición cazadora, ganadera y agricultora. Desde las estupendas calderetas a los célebres asados, pasando por una magnífica selección de verduras frescas y una repostería de antigua tradición, el viajero interesado en conocer la cultura culinaria toledana no quedará defraudado por su oferta.

Las carnes son los platos fuertes por antonomasia de la ciudad, algo lógico si tenemos en cuenta que Toledo se encuentran en el centro de la Península Ibérica, muy alejada de las costas. Los asados tienen un lugar privilegiado en el recetario, siendo clásicos los cochinillos y corderos asados en horno de leña. Precisamente el cordero forma parte de uno de los platos más típicos de la región: el cochifrito, receta en la cual la carne se ve aderezada y acompañada por ingredientes como el huevo, el azafrán y el vino blanco. Y por supuesto, mención aparte merece la exquisita caldereta de cordero, un plato característico de la región de la Mancha y que no hay que dejar de degustar.

La caza es una actividad corriente en la ciudad debido a la gran cantidad de especies salvajes que pueblan los parajes. En torno a ella se han desarrollado estupendas recetas variadas y deliciosas, como la liebre a la cazadora o las perdices estofadas, sin olvidarnos de platos de caza mayor como el venado o el jabalí. Merece la pena destacar el llamado gazpacho manchego, que en realidad poco tiene que ver con su hermano andaluz, ya que en realidad son guisos muy caldosos que entre sus ingredientes cuentan con carnes de caza: conejo, perdiz o liebre.Y para quienes sean aficionados a las verduras, Toledo les deparará más de una agradable sorpresa. El pisto manchego es quizás el plato más conocido en este sentido, y el Toledo alcanza la excelencia; además, también podemos degustar exquisiteces como la pipirrana (pimientos asados), las berenjenas de Almagro, etc. En el apartado del pescado, los platos más habituales cuentan con especies de río como la trucha o la anguila, pero también existe una importante tradición alrededor de los guisos de bacalao, siendo muy típicos platos como el atascaburras o el bacalao al ajoarriero.

Y como postre, nada mejor que degustar un buen queso manchego. Por derecho propio, muchos de estos quesos se encuentran entre los mejores del mundo, y no sin razón. La repostería manchega y toledana puede ser también una estupenda forma de terminar una comida, o de acompañar una merienda o desayuno; los célebres mazapanes de Toledo tienen Indicación Geográfica Protegida, y hay muchas otras delicias como los melindres de Yepes, las empanadas de Sonseca... Un último apunte: en Toledo se pueden probar y degustar estupendos vinos de la zona. De hecho, en la provincia hay establecidas dos denominaciones de origen: vinos de La Mancha y de Méntrida.

Un calendario pleno de devoción religiosa

Un calendario pleno de devoción religiosa

La tradición religiosa de Toledo, algo habitual en ciudades castellanas de intensa raigambre espiritual, se refleja en su gran cantidad de iglesias pero también en su calendario festivo. El marco magnífico que ofrece la ciudad y su casco antiguo es un fondo insuperable que embellece las tradiciones, procesiones y romerías que tienen lugar a lo largo del año. Aunque desde luego, la animación festiva es también característica de la ciudad y sus habitantes, que festejan hasta altas horas las fiestas y verbenas. La primera ocasión de salir a la calle a divertirse tiene lugar en el Carnaval, algo común a muchas otras ciudades de España. El Entierro de la Sardina que tiene lugar como fin de fiesta es algo realmente digno de verse, y es la última oportunidad para desfogarse antes de la llegada de la austera y recogida Semana Santa. La Semana Santa toledana está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, y durante los días de celebraciones las procesiones ocupan las calles medievales, en un ambiente de recogimiento y austeridad que sobrecoge a toledanos y visitantes. Además, la Semana Santa es un buen momento para visitar algunas iglesias que permanecen cerradas el resto del año.

El mes de mayo destaca entre el resto por sus fiestas. El día 1 se celebra en la ciudad la Romería de la Virgen del Valle, momento en el cual los habitantes de Toledo y los pueblos de los alrededores se dirigen a la Ermita de la Virgen, en una romería que dura todo el día. Pero en realidad, si por algo destaca este mes es por la celebración del Corpus Christi, una espectacular fiesta con procesión incluida que data del siglo XIII. Actualmente la procesión se divide en dos jornadas: la del jueves (festividad) y la del domingo, y desfila bajo los toldos y adornos de las calles, que se engalanan de forma magnífica para la ocasión, acompañados de los gigantes y cabezudos. Esta celebración es Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Aparte de estos hitos festivos, hay otras fechas destacables en el calendario de la ciudad de Toledo propicias a la diversión y las conmemoraciones. El 15 de agosto se celebran las Fiestas de la Virgen del Sagrario, con una peculiar procesión por el interior de la Catedral. Además, en Toledo tienen lugar diversos festivales culturales y musicales a lo largo del año, como la Jornada Europea de la Cultura Judía, el Festival de Jazz, el Festival de Música de las Tres Culturas y la Feria de Artesanía de octubre (FARCAMA).

En definitiva, cualquier momento del año es bueno para visitar la maravillosa ciudad de Toledo. Cultura, historia, arte, diversión y hospitalidad están esperando a todos los viajeros en los rincones medievales de una de las ciudades más especiales de España.